Letras
La redención de los imbéciles

Comparte este contenido con tus amigos

I

in principium erat lux et lumen refulsit omnes

luego apareció el hombre y el hombre era el silencio
inocencia bendita
tabula rasa
éxtasis de carne en movimiento
en el paraíso viviendo amando cantando bailando
fornicando bebiendo comiendo reproduciéndose
muriendo y volviendo a nacer

éxtasis infinito amando sin pecar
porque el pecado no existía
hasta que llegaron los poderes fácticos
les inventaron un dios
tres dioses
muchos dioses

cuando se sentían infelices
recurrían a ese dios
cuando eran felices lo olvidaban

les metieron en miedo
les dieron una religión
un sacerdote
les hicieron creer en la existencia de lo inexistente
para que odiaran la existencia
para que odiaran lo natural
el miedo les esclavizó
se convirtieron en masas

los hicieron sentir culpables de su vida en paraíso
les dijeron que no debían comer del árbol de la vida
como que si ansiar vivir fuese pecado
les dijeron que morirían si comían del árbol de la sabiduría
como si querer ser sabio fuese pecado

¿qué daño hacían por desear saber?
¿era la sabiduría pecado?
¿era la ignorancia virtud divina?
¿quién había cometido pecado en realidad?
¿dios, la serpiente, el hombre, la mujer?

nuestros primeros padres desobedecieron
su desobediencia era correcta
fueron ellos los primeros revolucionarios sobre la faz de la tierra
no toleraron la prohibición de los poderes fácticos

por eso los echaron del jardín
para imbecilizarlos
para masificarlos
para esclavizarlos
para dominarlos
desde tiempos inmemorables sacaron las navajas incrustadas
en sus pezuñas hendidas para dominar a los imbéciles

con la bíblica paciencia jóbica los pensamientos de los malvados
se confabularon para enarbolar mesianismos fracasados
buscando bajo microscopios ávidos de exterminios
en las vetustas religiones acondicionadoras de mentes esclavas

los faraones querían masas
los judíos querían masas
los árabes querían masas
Hitler quería masas
Stalin quería masas
Mussolini quería masas
el Papa quiere masas
Obama quiere masas
el Ayatola quiere masas
las corporaciones quieren masas
todos quieren masas

los malvados descubrieron la piedra filosofal
para vivir eternamente de las masas

—hay que dormirlos —dijeron
—¿cómo? —se preguntaron
—droguémoslos
—durmámoslos —siguieron diciendo:
—démosles a Dios, démosles varios dioses, un diablo, ángeles, demonios, que se sientan culpables, metámosles en miedo, creémosles un purgatorio, un limbo, un cielo, un infierno, démosles un salvador, un mediador, un líder, un mesías, volvámoslos locos, esquizofrénicos, creémosles sacerdotes, sólo así podremos dominarlos para siempre, hagamos dogmas, doctrinas, biblias, sagradas escrituras de todos los colores, la biblia, el libro verde, el libro rojo, libros dorados, azules, que coman reglas y normas hasta que caigan de rodillas sin entender nada, que crean que todo lo que les damos es bueno.

no permitamos que se vuelvan sabios —dijeron los malvados

“hagámosles un jardín y en medio plantemos el árbol de la sabiduría y digámosles que si lo comen serán expulsados por desobedientes, que no se les ocurra volverse sabios, porque si lo hacen serán como nosotros, pongámosles otro árbol para la vida y prohibámosles que coman su fruto para que no se les ocurra tener amor por la vida que amen la muerte que nos teman porque el poder es eterno nos pertenece a los constructores de imperios de mil años en mil años”

los imbecilizaron
—los civilizaron—
así les dijeron que se iban a llamar
“civilizados”

los esclavizaron
los masificaron
los dominaron
siempre ha sido así
así es ahora
así será
por un tiempo más
per secula seculorum

el imperio romano duró mil años
el tercer reich tenía que durar mil años
un comandante bananero dijo
que iban a estar mil años en el poder
todos quieren estar mil años
las religiones son más avariciosas
ofrecen para el futuro imperios de más de mil años
los cristianos ofrecen a las masas dos mil años para el futuro
los hindúes diez mil años,
otras hasta que el mundo se acabe,

no existe poder fáctico en esta tierra que no quiera estar mil años en el poder
para embrutecer a las masas
para ofrecerles la muerte
para vivir como los faraones

Adán y Eva se rebelaron
desobedecieron
por querer ser sabios
por amar la vida
por diferenciar el bien del mal
por conocer los opuestos
fueron los primeros revolucionarios
tuvieron dignidad
fueron los primeros en decir —¡no!—
a los poderes fácticos

 

II

dedit illis Deus novum et victis

mi indio de los lagos tenía su propio paraíso
comía faisanes venados guardatinajas
pescaba mojarras guapotes guajipales deliciosas tortugas
andaban desnudos enseñando sus falos colgados al aire
sus vulvas fragantes llamando a la procreación
exuberantes de placer extáticos de amor

sus senos como volcanes puntudos morenos cargados de leche
bebiendo néctares salidos de las frutas
de las hierbas
de todo lo bueno que daba el campo

hasta que los poderes fácticos venidos del más allá
otra vez les dieron dioses, uno, tres, cuatro, muchos dioses y diosas mojigatas que no entendían
ni siguen entendiendo
porque ni ellos mismos se entienden
porque son inventados desde el principio

los hicieron cambiar sus piedras por palos
con imágenes de nuevos dioses barbudos y diosas mojigatas
vestidos con trajes de autoridad y aires de falsa humildad

los hicieron masas a punta de hierro de crines
con lanzas
con espada
con cruces
con rosarios

y con cuentos traídos de allende el mar hasta que les robaron todo
los castraron
ya castrados
les siguen robando

a las mujeres les confiscaron el útero para producir fábricas de esclavos obedientes
los durmieron
los drogaron hasta hoy
los hicieron saltar al vacío

los más dignos prefirieron echarse a los tigres
como el teyte Diriangén
los taimados como Nicarao pactaron con los poderes fácticos
naciendo una nueva plaga de zancudos que desde entonces
jamás dejó de prosperar

¡oh! ave del paraíso
ven antes que las cenizas cubran la tierra
ven antes que los dementes acaben con nosotros los desobedientes
levanta tu vuelo y enciende tu prisa
arroja maestros al cosmos para que enseñen el arte de incendiar la mentira
envía mujeres bien amadas
bienaventurados hombres dignos
en libertad suprema y luz
sean portavoces de tu áurea resurrección

¡oh! musa Urania
recobra tu ímpetu
alza el vuelo
detén las trágicas olas que viajan en el éter zigzagueante de la serpiente venenosa
ponle fin a la adormidera de los pueblos
azota con tu luminoso verbo
hasta que extermines la muerte
hasta los humanos que amando la vida poder liberarse

¡ven, Fénix, ven!
espanta a los demonios timbucos
machaca a los engendros calandracas

 

III

Et rebellem coepit videre lucem

La existencia pide a gritos que se rieguen como lava incendiaria los negadores de sí mismos
para que el honorable iridio levante las manos que milenariamente ha estado esperando el momento de despertar,
para que los humanos como ratas en los albañales se nutran y transmuten en seres de luz
que el fósforo numénico alumbre los cerebros podridos de los zombies
que llenan las plazas vociferando y caminando en el vacío en esos días que los egos se inflan mientras se consumen los ojos de los muertos vivientes
libéranos madre tierra de los corifeos que siguen consignas de sus jefes que ofrecen a los iluminados colgarlos de horcas suspendidas en los postes más altos de las carreteras
donde el pensamiento enfocado en las consignas se derrite sofocado por los soles tropicales en la marcha inmóvil
aclamando la muerte de la conciencia individual de las masas delirantes con las miradas fijadas a los ídolos de barro
alzados en altas tarimas más allá del pensamiento de ideas grasientas
protégenos Meletea del pensamiento de las derretidas mantecas de sesos imposibles de cortar los frutos del árbol de la sabiduría
relaja los muslos espasmódicos de mujeres acarreadas que cálidos contemplan al místico der führer tropical vestido de riguroso lino blanco dueño de vidas
conciencias
haciendas
del destino humano
de las masas ardientes que exactas obedecen la orden del disparo y el impacto ensangrentado detrás del cerco establecido para los desobedientes en los muros de la ignominia
dale Aedea un chance a la humanidad para que su noche nauseabunda rompa su cáscara
y la madrugada gris se convierta en alborada multicolor envuelta en aterciopelados aires de amor y libertad
que las rutas de los mapas que nos trazaron cambien sus direcciones y no nos lleven más a las pirámides de las maquilas ni a los megaproyectos urbanos de los nuevos faraones
devuélvenos Clío la sabiduría confiscada a nuestros padres en el paraíso
danos recién nacidos que aman la vida sin temor a muertes voluptuosas ni miedos a capataces ciclópeos que insaciables observan la hora terminal de los moribundos que dejan de quebrarse las espaldas hasta los sesenta y cinco años como bagazo que tiene que ir a la caldera para quemar ladrillos para las esfinges de los gamonales
destruye Erato el látigo de regímenes tan antiguos como el mar
para que el esplendor de las caricias sobre rostros de niños jugando en los parques de los inocentes nacidos de nuevo llegue en la alborada
para que los mendigos sean emperadores
que en sus conciencias jueguen desesperados el gran juego de la vida
y de la libertad
para que las noches enseñen sus diamantes
y en los clubes de los poderosos los bailes de máscaras sean tan solitarios y fríos como las tumbas de mármol de los grandes de ego y miserables de humanidad

 

IV

Et stulti rebellavit in aeternum

llegó el tiempo de la redención de los imbéciles no a lo marxista porque Marx se equivocó y no hizo más que quitar a un zar para colocar a otro zar en sus pedestales de granitos forjados en egolatrías infernales
el problema nunca fue económico porque en el paraíso había de todo para todos
siempre el problema fue psicológico
hecho a la medida para los imbéciles
adoradores de seguridades esclavizantes

odiaron a los vagabundos porque invadieron sus palacios en busca de un mendrugo
y a los ciegos porque comenzaron a ver en medio de la oscuridad
odiaron a los despiertos, y los iluminados se convirtieron en avatares más peligrosos que Jesús
ya comienzan a tambalearse como borrachos de miedo en una era donde el sol ya no puede ser dominado ni las conciencias puedan ser adormecidas porque los faraones agonizan junto a sus religiones genocidas en el sueño invencible que los domina en la cúpula más alta de los campanarios de la eternidad
los viejos guardianes de mitos se desploman al compás del sonido del silencio de los meditadores en los atardeceres donde el sol jamás se oculta
y la eternidad se hizo luz
y la vida se transmutó en amor
y la casa es el paraíso que una vez nos negaron