Letras
Poemas

Comparte este contenido con tus amigos

Scream

Y es un grito de vida
ahogado, lleno de vacíos,
de tumbas donde yacen los huesos
de los antiguos dioses.
Se revuelve una sombra
en esta sien derecha,
tan perfecta para adosarse fiel
al laberinto de una bala.
Y siento un palpitar de cuervos hambrientos
un paladar de espinas
una nube de abismos...
Hoy se me atragantaron las galletas
y son arena en un reloj sin fondo
sin tiempo que medir
y sin mañana.
Tú, mientras tanto, duermes
con la paz de los ignorantes
nunca sabrás que el Averno
hace de mi pecho su guarida.

 

Never more

Te vestirías de Elvis
y yo te diría el “sí quiero” en inglés
lo haríamos todo de la forma más hortera
que jamás se hubiese inventado.
Me moría de vida
por primera vez dejé de pensar
en la desazón de los lunes
y, mis ojos, sólo buscaban horizontes
de celuloide.
Por fin podría morar en una película
como siempre soñé
y vagar por el desierto en un Chevrolet
como dos outsiders sedientos...
---

Las calles de San Francisco
no conocían el verano
gentes de mirada perdida
nos avisaban de conspiraciones del Gobierno
y de lobotomías para los poetas
Tú pensabas que estaban locos
yo creía a todos los vagabundos
y, entonces, en la cornisa,
divisé el primer cuervo.
---

En Carmel y Monterrey
el corazón se me llenó de humedades
y maldije el augurio negro entre gaviotas.
---

Toqué el cielo en Los Ángeles
y mientras Clark Gable
me guiñaba un ojo desde la tumba de sus diminutas manos
rocé con la yema del índice un pedazo de ala de ante
zaína como un entierro.
---

No te convertiste en el Rey
y yo jamás sería tu reina
Mirando lánguidamente las fuentes del Belaggio
se me apagaron todas las luces de Las Vegas.
---

Llegamos al Cañón,
de sangre y luz
se recortaba el aire
y yo lo vi, pero quise taparte los ojos
Tú fotografiaste con entusiasmo
la pesadilla de Poe
y asumiste el “Never more” como credo.
---

De regreso, surcando el aire en el avión,
escuché lúgubres melodías
que anunciaban el óbito de mis sueños.
Al fondo del pasillo, la azafata.
Sobre sus perfectos hombros de perchero
la mirada implacable del cuervo.

 

Hablamos después de mucho tiempo

Nadie usa la palabra “alegórico” como Tú.
Nadie, en mi mundo, la usó jamás,
si acaso, mi Madre,
que es muy docta ella.

La madrugada tiene los dedos finos
Átropos corta los finos hilos con sus dedos
Sé que a ti te da igual
la idea de la Muerte
Siempre supiste que sólo era una idea.

Me consuelas y me preguntas
si me ha crecido el cinismo
“La última vez”, me dices, “lo tenías muy grande,
justo detrás de los ojos”
Yo te contesto que todo tiende
al estuario
y, con los cinco dedos separados,
desembocan todos mis sueños rotos
en ese mar inmundo y pestilente
en el que sólo tú te bañarías.

Ya se acabó
esto tan perverso, tan nuestro
que ni siquiera lo compartíamos
con nuestros otros yos.
—Has crecido, Wendy, yo sigo siendo Peter Pan
El viento de esa voz me destapa los párpados
Tú allí, yo aquí
compartiendo la última lágrima del Planeta
—No hace falta que te diga nada, ¿verdad?
Y yo: —No, no hace falta —mientras pienso:
“Sé que me quieres infinito”.

 

Tocado, hundido

Te odio en este instante
con la furia tempestuosa
de las Erinias.

Como una Bacante
enloquecida
te despedazaría vivo
sin necesidad de cuchillos.

Pincho el papel con esta pluma mía
por no atravesarte
el alma
cual Cupido homicida
(pero literalmente).

Estoy iracunda, rabiosa
violenta
y, sin embargo, encuentro
a la vuelta de la esquina de este mismo cuaderno
tu simétrico carácter
en la disposición de tus barquitos.

Los contemplo allí, tristes
mutilados por mis premonitorios misiles
y se me hace un nudo en la garganta.

No lloro sus naufragios
ni que sean islas rodeadas de nieve
cuadriculada,
sino su memoria aún no recordada
para cuando te vayas.
Sé que, entonces,
me dará mucha lástima
encontrarlos: En las minucias cotidianas
vive de alquiler la Nostalgia.

Miro tus barcos
y recuerdo que perdiste aquella noche.

Hoy, mientras sueñas ajeno a mi locura
me has tocado el C8,
me has hundido el O2
y con él fulminaste
toda mi artillería

¡Y yo que, ingenua,
la apodaba Invencible!

 

Apariencias

Podría parecer
que las hojas de los árboles susurran tu nombre
pero es sólo apariencia...
En realidad es el viento el que habla a través de ellas.

Podría parecer que el cielo de la noche,
en ocasiones, se ilumina,
pero el universo, en verdad,
negro es como la pupila de los lobos
y es el sol reflejado en la luna quien lo hace brillar.

Podría parecer que una vez toqué
la inmortalidad con la punta de mis dedos,
pero era pura apariencia...
En realidad,
sólo era amor.

 

Melodía del primer día

Fue una noche en que los semáforos agonizaban
buscando agua
mangueras frías
regando
tu pierna con la mía.
Fue una noche en que los televisores
rogaban por un mando que mandase
aunque fuese a distancia...
Melancolía
juntando
tu alma con la mía.
Fue una noche en que los transistores
gritaban al oído de los sordos
la melodía
de tus palabras devorando las mías.
Fue una noche en que los asteroides
ojeaban tierra donde aposentarse
y dejar de vagar;
Extraña astronomía
de tu estrella y la mía.
Fue una noche en que la cibernética
rompió el molde de mi marcapasos
para que el pecho se me desbordase
de pura sinfonía
al juntar
tu vida con la mía.