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Adán en el estanque

Génesis 3: 22

Como una fruta que la luz muerde
el cuerpo del hombre
costilla de agua en el Éufrates
descubre su desnudez
se bendice
Su dedo es dios modelando el agua
busca en lo frugal y vacuo
aliento perenne
aura perdurable en la transparencia
Pasa la mano húmeda por los labios
la agita modela su perfil en el aire
rompe el pacto del viento y la soledad
extirpa con su diestra
lo invisible lo amargo
Funde su reflejo en el trasluz
rostro réplica
que le ayude a construir
lo que pudo ser

 

Amanecer

Esta mañana
las palomas son barcos de nieve
sólidos navíos
que se precipitan en el duro piélago
mentira de mar
sobre el asfalto ávido de olas

Las palomas no sonríen
apenas pasan tácitas
sin mover la cabeza
no hacen ruido con las patas

Sus picos de arcilla

Dios barre el corredor
las empuja por cordeles en sus pechos

Las palomas están muertas
de mentira blanca
epidemia de alba en sus plumas
el pecho es gris
cuando resbalan en el polvo

 

Lúthien

Supe que poseer la inmortalidad
no libra del sobresalto y el dolor
que mi mano atravesada por la luz
ardería irremediablemente hacia el silencio

Y mi canto surgió del pulso y el deseo
y mi vuelo fue opresión y libertad

Grises mis ojos doblados
como alces que el atardecer trenza
amaron lo bello que se descompone
y mi amor como el polvo
se perdió en la cima de los vientos
y en los puertos que la tarde abandona

Un dios debe alejarse del trato humano
su amor exige un habitáculo
eterno y el hombre como la flor
se abre a la terrible luz del alba
sin medir el hilo escaso de sus días

He adelgazado mi cintura y mi existencia
ya de esbelta voy empequeñeciéndome pálida
y mi pasión serpenteante y oceánica
blanca y fría como la nieve en la mañana
se amolda al cuerpo mortal de un hombre
alabastro que un día se quebrará
El amor como la leche tibia que se derrama
irá a parar a las raíces más profundas
bajo la tierra oscura de mi canto

 

Presagio

Alguien destruye los anchos muros de la noche
verticales de arcilla invisible
ásperos muros en que tendimos
la tela y nuestros cuerpos

Vuelan altos los ojos ciegos búhos del deseo
espigas de savia oscura que ascienden
a la constelación oculta para caer
por la murada y áspera silueta del torreón
se posan semillas indefensas ya
junto al suspiro de las hojas que se pudren
hojarasca que llora bajo nuestros pies

Tu cuerpo contra el muro
esta otra cara del amor que lo cercena
epifanía triste

Vamos a hacer una enramada
donde pueda recostar mi huella en tu mano
mi mano en el núcleo de la noche
en el centro de tu rostro
cicatriz sangrante

Vamos a hacer de saliva ánforas transparentes
en que acune palabras
en que muera el verbo anudado
que el viento ha de romper

El amor no existe digo y mis ojos
se hunden en la vigilia
el amor es un vacío profundo que el deseo rompe
una voz quebrada como ánfora al aire
su descenso en que las figuras se cortan
con toda la simetría de lo terrible y desconocido

 

En los altos trirremes

...y que finalmente los medos pasarán...
Kavafis. “Termópilas”

I

El canto de la espuma lo revela
la soledad razona sonríe
imagina el regreso de las naves

La soledad soñó a Atenas
no fueron los persas quienes anclaron en el Falero
fue el pasto férreo del silencio
el aire hiriente que hoy golpea el cristal

Podría permanecer la tarde
ungiéndome con aceite en la soledad del cuarto
o peinándome como un joven griego antes del combate

He de rozar la transparencia
la batalla buscar mi cadáver en los transeúntes

La soledad ancló en aquellas ruinas
hoy lo hace en mi pecho ermitaño
no fueron los persas frívolas criaturas
amantes como nosotros de poder y culto

Mis labios enhiestos esperan el ancla
no al mortal moribundo que finge existir
ni los carros extranjeros
que me obligaron a escapar
con los míos en los altos trirremes.

 

II

Nada puede hacer ya el hombre en mi contra
solo lo incorpóreo
ni el mármol
ni los rostros efímeros
sí la belleza
eso que en el éter se deshace
y eternamente vuelve

 

Muerte en Venecia

No en la sombra Tadzio
ni en el confuso reflejo de esta agua enferma
sino en el disco terrible de tus ojos
en el argénteo aleteo del mar
en ese árbol de incendios infinitos

No tu cara en el fango del gozo
en el lodo inocente que tu perfil transfigura
sino el polvo de Ilión en tu cuerpo
y yo envejecido atravesado
por la daga irresistible de la belleza
por silencios que como nudos de hielo afilado
me traspasan

Quise con el último gesto
detener el disco que tus ojos lanzaron
y ha vuelto como un espejo cruel
el maquillaje corrido artificial
me ha dejado sobre la silla
como un bufón orgulloso y amargo

Esta es la última visión
tu cuerpo como un ánfora que la sombra alarga
tus manos como una barca
que el sol de la tarde ennegrece
fruta negra en las aguas
que pude alcanzar
esta es mi visión y mi castigo
yo que no me llamo Gustav
que no conozco Venecia

 

IX

Todo habrá de perdonársenos
la torpeza de escribir en la penumbra
el chocar con las palabras
monstruos invisibles
el milagro de palpar la tiniebla
como si fuéramos una familia egipcia

Israel tenía luz en sus habitaciones

Moisés extendió su mano
hizo de la noche un denso muro
donde inclinarse al prójimo
era hundirse en él
asomarse al silencio

Moisés apagó el rostro de Faraón
y quedó su seno llama negra
alumbrando en el abismo

 

X

El primogénito de la mujer
que vive tras el molino
ha visto a la familia hebrea
matar un cordero perfecto
mojar un hisopo en la sangre
poner una señal
sobre el dintel de la puerta

El hijo de la molinera
no ha comprendido el ritual
pero hubiese ofrecido un animal a Jehová
si las plagas sucesivas no hubieran destruido
todo el ganado de su familia

Deseaba pintar su puerta con sangre
anunciar también
aunque fuese egipcio
la dádiva lejana y oscura que lo hacía estremecer

A media noche
su cuerpo tembló como un cordero blanco
ante el ángel de la muerte

 

Varadero night

Palpitante el agua impulsa la entrepierna
borboteo ritmo universal
golpe de la ola endurecida blanca
como asta de cristal que desafía a la noche
cuerpo enhiesto que a la noche asalta
Bocabajo veo las luces el torso contra la arena
Toronto Portugal
se juega a las nacionalidades
y es menos doloroso
mientras el límite de tierra y agua me parte en dos

Varadero night
un muro donde el mundo converge
donde el músculo del deseo es una pantalla atroz
como toda estrella
fría sin lugar ni juramento posible
solo tráfico y sexo
Varadero night
donde el tormento es menor
mientras el agua corrompe la tela y los músculos

El amor distante en el olvido en el alcohol
como un cuerpo lejano y dormido
que el salitre y la arena tornan
inconsistente