Sala de ensayo
Inca Garcilaso de la VegaLa visión de integración cultural del Inca Garcilaso de la Vega a través de la obra Comentarios reales de los incas

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La incorporación cultural europea, a través de la llegada de los españoles a nuestro territorio peruano, no sólo trajo consigo un nuevo sistema social, cultural, religioso, político diferente, sino que también podemos observar que a raíz de ésta hay un enfrentamiento cultural e ideológico que hará nacer indefectiblemente las visiones desde dos perspectivas diferentes. En un primer lugar la mirada española, que vendrá a ser la predominante como pueblo sometedor, y una segunda en menor intensidad pero con vigencia que será la andina.1 Podemos notar, además de esta interacción cultural, un problema que girará en torno a la visión del otro en el discurso literario de la obra Comentarios reales de los incas, escrito por el mestizo Inca Garcilaso de la Vega.

Esta obra, categorizada como una crónica, tiene la intención principal de mostrarnos el modo de vida del antiguo incario, y nos presenta además los móviles y los hechos que se suscitan ante la llegada española al Perú, transmitida desde la postura del testigo,2 ya que las referencias que hace Garcilaso en su discurso no son hechos vividos, sino sucesos que son anteriores inclusive a su nacimiento y también a la llegada de los españoles al territorio peruano. Se puede mencionar además que Garcilaso, al observar este primer problema (que es el de estar alejado de los hechos), nos presentará referencias de otros cronistas como Pedro de Cieza, Blas Varela, entre otros, logrando así una consistencia loable en su obra, ya que no sólo se referirá a su visión individual del Perú, sino que logrará integrar otros discursos para conseguir un corpus único y más definido en lo que respecta a los datos que integra en sus crónicas.

Garcilaso tratará de integrar en su discurso elementos europeos dentro de la identidad india incaica. Esta inserción cultural que se da a nivel del lenguaje responde a la necesidad de lograr una significación española ante una significación indígena.

Pero el móvil de por qué se escriben los Comentarios reales lo explica de una forma concreta el estudioso Édgar Montiel en su ensayo América en las utopías políticas de la modernidad:

“[Garcilaso] Estima que se necesita explicar a España, América y Europa que no se trataba de reinos de bárbaros, sino de gentiles; que no se trataba de pueblos carentes de desarrollo, sino de pueblos que tenían una civilización. A Garcilaso no le quedaba otra opción que recurrir a la cultura y la historia para vencer a la política de la espada y el arcabuz, y así preservar al hombre y a la cultura autóctonos. Entonces decide escribir los Comentarios reales, reales no por lo de monárquicos sino por lo de veraces, para rectificar a los historiadores a sueldo que habían comenzado ya a profesar en Europa la versión de una América caníbal, sacrificial, idólatra, déspota y opresiva”.3

Pero retornando a la idea del lenguaje como herramienta de inserción cultural, podemos captar representaciones concretas acerca de este punto. En primer lugar la idea de sincretismo se da en el discurso de Garcilaso de una manera explícita y más aun cuando se habla de creencias religiosas. Él nos propone un enfoque integrador de las dos visiones religiosas tanto españolas como indígenas haciendo una comparación con la religión dominante, que es la cristiana, y la religión dominada e “idólatra”, que es la indígena:

“Además de adorar al sol por dios visible a quien ofrecieron sacrificios e hicieron grandes fiestas (...) rastrearon con lumbre natural al verdadero sumo Dios y Señor nuestro (...) al cual llamaron Pachacámac. (...) El cual, en decir que el Dios de los cristianos y de el Pachacámac era todo uno (...) porque la intención de los indios nunca fue dar este nombre al demonio, que no le llamaron sino Zúpay que quiere decir “diablo”...4

En el discurso de Garcilaso es notoria la utilización de elementos ficcionales para lograr una asimilación cultural en unos casos y una trascendencia de ciertos hechos o personajes en otros. Es así como la presencia de motivos épicos y líricos confluyen en la formación estética de la integración cultural que Garcilaso trata de intentar. El lenguaje literario juega un papel importante a la hora de darle una importancia a ciertos elementos culturales andinos,5 como por ejemplo: a los incas, sus grandezas, el modo de vida, los avances científicos que lograron, el sistema económico, social, político, religioso, etc., logrando así desde la perspectiva del “otro” una visión enaltecedora de todo el proceso vivido antes y durante la llegada de los españoles al territorio nacional.

“Comentarios reales de los incas”, del Inca Garcilaso de la VegaLos elementos primordiales para lograr la visión integradora que Garcilaso nos trata de mostrar en sus Comentarios reales, se pueden definir como una fusión cultural enraizada al contexto histórico en que se suscita la obra, pero también trascendiendo a la idea de identidad nacional. Raquel Chang-Rodríguez nos muestra algunos de los elementos integradores que ayudarán al Inca Garcilaso a elaborar un discurso sincrético entre la visión europea y la andina, pero a su vez crearán un problema que será el cómo insertar estos elementos en un único discurso:

“Si su familiaridad con el pasado, conocimiento lingüístico y ascendencia andina facultan a Garcilaso para reescribir la historia de su patria americana, las lecciones aprendidas en textos filosóficos e historiográficos europeos le sirven para fundamentar el plan de su obra maestra. Dentro de este esquema general, el autor debía hallar solución a una cuestión clave: cómo insertar al incario en la historia sagrada y universal”.6

Garcilaso se propone un discurso no sólo donde la visión del inca sea la de un ser humano propio de una civilización avanzada, sino también que hay una relación de significado en lo que respecta al concepto de rey. El inca es un rey y por lo tanto un ser noble, pensante. Por otro lado también nos dice que el problema más grande de los cronistas anteriores a él es su grado de conocimiento del mundo indígena a través de una oralidad. Él plantea que el tratamiento y preservancia de lo oral en sus discursos se da “de una manera fragmentaria que llega a alterar y corromper la ‘verdad’ ”.7

Algo muy interesante que cabría rescatar en Garcilaso es la idea moralista con respecto a la imagen del inca y todo su imperio. Su visión, centrada en ciertos valores como la honradez, la clemencia, el temor hacia la divinidad principal (el sol), nos muestra ya un espacio concedido a la ficción, ya que no sólo nos presupone un sistema incaico social y económico idealizado, sino también que a través de estas descripciones trata de enaltecer la imagen incaica más allá de entes idolátricos y barbáricos; Garcilaso nos muestra a un ser dual en amplitud con el “ideal” de hombre o ser humano; esto responde, claro, a la formación humanística que tuvo en su educación.

En suma, la amplitud trascendental de la obra Comentarios reales de los incas, no sólo nos hace referencia a una identidad nacional (muy cuestionable por cierto), sino que la necesidad integradora en el discurso de Garcilaso, principia un deseo de reivindicación indígena, pero desde una visión de la otredad, donde elementos europeos describen elementos indígenas y en todo caso estos últimos adaptados a un sistema europeizado, pero sin imponer un orden hegemónico, sino más bien abre una brecha antes no tocada: la idea de sincretismo cultural para la obtención y adaptación a un sistema social tan caótico y complejo como lo fue la colonia en el Perú.

 

Notas

  1. Cabe resaltar lo que nos dice José Antonio Mazzotti en una entrevista realizada por el poeta Paolo de Lima acerca de la intención de Garcilaso por lograr una integración cultural: “(...) el regionalismo de Garcilaso es hegemonizante. Es decir, él no plantea un regionalismo democrático o de convivencia; él plantea un regionalismo de dirección cuzqueña y, por añadidura, altamente aristocratizante. He ahí la diferencia”. Tomado de la revista electrónica Ciberayllu: http://www.andes.missouri.edu/andes/Cronicas/PdL_Mazzotti.html.
  2. “Garcilaso habría sido el primer mestizo que diera cuenta de su infancia a través de su obra; su madre pertenecía a la nobleza incaica, sólo hablaba quechua, mientras que su padre era un conquistador español de linaje y sólo hablaba español” (Hamann, Marita y otros; Cuando el psicoanalista es interpelado por las ciencias sociales y políticas: Identidad nacional e idiosincrasia en el caso peruano).
  3. Montiel, Édgar; América en las utopías políticas de la modernidad; Aparecido en Cuadernos Hispanoamericanos Nº 658, AECI, Madrid, abril del 2005. Sobre este tema, Hyalmar Blixen nos dice, de igual manera: “Es evidente que el fin que persigue el gran mestizo es el de reivindicar a los indígenas del Perú, respecto de los injustos reproches de que eran objeto por otros cronistas. Es obra de madurez, escrita en estilo brillante y conciso, puesto que el Inca Garcilaso recibió una educación humanística”. Tomado de: El Inca Garcilaso de la Vega y sus comentarios reales; diario Lea, Montevideo, 15 de enero de 1990.
  4. De la Vega, Inca Garcilaso; Comentarios reales de los incas; Ed. Fondo de Cultura Económica; México, 1995; Tomo I, Libro II, Cap. II, p. 70.
  5. Vargas Llosa nos dice: “El logro extraordinario del Inca Garcilaso de la Vega —dicho esto sin desmerecer sus méritos sociológicos e historiográficos—, antes que en el dominio de la historia, ocurre en el lenguaje: es literario”. Tomado de “El Inca Garcilaso de la Vega y la lengua de todos”; aparecido en: Encuentro de pueblos y culturas; Centro Cultural de la Villa; Madrid, octubre-noviembre 2003; p. 46.
  6. Chang-Rodríguez, Raquel; Comentarios reales; Extraído de http://es.geocities.com/educalibre3/comentarios-reales.rtf.
  7. No, Song; “La oralidad garcilasista en los Comentarios reales de los incas”; publicado en Perspectivas Latinoamericanas #3, 2006.