Letras
Desde otra isla
Extractos

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Entre la multitud y el asco de la tarde

Te llevo entre la multitud y el asco de la tarde
entre el golpe de dados y el incienso
te clavo en el esplendor de las vidrieras
y te pienso
sentado en el metro que penetra
los túneles más abajo
bajo tierra
con una fuerza que corroe mi nostalgia
que corrompe mi vergüenza.

 

Las islas que una mañana hallé

años después
persisten las islas que una mañana hallé por asomo a tus ojos
tierras inertes donde hirió tu boca mi cofradía
veo toda la tierra sombreada en tu rostro
duerme el color en esa tibia imagen que
años después
me provoca convocarte a la humedad fría de otras noches
en Montreal.

islas náufragas
bocas amordazadas por no liar todo el encanto de un amigo intolerante
que venero
en cada plaza que se abre a mi camino.

 

Toda belleza es un ciruelo

Toda belleza es un ciruelo a merced del tiempo,
mito ante lo ignoto,
agua inmersa mientras la lluvia cae
sobre ese vientre contenido en un verso de Catulo,
manuscrito a salvo en el país palpitante
de esa habitación
donde se exhibe el cuerpo deleznable del amor,
cárcel donde la luz
pone en evidencia la perfección de alguna axila
y los días se hacen de esa rúbrica añorada,
el abrazo del amigo ido hacia esas riberas del mundo.

La vida urge de espuma,
efervescencia de rostros aunándose en las breñas de la noche.
La paz está en la reconciliación,
hijos de Adán y Zeus,
naturales de Ítaca y Alejandría,
nervudos dioses
en ese esplendor avizorado por mi nostalgia
cuando en ombligos y bocas
voy izando tímidos pecados
sabiendo que toda belleza
es un ciruelo a merced del olvido.

Del poemario inédito Desde otra isla.