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Poemas

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La comarca infinita

No hay realidad más grande que la vida
su infinita extensión todo lo abarca
incluso el amplio reino de la parca
al cual el hombre va tras su partida

Y no hay ninguna puerta de salida
que permita escapar de su comarca
su límite final jamás se marca
y nadie tiene de ella la medida

Estamos en su espacio prisioneros
pero es tan grande el ámbito que ofrece
que libres dentro de ella nos creemos

Así, con entusiasmo nos movemos
y grata la tarea nos parece
de vivir nuestros sueños pasajeros.

 

Las ruinas interiores

Hoy he visto mis ruinas interiores
y he visto mis penúltimos secretos
vi abortos de magníficos sonetos
y momias de magníficos amores

Vi viejas alegrías y dolores
proyectos que quedaron incompletos
y miedos misteriosos y secretos
que merodeaban sus alrededores

Pero no he visto al duende misterioso
que ha reducido todas esas cosas
a un espacio severo y silencioso

Ni vi a la fuerza oscura e insidiosa
que impide que ellas queden en reposo
y en las horas de sueño aún me acosa.

 

De los hombres con alma

A los que nos dedican grandes obras
que aumentan el espacio de la vida
a menudo la suerte los convida
en sus falsos festines con las sobras

Pero ellos continúan sin zozobras
porque saben que el alma no se oxida
y que al final la suerte seducida
ha de ser por sus mágicas maniobras.

Ellos saben que el alma es una ola
que por su propia fuerza se levanta
un fuego en el que el hombre no se inmola

y que el alma no es libre si no canta
aunque deba menudo cantar sola
...o teniendo un puñal en la garganta

 

La existencia al desnudo

Aunque los hombres quieran adornarla
la existencia carece de atributos
ofrece el mismo aspecto
de un árbol al desnudo
por eso nunca hallamos su sentido
sino una larga serie de hechos brutos.
la vida es como el agua
no tiene gusto a nada
excepto para quienes tienen sed.

 

De silencios y de voces

Harto tal vez de oír sus necedades
Beethoven entendió que había llegado
el momento de aislarse de los hombres.

Cerró entonces para ellos sus oídos
que enfermaron a fuerza de escucharlos
y busco en el silencio nuevas voces.

Quién sabe si en el áspero aislamiento
donde se hace más hondo el aislamiento
no hablaba este coloso con los dioses.

Quién sabe si el silencio más profundo
no es en verdad un diálogo fecundo
que nos inspira nuestras creaciones.

 

El cansancio del ser

Perdidos los motivos
que ayer sus movimientos impulsaran
la vida continúa por inercia
como si sólo fuera una costumbre
a la que el ser ligado permanece
cuando ha perdido ya sus grandes fuerzas
porque la vida es terca y continúa
a pesar del cansancio y la tristeza.
Este hombre que hoy está casi inactivo
desesperadamente aún espera,
una nueva razón un nuevo impulso
una entusiasta empresa
y al escuchar las voces que lo llaman
escuchará el mensaje de la tierra
y habrá de renovarse como un árbol
al transcurrir por él la sabia nueva.

 

El amor en la sombra

Desafiando al presente amargo y duro
que al hombre noble acecha amenazante
y al incierto futuro fascinante
tu cuerpo con mis brazos inauguro

Mi espíritu angustiado e inseguro
se rinde ante el encanto de un instante
que lo impulsa a seguir hacia adelante
desafiando al destino más oscuro.

Al unir nuestros cuerpos en la sombra
sin buscarlo encontramos un remedio
para la enfermedad que sufre el mundo

Disminuye el dolor, se acaba el tedio
todo se torna mágico y profundo
y el hecho de estar vivos nos asombra.

 

Variaciones sobre un tema oculto

Tan fuerte es el deseo de las almas
que ningún pensamiento les conforma
que ningún cuerpo logra contenerles.
Como regresa el mar hacia la arena
la enfermiza inquietud al hombre vuelve
sin conocer la calma ni el cansancio.
Circular como el paso de las horas
resulta nuestro esfuerzo indomeñado
que gira en torno a un centro misterioso
al cual llegar en vano ambicionamos.
Y sin embargo el tiempo en su transcurso
parece a cada instante agregar algo:
una forma más bella una manera
mejor de realizar los mismos actos.
ese es quizás el único sentido
que tiene este monótono fracaso,
tratar con el transcurso de los siglos,
de realizar lo mismo y mejorarlo,
soportar la embestida del destino
que ataca como un toro enfurecido
sin perder el valor al enfrentarlo...
y si uno de esos golpes nos derriba,
allí donde terminen nuestros pasos,
en el límite mismo de la vida,
mirar al horizonte y abrazarlo.

 

Místico Número 1

Al cabo de un incierto itinerario
Que realizar de nuevo no podría
Persiguiendo una inquieta fantasía
Llegó hasta un sitio extraño y solitario

En ese sitio —acaso imaginario—
Que al hombre familiar le parecía
Anduvo sin ninguna compañía
Sin dirección, sin rumbo y sin horario.

Al encontrarse ante las altas puertas
Que encierran los misterios insondables
Notó que éstas se hallaban entreabiertas.

Entre destellos casi insoportables
Pudo entrever, por fin, las cosas ciertas
Que son para nosotros inefables.

 

El hilo de Ariadna

Seguía inútilmente dando vueltas
En torno a situaciones no resueltas

Girando siempre en torno al mismo espacio
Distante del paisaje y del palacio

Y era el onanismo de una magia
Que al mundo no cautiva ni contagia

E inesperadamente apareciste
Y hacia la nueva luz me condujiste

No sé si eres la entrada o la salida
Del largo laberinto de la vida

Pero espero que seas el remedio
Que salva del dolor como del tedio.