Especial
Mario BenedettiCasa del hombre

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A Mario Benedetti

Todavía hay moradas de fraterno sollozo que comparten
La legitimidad de la justicia.
Parecen frágiles y sin embargo albergan continentes
De libertad inexplorada,
Exilios contra la tiranía, estrategia de tácticas.
Moradas contundentes con verbo solidario
Que abarcan multitudes y ventanas al sol
Y lechos para partos y partidas.

Cada hombre construye su palabra de manera distinta
Desde adentro hacia afuera
Pero todos subordinados a la esencia de verdad y fervor
Meros testigos de la única luz que no se apaga.

Los que habitan en ella nos convocan
Desde una esquina rota que duele a primavera
Embistiendo fantasmas con pólvora de tinta.

Hay casas que atestiguan la prójima esperanza
Ser sollozo fraterno
Garúa pertinaz de la que es imposible guarecerse.

Casas que nos contienen
Y sostienen el mandato moral
Ética antorcha
Fuego que ilumina los destinos humanos.

Porque aquel que comparte el hambre de la sed
La sed del hambre
Puede decir por qué cantamos

Para quién cantamos

Para parir la libertad de quiénes
Cantamos

¡Cantamos!

(de Fuegos ceremoniales, 2007)