Artículos y reportajes - Cómo se ve el mundo desde la óptica del escritor
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Edición Nº 46
4 de mayo
de 1998

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México despide a su poeta mayor El laberinto vital de Octavio Paz

Jorge Gómez Jiménez

"Todos los hombres,   
en algún momento de su vida,   
se sienten solos".   

Octavio Paz,   
"El laberinto de la soledad".   

Octavio Paz, uno de los intelectuales latinoamericanos más influyentes en la cultura occidental de este siglo, dejó de existir el 19 de abril de 1998, a sus ochenticuatro años, después de padecer durante varios meses de una severa afección en su organismo, a causa del cáncer y la flebitis que padecía. Su desaparición no ha hecho otra cosa, sin embargo, que confirmar que los grandes hombres no mueren, en tanto que permanecen activos en la memoria del mundo.

Fue el presidente de México, Ernesto Zedillo, quien cargó la responsabilidad de dar la noticia al mundo, durante su regreso a México, proveniente de Santiago de Chile, donde participó en la Segunda Cumbre de las Américas. En su declaración, Zedillo se lamentó pues México "ha perdido a su más grande pensador y poeta. Es una pérdida irreparable para el pensamiento y la cultura contemporánea, no sólo de América Latina, sino de todo el mundo".

La Medalla al Mérito Ciudadano le fue otorgada póstumamente por la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México. Al acto asistieron Cuauhtémoc Cárdenas, jefe del gobierno de la capital; José Luis Martínez, presidente de la Academia Mexicana de la Lengua; Eduardo Elizalde, poeta y escritor que recibió la medalla de parte de la viuda de Paz, Marie-José.

Su muerte, sin ser sorpresiva —pues hacía algún tiempo que su estado había agravado—, hirió profundamente el corazón de la literatura latinoamericana. En 1988, Octavio Paz y Carlos Fuentes protagonizaron una polémica que los distanció. Al morir Paz, Fuentes dedicó un extenso artículo a quien definió como "su amigo": "El gran acierto de Paz fue darle pensamiento a la poesía y poesía al pensamiento. Contagió su prosa de relámpagos metafóricos y su poesía de lucidez discursiva".

Paz había nacido en Mixcoac, México, el 31 de marzo de 1914, y fue llevado a los seis años de edad a Los Angeles. Con este viaje, la familia se ponía a buen resguardo después de que el revolucionario Emiliano Zapata fuera hecho muerto, pues el padre de Paz, Octavio Paz Solórzano, un abogado —hijo, a su vez, de un político, intelectual y periodista— que se convirtió en partidario del revolucionario.

Al regresar a México, Paz se involucra en el movimiento estudiantil por la autonomía de la universidad, actividad rebelde que coincidió con sus primeros pasos en la literatura. Barandal y Cuadernos del Valle de México fueron las primeras publicaciones que acogieron los textos del bisoño escritor. Los únicos siete números de Barandal circularon entre 1931 y 1932, y en ellos Paz publicó los poemas "Preludio viajero", "Orilla", "Nocturno de la ciudad abandonada", "Etica del artista" y "Poema del retorno". En Cuadernos del Valle de México, que circuló entre 1933 y 1934, publicó el poema "Desde el principio".

En 1933 publicó "Luna silvestre", su primer libro de poemas. Habría de esperar hasta 1941 para volver a publicar un libro, que fue "Entre la piedra y la flor". Ya había estado en Madrid, a donde fue en 1937, durante la Guerra Civil. Había regresado a México en 1938, participando en la fundación del diario El Popular, donde fungió de redactor en 1939.

Había creado en 1938 la revista Taller, junto con Efraín Huerta. La publicación sobreviviría hasta 1941 y publicaba material de poesía y crítica literaria, constituyéndose, según palabras del mismo Paz, en "el lugar donde se construye el mexicano, y se le rescata de la injusticia, la incultura, la frivolidad y la muerte". Taller representó el estandarte de la renovación literaria en México.

En 1943 funda la revista El Hijo Pródigo, que sería publicada hasta 1946. Le acompañaron en este proyecto Xavier Villaurrutia, Alí Chumacero y otros escritores. Ese mismo año debe partir a Estados Unidos, enviado por el gobierno mexicano en representación diplomática. Recibe en 1945 una beca de la Fundación Guggenheim y, ya establecido en el Servicio Exterior, llega a París en 1946. Residirá allí hasta 1952, período en el que entra en contacto con el movimiento surrealista.

En 1950, Cuadernos Americanos publica la primera edición de su libro "El laberinto de la soledad": nueve ensayos sobre disyuntivas urgentes del ser mexicano conforman este libro mayúsculo de la ensayística hispanoamericana. En él, proclama Paz: "Todos los hombres, en algún momento de su vida, se sienten solos; y más: todos los hombres están solos. Vivir, es separarnos del que fuimos para internarnos en el que vamos a ser, futuro extraño siempre. La soledad es el fondo último de la condición humana".

En 1952 encontramos a Paz en la India y el Japón. Se nutre de las experiencias orientales. De vuelta a México, funda en 1955 el grupo "Poesía en Voz Alta", con Leonora Carrington, Juan Soriano y Juan José Arreola. En diversas publicaciones establecerá su posición acerca del arte contemporáneo y defenderá las nuevas tendencias artísticas.

A finales de los cincuenta y principios de los sesenta viaja a Europa y vuelve a India como embajador. Renunciará en 1968 como protesta por la "Matanza de Tlatelolco", una sangrienta jornada de represión contra una manifestación estudiantil en México.

Dirige, hasta agosto de 1976, la revista Plural. Ese mismo año funda la revista Vuelta, que dirigirá hasta su muerte, afianzándola como una de las revistas literarias más importantes de Hispanoamérica.

En 1982 recibió el premio Miguel de Cervantes, máximo galardón de la literatura en castellano. En 1987 recibe el Premio de Poesía T. S. Eliot, en Chicago, y finalmente recibe la mayor distinción literaria existente, el premio Nobel de Literatura, en 1990.

Cuando a finales de 1996 un incendió destruyó su apartamento —perdiendo la mayoría de sus libros y obras de arte—, Octavio Paz empezó a padecer gravemente de varias dolencias relacionadas con el corazón y el cáncer.

Octavio Paz se destacó como excelente poeta y agudo ensayista. Sus poemarios más importantes son "Luna silvestre" (1933), "Entre la piedra y la flor" (1941), "A la orilla del mundo" (1942), "Libertad bajo palabra" (1949), "¿Aguila o sol?" (1951), "Semillas para un himno" (1954), "Piedra de sol" (1957), "La estación violenta" (1958), "Salamandra" (1962), "Viento entero" (1965), "Blanco" (1967) y "Ladera Este" (1969). En lo que respecta al ensayo, sus obras capitales fueron la mencionada "El laberinto de la soledad", "El arco y la lira" (1956), "Cuadrivio" (1965), "Los signos en rotación" (1965), "Corriente alterna" (1967), "Conjunciones y disyunciones" (1969), "Posdata" (1970), "Los hijos del limo" (1974), "Las trampas de la fe" (1983) y "Tiempo nublado" (1983).


       

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