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Hallan la primera narración publicada en asturiano
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Un ejemplar de la obra “El Viaxe de Tío Pacho el Sordu a Uviedo”, que fue hallado por el conservador municipal del patrimonio de Llanes, José Antonio Anca, en un viejo caserón de Llanes (Asturias, España) ha resultado ser, tras las investigaciones oportunas, la primera narración en asturiano que fue publicada de forma independiente, según se anunció el pasado 23 de octubre.

Hay textos más antiguos, pero ninguno es del género narrativo ni tiene dedicada una edición expresa, tal y como le sucedió en 1875 a este pequeño libro surgido de la imaginación de la escritora riosellana Enriqueta Gómez Rubín.

El libro es un relato breve en forma de pequeño folleto de 21 centímetros y apenas 24 páginas. Apareció en la biblioteca del que es conocido como Palacio del Cuetu o Palacio Santo Domingo, propiedad de la familia Sánchez Ezquerra. Fueron ellos quienes donaron al Ayuntamiento de Llanes el contenido de su biblioteca, en la que se atesoraban numerosos fondos, tales como periódicos de todo el siglo XX y algunos libros antiguos.

Uno de estos libros era un ejemplar de una Historia de España del año 1875. Al hojearlo, Antonio Anca notó “que había un pequeño libro dentro de ese ejemplar”, libro que extrajo cuidadosamente. Su título, en asturiano, le llamó la atención, ya que todo lo que habían encontrado hasta entonces —el hallazgo tuvo lugar en diciembre del año pasado— estaba escrito en castellano. “Tuve un pálpito y lo aparté, para después estudiarlo con detenimiento”, explicó. Y se lo mostró al historiador llanisco Ramón Sordo, quien lo identificó al momento. “Casi se queda blanco del susto, y entonces supe que era algo importante”, recuerda Anca.

Después, el ayuntamiento encargó un estudio sobre el ejemplar, en el que se confirmaría que se trata del primer libro de narrativa publicado de forma independiente en lengua asturiana. La misma autora había publicado anteriormente extractos de narrativa en el periódico El Faro de Asturias, en 1864. Se sabía de la existencia de “El Viaxe de Tío Pacho el Sordu a Uviedo”, pero hasta ahora no se había encontrado ningún ejemplar, y el que es propiedad del ayuntamiento es el único que se conserva.

Su estado general es bueno, aunque se observa papel debilitado por el tiempo y alguna mancha de humedad, que no imposibilita su lectura. Tan sólo falta alguna letra puntual o parte de palabras sueltas. En la cabecera de la primera página del texto consta que perteneció a Concha Junco y Rico. La obra comienza con una dedicatoria: “A los asturianos de aquí y de l’otra banda del mar”. Más adelante continúa, por boca del protagonista: “Paisaninos del alma: yo non sé cásique como to antamar esta carta de recumendación (...)”.

El argumento de la obra es el relato del viaje que realiza Pacho a Oviedo; escrita en asturiano oriental, como lo prueba, entre otros rasgos lingüísticos, la aspiración de todas las ‘f’ iniciales que aparecen con la grafía ‘j’, es una narración de corte costumbrista. Se desarrolla entre Ribadesella y Oviedo, dando descripción de algunos lugares que cruza y dejando una interesante muestra de topónimos de Ribadesella y sus alrededores. También hay alguna mención del protagonista a una posible visita al Concejo de Llanes.

Así, este pequeño libro vendrá sumarse a otros títulos como el Fueru Campumanes, que es el primer texto medieval recogido en lengua asturiana, escrito en el año 1247. En cuanto a narrativa, las primeras letras en asturiano aparecen en El Quixote de Cantabria, una sátira sobre el famoso libro de Cervantes en la que el escudero, de nombre Mateo, utiliza esa lengua para expresarse.

Otros documentos famosos son las cartas escritas y recibidas por Jovellanos, las obras de teatro del gijonés Napoleón Acebal, que escribió Los trataos en 1835 y El camberu ensin les truches en 1842. También hay múltiples muestras de poemas, textos jurídicos y extractos en otras obras, todos ellos anteriores al pequeño libro hallado en Llanes. Aun así, los estudiosos creen que este libro supone un hallazgo importantísimo para las letras asturianas.

Fuente: El Comercio Digital