Noticias
Fallece el dramaturgo mexicano Emilio Carballido

Comparte este contenido con tus amigos

El dramaturgo mexicano Emilio Carballido falleció la noche del pasado 11 de febrero a los 83 años de edad, en Xalapa (Veracruz), su ciudad natal. El autor de novelas como Las visitaciones del diablo (1965) falleció de un “paro respiratorio”, declaró Adán Ramírez Ferret, colaborador suyo.

Carballido nació en Córdoba, en el estado oriental de Veracruz, el 22 de mayo de 1925, y estudió en la Facultad de Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), en la capital mexicana.

Autor de una amplia obra literaria que incluía dos tomos de cuentos, nueve novelas, más de cien obras de teatro y cincuenta guiones para cine, Carballido fue además fundador y director de la revista Tramoya, editada por la Universidad Veracruzana (UV), y director de la Escuela de Arte Teatral del Instituto Nacional de Bellas Artes (Inba). Entre sus obras, que se representaron en más de quince países, destacan El águila descalza y Macario, Felicidad y Días de otoño.

Carballido recibió el Premio Nacional de Lingüística y Literatura y fue Artista Emérito del Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fondo de Cultura y Artes (Fonca) de México. Fue académico de la lengua de México desde 1976. Críticos mexicanos como Christopher Domínguez le consideraban parte de una estirpe veracruzana muy importante a la que también pertenecen Sergio Pitol, Jorge López Páez, Sergio Galindo y Juan Vicente Melo.

En marzo del año pasado, Carballido y su compañero sentimental, Héctor Herrera, se convirtieron en una de las primeras parejas de la capital mexicana en registrar oficialmente su unión aprovechando la promulgación de la denominada Ley de Sociedades de Convivencia. La normativa no es equiparable a un matrimonio, ni cambia el estatus civil del contrayente, pero sirvió para formalizar la relación entre Carballido y Herrera, 44 años menor.

El pasado 12 de febrero, el Teatro del Estado, en la capital veracruzana, fue bautizado a instancias de las autoridades locales con el nombre del dramaturgo, cuyos restos mortales reposaron en el escenario durante un homenaje en el que participaron amigos y familiares, y en el que se apreció la actuación de los coros de la UV y alumnos de la Facultad de Teatro, quienes depositaron cientos de rosas rojas a un lado del féretro.

“Emilio ya está escribiendo allá arriba, delante de Dios, tal vez una obra que se llamará La Magdalena”, dijo el también escritor Sergio Pitol, quien participó en la primera guardia de honor. Las siguientes guardias fueron realizadas por el coordinador de Teatro del Inba, Ignacio Escárcega; el rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, y el gobernador Fidel Herrera.

Fuentes: EFELa Jornada