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Anunciados ganadores de los premios Barco de Vapor y Gran Angular
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Por su acercamiento sin condescendencias y su alto nivel literario, el pasado 15 de julio fueron elegidos los autores Juan Carlos Quezadas como ganador del premio “Barco de Vapor” a la mejor obra para público infantil y Mónica Brozon con el “Gran Angular” de literatura juvenil, según se anunció en una rueda de prensa organizada por Ediciones SM, sello que convoca ambos certámenes junto con el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Conaculta).

La obra de Quesada, Biografía de un par de espectros, una novela fantasma, fue elegida por unanimidad, dijo el portavoz del jurado, Nicolás Alvarado. “Con un manejo inteligente del humor y un tratamiento novedoso, esta historia gira en torno a mutaciones: un niño que busca ser fantasma y un fantasma que deja de ser amante del amor para convertirse en enamorado”, explicó.

Según Alvarado, es frecuente que muchos autores que dirigen sus publicaciones a los más jóvenes tiendan a ser “didácticos”, a perder su calidad literaria y entregar todo muy digerido, menospreciando la capacidad de los lectores. En el caso de la obra ganadora, “nunca hubo una supeditación de lo literario”, lo que le valió el reconocimiento.

Por su parte, Brozon se destacó con su novela Prólogo corto para una larga pausa por su “prosa sencilla y sin pretensiones” y por sus personajes “auténticos, algunos incluso entrañables”. Según la portavoz del jurado del premio Gran Angular, la novela, “con la amistad como eje de la historia, y el problema de la anorexia de telón de fondo, explora temas que le preocupan a los jóvenes y los ubica en su entorno más próximo”.

Brozon, quien ganó la primera edición del certamen Barco de Vapor en México, hace 13 años, con ¡Casi medio año!, presentó en esta propuesta un libro “ameno, divertido”, sin moralismos y “emotivo”, enfatizó García.

Quezadas dijo sentirse “muy nervioso” al conocer la noticia. “Aquí me tienes todavía con la voz temblorosa. Era un sueño que por ahí tenía, fue muy emocionante”. Ganador del Premio Nacional de Cuento Juan José Arreola por Fotografía de la página 14 y del Premio Castillo de Novela Infantil por La videocasetera ya no está a dieta, Quezadas contó cómo escribe sus obras: “Mientras escribo algo siento a mi lado al niño que fui y le pregunto: ‘¿te gusta esto? ¿te emociona?’. Y si no me emociona o gusta o no me hubiera gustado en el pasado, no lo meto. Yo creo que vuelco lo que queda de mí de esa etapa de niño”.

“Seducir a un niño hacia la literatura por medio de un libro es muy complicado porque ellos están con el Internet, la televisión y todas esas cosas que tienen ahora... Tiene uno que pelear con todo eso y de pronto tienes que inventarte estructuras extrañas, personajes que te hablen de una manera atrayente”, detalló Quezadas.

Brozon dijo que su obra ganadora le causó “mucha felicidad en este caso en particular (porque) es una novela que para mí resultó muy emocional”, ya que retrata a sus sobrinos y a ella misma. La idea es que los niños se acerquen a la lectura “en su aspecto lúdico y placentero, que vivan la magia que es meterse en las páginas de un libro por gusto y devorárselas”, agregó.

“Yo tengo la confianza de que todos estos esfuerzos en conjunto, de editores que convocan, estrenos de los escritores, los papás, los maestros, el Estado con algunas iniciativas, tiene que dar como resultado niños y adultos lectores”, dijo la escritora y guionista mexicana.

Los premios están dotados de 150.000 pesos (aproximadamente 15.000 dólares) además de la publicación del texto bajo el sello Ediciones SM. La ceremonia oficial de entrega será el 17 de septiembre y a partir de esa fecha también estarán disponibles ambas obras, cuyos autores nacieron en Ciudad de México en 1970, para su venta.

El año pasado la convocatoria al Gran Angular se declaró desierta porque ninguno de los textos tenía calidad suficiente, según determinó entonces el jurado.

Elisa Bonilla, directora de relaciones institucionales de la Fundación SM, dijo que en comparación con 2006 ambos certámenes han tenido un aumento en la participación de “entre 20 y 30%”.

El director general de la editorial, Manuel Lezcano, dijo que a pesar de la influencia de aparatos digitales y juegos de video cada vez más sofisticados, la literatura para niños no desaparecerá. Señaló que “hay una convivencia entre el soporte digital y lo que es el papel”, ya que en muchos casos se crean páginas electrónicas especializadas sobre determinados libros, haciendo que ambos medios se complementen.

“Nuestro gran competidor es el Xbox, la televisión por cable, todos los estímulos que hay hoy en día para la juventud y los adolescentes que hacen que no se conecten con la lectura”, reconoció. “Pero si tú empiezas desde temprana edad a fomentar la lectura, no que lo lean, sino que tú como padre le leas a tus hijos, es fundamental, porque ya le estás creando un hábito y una relación con el libro que es mágica”.

Fuentes: APEdiciones SM