Letras
Poemas
Ricardo Daniel Piña
Comparte este contenido con tus amigos

                      La poesía es escondite.
                      La poesía es imprevisible.
                      Es encuentro.

a Roland Barthes

                              Hemos conseguido rostros plateados de antigüedad,
independientes.
Que despiertan en la memoria, así porque sí.
Nunca sabremos
de las espaldas que los “soportan”
(en sentido espiritual...).
Es posible que los jazmines de tus dedos
descifren el orgullo que me despiertas sobre la piel.

La incomodidad de un término semántico es subversión.
Hace a lo inesperado.
A la destrucción.
Se opone a la libertad infinita de la frase.
Alrededor del placer del texto, afirmo:
Ahora.
Hoy.
Nada puede impedir (tampoco importa)
que nuestro placer sea pequeño.
Nuestros sentidos emancipados viven acomodándose en la satisfacción.
Nuestro goce puede que sea reducido pero no debilitado.

Miré la gran fuente verde del mar.
Todo aquello era un poco más que el infinito.
Los amores desnudos.
La delgadez de cada mañana.

Preferiría no saber que la primavera y la poesía son casi
la misma obsesión.

lunes quince de diciembre de dos mil tres
recinto diega en buenosayres miserable
a tone skrjanec (eslovenia – 1953)
a blanca castellón (nicaragua)
a jimena delfante i.m.

 

Poesía es placer.
                          Poema es goce
(por vincular al texto
con el mundo).

a roland barthes

Poesía es elección. (A quién se ama, y por qué.)

Familiaridad de Flaubert.
Compromiso de Ezra Pound.
Oscuridad de Rimbaud. (La naturaleza del signo.)

La escritura funda la sociedad.
La literatura puede modificar su propio lugar.
El lenguaje es un compendio de muestras.
(De cómo ligar la palabra con el mundo.)
Gracias al lenguaje podemos escribir y hablar del miedo.
La reflexión del mensaje: máxima fragilidad de la palabra.
Que no es otra cosa que máximo amor,
máximo orgullo,
máxima decisión.
                               Los poetas vamos y venimos de esta precisa función.
                               (Esta perpetua manera de poetizar lo singular del mundo.)
Vivimos valorando al tiempo como suficientemente justo.
Descubrimos los universos que se esconden en el lenguaje.
Por eso no nos perturbemos por los vestidos de las palabras.
Ellas son solamente algas fosforescentes
increíbles
que viven
adheridas a los comienzos de cada sentimiento.

 

                          Precisiones
a “la poesía es placer”.

                                   Se me ocurre por primera vez que es bueno tener al mundo
como mermelada caliente ante nuestros ojos.
La desnudez, los secretos, hasta la obscenidad agilizan al poema.
La poesía es prisa. Florecimiento.
El poema es fruto. Es hijo.
(“El poema nos da anteojos de sol
para caminar por el idioma a la luz de la poesía”)

lunes diecisiete de noviembre de dos mil tres
recinto diega en buenosayres miserable
a tone skrjanec (eslovenia – 1953)
a jimena delfante i.m.
a blanca castellón

 

Hoy mi poesía
no dice metáforas audaces,
apenas informa.

Uno.

Es un hecho que la poesía no informa.
(Pero informa.)
En Los Andes no hay árboles.
En el Amazonas no hay pingüinos.
En el Sahara no hay osos.
El espacio en toda su magnitud es oscuridad
y desde mi casa hasta la tuya (Nicaragua),
abunda un desagradable perfume a lejanía sagrada.
Sagrada es la escena:
verte descalza sobre el gran abrazo verde
de la selva nicaragüense
y comenzar a imaginar delfines transparentes
brotando de tus enormes y azules versos.

 

Dos.

Se trata de que se sienta orgullosa.
Que la firmeza de sus palabras se alarguen hasta Buenos Aires.
Yo veo que debajo de sus lágrimas hay peces santos.
Que se mueven a velocidades increíbles.
Y que llegarán al turbio Río de la Plata y naturalmente sus siluetas verdes y amarillas serán irreconocibles.

 

Tres.

Que mi apellido de fruta y este sentimiento espiritual
le abra las puertas del Tibet para que se limpie de crepúsculos de selva nicaragüense y que las flores del vino amargo del espacio y del tiempo la hagan mujer serpiente de miel. Y sus semillas germinen en la pampa húmeda y sus manos no paren de escribir primaveras
de campos espumosos.
Que mis palabras puedan seguir caminando...

miércoles dos de diciembre de dos mil tres
recinto diega en buenosayres miserable
a tone skrjanec (eslovenia – 1953)
a jimena delfante i.m.
a blanca castellón

 

Poesía
es fricción.
                         Es preferencia.

(Primera.)

Horror al detener la humedad
de tus largos círculos de oscuridad.
Casi una llovizna de piel.
Fundaciones de belleza y complitud.
Tus palabras demasiado silenciosas
suavizan la sal de mi boca.
Palabras.
Y cuando dices que sientes frío...
Mis manos tocan tu cuerpo desnudo
que tiembla en la fugacidad del momento.

Aprieto mis ojos contra tu forma.
Ahora se hace sencillo soñar.
Vuelvo a caer en el abismo de la esperanza.

 

(Segunda.)

Sueño con sentimientos de película.
Elijo los mensajes.
Selecciono los pensamientos.
Le doy más o menos prisa
de acuerdo al roce que provocan esa cantidad de imágenes
contra los ritmos de mis propios símbolos.

lunes tres de noviembre de dos mil tres
y miércoles doce de noviembre de dos mil tres
recinto diega en buenosayres miserable
a brane mozetiç (1958 – eslovenia)
a jimena delfante i.m.
a blanca castellón (nicaragua)
a ana gilligan (mamasita)

 

Me he excedido
en fragmentos.
(Y en algunas lecturas críticas.)

Todo
será fragmento.
Hasta el mismísimo amor
será fragmento.

Te reducirás a un espejismo
con el color de la carne.

La confusión
y el aburrimiento serán cubierta
para atentar contra la poesía.
Ahora,
la dimensión de tus palabras
se hacen un campo solitario. Me queda
salpicarme la cara con fuego
para recordar tus letras.

Todo eso me basta para que el terror
a desmerecerte
sea lo suficientemente
[ bello.

viernes treinta y uno de octubre de dos mil tres
recinto diega en buenosayres miserable
a brane mozetiç (1958 – eslovenia)
a jimena delfante i.m.
a blanca castellón (nicaragua)

 

Francia. Portugal. O Checoslovaquia.
(La poesía es lugar.)

                     Pescadores Uno.

                            Las historias van a estirarse por la oblicuidad del sol.
                            Incompletas, van a ser las sombras de gaviotas en el crepúsculo.
                            Seguiré conociendo otras formas de oscurecer el cielo.

              La fantasía es: saber todo acerca del sexo de las mujeres.
              Yo conozco a mis manos apretando un corazón más rápido
que la impaciencia.
Alguien dijo que mientras la iluminación sea insuficiente
existe el supuesto que los pescadores sólo puedan
excusarse.

 

Pescadores Dos.

Un río entre las letras.
Sobre mi corazón habrá tormentas y fogatas
con madera de mis propios gritos.

Nunca veré Paris, ni Lisboa, ni Praga.
Me disolveré en el óxido de Buenos Aires.
Veré a mi tierra como una carta memorable aludiendo a mí mismo.
Creeré que el horizonte recorta
una parte de Brasil o de Uruguay.
Mis amigos estarán aquí. Con ninguna decoración.
Pero serenamente cruzaremos el Paraná
y al llegar a la otra orilla, creeremos que estamos en Francia,
en Portugal,
o en Checoslovaquia.

martes dieciséis de diciembre de dos mil tres
recinto diega en buenosayres miserable
a yves bonnefoy (francia – 1923)
a robert marteau (francia – 1925)
a blanca castellón (nicaragua)
a jimena delfante i.m.