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José Emilio Pacheco recibió en Madrid el Premio Reina Sofía
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Para el poeta mexicano nunca ha habido una “época de oro” de la poesía, aunque manifestó su opinión de que Internet ha contribuido a que nunca como ahora se escriba y se lea tanta poesía.

En un acto con cerca de 300 invitados en el antiguo Palacio Real de Madrid, el escritor mexicano José Emilio Pacheco recibió este martes 17 de noviembre, de manos de la reina de España, el prestigioso Premio Reina Sofía, que no sólo es para él y su obra, dijo, sino “para toda la poesía mexicana y latinoamericana que es muy buena”.

El XVIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana le fue concedido a Pacheco en reconocimiento a una trayectoria que reúne lo mejor de la cultura que comparten España y América Latina. Pacheco, de 70 años, es considerado una figura señera de la Generación del 50 en México. Sus libros incluyen Morirás lejos, Los elementos de la noche y Trabajos en el mar.

Pacheco dijo durante su discurso de aceptación que la violencia sigue siendo un látigo que azota a todo el planeta y en especial a su país, al que se suman otros males como el hambre y el desempleo. El poeta, quien asistió acompañado de su esposa Cristina Pacheco, aseguró que “ahora la violencia y la crueldad extremas son mi pan cotidiano”.

El premio, continuó, es una ventura que no admite un discurso elevado, al que prefirió sustituir por unas sencillas palabras de gratitud. “No quiero apartarme de esta buena costumbre ni tampoco ignorar las trágicas circunstancias por las que atraviesan México, en particular, y el mundo, en general”, añadió. Y en ese tono explicó que lo ocurrido en los veinte años posteriores a la caída del Muro de Berlín se resume entre un título de Dickens y otro de Balzac: Grandes esperanzas y Las ilusiones perdidas.

Al hablar de estas épocas turbulentas, recordó que nació a mediados de otro año horrible, 1939, pero “me libré de los desastres de la guerra. No sufrí los bombardeos, las batallas, las persecuciones o los campos de exterminio. Todo lo experimenté a distancia, pero no por ello dejó de imprimirse en cuanto he escrito”.

“Escribo sobre lo que veo y lo que veo no es para sentirse optimista. Ahora hay un nuevo matiz que no existía antes, una crueldad nueva. Por ejemplo, antes había venganza entre los gangsters, pero a las mujeres y a los niños se les respetaba. Ahora aparecen los niños quemados vivos o un hombre decapitado al que le sacan los ojos, es monstruoso. Es de una impotencia terrible; yo creo que no soy pesimista, que con los seres humanos me quedé corto”, añade.

Subrayó que la presencia en su poesía del paso del tiempo y la preocupación por lo efímero es consecuencia de haber nacido y vivido en México, un país, consideró, donde todo desaparece “a un ritmo brutal”. “Los autores consagrados pasan a ser enseguida olvidados”, lamentó.

Señaló que en medio de la situación que vive México se ha levantado un movimiento poético que uno sólo puede explicárselo como una forma de resistencia a las dificultades. “La poesía no puede cambiar eso, pero sí reflejarlo”. “Sólo se me ocurre que escribimos poesía porque es una forma de resistencia contra la barbarie”, aseguró.

Explicó que actualmente hay muchos jóvenes escribiendo poesía. “Yo podría decir que la poesía ha perdido adeptos, aunque tampoco creo que haya habido una época de oro de este género”, expuso, aunque agregó que quizá nunca se había escrito y leído tanta poesía como en estos tiempos. Anotó que además hay un elemento que contribuye a ello, que es Internet, “que yo ya por razones de edad no conozco, pero estoy seguro de que la comunicación a través de esta vía debe ser muy intensa”.

Por último, agradeció el trabajo de Francisca Noguerol, autora de la antología Contraelegía, que se ha editado como parte del premio y que incluye tres poemas inéditos.

El Reina Sofía, convocado por Patrimonio Nacional de España y la Universidad de Salamanca, está dotado con 42.100 euros (56.145 dólares). Antes lo han recibido autores de la talla del chileno Gonzalo Rojas, el español José Hierro, el uruguayo Mario Benedetti y el argentino Juan Gelman.

Pacheco también ha recibido distinciones como el Premio Iberoamericano Pablo Neruda y el José Asunción Silva al mejor libro de poemas en español publicado entre 1990 y 1995.

Fuentes: El UniversalLa Crónica de Hoy