¿Quién es radicalmente libre de manera que su ser se realice plenamente?
¿Es la inteligencia un elemento enmascarador del ser humano? ¿Cómo podemos salirnos de la simulación
que la publicidad nos enseña para sobrevivir en un mundo de apariencias? Años vengo estudiando el
comportamiento humano. La sociedad moderna no es diferente increíblemente a la de la antigüedad. La
pintura de rostros con que los primitivos se expresaban, hoy son las marcas y los lugares que visitamos y la
gente con la que nos reunimos. En la sociedad burguesa hay que vivir de personalidades en competencia
constante, estresante. Es el modo de "progreso" que la misma sociedad conoce y acepta
tácitamente. Nadie escapa al juego, los médicos, los abogados, los ingenieros, arquitectos, en fin, la
totalidad de la gente se ve en la obligación de poner caras, máscaras, para obtener el sustento o alcanzar
nuevas metas, dinero, fama, gloria, poder, etc. Hay un círculo de hierro silencioso, y quien osa romperlo
es castigado de inmediato. La democracia, como la conocemos, es un mundo de intereses en movimiento, donde
se expresan manipulaciones y voluntades (nunca hay un límite para ambas categorías). De alguna manera que
todos acogen, la "mayoría", expresada en el voto, somete a la minoría y aun a los marginales, a
los desclasados, al lumpen y a los enfermos sociales y mentales. La democracia es decadente, también. Pero
no se ha inventado un modo de organización que la supere. Los comunistas y los nazi-fascismos no pudieron
contra ella. Tal vez el malestar que alguna gente siente por los modelos que nos rigen sea por la fuerza que
el poder ejerce a través de su maquinaria jurídica, en que la ley es una opinión de categoría suprema.
En todo caso, la creatividad y la inteligencia de sentir, conceptos (en nuestra manía por desmembrarlo
todo, tan occidental) encierran la más colosal sinceridad, que es el más alto valor que pueda existir
sobre la tierra. Barreras, miedo y censura; contrapartida, hipocresía. El arma más poderosa: la risa. Este
desmonte de lo artificial se podrá alcanzar un día para el que la mayoría no está preparada. Por ahora
sigue siendo una utopía.
Mientras, la locura se toma su tiempo, pues da precisamente en el modus ontogénico de la enfermedad, que
es la capacidad de no imitar las series, sino modificar todo lo exterior en su interior, ya que las neuronas
(genio, cuando es inofensivo y deslumbra, o "loco", cuando arremete) no recorren el camino normal
del tejido, y realizan un viaje por vías nuevas, que es la creatividad. Para un artista su cuerpo es un
modo limitado de expresión, y el cuerpo social y objetual también consiste en ello. El artista se
desespera por expresar lo que no existe. Sinceramente pienso que todo el mundo debiera escribir poesía.
Modo de vida que lo mantendrá a "salvo" del daño y podrá ser un hombre libre, en la medida en
que vaya adquiriendo los instrumentos para "modelar" su imaginación, para encauzar su enfermedad,
que es lo más normal que hay en estos nuevos mundos, donde lo siento convocado. Sentir mental hacia
dimensiones a las que está llamado naturalmente.
Un ser racional es pasión desbordante, fruto de la energía mental inteligente. Sufre, pero su hermano
se quema, se consume. Para sí, el dolor tiene una dimensión diferente a la de la razón. Hay personas que
les duele la conciencia, mas a gente como él, su alma. Ambas dimensiones son parte del ser humano y por
qué no de los animales y todo lo viviente. Esto es lo que los psiquiatras, como diría Leopoldo María
Panero, no comprenden todavía. No lo entienden porque no conocen la psiquiatría, la no-psiquiatría
taoísta budista. (¿Has leído a Capra?) ¿Qué hay de ti en este momento?
¿Único o serial?