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Falleció el escritor británico Arthur C. Clarke
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El escritor británico Arthur C. Clarke, cuya obra hizo aportes tanto a la ciencia ficción como a los descubrimientos científicos, falleció a los 90 años el pasado 19 de marzo, en un hospital de la capital de Sri Lanka, donde residía desde 1956. En los últimos tres meses, Clarke había sido hospitalizado en varias ocasiones debido a insuficiencias respiratorias.

Entre los más de 90 libros que escribió en su prolífica carrera literaria, Clarke —que había recibido el título de caballero inglés en 2000— es autor de El centinela, el relato que Stanley Kubrick llevó al cine como 2001: Odisea del espacio. Además, fue matemático y físico, sentó las bases de los satélites en órbitas geoestacionarias como centros de telecomunicaciones y se desempeñó como comentarista televisivo de las misiones Apolo a la Luna.

Clarke nació en 1917 en Somerset, Inglaterra, y fue desde niño un aficionado a la astronomía. Su familia se mudó a Londres en 1936 y Clarke se unió enseguida a la Sociedad Interplanetaria Británica —que presidió durante dos períodos años más tarde y cuya sede central terminó instalada en su casa— y comenzó a escribir ciencia ficción.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Clarke sirvió en la fuerza aérea británica como especialista en radares y participó en el desarrollo de un sistema de defensa con esa tecnología. En 1945, en un artículo científico, planteó por primera vez la idea de que los satélites podían ser centros de telecomunicaciones. Estos trabajos le valieron varios reconocimientos, entre ellos que la Unión Astronómica Internacional bautizara “Clarke” a la órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros sobre el Ecuador.

Después de la guerra, Clarke realizó estudios en física y matemática y simultáneamente comenzó a escribir ciencia ficción. Su primer relato, Partida de rescate, se publicó en 1946.

Su nutrida obra literaria —que destaca el optimismo por el progreso científico, los encuentros con culturas superiores y su interés por los fenómenos paranormales— lo convirtió en un gran divulgador. En los 50, sus obras fueron de tipo humanista-utópico, como El fin de la infancia, La ciudad y las estrellas y El centinela, de 1951. El éxito del film, que ganó un Oscar, fue tan grande que Clarke convirtió el relato en una novela que llamó igual que la película. A ese libro le siguieron tres más de la misma serie.

En 1969, cuando era considerado el principal profeta de la era espacial, Clarke se unió a la cadena CBS para narrar junto al astronauta Wally Schirra la llegada del Apolo a la Luna. Años después tuvo el mismo papel en las misiones Apolo XII y Apolo XIV.

En los 70 se destacaron Cita con Rama —que abrió una serie que tuvo tres libros más— y Fuentes del paraíso, ejemplos de la llamada “ciencia ficción dura”. Una última etapa, a fines de los 80 y los 90, se caracterizó por un perfil más político y social, como en Factor detonante o Sismo grado 10.

Desde 1956, Clarke vivía en Sri Lanka, siguiendo su interés por la exploración submarina. En 1998, el diario The Sunday Mirror divulgó acusaciones de pederastia en su contra, que nunca se confirmaron. En 1953, Clarke se casó con la norteamericana Marilyn Mayfield, pero el matrimonio duró sólo seis meses.

Fuentes: AFPEFELa Nación