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La carne del tiempo (extractos)

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Rimescolo il mare dentro di me

Quando sarò angelo
vivrò nel faro...
Piangerò guardando le luci delle navi
allontanarsi nella notte...
Sentirò nostalgia
di emozioni mai avute...
Griderò imprecazioni al vento
(perchè gli angeli non hanno genitori)
e strapperò una ad una
le piume delle mie ali,
disperata e sanguinaria
per la cattiva sorte
che mi ha dato
meravigliose ali leggere
e un corpo
troppo pesante per volare...

 

Agito el mar dentro de mí

Cuando sea ángel
viviré en el faro...
Lloraré mirando las luces de los barcos
alejarse en la noche...
Sentiré nostalgia
de emociones nunca tenidas...
Gritaré imprecaciones al viento
(porque los ángeles no tienen padres)
y arrancaré una a una
las plumas de mis alas,
desesperada y sanguinaria
por la mala suerte
que me ha dado
maravillosas alas ligeras
y un cuerpo
demasiado pesado para volar...


Nocturno 2-3

Il sonno
non è che una prova generale
della morte.
Passiamo buona parte della vita
a perfezionare la scena,
finchè,
al momento dato,
ci viene bene.

Dietro al cielo nero
c’è un dio annoiato
che ci spia

da quei buchi
che noi crediamo stelle.

 

Nocturno 2 ­ 3

El sueño
nada es salvo una prueba general
de la muerte.
Pasamos buena parte de la vida
perfeccionando la escena,
hasta que,
en un momento dado,
nos sale bien.

Tras el negro cielo
hay un dios aburrido
que nos espía a través
de esos agujeros
que creemos estrellas.


Opale

Nella pietra opalina
si celava il segreto;
nella trasparenza si intravedevano
le rughe scure di tutti i volti
di questi duemila anni,
le venature degli alberi e delle foglie
bruciate per riscaldare la luna
nelle notti dell’ultimo inverno,
le pieghe impronunciabili
dei corpi nascosti
negli anfratti del desiderio
del millennio senza amore
che abbiamo abitato.
Era la fine del mondo
e lo lessi
nei riflessi della pietra opalina

dove si celava il segreto.
Nella trasparenza si udiva
la voce profonda di Dio
che ci condannava a vivere, ancora,
oltre la morte del tempo.

L’eternità è un fardello
troppo pesante per l’uomo
(ma per la pietra no
ed è a lei che affido
la mia poesia).

 

Ópalo

En la piedra opalina
se celaba el secreto;
en la transparencia se entreveían
las arrugas obscuras de todos los rostros
de estos dos mil años,
las nervaduras de los árboles y de las hojas
quemadas para calentar la luna
en las noches del último invierno,
los pliegues impronunciables

de los cuerpos escondidos
en los recovecos del deseo
del milenio sin amor
que hemos habitado.
Era el fin del mundo
y lo leí
en los reflejos de la piedra opalina
donde se celaba el secreto.
En la transparencia se oía
la voz profunda de Dios
que nos condenaba a vivir, aún,
más allá que la muerte del tiempo.
La eternidad es un fardo
demasiado pesado para el hombre
(pero no para la piedra
y es a ella que confío

mi poesía).


Rosa

Oggi mi sento
triste come una rosa di plastica

in un cimitero,
condannata a vivere
nella dimora eretta a culto
della morte,
sterile e artificiale
nel mio sfacciato rosso fuoco,
fragile nella vergogna eterna
di chi è destinato
ad essere sempre
una maschera nella realtà
e un volto troppo umano nella finzione.

 

Rosa

Hoy me siento
triste como una rosa de plástico
en un cementerio,
condenada a vivir
en la morada erigida al culto
de la muerte,
estéril y artificial
en mi descarado rojo fuego,
frágil en la vergüenza eterna

de quien está destinado
a ser siempre
una máscara en la realidad

y un rostro demasiado humano en la ficción.


Rosa II

Non innaffiate

la rosa di plastica,
sarebbe un insulto
alla sua
artificialità.
Lasciatela a secco
perchè se ne vanti:
“io posso vivere
anche senza l’aiuto altrui”.
Gettatela solo
dopo che sarà morta di dolore
quando una rosa vera
le avrà detto:
“Ma tu non profumi...”.

 

Rosa II

No rieguen
la rosa de plástico,
sería un insulto
a su
artificialidad.
Déjenla en seco
para que así se jacte:
“yo puedo vivir
aun sin la ayuda ajena”.
Tírenla sólo
después de que se haya muerto de dolor
cuando una rosa verdadera
le habrá dicho:
“Pero tú no perfumas...”.


Pelle

Se questa specie di pelle
che mi divide dal mondo
non fosse così sottile,
potrei anche sopportare
il peso della tua vicinanza,
il freddo dell’inverno e
il mio muto destino di poeta.

 

Piel

Si esta especie de piel
que me divide del mundo
no fuera tan sutil,
podría aun soportar
el peso de tu cercanía,
el frío del invierno y
mi mudo destino de poeta.


Prologo

Le luci che crepitano sulla costa
mi ricordano che
senza l’oscurità
non potrei vederle sfavillare
e che senza la sofferenza
non potrei spremermi via
la poesia che mi impregna.

 

Prólogo

Las luces que crepitan en la costa
me recuerdan que
sin la oscuridad
no podría verlas chispear
y que sin el sufrimiento
no podría estrujarme afuera
la poesía que me impregna.


Poesia alla cieca

Sta mancando la luce e
scrivo la poesia alla cieca
sul foglio di un vecchio calendario.
Per la prima volta mi rendo conto
che le parole sono vane
e vana è la nostra comprensione
se nella notte l’inchiostro
non riesce a staccarsi dall’ oscurità
del cielo
e la mia poesia non riesce
a illuminarmi il cammino
verso il mio centro
e se tu non sei con me
per consolarmi
da questo amaro pallore
dell’anima oscura.

 

Poema a ciegas

Está faltando la luz y
escribo el poema a ciegas

en la hoja de un viejo calendario.
Por primera vez me doy cuenta de
que las palabras son vanas
y vano es nuestro entendimiento
si en la noche la tinta
no logra desprenderse de
la oscuridad del cielo
y mi poema no logra
iluminarme el camino
dentro de mí
y si tú no estás conmigo
para consolarme
de esta amarga palidez
del alma obscura.


Poema de amor sin título

Nascerai,
per l’urgenza di invecchiare e morire.

Crederai,
perché la speranza è l’unica religione possibile.

Piangerai,
perché le pene espiate con il rimpianto non sono perdute.

Aspetterai,
in vano, ma l’attesa è rito, che in sé solo ha senso.

Riceverai,
in sproporzione a quanto hai dato, ma saprai sottrarre o aggiungere il tuo anelo.

Griderai
che vuoi solo, soltanto e unicamente, un secondo di silenzio.

Morirai,
perché non ti è data altra scelta.

Ed io sarò
con te
nel crepuscolo
e nella terra
a toglierti le lumache
dai capelli,
a farti
nascere
credere
piangere
aspettare
ricevere
gridare
ancora una volta
ancora
finché
nemmeno la morte
ci separi.

 

Poema de amor sin título

Nacerás,
por la urgencia de envejecer y morir.

Creerás,
porque la esperanza es la única religión posible.

Llorarás,
porque las penas expiadas con la añoranza no son perdidas.

Esperarás,
en vano, pero la espera es ritual, que en si sólo tiene sentido.  (sí)

Recibirás,
en desproporción a cuánto has dado, pero sabrás sustraer o añadir tu anhelo.

Gritarás
que sólo quieres, solamente y únicamente, un segundo de silencio.

Morirás,

porque no te han dado otra opción.

Y yo estaré
contigo

en el crepúsculo
y en la tierra
para sacarte los caracoles
del pelo,
para hacerte
nacer
creer
llorar
esperar
recibir
gritar
una vez más
todavía
hasta que
ni siquiera la muerte
nos separe.

Muerte de mi primer morada

Nací viva y furiosa
mordiendo la leche envenenada
de pezones que no quise
nunca
soltar

Nací feroz y manchada
desalojada
hiriendo sienes con ojitos de bebé
que todavía no se saben
cerrar

Y vos
me mandaste a nacer muerta
y sin cobijo.
Y era febrero,
era febrero.