Letras
Sobre la escritura

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Ensayo del ¿para qué?

Si no para qué
andar buscando la blancura
profunda de las cosas,
que siempre se aleja
al despertarnos
y sólo nos deja ese murmullo
del lápiz contra la muerte.

Si no para qué estos ojos
que miran desde quién sabe
qué hendidura
hasta subir dulce
como un amor
que se desmaya
en el eterno tiempo
de la sangre.

Sino para qué
arrancarle a la soledad
la hondura de la sombra,
con el hilo de Ariadna
trenzado al punzante
canto de la sirena.

Para qué, si no es
para ofrecerlo
como un agua
cóncava y transparente
sutil y genuina
que la sed reconoce
en el ansia veloz de la existencia.

 

Generación ondulando

Tengo que fingir una displicente seguridad.
Me miras desde el último caballo de calesita demodé
que nos identifica a los dos,
generación por medio,
                                  o por peso.

Siento una descomunal esperanza
de las palabras que sacrifico,
y el espejo me soborna con indescifrable código...
Si supieras que crucificas mi fotografía en la pared
en inservible referencia.
No es por miedo
que me quedo en tus ojos ondulando como una bandera blanca....
es que, a veces, ser señal
es una necesidad que reclama
la generación siguiente
                                               en inútil sacrificio.

 

Mundo hélice

Después de visitar los rinconcitos
de tu frente, bajo en el tobogán
hacia el tamborcito que tartamudea
penas cuando te veo injusticia.

La lluvia de una voz chiquitita
como el agua desgrana fulgorcitos,
sapitos que croan hambre rota,
como la dignidad bajo la hélice,
que respira vidrios en el corazón.