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Esta es la factura por la venta de un ser humano.
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A principios del siglo XVI empezaron a llegar a Cartagena de Indias barcos
procedentes de la costa occidental de África, cargados de hombres y mujeres
que eran ofrecidos como esclavos. Según cifras analizadas, podrían haber
sido 300.000 los que entraron al país en esa condición.
Estos y más datos sobre la historia de los esclavos en Colombia están
disponibles desde el 26 de marzo en la exposición virtual "Negros
y esclavos en el programa Memoria del Mundo", preparada por el Archivo
General de la Nación de Colombia y hasta ahora —con sus 152.000
imágenes y 80.000 folios— la mayor información digitalizada de América
Latina, según Isidro Fernández, director Regional de Información de la Unesco
para América Latina y el Caribe, quien estuvo en la presentación.
Mauricio Tovar, jefe de la sala de investigación del Archivo General de la
Nación, coordinó el equipo que preparó los materiales del sitio, trabajo en
el que se contó con el apoyo del Archivo Regional de Boyacá, en Tunja; el
Archivo Histórico de Antioquia, en Medellín, y el Archivo Central del Cauca,
en Popayán. Es la primera vez que se hace un trabajo de esta naturaleza en
Colombia.
La viceministra de Cultura, Adriana Mejía, calificó la realización de
este fondo documental como un avance hacia la modernización y un impulso a la
investigación. "Es importante que las nuevas tecnologías se pongan al
servicio de la memoria", dijo.
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Los esclavos recibían, como ganado, marcas en su piel con el sello de la Corona española.
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Si bien en Antioquia ya se contaba con el Fondo Documental Negros y
Esclavos, con buena parte de la documentación identificada, la recopilación
presentó sus dificultades. En Boyacá se extrajo de la historia de los
cabildos y de documentos notariales de compra y venta, así como de
testamentos y escrituras. En Cauca se encontraron muchos datos dispersos, que
debieron ser organizados. Lo presentado el 26 de marzo es tan sólo la primera
parte de esta entrega, pues se espera seguir con información de Zaragoza
(Antioquia) y Buga (Valle), donde también hay archivos.
El trabajo de digitalización, a cargo de un equipo dirigido por Leonardo
Guzmán, jefe de la Sala de Investigación del Archivo, llega hasta la
abolición de la esclavitud, en 1852. Muestra cómo durante los casi tres
siglos que duró esta práctica en Colombia tuvo "formas continuas"
para la venta y el traspaso de esclavos, evidenciados en documentos donde se
especificaban sus peores vicios (holgazanería, pasión por el juego, afición
por el trago y hasta ansias de libertad).