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Publicaron poesía completa del venezolano Juan Liscano
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La Fundación para la Cultura Urbana publicó en diciembre de 2007 el volumen Obra poética completa (1939-1999), que reúne toda la poesía del escritor venezolano Juan Liscano (Caracas, 1915-2001).

Se trata de veintidós títulos, publicados en esos sesenta años, recogidos por el también poeta Rafael Arráiz Lucca, quien se tomó la tarea de realizar un recorrido cronológico por toda la obra, acceder a una lectura de su poesía, organizada sobre la base de recurrencias temáticas, sesgos obsesivos y trabajos con el lenguaje.

En esta voluminosa obra de más de ochocientas páginas, Arráiz Lucca destaca “cuatro ejes obsesivos” en la obra de Liscano: lo americano, lo erótico-cósmico, lo trascendente y lo apocalíptico-ecológico. Aunque “tampoco su obra se agota en este cuadrilátero. Sobre todo si tomamos en cuenta que la obra de nuestro autor no se consume exclusivamente en el poema, sino que abarca el ensayo histórico, el político, el literario, el antropológico, junto al artículo periodístico”.

Otro aspecto interesante para considerar en la lectura de la totalidad de la obra poética de Liscano es que para él era importante mantenerse al margen de cualquier tipo de grupos literarios, por lo que escribir su obra desde la soledad fue siempre un modo de afrontar su vocación y oficio literario.

De allí a que Arráiz afirme que “el poeta se ha movido por intuiciones, que se alimentan de fuerzas en cambio permanente, y ha tenido la honradez y la valentía de dialogar con los vientos de los tiempos que ha visto pasar en su dilatada existencia. Más que contradictoria, la obra de Liscano es múltiple, polimórfica, como una hidra de cabezas que incesantemente buscan alimento”.

Poeta, ensayista, crítico literario y editor, a Liscano suele situársele entre los poetas del grupo Viernes (1936-1941), aunque no perteneció a él, y en la llamada generación del 42. Su iniciación acaeció a fines de la década de 1930 con sus 8 poemas. Publicó también Cármenes (1966), Nombrar contra el tiempo (1968), Fundaciones, vencimientos y contiendas (1991) y Antología poética (1993).

En el ensayo destacó por su interés en recorrer e iluminar las más graves instancias contemporáneas. Tal la que examinó en El horror por la historia (1980) y Reflexiones para jóvenes capaces de leer (1985). Como crítico, recorrió e iluminó la comprensión del proceso de las letras contemporáneas venezolanas. Volúmenes suyos, como Caminos de la prosa (1953), Espiritualidad y literatura (1976) o Lecturas de poetas y poesía (1985), constituyen los singulares dentro de estas búsquedas. Como editor, fue presidente de Monte Ávila Editores y gestor de las revistas Cubagua (1938) y Zona Franca (1964-1984).

Fuentes: El Poder de la PalabraEl Universal (Venezuela)