Noticias
Chile despidió al poeta Volodia Teitelboim

Comparte este contenido con tus amigos

Este 1 de febrero el pueblo chileno se volcó a las calles a despedir al poeta y dirigente comunista Volodia Teitelboim, quien falleciera el pasado jueves 31 de enero a los 91 años, a causa de un fallo respiratorio derivado de una neumonía. Sus restos fueron velados en el antiguo edificio que ocupó el Congreso en Santiago y posteriormente fueron trasladados a la plazoleta de avenida La Paz, donde recibieron el homenaje del público antes de ser inhumados en el cementerio general.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien también visitó a Teitelboim durante su agonía, destacó que “todo Chile ha reconocido y recordado con respeto y cariño la partida de Volodia Teitelboim, que sin duda ha dejado un gran vacío político, intelectual”, según sus declaraciones al abandonar el edificio. “Estamos acá porque él ha contribuido mucho en nuestra historia. Es una persona que siempre se entregó con fuerza a las causas en que creyó”, agregó la mandataria socialista.

Entre los asistentes estaban el subsecretario de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren, el senador socialista Juan Pablo Letelier, la embajadora de Venezuela, María Urbanejas, y una comitiva en representación del Gobierno cubano, encabezada por el embajador Giraldo Mazola. Entre los discursos destacaron los del Premio Nacional de Arte 2007 Guillermo Ñúñez, del secretario general del Partido Comunista, Guillermo Teillier, y la hija del literato, Marina Teitelboim.

Marina fue la última en dedicarle palabras de despedida. “Vine a despedir a un padre que no es sólo mío”, dijo. “Con tu fuerte valentía esperaste a que llegara. Aquí estoy, papá, para rendirte un homenaje de hija”, dijo en referencia a su viaje desde Polonia, para acompañar a su padre antes de que falleciera.

También agradeció las numerosas señales de apoyo de miles de chilenos y de personalidades del ámbito político y cultural. Antes de que el féretro ingresara al Cementerio General, el coro del Teatro Municipal interpretó la Internacional Comunista.

Teitelboim murió la tarde del jueves 31 en la habitación 611 del Hospital Clínico de la Universidad Católica, tras una agonía de casi una semana. Al momento de su deceso, a las 7:05 pm, Teitelboim estaba acompañado de su secretaria personal, su hija Marina y de la auxiliar que lo acompañó durante sus horas más críticas. En 2006 le había sido detectado un cáncer linfático que, poco a poco, fue menguando sus fuerzas.

Nacido el 17 de marzo de 1916 en Chillán, Valentín Teitelboim Volosky era hijo de Moisés Teitelboim y Sara Volosky, quienes desde temprana edad le inculcaron la literatura. A los 16 años Volodia, como fue conocido posteriormente, inició su militancia en las Juventudes Comunistas y desde entonces la actividad política marcó su vida. Lideró por años la oposición a la dictadura militar de Augusto Pinochet.

Estudió leyes en la Universidad de Chile y fue presidente del centro de alumnos de la Escuela de Derecho. En 1935 publicó, en colaboración con Eduardo Anguita, la Antología de poesía chilena nueva, mostrando un nuevo sendero. Quizá su único error fue no incluir a Gabriela Mistral, situación de la cual se arrepintiría, según sus propias palabras.

Teitelboim fue considerado integrante de la generación de 1938, pues ejerció la crítica literaria en distintas publicaciones. En 1952 publicó Hijo del salitre, novela que fue descrita por Pablo Neruda como un “racimo asombroso de vida y de luchas cargadas de semillas”. Tuvo numerosas ediciones en su país y fue traducido a varios idiomas.

En 1954 fundó y dirigió en Santiago la revista cultural Aurora, y más tarde, durante su exilio, hizo lo mismo con Araucaria de Chile. La revista fue publicada en Madrid, España, durante 12 años y fue un instrumento de resistencia crítica de los intelectuales exiliados.

El golpe de Estado de 1973 lo sorprendió en Europa y de ahí en adelante se trasladó de nación en nación para asentarse, por 15 años, en Moscú. Allí trabajó en el programa transmitido por onda corta Escucha Chile, de Radio Moscú, donde junto con otros exiliados políticos denunció los atropellos a los derechos humanos en su país.

En 1984 apareció en España su biografía Neruda, publicada también en cuatro idiomas diferentes: inglés, ruso, alemán y francés. También fue biógrafo de Jorge Luis Borges y Vicente Huidobro. Regresó clandestinamente a Chile en 1988, en las postrimerías del régimen militar, uniéndose a la lucha por el retorno a la democracia.

Durante su vida desarrolló distintas labores, como escritor, crítico literario, periodista fundador de El Siglo, abogado, locutor radial, diputado, senador. Un muchacho del siglo XX fue el libro de memorias que editó en 1997. En 2000 dio a conocer La gran guerra de Chile y otra que nunca existió; un año más tarde, Noches de radio, que recogen, desde su perspectiva política y social, una gran gama de situaciones y vivencias del Chile del siglo XX.

En agosto de 2002 recibió el Premio Nacional de Literatura, mismo año en que lanzó su última obra, Ulises llega en locomotora.

Fuentes: AFPEl MercurioEl MostradorWikipedia