La integridad cultural de los pueblos es un elemento esencial para el desarrollo, coincidieron en La Paz
expertos que analizaron, el pasado 10 de agosto, el Informe de Desarrollo Humano 2004 de las Naciones
Unidas, presentado por el Programa de Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD) en julio pasado, el cual plantea que "la democracia y el crecimiento
equitativo no son suficientes para acoger las crecientes demandas de inclusión social y respeto por la
etnia, la religión y la lengua materna".
El representante del PNUD en Bolivia, Antonio Molpeceres, propuso el debate con el argumento de que el
informe proporciona elementos para abordar la discusión de que alrededor de las relaciones entre la etnia,
el Estado, la violencia, el tradicionalismo, el desarrollo y la democracia han generado mitos.
El experto George Gray, también del PNUD, sugirió la necesidad de que los estados promuevan políticas
hacia el pluralismo cultural a partir de la adopción de las mejores formas de representación política,
distribución territorial y relación fiscal.
El ministro de Asuntos Indígenas de Bolivia, Ricardo Calla, opinó que en su país se registró un
proceso de "aculturación" marcado por un fenómeno de "nacionalización" de los
pueblos, debido a la "introducción" de los indios al sistema político-administrativo del país,
donde imperan orígenes norteamericanos, franceses, españoles, anglosajones y aun nórdicos.
El ministro defendió un debate sobre la relación cultura-igualdad de los pueblos nativos antes que
sobre la libertad cultural, cuya autoría responsabilizó a la influencia de "poderes" que se
ejercen sobre el sistema de las Naciones Unidas.
El investigador José Luis Roca, a su vez, se identificó con una sociedad de "hombres bíblicamente
iguales" y criticó la debilidad de la sociedad boliviana para no aceptar la existencia de
"regionalismos" con la excusa de mantener un unitarismo que sólo equivale al centralismo
administrativo propiedad de una élite.
El ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas (1993-1997), de origen aimara, otorgó valor al informe del
PNUD porque reconoce las políticas indigenistas aplicadas desde hace una década, pero sostuvo la necesidad
de aplicar la "interculturalidad" como mecanismo de lograr una sociedad más integrada y reclamó
propuestas para el debate, especialmente a través de los medios de comunicación, abogando para que en la
construcción de la unidad nacional "lo particular no está reñido con lo universal".
El Índice de Desarrollo Humano 2004 ubica a Bolivia en el puesto 114 entre 177 naciones, con una
esperanza de vida al nacer de 63,7 años, una tasa de alfabetización de 86,7 por ciento, una tasa bruta de
matriculación primaria, secundaria y terciaria de 86 por ciento y un PIB per cápita de 2.460 dólares;
además, en el país coexisten 37 naciones indias originarias, la mayoría en las tierras bajas del este,
cuya población es casi la mitad de los poco más de 9 millones de habitantes del país.