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Paz habló en video.
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El miércoles 31 de marzo, Octavio Paz habría cumplido 90 años de edad.
Con ese motivo, sus amigos, admiradores, editores y lectores, se reunieron
para rendirle homenaje en una ceremonia presidida por Marie José Paz, en la
sede de El Colegio Nacional, donde más de 20 escritores leyeron sus textos.
"La verdadera biografía de un poeta no está en los sucesos de su
vida sino en sus poemas", escribió Paz. Pues bien, parte del festejo fue
la presentación del tomo II de su Obra poética, con el cual Círculo
de Lectores y el Fondo de
Cultura Económica llegan al último de los doce volúmenes que conforman
sus Obras completas, un enorme trabajo de recopilación coordinado por
Nicanor Vélez, quien destacó de Paz "la coherencia de su pensamiento,
cómo un texto sobre Alberti, por ejemplo, escrito en 1943, se mantiene con
otro escrito en los años 80".
El orden de los doce tomos quedó marcado por el propio autor antes de que
falleciera el 19 de abril de 1998 en Coyoacán: los agrupó por temas y
además escribió un prólogo largo para cada uno de ellos en los que ponía
al día los textos. Estos prólogos fueron más tarde agrupados en un volumen
propio que supone "una verdadera biografía intelectual", dice
Vélez. El motivo por el que el segundo volumen de la poesía de Octavio Paz
sea el que cierre las Obras completas fue una decisión del propio
autor, para poder incluir de esta manera sus últimos versos, concretamente
los que se agruparon en Poemas 1989-1996.
El compilador cree que todavía puede quedar algo inédito de Paz,
"cosas puntuales, pero él no dejaba nada suelto". De hecho, esos
últimos poemas habían aparecido en la revista Vuelta. "Podría,
quizá", matiza, "quedar algo de fragmentos de poemas largos, que
era lo que escribía al final de su vida, como aquel último que publicó, Respuesta
y reconciliación, dedicado a Quevedo".
Los asistentes presenciaron la grabación de un discurso que diera el
premio Nobel de Literatura 1990 hace una década, en abril de 1994, cuando
fueron presentados los primeros seis tomos. "La poesía, decía
Baudelaire, es la traducción de ese lenguaje que es el mundo, hecho de cosas,
de piedras, de actos, de estrellas, de objetos vivos e inertes, que el poeta,
el escritor, el novelista, transmutan, transmiten y traducen. El poeta, decía
Baudelaire, es el gran traductor. El se refería al universo como un libro de
signos, misterioso porque hemos olvidado la clave. Cada obra literaria
importante es una tentativa por descifrar al mundo", explicaba Paz en
aquella oportunidad.
Entre los participantes del recital estuvieron Ramón Xirau, Fernando del
Paso, Hugo Gutiérrez Vega, Ulalume González de León, Elsa Cross, Francisco
Hernández, José Luis Rivas, Antonio del Toro, Coral Bracho, Eduardo Milán,
Ernesto Lumbreras, Malva Flores, Francisco Segovia y Francisco Serrano, entre
otros.
Serrano, quien leyó el poema "Petrificada petrificante", escrito
por Paz en 1971 tras regresar de dos décadas de exilio, reflexionó sobre la
falta que hace a la cultura y la sociedad mexicana "el valor, la lucidez,
el temple, inclusive la ira de Octavio; cuánta falta hace su voz para
señalar, para denostar, fustigar, esclarecer un panorama que se deteriora
quizá irremediablemente".