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Homero VivasHomero Vivas

Lleno de un gran sentido del humor, del cual hizo absoluta gala a la hora de responder el cuestionario base de estos textos, Homero Vivas combina la poesía y las leyes, por eso dice: “Cincuenta y tres años, algo robusto, pelo cano, abogado de profesión y poeta de nacimiento”. Su filosofía de vida es vivir, tolerar, compartir; por ello siempre se le ve contento, risueño, alegre. Como buen signo de fuego, es un digno representante de Aries nacido un dos de abril, Homero es apasionado, impulsivo, explosivo, gritón. Pero un amigo cálido y optimista.

Mucha de esa calidez pienso que proviene de su familia, de la que dice: “Inmensa, plena de hermanos, de sobrinos, etc. Sobrinos, nietos y pare de contar. Unida siempre y desunida a veces”. Rebosante de vitalidad y sentimientos, Homero transita la vida dando amor, claro que desde su personalísima manera que contiene mucho de humor. De hecho describe el amor así: “Amor, palabra maravillosa. De amor estamos inmersos. Amor a mi madre, a mi padre muerto, a mis hermanos, a los aquellos y aquellas, a los hijos perdidos y a las personas que hoy comparten mi vida. Y sobre todo el amor que nos baña siempre y a cada rato. Prefiero ver a los muchachos y muchachas amándose en las calles que a la violencia que vemos en los diarios. No le demos oportunidad al odio”.

Es miembro fundador de la Asociación de Escritores del estado Táchira, Venezuela; desde allí y con el apoyo de la Asociación de Escritores de Norte de Santander, Colombia, desde hace quince años se viene realizando el Encuentro Binacional de Escritores de Colombia y Venezuela alternativamente en Cúcuta y San Cristóbal; ahora también es miembro fundador de la Red de Escritores habiendo quedado como miembro de la directiva nacional en las recientemente efectuadas elecciones. Hay quienes no creen en el trabajo poético de Homero y quizás por aquello de los prejuicios, ¿qué tiempo o qué afinidad hay entre un racional abogado en ejercicio con un poeta? Y sin duda es una destreza que Homero ha sabido explotar y vivir. Quizás no escriba con la regularidad deseada, pero tampoco lo abandona, se da tiempo para todo. “Todo, absolutamente todo hace que tome un lápiz, un bolígrafo o la computadora, para decir que existo”. Sobre su camino intelectual dice: “El horizonte es largo, como el pensamiento. Nada nos ata. Presos podemos estar pero ¿quién podrá ponerle barreras a mi mente?”. Con su típico sentido del humor habla de sus inicios con las letras: “Desde los dos años hasta los nueve los pasé en un pueblo, Lobatera, creo que ahí comencé a escribir. Claro, si ahí comencé la escuela primaria”. Y afirma que sí cree que la poesía es coto de una élite: de la élite de la gente sensible.

En su tiempo libre: “Trabajo, leo, veo televisión, escribo, sexseo, duermo, como, cocino, voy al cine, hablo paja, proyecto cosas materialmente importantes con mi pareja, bebo agua y tragos espirituosos, hago el amor con mi compañera, me levanto, escribo un poema malo y sigo escribiendo malos poemas y sobre todo vivo, creo que es lo más importante”.

Un hombre que obviamente con el transcurrir del tiempo ha logrado tornar su vida en algo sencillo sin grandes tormentos, convirtiéndose de alguna manera en la antítesis de la imagen de poeta a la que estamos acostumbrados, o sea aquel ser triste. Intenso, depresivo, melancólico. Homero es capaz de escribir cosas llenas de una gran intensidad y profundidad emocional al tiempo que mantiene su gran sonrisa y su chiste a flor de labios. Que dice: “Dios soy yo, todos somos parte de esa inmensa realidad. No soy ni místico, ni nada de esas cosas, soy espiritual”, y que no cambiaría nada de su vida y no piensa en ser o hacer otra cosa pues se siente muy contento con este karma.

Le gustaría volver a Tegucigalpa aunque del lugar de sus sueños nos dice: “Los sueños, sueños son. El lugar de mis sueños está bien ubicado en mi cama. Duermo que jode”. Sus pintores favoritos son Soto y Cruz-Diez. Color: el índigo. Una bebida: el agua. Comida favorita: arroz con huevo frito y tajadas.

Y que dice: “La vida la llevo. ¿Los seres humanos? Ellos verán. ¿Sentimientos?: llenos estamos”.