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De por qué la garúa es triste

La garúa es triste
por lo escasa,
por lo lenta en formar charcos,
por lo minúsculo de sus gotas.

La garúa es triste
porque se asemeja a llanto resignado,
de esos que casi se pueden contar sus lágrimas.

La garúa es triste
porque siempre es inapropiada e inesperada,
porque arruina las plazas ahuyentando a los niños,
porque no se la espera con paraguas bajo el brazo.

La garúa es triste
por lo gris de su cielo
y porque no llega a ser lluvia rítmica
ni mucho menos tormenta eléctrica.

La garúa es triste
porque como decían las abuelas:
“no moja pero ensucia”
y vaya uno a saber
por qué nos ensucia el ánimo.

Pero, sobre todo,
la garúa es triste
no por culpa propia,
sino porque nosotros
le adjudicamos nuestra tristeza.

 

Que no, que no, que no

Que no nos baste un cielo nublado
por el simple motivo
de seguir siendo cielo.

Que no nos baste la lágrima única
por el simple motivo
de recordarnos que fue llanto.

Que no nos baste
una sonrisa de ocultos dientes,
una mirada sin brillo,
un abrazo débil,
un beso apenas rozado...

Que no nos basten
por el recuerdo
de lo que fueron
y mucho menos
por la esperanza mentirosa
de lo que vendrá.

Que nos baste
lo que ayer nos bastaba y sobraba.
Que no, que no, que no,
que no nos llene la rutina
que no, que no, que no...

Si aún sabemos
de qué estamos hablando
estamos a tiempo:
ve por unas gafas de sol
que yo traigo el cielo azul
para que nos encandile otra vez
y otra
y otra
y otra
y no nos baste nunca
jamás...

 

Espera, que llueve

Espera,
espera que llueve
y hace frío,
espera que cierro el postigo
y borro de mi vista
la angustia del clima.
Espera,
espera que enjugue
esta lágrima atrevida
que se me escapa por la mejilla.
Espera que me avergüenza
la flojera de ánimo,
lo vulnerable que me he vuelto
con la humedad y el viento.
Espera,
Dame un mate
y no preguntes,
hay nostalgias que son de agua
y como agua escurrirán.

 

Quiero que me quieras

Quiero que me quieras
capaz de matar
y morir de amor...
Quiero que me quieras
convencida de caprichos
y caprichosamente necia...
Quiero que me quieras
llegando a la ira
y volviendo airosa de ella...
Quiero que me quieras
sabiéndome distante
y sombra tuya a la vez...
Quiero que me quieras
sin más porque sí,
quererme por amor al querer
quererme y ya
quererme en fin...