Artículos y reportajes
El Guernica de Picasso nada tiene que ver con el bombardeo de Guernica

“Guernica”, de Pablo Picasso

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Introducción

Nos hemos acostumbrado a asimilar los bulos como ciertos. A las reinterpretaciones que hace la Historia, y, cómo no, con el tiempo nos hemos olvidado de las verdaderas razones que llevaron a estos cambios, unas veces por error y otras por conveniencias políticas. El Guernica de Picasso, uno de los cuadros más afamados del siglo XX, es uno de estos bulos. Con este trabajo pretendo argumentar que el cuadro Guernica nada tiene que ver con los bombardeos de la ciudad vasca de Guernica o Guernika.

La realidad es que el conocido y mal llamado Guernica de Picasso es una metamorfosis de su obra anterior, la suma de su época monocromática, expresionismo, cubista y surrealista radical. Sin duda, además hay que buscar los antecedentes de cuadros históricos como “El tres de mayo”, “Los caprichos” y “Desastre” de Goya; además de otro cuadro de gran parecido como “La guerra” (1894) de Rousseau, el Aduanero, con el caballo y los muertos tendidos en el suelo. (Rousseau le dijo una vez a Picasso “tú y yo somos los mejores pintores del momento, yo en estilo moderno y tú en estilo egipcio”). Intuía que el cubismo era como un jeroglífico.

Hemos de observar, minuciosamente, la propia obra de Picasso con sus minotauros, que como hombre mediterráneo conocía la mitología griega, el laberinto de Creta, y, por español, las corridas de toros. En la portada del Nº 1 de Minotaure (1933) aparece un minotauro con una espada en la mano. En su cuadro “Corrida de toros”, de 1934, aparece un caballo en posición similar al del Guernica, por lo tanto ya tenemos una visión de la imagen del caballo relinchante. Si tenemos en cuenta que en los años en que vivió Picasso en España los caballos de los picadores no llevaban peto en las corridas de toros, donde morían corneados varios caballos en cada corrida, incluso se usaban los de los coches de caballos, imagen que se le debió quedar grabada en su memoria infantil, puesto que en numerosos aguafuertes, plumas y tintas posteriores aparecen caballos corneados como “Mujer con vela, combate entre toro y caballo”, de 1934. En “Minotauromaquia”, aguafuerte de 1935, una mujer con vela, y la torera, y el minotauro. A veces es la representación del propio Picasso, como fuerza elemental. Aguadas y tintas: “Estudio para el telón del 14 de julio”, de 1936, con un minotauro vencido en brazos de un hombre pájaro. “Minotauro y yegua”, de 1936, con un caballo muerto en los brazos de un minotauro.

Por lo tanto, es evidente que el Guernica es el compendio de sus etapas anteriores, consecuencia final del proceso y continuación de la obra de un artista. Y en este ensayo vamos a hacer un detallado epítome del proceso del encargo, preparación, ejecución e historia. Ello no quiere decir que Picasso fuera insensible a los hechos de la guerra civil, ni mucho menos, sino que no es cierto que Picasso se inspirara en el bombardeo de la ciudad vizcaína por la Legión Cóndor alemana, en apoyo a la sublevación militar, en el aeródromo de Burgos.

 

Encargo de un mural

En un decreto de Manuel Azaña, a la sazón presidente de la II República española, en La Gaceta de la República, el 19 de septiembre de 1936, y a propuesto del director de Bellas Artes Josep Renau, Picasso es nombrado director honorario del Museo del Prado; por ello no vino a España a ejercer el cargo, ya que era honorario.

Como la República quería dar una imagen de vanguardia y modernidad, que esta fue una de sus grandes apuestas revolucionarias desde el 14 de abril de 1931, remover los anquilosados cimientos de la España católica y tradicional caciquil, propusieron al ya internacional Picasso un mural para el Pabellón de España en la Exposición Internacional de París Artes y Técnicas de la Vida Moderna del verano de 1937, cuyos arquitectos del pabellón español fueron José Luis Sert y Luis Lacasa.

Desde el principio de la guerra el gobierno de la II República española había buscado la colaboración de los más destacados artistas españoles como medio de propaganda. Se cree que la mediación con el genial Picasso se hizo primero a través de su amigo José Bergamín, a primeros de enero de 1937 (uno de los que habían dirigido la evacuación del Museo del Prado hacia Valencia en noviembre de 1936). También intervinieron Max Aub, que era desde diciembre del 36 hasta julio del 37 agregado cultural de la Embajada de España en París con el embajador Luis Araquistáin. El comisario de la exposición era, desde febrero, José Gaos, que también habló con Picasso varias veces porque el mural no avanzaba. El encargo del mural fue por un importe de 150.000 francos franceses (una cantidad astronómica, casi el 15% de todos los gastos del pabellón español, según Javier Tussel) en concepto de “gastos” que le pagó Max Aub el 28 de mayo de 1938, aún la obra sin acabar. Después Picasso ayudó a los exiliados republicanos desde Francia en Toulousse y fundó el Hospital Varsovia para ayudar a niños huérfanos republicanos.

 

A) Proceso creativo

A.1. Bocetos preparatorios del Guernica

Con el encargo a la vista, Picasso, a través de su amante Dora Maar (Teodora Markovitch, de origen yugoslavo, hablaba castellano por sus años en Buenos Aires), tomó en alquiler un taller grande en el Nº 7 de la rue des Grands-Agustín de París (edificio del XVII), especialmente para que le cupiera el mural de 349,3 x 776,6 cm. El 8 y 9 enero del 37 empieza a componer dos planchas para grabados en aguafuerte: sus “Sueños y mentiras de Franco” (por eso la fecha aparece al revés) la primera fechada el 8 de enero de 1937 y la segunda de 9 de enero-7 de junio 37, es tipo viñeta como los tebeos donde se cuenta el cruce del Estrecho de Gibraltar por Franco, representado como un homúsculo con forma de enano boniato; a petición de Juan Gaos se vendieron en el Pabellón como tarjetas postales para recaudar fondos para la República española. En los aguafuertes abocetó Picasso un poema surrealista de escritura automática de Pablo Picasso, titulado “Sueños y mentiras de Franco”, donde escribe: gritos de niños gritos de mujeres gritos de pájaros gritos de flores gritos de maderas y de piedras gritos de ladrillos gritos de muebles de camas de sillas de cazuelas de gatos y de papeles gritos de olores que se aranan gritos de humo... (En los aguafuertes se nos representa a Franco como un tubérculo, como un homúsculo sonriente con bigote atacando a la República representada como una figura de mujer).

Después de una crisis creativa, acuciado por las prisas, dibuja los primeros bocetos serios a lápiz, que son del 18 de abril (unos trazos de un toro, un caballo, mujer con lámpara), antes del bombardeo de Guernica que sucedió el 26 de abril; y el día 10 de mayo aparece el puño con una hoz y un martillo (del comunismo), que desaparecería de inmediato. Conocemos las fotos del proceso gracias a las fotos de Dora Maar y a la República que se las pagó. Los bocetos más serios son del 1º de mayo, aparece un caballo alado sobre un toro, como Pegaso o el alma del caballo resucitado. Aparecen todas las figuras de la obra final: el toro, la mujer con la luz, el guerrero en el suelo y el caballo. En otro boceto del 1 de mayo, un pequeño caballo alado escapa de la herida del caballo central, aparecen un soldado romano (lleva un casco y una lanza) derribado, el toro y la mujer de la lámpara. La lanza, al final de proceso de creación, quedará lanceada y rota en el cuerpo del caballo. El 8 de mayo introduce a la estremecedora madre con el niño muerto, una rueda de un carro, y el caballo muerto que cae sobre el guerrero y el 11 de mayo empieza a pintar sobre el lienzo definitivo hasta el 4 de junio, fecha de su culminación. El 11 de mayo vemos al guerrero con el puño alzado en el centro, los símbolos del cuadro están prácticamente armados, menos el hombre muerto y el puño que será quitado, luego separará la mano del cuerpo y quedarán independientes, decapitado. El 13 de mayo, pinta una espada rota (armas anacrónicas en una guerra con armas de fuego y cañones), esta mano tiene 6 dedos, una mano que se aferra al arma. El 4 de junio aparece la cabeza decapitada que espira. Y también la flor en la mano con la espada.

En realidad Picasso pinta el mismo cuadro que el de los bocetos germinales, antes del 26 de abril, es decir, es una metamorfosis desde el principio la final, pintado en 20 días.

Picasso estaba en su casa de Antibes (Francia) cuando se enteró de la noticia, unos dicen que por Juan Larrea, aunque la noticia salió el día 29 en The Times y el 30 en Ce Soir, la noticia tuvo repercusión porque casualmente unos periodistas extranjeros estaban en Guernica; evidentemente las imágenes valen más que mil palabras. Otros dicen que fue Juan Larrea, vasco y delegado de Relaciones Culturales de la Embajada de España, quien le comunicó a Picasso lo del bombardeo de Guernica. Pero es este poeta y escritor quien en 1947 publica un libro en Nueva York, en inglés, titulado Guernica: Pablo Picasso, con fotos de Dora Maar, ese libro se publicará en España en 1977.

Lo que le ocurrió es que los sucesos bélicos de la guerra acuciaron la urgencia de entregar el trabajo en el verano (se inauguró el 12 de julio de 1937).

Si fuera la ciudad de Guernica estaría el roble milenario o los símbolos del Señorío de Vizcaya: lobos cebados en corderos, calles con vascos, bombas; sin embargo, hemos visto que los temas estaban elegidos previamente al bombardeo de Guernica, es un proceso largo creativo como lo demuestran los múltiples bocetos anteriores al 26 de abril.

Cuando se expuso el cuadro en París no tenía título ni estaba firmado. Se le conocía como: “Gritos de niños, gritos de mujeres, gritos de pájaros...”, era el lema del cuadro. Un poema de escritura automática de Pablo Picasso, para los aguafuertes de “Sueños y mentiras de Franco” aparece escrito: gritos de niños gritos de mujeres gritos de pájaros gritos de flores gritos de maderas y de piedras gritos de ladrillos gritos de muebles de camas de sillas de cazuelas de gatos y de papeles gritos de olores que se aranan gritos de humo...

 

A.2. ¿Cuándo y cómo se le bautizó como Guernica?

Como no gustaba el cuadro instalado ya en el pabellón, el público europeo le daba la espalda, porque el tema era sangriento y Europa se encontrada en vísperas de un desastre mundial; ante este malestar general, el pintor guipuzcoano Julián Tellaeche Aldasoro y un puñado de políticos también vascos pidieron que se sustituyera el cuadro por otro de Aurelio Arteta, un tríptico sobre la guerra civil (según Joaquín de la Puente, p. 80 de su libro Guernica). Esto lo cuenta el escritor Manuel Llano Gorostiza. Como no consiguieron tal sustitución, los responsables políticos del pabellón español se vieron obligados a reinterpretar el tema del gran lienzo-mural, y lo relacionaron con el bombardeo de la ciudad vizcaína Guernica, que había ocurrido por la misma fecha de la ejecución del cuadro.

El cuadro no gustaba, daba una bofetada al espectador, fue rechazado de lleno por los visitantes deslumbrados por los progresos tecnológicos expuestos en otros pabellones (44 países participaron), tuvo malas críticas y apenas salía en los catálogos mensuales.

Ahora, pasados 70 años del inicio de la guerra, parece como si el único bombardeo, de una y de otra parte de los bandos enfrentados, sólo hubiera ocurrido en la ciudad vizcaína. Los hubo en todas partes: Málaga, Córdoba, Jaén, Belchite, Alicante y un largo etcétera. Si prestamos atención al Guernica vemos que no hay nada que identifique a la ciudad vasca homónima: no hay aviones, no está el roble milenario, ni bombas, ni chapelas, lo más parecido es una mujer que huye de las llamas o el niño muerto en brazos de su madre. Lo que sí debemos tener en cuenta es que este cuadro es un cuadro de crueldad y de símbolo general de la guerra y manifiesto contra todas las guerras, por eso es gris, blanco, negro y algunos tonos azules, colores del luto y dolor, es una denuncia contra la violencia innata del propio hombre y las guerras. Y por eso se ha usado como símbolo de No a la Guerra.

 

B) Técnica

Es un cuadro de expresionismo surrealista, dentro del estilo cubismo. Las señoritas de Aviñón, de 1907, es ya una revolución surrealista.

Hemos visto lo que es un proceso creativo, una continuidad de ideas, porque en realidad cuando pintamos vamos dejando sobre el lienzo parte de nosotros mismos. Eligió un lienzo de 349 x 776, o sea, 27 metros cuadrados de tela, eligió pintura industrial mate marca Ripolin de tipo industrial y lo pintó en 20 días, un récord, desde el 11 de mayo al 4 de junio del 37.

Para llevar las figuras tan grandes al lienzo las recortaba en papel y luego las llevaba al cuadro; este sistema de transposición de dibujos no lo había inventado él, es la técnica que se usa para dibujar frescos y se empleó para pintar techos de salones o teatros. Cubismo sintético o collage de figuras heterogéneas. Pegaba papeles como un collage que luego iba despegando, además es el cubismo un método muy rápido de pintar.

La idea es que el lienzo fuera como un muro, por eso el cuadro es mate, pintado con pintura industrial Ripolin mate. También es una implicación proletaria, aunque él era por entonces un millonario, toda una incongruencia.

Si lo habéis visto en el Centro de Arte Reina Sofía (2ª planta), sin japoneses, os podéis fijar en las matizaciones de los grises y los chorreones que tiene la pintura. No está completamente terminado. Dicen que no está bien colocado.

La escena representada ocurre dentro de una especie de habitación oscura, la luz eléctrica ilumina el interior, son como fogonazos que entran por los bombardeos del exterior.

 

B.1. La tridimensionalidad del Guernica

Descripción: del quinqué parten en dos haces o líneas imaginarias de luz o líneas maestras de donde se triangula el cuadro. Es una luz piramidal. Existen otras líneas de triangulación como la que sale de la parte superior de la cabeza de la figura que se supone entra por una ventana y la que parte del ángulo de la puerta de luz central y pasa por el borde de la mesa. Tenemos otra luz reflejada en el suelo, cuyo ángulo inicial nace en la rodilla de la mujer que sube del sótano. La línea que parte como bisectriz del ángulo superior derecho pasa por la pequeña bisectriz que forma la puerta y coincide con la dirección de la espada rota. Existen otras líneas de menor importancia como la que parte del punto de luz derecho de la puerta central y llega al centro de la rodilla, la cual tiene forma de libro abierto. La importancia de la rodilla: ¿acaso el abotargamiento de esta rodilla nos da a entender que el pintor padeciera algún tipo de artrosis, reuma o condromalacia artrítica en la rodilla izquierda? Existen otras líneas como la superior horizontal. El espacio donde se encuentra la escena del cuadro parece ser una o varias habitaciones; nos lo indican los triángulos superiores de las esquinas.

 

C) Los símbolos

Todavía perdura la polémica sobre los símbolos del cuadro. Hay ocho figuras o representaciones figurativas sometidas a discusión. Picasso se negó en vida a explicar los símbolos en conflicto, consideró que el Guernica debía tener vida propia. Para mí en realidad el Guernica es un cuadro denuncia de la guerra civil española y por añadidura contra todas las guerras del mundo, en contra de la violencia del hombre, es un cuadro de realidad y crueldad elocuente. Otros autores, como Emilio F. Granell, creen que es una corrida mítica. E incluso se ha llegado a decir que es un belén mítico, pero estas ideas han quedado descartadas.

Como ya he dicho, ni en los bocetos preparatorios ni en el cuadro aparecen formas, referencias o símbolos que induzcan a pensar en el bombardeo de Guernica: aviones, bombas, llamas, el roble de la villa, vasco, boinas, nada que los identifique. Por lo tanto el cuadro es una consecuencia de la proyección en el tiempo de la obra de un artista sometido a un encargo y a un compromiso nada más. Las lecturas posteriores han sido manipuladas.

En realidad es una profecía o un alegato de paz, una advertencia contra los desmanes del hombre. Para mí es un cuadro simbólico, un escaparate detrás de un cristal o una “auca” o cartel de ciegos. La escena sucede dentro de una habitación oscura, el teatro de la vida, es de noche, vemos los ángulos de las esquinas superiores, otros han querido ver un frontón (cuando se quieren ver cosas todo vale) y parte de solerías. También puede ser una escena nocturna y un bombardeo.

La luz interior del cuadro que define las perspectivas quiso ser la de la mujer con quinqué que entra por la ventana (la mujer con vela de los minotauros). En el centro hay una luz piramidal. Existen distintos puntos de vista. Línea de convergencia. La luz piramidal. Es una escena nocturna. En el cuadro hallamos dos focos de luz. La luz eléctrica y el candil nos anuncian que la escena del cuadro ocurre de noche.

El toro tiene cara de humanoide y guapetón. Hay un error al creer que el toro es España, aquí el toro es la guerra, el autor del desastre, el atacante, por eso su actitud es de victoria, de orgullo, su cola es como el humo de un volcán, además muestra sus signos viriles de gran tamaño. Es el fascismo. Los minotauros, mitad hombre mitad toro, aparecen cuatro años antes del Guernica en la obra picassiana, simbolizan la fuerza instintiva, la fuerza elemental. Aparecen en 1933 para la portada de la revista Minotaure. Bestia sangrienta, acto de un drama sangriento. Aparecen toros corneando a caballos, recuerdan las corridas de toros donde el caballo no llevaba peto, y morían diez o doce caballos en cada corrida. Para Picasso era “brutalidad y oscuridad”, podría ser un autorretrato.

El caballo hizo al hombre caballero. Tenemos a los famosos caballeros españoles, el Cid, don Quijote, y a Babieca y a Rocinante; algunos expertos dicen que se trata de una yegua, por el corte (rombo vertical) en forma de vaginal en el costado, y representa a España herida por el fascismo, es la víctima del cuadro, la herradura del caballo está al revés del casco, como símbolo de mala suerte, la lanza es una puya de picador. En un cuadro de Henri Rousseau, el caballo es la guerra. En las viñetas “Sueños y mentiras de Franco” algunos estudiosos creen que tiene un miembro viril erecto, en realidad es el antebrazo del hombre que está abrazado al caballo. El caballo relinchante, herido de muerte, va tomando forma hasta que su cuello ocupa el lugar donde estaba el puño cerrado de los primeros bocetos. El caballo es la víctima de la hecatombe. Larrea llegó a decir que el caballo representaba al franquismo, pero sufrió severas críticas.

La piedad o mujer sufriente y el niño muerto no tienen más explicación, es fuerte, la madre suplicando al cielo pidiendo explicaciones a Dios, es el dolor más fuerte, la muerte del hijo, la muerte del bebé inocente. Boca abierta y lengua puntiaguda, similar a la del caballo, esa lenguas ya habían aparecido en 1931 en Figuras a orillas del mar. Esta figura de la mujer con el niño primero aparece a la derecha del cuadro subiendo una escalera, y luego acaba sin escalera debajo del toro. También apareció en las viñetas de “Sueños y mentiras de Franco”. Las víctimas de las guerras o terrorismos. El 90% de las madres no superan la muerte de un hijo, se trastornan. En los primeros bocetos aparece subiendo una escalera.

El hombre descuartizado o el decapitado puede ser un civil, soldado por lo de romano o un esclavo, en una mano tiene una espada y una flor como símbolo de paz, aunque él pintó una paloma que es el símbolo de la Universidad de Málaga. La antítesis de la espada y la flor. Al principio tenía una lanza, la lanza que clavará en el caballo, la puya.

Una mujer con el pie abotargado que acaba de subir de un sótano representa a una madre que pregunta qué está pasando, pregunta ¿dónde están mis hijos?, podría ser el gobierno de la II República española con la bandera tricolor sobre los hombros; vemos el pie en evidente signo de pisar un escalón, si nos fijamos en las dos manos son la derecha, mira fijamente al quinqué, está como deslumbrada. Está herida de muerte. En los pechos tiene los símbolos del comunismo: la hoz y la cabeza de un martillo.

El ángel exterminador o la joven o el ángel femenino que entra por una ventana con quinqué en la mano bien apretada, es el ángel anunciador que ilumina la escena. Entra por una ventana y da las malas noticia; su boca abierta está diciendo algo, o es una exclamación, es la mujer o la niña de la vela que vimos en los minotauros que ha entrado en el oscuro laberinto (aguafuerte de Minotauromaquia, 1935). Tiene una mano entre dos senos, es como la mujer torera. La luz es piramidal.

La mujer con brazos levantados a la derecha en el interior de la casa en llamas. En otros bocetos anteriores aquí estaba la madre con el niño muerto subiendo por unas escaleras. Esta figura también aparece en los bocetos previos. Debajo de la mujer debió quedarle un espacio vacío o un tejado (una azotea) y pintó lo que parece un suelo de marquetería de madera en llamas (tres llamas o cuernos), efectos de una perspectiva al plano.

El pájaro en actitud de grito es un polluelo abandonado que busca a su madre, puede representar la agresión al medio ambiente afectado por las guerras; las aves son las primeras que previenen del aire viciado, parece atrapado en un cepo o montera sobre una mesa, la mesa de los diálogos, la mesa o el altar de los sacrificios. Nos recuerda al alcatraz lleno de petróleo de las mareas negras.

La bombilla eléctrica es como un sol —en “Sueños y mentiras de Franco” aparece un sol, el sol de España— y sus rayos, y dicen que tienen forma de bomba, es una luz que se come el color. A lo mejor es el símbolo de la luz divina. En cambio no es quien irradia las perspectivas, pues se pintó después, sobre un puño cerrado. El eje de luces es el quinqué. Esta luz nos puede indicar que la escena ocurre de noche.

La puerta situada a la derecha del cuadro podría simbolizar la existencia de una salida, una posible solución a todos los conflictos, es la puerta de la huida y también es la puerta de entrada, aquí parece que está cerrada. Es la esperanza abierta.

 

D) Los viajes del Guernica

D.1. Se expuso el Guernica en el Pabellón Español el 12 de julio; en el Pabellón había también obras de Julio González y en la explanada una escultura de Alberto Sánchez, “El pueblo español tiene un camino que conduce a una estrella”. Miguel Hernández conocía a Alberto de la Escuela de Vallecas, además Miguel le escribió un articulo, “Alberto, el vehemente”. Por ello se cree que Miguel, a su regreso de la URSS, y pasando por París a primeros de octubre de 1937, estuvo en el Pabellón de España; por ello se piensa que vio el Guernica pero no le gustó, él estaba imbuido del “realismo socialista” (tendencia o estilo generado en la Unión Soviética en la década de 1930 con fines propagandísticos y para que fuera entendido por el pueblo, fraguado por un hermano de Stalin). Juan Cano Ballesta dio una conferencia en la universidad sobre “Miguel Hernández ante el Guernica” en marzo de 2004.

Después de la Exposición Internacional de París, y por deseos del gobierno de la república, el Guernica sale de Francia con idea de recaudar fondos, va a Noruega y en octubre de 1938 está en Londres (recibe mala crítica), en mayo de 1939 salieron el cuadro y los 62 bocetos, en barco para Nueva York. Se expuso junto a 344 obras de Picasso en la galería Valentine de New York, Chicago, Saint Louis, Boston, San Francisco, Cincinnati, Cleveland, Nueva Orleans, Minneapolis, Pittsburgh y luego acabó en el Moma (las recaudaciones fueron decepcionantes). Entre 1955 y 1956 vuela a varias ciudades de Europa. Se pensaba que si entraba en España sería destruido en un auto de fe. El paso del tiempo es el que le ha dado prestigio al cuadro, porque hemos de tener en cuenta que todo cuadro está unido a la fama del artista.

D.2. Traslado a España. Se había hecho varios intentos de traerlo a España en 1968 (a Franco ya no le importaba) y en 1972; se reclamó en 1977, tanto Picasso como William Rubin del Moma se negaron porque en España no había democracia.

Al Guernica se le llamó “el último exiliado”; no es correcto porque el Guernica nunca salió de España, sino de París. El gobierno de Suárez, a través del ministro de Cultura Iñigo Clavero, y Javier Tussel, director general del Patrimonio, gestionan el retorno del Guernica a España aprovechando que se cumplía el primer centenario del nacimiento de Picasso en 1981. Se encontraba depositado en el Moma de Nueva York desde 1940 por el expreso deseo de Picasso de que no viniera a España hasta que acabara la dictadura del general Franco y hubiera democracia. Las negociaciones fueron duras porque no querían devolverlo, pedían que se demostrara su propiedad y que España vivía en democracia, pero hubo suerte: en la biblioteca privada de Luis Araquistáin, que estaba en Ginebra, por entonces embajador de España en París, se le compró el documento a la familia (a un hijo) donde se demostraba que la República era el propietario legal, ya que le había pagado los 150.000 francos, por “gastos”, según una nota fechada en París el 31 de mayo de 1937 más el consentimiento de los herederos (su hija Maya no estaba muy de acuerdo), y regresó a España el 10 de septiembre de 1981, a las 8:30 horas en el aeropuerto de Barajas, en un Jumbo 747 de Iberia, se llama Lope de Vega, y el comandante de la nave era Juan López Durán. Llegó el cuadro y los bocetos, no sé si se han perdido algunos, eran 62 bocetos.

Se llevó al Casón del Buen Retiro, anexo al Museo del Prado. Luego, en julio del 92, al Centro de Arte Reina Sofía de Madrid (sala 6 de la 2ª planta). Quien pueda verlo sentirá, sin duda, un bofetón picasiano, que para eso lo pintó Picasso, un bofetón a la conciencia del espectador. Y puedo asegurar que cuando yo lo vi, anidó en mí una forma de ver y entender el arte.

 

Conclusiones

Ha quedado evidente que el Guernica es un título de oportunismo político, que nada tiene que ver con el bombardeo y ametrallamiento de la ciudad vasca.

 

Bibliografía consultada

  • De la Puente, Joaquín. El Guernica, historia de un cuadro, Silex, Madrid, 1998.
  • Fernández Palmeral, Ramón. La cara atroz del Guernica de Picasso, Palmeral, Alicante, 2006.
  • Guanell, Eugenio F. El Guernica de Picasso. El final de una era española, Fundación Picasso, Ayuntamiento de Málaga, 2002.
  • Inglada, Rafael. Pablo Picasso, Editorial Sarriá, Málaga, 2003.
  • Ramírez, Antonio. Guernica, Electra, Madrid, 1999.
  • VV-AA. Picasso 1881-1981, Taurus, Madrid, 1981.