El buzón
Carta abierta al alcalde del municipio Zamora del estado Aragua
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Villa de Cura, octubre 20 de 2008.

Ciudadano: Abogado Estéfano Mangione Calónico
Alcalde del Municipio Zamora
Su Despacho.—

Reciba mi más cordial saludo a la vez que auspiciosos deseos por el éxito de su gestión.

Acuso recibo formal de la invitación que me hiciera llegar esa Alcaldía, junto con la Red de Bibliotecas Públicas del estado Aragua, para el acto de “inauguración” del Museo Giuseppe Girlando y la Biblioteca Pública Ezequiel Zamora. Mil gracias.

Infortunadamente, mi estado de salud actual perturba toda posibilidad de acompañarles. Es por ello que les hago llegar disculpas.

No obstante, me permito expresarle, reiterándole mis respetos, lo que de seguidas paso a exponer:

  1. La Biblioteca Pública “Ezequiel Zamora” fue creada en 1975 e inaugurada el 23 de junio de ese año, con las formalidades que son de rigor, efecto de un esfuerzo conjunto de la Gobernación del estado Aragua y el Concejo Municipal del Municipio Zamora. De donde tenemos que el acto de hoy contempla su reinauguración. Dejar registro de algo distinto constituiría una inexactitud cometida a lo menos 33 años después.
  2. Sin desestimar un ápice las virtudes de mi añejo amigo Girlando, quien ha sabido ganar para sí el respeto, el reconocimiento y la estima colectiva de manera inobjetable, obligado estoy a formular algunas interrogantes: ¿Qué hizo don Inocencio Utrera para que su nombre sea hecho desaparecer de la Red de Museos de Venezuela? ¿Cuál fue el delito por él cometido? ¿Quién le juzgó? ¿Quién fue el fiscal? ¿Tuvo abogado defensor? ¿Decidió él, en ejercicio de plena y libre voluntad, asumir su autodefensa? ¿Cuáles argumentos esgrimió en su favor? ¿Fue un juicio sumario? ¿Fueron evacuadas las pruebas contundentes del delito cometido? ¿Quiénes fueron los testigos presentados? ¿Quiénes los miembros del jurado?, etc.

Señor alcalde, en mi llana condición de villacurano entre villacuranos, hemos de recordar que quienes a menudo se ejercitan en el juicio moral y ético de los actores del pasado, con ademán de jueces, absolviendo aquí y condenando allá, terminan dejando tras de sí la estela envolvente e imperecedera de un precario sentido histórico. Con todo, hay interrogantes por responder.

Sin más, quedo de usted a sus gratas órdenes.

Atte.,

Lic. Johnny Hernández Calvo
Ex cronista oficial del municipio Zamora