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Cartier-Bresson: muerte en silencio.
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Debilitado y sin comer en los últimos días, el francés Henri Cartier-Bresson, uno de los padres del
fotoperiodismo moderno, murió el lunes 2 de agosto en su casa de l'Isle-sur-la-Sorgue, al sureste de
Francia, según comunicó la familia del artista a medios franceses el miércoles 4, después de sepultarlo
en ceremonia privada siguiendo su voluntad final.
Nacido en la localidad de Chanteloupe, en las afueras de París, el 22 de agosto de 1908, en una familia
de industriales, Cartier-Bresson se interesó desde pequeño por la lectura, el dibujo y la pintura, que
perfeccionó con el cubista André Lhote. A los 22 años se marchó a Costa de Marfil, donde tomó sus
primeras imágenes.
De vuelta a Francia, en Marsella, compró una cámara Leica y entró en contacto con los surrealistas que
tenían su centro en París. Trabajó como asistente de directores de cine, como Jean Renoir y Jacques
Becker. En 1931 viajó a África, donde vivió como cazador durante un año, tras lo cual regresó a París
para comenzar su carrera fotográfica. Fue entonces cuando encaminó su trabajo hacia el fotorreportaje, una
orientación ya presente en un documental de 1936 sobre los hospitales de la España republicana.
Capturado por los nazis en 1940, logró escapar tres años más tarde desde un campo de prisioneros e
inmortalizó con su cámara la liberación de París antes de fundar con Robert Capa y David Seymour, en
1947, la célebre Agencia Magnum, que se convertiría en sinónimo de impacto en fotografía periodística.
Cubrió diversas guerras y grandes acontecimientos históricos durante tres décadas y fue el primer
fotógrafo occidental que pudo entrar en la Unión Soviética en 1954, tras la muerte de José Stalin;
cubrió la victoria de Mao Zedong en China y la muerte de Mahatma Ghandi en la India.
Cartier-Bresson es reconocido internacionalmente por su revolucionaria técnica callejera, y su obra
cuelga actualmente en las más prestigiosas galerías en todo el mundo. Se le deben expresiones como
"momento decisivo" para describir esa fracción de segundo que genera la oportunidad de convertir
una foto en una imagen icónica.
Las celebridades que posaron ante su cámara incluyen al pintor Henri Matisse, la cantante Edit Piaff y
los duques de Windsor. En 2000 había creado con su mujer, Martine Frank, la fundación que lleva su nombre,
para reunir su obra y crear un espacio de exposición abierto a otros artistas. Se había despedido
simbólicamente el 16 de julio de 2003, cuando asistió a la inauguración de la mayor exposición
antológica suya jamás montada, con una retrospectiva absoluta a manera de homenaje por sus 95 años.