~~~~~~~~~~~~~~~ Año XIV Cagua, Venezuela Nº 216 ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras ~~~~~~~~~~~ http://www.letralia.com ~~~~~~~~~~~ ======================================= ~~~~~~~~~~~ 17 de agosto de 2009 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~~~~~~~ LETRALIA, Tierra de Letras, es ~~~~~~~~~~~ la revista de los escritores ~~~~~~~~~~~ hispanoamericanos en Internet. ~~~~~~~~~~~ Usted puede enviarnos sus ~~~~~~~~~~~ comentarios, críticas o material ~~~~~~~~~~~ literario a info@letralia.com ~~~~~~~~~~~ ~ * ~~~~~~~~~~~ ~~~ JORGE GOMEZ JIMENEZ - Editor ~~~~~~~~~~~ ~~~~ Depósito Legal: pp199602AR26 ~~~~~~~~~~~ ~~~~~ ISSN: 1856-7983 ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ === Sumario =============================================================== | “Justifica esto”, Jorge Gómez Jiménez. | Editorial | El Maestrazgo en negro. / Designación en la UHE. / | Breves Poesía y narrativa en vivo. / Mujeres viajeras. / Lauro | interpretado. / Dos libros dos. / La batalla de | Georgette. / Premios en Veracruz. / Los migrantes. / La | fiesta de las estrellas. | | Cierran programa de TV del periodista venezolano Antonio | Noticias di Giampaolo. / Falleció a los 84 años el editor | ítalo-venezolano Ernesto Armitano. / Biblioteca Insular | de Gran Canaria recibe 8.000 libros autografiados. / El | mexicano Jorge Volpi gana el premio José Donoso. / | Reeditan poesía del difunto hijo de Carlos Fuentes. / | Fallece en México el poeta, periodista y traductor | Macario Matus. / Murió el escritor chileno Alfonso | Calderón. / Será homenajeado en España el poeta mapuche | Elicura Chihuailaf. / Capturan en España a ladrón de | mapas antiguos. / Analizan en Chile la literatura | fantástica del continente americano. / Falleció el | escritor español José Asenjo Sedano. / Biblioteca | Nacional del Perú desmiente pérdida de valioso ejemplar. | / Bogotá homenajea a Sergio Pitol. / Muere a los 94 años | la poeta argentina María Elvira Juárez. / Periodistas | venezolanos fueron agredidos en Caracas. / Falleció el | escritor español Pablo Antoñana. / Tras intensa polémica | promulgan nueva Ley de Educación en Venezuela. / | Entregan en Colombia los Premios Nacionales de | Literatura 2008. / Podría haber una quinta víctima junto | a los restos de García Lorca. / Gobierno cubano | declarará sede de la Uneac como Monumento Nacional. / | Festival de Poesía en la Montaña celebrarán en República | Dominicana. / Bloggers hispanos realizarán encuentro | virtual. / Programa de becas en Lima recibirá a jóvenes | creadores de Latinoamérica. / Encuentro “Narradores de | las dos orillas” realizarán en Uruguay. / Literatura y | arte fantásticos serán analizados en Lima. / Presentarán | documental sobre el poeta español Leopoldo Panero. / | Revistas culturales mexicanas se reunirán en | Guadalajara. / Dictarán talleres de actuación en | Caracas. / José Saramago participará en las | Conversaciones Literarias en Formentor. / Autores | colombianos en Cataluña celebrarán encuentro. / | Literatura infantil y juvenil se reunirá en Chile el año | entrante. | | “La vuelta al mundo en ochenta Díaz”, Pedro Conde | Artículos y Sturla. / “Periodistas de premio Nobel... y algo más”, | reportajes Oscar Hidalgo. / “Mis días en Berlanga de Duero”, María | E. del Valle de Villalba. / “La sangre del escritor”, | Ricardo Iribarren. / “Caléndulas para Vicente Ferrer”, | José Ruiz Guirado. / “Literatura venezolana del siglo | XX”, Rafael Rattia. / “Elcina Valencia Córdoba, voz y | figura de sirena y palma”, Leopoldo de Quevedo y Monroy. | / “Músicos y cantantes del llano”, Alberto José Pérez. / | “Postal desde Maracaibo”, Dixon Acosta. / “No tengo | palabras”, Rolando Gabrielli. | | Junot Díaz: “En un solo universo dominicano todo está | Entrevistas presente”, entrevista por Montague Kobbe. / Jaime | Echeverri: “Cada ficción trae sus propias leyes”, | entrevista por Octavio Escobar Giraldo. / Mario Abreu, | el Saltaplanetas, celebra la vida y los noventa años que | cumple su enloquecido sistema solar: “Soy la multitud en | mi propio devenir”, entrevista por Alberto Hernández. | | “Dorian Gray en América (Sobre La americanización de la | Sala de ensayo modernidad)”, Isaac García Venegas. / “Luis Enrique | Mármol. La locura del otro: toda una loca vibración | inmóvil”, María Cristina Solaeche. / “Reviviendo a los | adjetivos poéticos”, Raúl Allain Vega. / “Literatura | chilena y cambio social: un caso de desarrollo | frustrado”, Aldo Jara. | | “Comunicando”, María Elvira González. / Dos poemas de | Letras Óscar Socías. / “Un grito de rabia en mitad de la | noche”, Carmen Garrido Ortiz. / Tres poemas de Jorge | Palma. / “Sinfonía agridulce”, Jorge Luis Cáceres. / | Poemas de Andrés Fernando Royer Lora. / “Los ladrones de | la Luna”, María Celeste Vargas Martínez. / Poemas de | Carmen Castejón Cabeceira. / “Tres son multitud | (trilogía de sentimientos)”, Tamara Eléa Tonetti Buono. | / Poemas de Hernando Guerra Tovar. / “Sobre el ser y la | bebida”, Francisco Javier Flores Rodríguez. / “Trazos de | esgrima” (extractos), Mariana Bernárdez. / | “Aproximaciones a Claudio Rodríguez y a Jorge Luis | Borges”, Juan Alberto Campoy Cervera. / Poemas de | Evangelina Arroyo. / “La bruja”, Saúl Hurtado Heras. | | Noam Chomsky. | Post Scriptum | =========================================================================== Premio Unicornio 1997 como Evento Cultural del Año http://www.geocities.com/SoHo/8753 =========================================================================== Premio "La Página del Mes" de Internet de México el 3 de mayo de 1998 http://www.internet.com.mx =========================================================================== Premio "Web Destacada del Mes" de MegaSitio en diciembre de 1998 http://www.megasitio.com =========================================================================== Premio Katiuska de El Mundo Diferente de Katiuska, en enero de 1999 http://www.redchilena.cl =========================================================================== Premio Key Site Award, de Fortress Design, en mayo de 1999 http://www.fortressdesign.com =========================================================================== Premio a la Excelencia, de Exodus Ltd., en mayo de 1999 http://www.exodusltd.com =========================================================================== Premio Mejor Página de Poesía, de La Blinda Rosada, en julio de 1999 http://blindarosada.org.ar =========================================================================== Segundo lugar en los premios Lo Mejor de Punto Com, diciembre de 2004 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Lo Mejor de Punto Com, octubre de 2005 http://www.lomejorde.com =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2006, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Premio Nacional del Libro de Venezuela 2007, Centro Nacional del Libro http://www.cenal.gob.ve =========================================================================== Finalista en los premios Stockholm Challenge 2008, Estocolmo, Suecia http://www.stockholmchallenge.se =========================================================================== Para suscribirse a Letralia, envíe un mensaje vacío a: letralia-subscribe@gruposyahoo.com Para desuscribirse, envíe un mensaje vacío a: letralia-unsubscribe@gruposyahoo.com También puede formalizar su suscripción o su desuscripción en un formulario visible en nuestro sitio en el Web: http://www.letralia.com/herramientas/listas.htm Ediciones anteriores: http://www.letralia.com/tierradeletras/archivo.htm ||||||||||||||||||||||||||||| EDITORIAL ||||||||||||||||||||||||||| === Justifica esto Jorge Gómez Jiménez =============================== Hay ciertas ideas que nos definen como seres humanos. Líneas de pensamiento que nos distinguen por encima de las respuestas instintivas. La libertad, el derecho a la vida. Las conductas marcadas, las que rechazamos por respeto a estas líneas de pensamiento: hemos internalizado que ofender, golpear, robar o matar al prójimo son comportamientos a los que no debemos rebajarnos porque niegan nuestra condición humana. Son ideas que están tan ligadas a la identidad del ser humano que incluso en sociedades reprimidas los gobiernos se toman el trabajo de, al menos, mantener la apariencia de respetarlas. Justamente por ello, cuando estas ideas son quebrantadas, cuando el individuo incurre en una de las conductas marcadas y daña de alguna manera a su prójimo, la sociedad acude a aplicar, mediante las leyes, las reparaciones del caso. La semana pasada la Asamblea Nacional de Venezuela aprobó en segunda discusión la Ley Orgánica de Educación, hecho que estuvo rodeado de una intensa polémica en diversos ámbitos. Partidarios del gobierno afirman que el nuevo texto legal profundizará el sentido crítico del venezolano y brindará beneficios en otras áreas; para sus detractores se trata sólo de un mecanismo para legalizar la ideologización del sistema educativo. En uno de los apartes de su artículo 50, la nueva ley conserva parte del artículo 11 de la anterior, específicamente donde se establece que, ya que los medios de comunicación son instrumentos esenciales en el proceso educativo, “se prohíbe la publicación y divulgación de impresos u otras formas de comunicación social que produzcan terror en los niños, inciten al odio, a la agresividad, la indisciplina, deformen el lenguaje y atenten contra los sanos valores del pueblo venezolano, la moral y las buenas costumbres”. La nueva ley extiende este artículo agregando una sanción expresa: “Quienes dirijan medios de comunicación social están obligados a prestar su cooperación a la tarea educativa y ajustar su programación para el logro de los fines y objetivos consagrados en la Constitución y en la presente ley. Se prohíbe la publicación y divulgación de impresos u otras formas de comunicación social que produzcan terror en los niños, inciten al odio, a la agresividad, la indisciplina, deformen el lenguaje y atenten contra los sanos valores del pueblo venezolano, la moral y las buenas costumbres, la salud mental y física de la población, en caso de infracción de éstos, los órganos rectores en materia de educación solicitarán a la autoridad correspondiente la suspensión inmediata de las actividades o publicaciones de que se trate, sin perjuicio de la aplicación de las sanciones contenidas en el ordenamiento jurídico venezolano” (cursivas nuestras). ¿Cuáles son esos órganos rectores que tendrán tan amplia capacidad inquisitorial? No queda establecido, como tampoco se garantiza la posibilidad de una defensa contra, por ejemplo, abusos de poder. Las leyes no pueden ser ingenuas, no pueden apostar a que los “órganos rectores” en cualquier materia van a estar siempre en manos de personas honestas pues, cuando dejen de estarlo, la ciudadanía quedará a expensas de arbitrariedades. El jueves 13 de agosto, mientras en la AN se discutía este texto legal —que sería aprobado durante la madrugada del viernes—, un grupo de periodistas salió a la céntrica avenida Urdaneta, en Caracas, a repartir volantes en los que expresaban su desacuerdo con este artículo. Un grupo de facinerosos que se encontraba por los alrededores los confrontó y, valiéndose de palos, golpes y puntapiés, los “disuadieron” de permanecer en el lugar. La cobarde acción dejó saldo de doce comunicadores lesionados. La denuncia del hecho fue inmediata gracias, en principio, a que los periodistas afectados pudieron conservar un testimonio gráfico contundente que ese mismo día le dio una vergonzosa vuelta al mundo. Las autoridades iniciaron un trabajo de investigación que al menos al cierre de esta edición había arrojado un detenido y la identificación de otros dos sospechosos. Conforme han ido pasando las horas, hemos visto con estupefacción —sí, pues aún creemos en esos valores que nos definen como seres humanos— cómo desde sectores afectos al gobierno venezolano se han ido construyendo argumentos para intentar endilgar la responsabilidad de los hechos a los periodistas y, en general, a todo aquel que exprese opiniones contrarias al gusto del poder. Tales construcciones intentan redefinir la protesta legítima de los periodistas como una provocación, su desacuerdo con la nueva ley como una traición, el testimonio claro de la golpiza como una manipulación. Con el argumento de que los medios han asumido participación política en Venezuela se está creando una atmósfera de demonización de la opinión. Quien se manifieste contrario al lenguaje, a la conducta y a la ideología del poder es calificado como un apátrida capaz de vender su alma al enemigo. Así, inadvertidamente, bajo la bandera de la lucha contra la manipulación de los medios estamos desembocando en la negación del derecho del ciudadano a expresar su opinión. Ese discurso niega la ciudadanía del periodista al integrarlo con el medio para el que trabaja, gracias al funcionamiento de una máquina de generalizaciones que, sin embargo, se siente sumamente ofendida y se escandaliza si alguien insinúa que agresiones como la del jueves, por provenir de sectores afectos al gobierno, podrían ser parte de una iniciativa integral del gobierno. Es como discutir con niños: tengo la razón porque soy yo quien lo dice. La sola idea de que pueda justificarse hechos como el que aquí comentamos es repugnante. Es torcer los hechos, por la vía de la interpretación forzada hasta el vicio, para desmarcarse de responsabilidades y acusar al agredido. La violencia debe ser condenada per se, por lo que implica en cada caso específico y por lo que implica a nivel general, pero además porque cuando se la intenta justificar la sociedad simplemente se pierde. Con razonamientos similares un violador escapa a su sentencia aduciendo que la mujer violada vestía de forma provocativa. Con razonamientos similares se han justificado las peores vergüenzas de la historia. Con razonamientos similares han sido admitidos conceptos que hoy en la mente del ciudadano retumban con el sonido de la barbarie pues niegan nuestra condición humana. Conceptos como racismo, homofobia, solución final. Jorge Gómez Jiménez Editor http://www.letralia.com/jgomez http://jorgeletralia.blogsome.com http://www.facebook.com/jorgeletralia http://twitter.com/jorgeletralia ||||||||||||||||||||||||||||||| BREVES |||||||||||||||||||||||||||||| El Maestrazgo en negro. El pasado 5 de agosto fue emitido el veredicto del IV Premio de Novela Corta “Maestrazgo”, que ha recaído sobre Masía Muela, obra del escritor español Miguel Ángel Carcelén Gandía, funcionario residente en Toledo. Según opinión del jurado, la novela destaca por la sorprendente capacidad para desarrollar una novela negra en el corazón del Maestrazgo, es decir, en el medio rural, sin dejar por ello de respetar los cánones del género, además de la entidad y actualidad de los temas tratados, desde la dificultad de construir una vida sentimental en un entorno poco poblado, el papel mediador que el clero ejerce en la comunidad o la homosexualidad, todo ello arropado por una prosa madura, llena de matices y adecuada al ritmo de la intriga. Carcelén compagina su profesión de funcionario del Ministerio del Interior de España (http://www.mir.es) con la actividad literaria y la dirección de Publicaciones Acumán (http://www.publicacionesacuman.unlugar.com). Tiene más de una docena de novelas publicadas, así como libros de recopilación de artículos periodísticos y cuentos. A lo largo de su trayectoria literaria ha sido galardonado en más de doscientos certámenes literarios. Ha sido colaborador de los diarios La Tribuna de Toledo (http://www.latribunadetoledo.es), La Verdad de Albacete (http://www.laverdad.es/albacete), Diario de Ibiza (http://www.diariodeibiza.es) y Jerez Información, entre otros, y forma parte de varias antologías. El jurado de este IV Premio de Novela Corta Maestrazgo estuvo constituido por Concha Hernández, Antón Castro y Pedro Rújula. Su dotación es de 1.500 € y la publicación de la novela con una edición de 700 ejemplares. Este premio surgió con la idea de fomentar la escritura y la creación literaria teniendo como eje el escenario del Maestrazgo, por un lado, y difundir entre los habitantes el potencial literario de su territorio incitándoles a participar, convirtiéndose a un tiempo en creadores y protagonistas de sus novelas, por otro. http://www.comarcamaestrazgo.es Designación en la UHE. La escritora venezolana Susana del Rosal Hernández (http://www.letralia.com/firmas/delrosalsusana.htm) acaba de ser designada presidenta para Venezuela de la Unión Hispanoamericana de Escritores (UHE), según acuerdo unánime al que llegó la directiva a principios de este mes, como indica el comunicado firmado por Carlos H. Garrido Chalén, presidente ejecutivo fundador. Esta organización, creada en Trujillo (Perú) en 1992, tiene entre sus objetivos agrupar con fines corporativos, de apoyo, divulgación, ayuda, amistad y cooperación recíprocas a los más calificados escritores hispanoamericanos, para fomentar la creación de una poderosa corriente intelectual de integración americana y mundial, así como crear una infraestructura editorial que permita, con el apoyo de organismos nacionales e internacionales, divulgar a través de diversos mecanismos la obra de sus afiliados. La flamante presidenta venezolana de la UHE es natural de Altagracia de Orituco, Guárico, y en su obra hay textos para niños, artículos de opinión, poemas y cuentos, algunos de los cuales han sido publicados en diarios regionales, en la revista para niños Tricolor y en las páginas infantiles regionales Arroyito, Domingo Infantil y Prensita, entre otras. Ha publicado además el poemario Gritos de un amor improvisado y el cuento infantil Roberto el sapo. En 1987 obtuvo el segundo lugar de poesía infantil en el Primer Concurso de Poesía Infantil La Prensa del Llano y en 1988 obtuvo en México una mención especial en narrativa infantil en el certamen Netzahualcóyotl. Es retratista por hobby y locutora eventual en programas de corte ecológico. http://unionhispanoamericana.ning.com Poesía y narrativa en vivo. Todos los martes y jueves de agosto, desde el pasado 11, se están realizando en Lima los ciclos de recitales “A viva voz”, de poesía, y “El placer de oír”, de narrativa, en los que se reúnen varios de los más destacados autores peruanos contemporáneos. El ciclo de poesía, que se realiza los martes, se inició el 11 de agosto con Carlos López Degregori, Rodrigo Quijano y Andrea Cabel (http://www.letralia.com/firmas/cabelandrea.htm). Continuará este martes 18 con Ana María Gazzolo, Luis Fernando Chueca y Paúl Guillén, y terminará el 25 con Enrique Sánchez Hernani, Victoria Guerrero y Víctor Ruiz. El de narrativa se inició el jueves 13 con Rocío Silva Santisteban, Carlos Yushimito y Augusto Effio. Este jueves 20 de agosto, le tocará el turno a Selenco Vega, Oswaldo Reynoso y Rossana Díaz, mientras que el próximo jueves 27 intervendrán Pedro Ugarte Valdivia, Alina Gadea y Augusto Higa. Los recitales, que se inician en todos los casos a las 7 de la noche, son de entrada libre y se desarrollan en la Sala de Conferencias de Petroperú, ubicada en la avenida Canaval Moreyra 150, en San Isidro. http://www.petroperu.com.pe Mujeres viajeras. Cooperantes, reporteras, arqueólogas, investigadoras, amas de casa, o simplemente amantes de los viajes, participaron este año en la iniciativa pionera del Primer Concurso Nacional “Relato Corto de Mujeres Viajeras”, producto del cual acaba de publicarse un volumen de doscientas páginas con las experiencias viajeras de las cuatro autoras premiadas y las treinta finalistas, resultantes del fallo que se celebró el pasado mes de junio. El libro se distribuirá en las librerías de España y también a través del portal Mujeres Viajeras, impulsor de la iniciativa. Además, cincuenta asociaciones de mujeres, entre las que se encuentra la Fundación Mujeres (http://www.fundacionmujeres.es), con 17.000 usuarias y 2.000 visitas al día en su web, así como varios portales literarios y portales de viajes, contribuirán también a dar difusión a la publicación. En el certamen literario que dio origen a este libro, y que fuera impulsado por el portal y patrocinado por Renfe (http://www.renfe.es), participaron quinientas viajeras españolas. Según Pilar Tejera, creadora del portal, la iniciativa no sólo ha puesto de manifiesto la relevancia de las españolas en el escenario de los viajes, sino que demuestra que cada vez se sienten más atraídas por viajar solas. http://www.mujeresviajeras.com Lauro interpretado. La Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg) ha reunido a algunos de los mejores intérpretes de la obra del músico y compositor venezolano Antonio Lauro (Ciudad Bolívar, 1917; Caracas, 1986), quienes podrán ser disfrutados en una serie de tres conciertos que se inició el pasado 12 de agosto, y cuyas dos próximas funciones serán este miércoles 19 y el próximo miércoles 26. El público podrá apreciar también a nuevos talentos, así como la incorporación del piano y el cuatro que le dan mayor realce al repertorio escogido para este encuentro con el maestro Lauro. El valse y el joropo, así como otros géneros abordados por el maestro, son interpretados por los más afamados concertistas del instrumento, como Alirio Díaz, quien considera que Lauro es uno de los primeros compositores de guitarra en el mundo y afirma que “muy pocas figuras tenemos en la historia de este instrumento que tengan esa doble faceta del creador y del intérprete”. John Williams, guitarrista y compositor inglés, para quien Lauro es “el Strauss de la guitarra”, Paco Peña, John Duarte, Julian Brigns y Ricardo Fernández Iznaola son algunos de los concertistas de la guitarra venezolana e internacional que se darán cita en estos conciertos, que se realizarán el 19 y 26 de agosto a las 8 de la noche en la Sala de teatro 1 de la Casa de Rómulo Gallegos. La entrada general tiene un costo de Bs. 50, y de 45 para estudiantes y adultos de la tercera edad. http://www.celarg.gob.ve Dos libros dos. El PEN Club de Puerto Rico organiza para finales de esta semana la presentación de dos libros. El primero de ellos es Buen camino, escrito por la venezolana Astrid Lander mientras recorría a pie el Camino de Santiago de Roncesvalles a Finisterre, en el norte de España, durante 32 días. Lander recitará textos del libro, ofrecerá imágenes de la peregrinación y sostendrá un diálogo abierto con el público. Esta actividad, que será de entrada libre, tendrá lugar el viernes 21 a las 6:30 de la tarde en la Sala de las Artes B de la Universidad del Sagrado Corazón (http://www.sagrado.edu). Posteriormente, el domingo 23 a las 6 de la tarde, el PEN Club se unirá a la Editorial Diosa Blanca para la presentación de La hija de Geppetto, de la escritora puertorriqueña Faustina de los Ríos, por la periodista María Soledad Calero, quien además leerá algunos de los textos del libro. Astrid Lander compartirá la presentación del evento con el periodista Max Resto y la escritora Mairym Cruz-Bernal, presidenta del PEN Club. La actividad se realizará en el Chateau Rouge de Río Piedras. http://penclubpr.blogspot.com La batalla de Georgette. El próximo jueves 27 de agosto a las 7 de la noche se realizará en el Centro Cultural de San Marcos, en Lima (Perú) un homenaje a Georgette Marie Philippart Travers, viuda del reconocido escritor y poeta peruano, César Vallejo, en una actividad durante la cual se ofrecerá un coloquio sobre el libro Georgette Vallejo al fin de la batalla, del investigador Miguel Pachas Almeyda (http://www.letralia.com/firmas/pachasalmeydamiguel.htm). Nacido en Chincha, Ica, en 1962, Pachas Almeyda se ha destacado por su labor de difusión de la obra de Vallejo, por la que ha recibido los reconocimientos Piedra Negra sobre una Piedra Blanca (2007) y Laurel Trilce de Oro (2008). Ha sido gestor de un busto a la poetisa huachana María Drago Persivale, en la provincia de Huacho (1990), y de la construcción de un monumento a Vallejo en la IIEE 2071 “César Vallejo” Covida-Los Olivos, Lima (2008). La presentación del libro estará a cargo de César Lévano, director del diario La Primera (http://www.diariolaprimeraperu.com); César Vallejo Ynfantes, sobrino del poeta; Sofía Ballón Hamann, politóloga y periodista del diario Le Monde (http://www.lemonde.fr), y Pedro Granados Agüero, Ph.D en literatura y profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP, http://www.pucp.edu.pe). Habrá también una presentación artística con Margot Palomino y Ricardo Elías. El CCSM está ubicado en la avenida Nicolás de Pierola 1222, en el Parque Universitario. http://www.ccsm-unmsm.edu.pe Premios en Veracruz. El 4 de septiembre serán entregados en Veracruz, México, los premios de la primera fase, dedicada a la poesía, del Primer Concurso Literario Universitario Veracruzano 2009 del Instituto Veracruzano de la Cultura, en el que participaron más de 12 universidades. El primer lugar fue para Indira Monserrat Escamilla Santa María, del Centro de Estudios Técnicos y Superiores Bauhaus, por Crónica de una vida rápida. El segundo correspondió a Jorge Luis Domínguez Mastachi, de la Universidad Cristóbal Colón (http://www.ver.ucc.mx), por Rayos X al alma. Finalmente, el tercer lugar fue para Verónica González Cabrera, de la Universidad de Oriente (http://www.uo.edu.mx), por Memorias del alma. El jurado de este certamen estuvo compuesto por Mary Carmen García Gerardo, Jesús Garrido y Oralia Méndez Pérez. La ceremonia de premiación será en el Ex Convento Bethlemita, Edificio Sede IVEC (Canal s/n esquina Zaragoza, Colonia Centro Histórico), en Veracruz. http://www.ivec.gob.mx Los migrantes. Este 10 de septiembre, a las 19 horas, será presentada en el auditorio de Comisiones Obreras (Vía Layetana 16), en Barcelona, España, la novela Los migrantes: éxodo y desafío, del escritor peruano Jorge Varas (Chicama, Trujillo, 1960), en un evento organizado por la Asociación Cultural Iberoamericana Scorza. La novela, de temática social y descarnada realidad en el escenario de los provincianos que emigran a la capital, es un testimonio de una palpitante actualidad. Su autor emigró a los veinte años a Lima, donde se inició en las actividades literarias. En 1984 publicó el relato corto “Amor bajo la alameda”. En 1987 publicó “Los vendedores callejeros”. Ha publicado el testimonio novelado El migrante. En 1991 salió del Perú y se afincó en Barcelona, donde ha colaborado en las revistas Alquitrabe, Karisma y Algarrobo. Ha publicado también la novela por entregas Los trabajadores ambulantes, así como artículos periodísticos en la sección cultural del semanario Granada Costa (http://www.granadacosta.info), del que fue colaborador. http://www.scorza.es La fiesta de las estrellas. La Asociación Castilberrueco está organizando en Berrueco (Zaragoza, Aragón; España), por cuarto año consecutivo, la “Fiesta de las Estrellas”, evento en el que se aprovechan los cielos limpios y oscuros de la Laguna de Gallocanta para brindar, a aficionados a la astronomía y al público en general, un espectáculo basado en la observación de las estrellas. La noche del sábado 19 de septiembre, se celebrará una cena al aire libre en la plaza del pueblo y posteriormente los asistentes observarán y disfrutarán del cielo estrellado con telescopios de alta precisión asistidos por expertos que mostrarán el manejo de tales aparatos, así como la ubicación de las distintas estrellas y objetos celestes. Habrá, además, proyecciones astronómicas, sorteo de regalos y otras sorpresas. La actividad cuenta con el patrocinio de las Comarcas del Campo de Daroca y del Jiloca y el Hotel Secaiza, así como la colaboración del Ayuntamiento de Berrueco, Pastelerías “Manuel Segura”, Casatur, Aparta-hotel “Laguna de Gallocanta”, Hostal las Grullas, Albergue Allucant y la revista Astronomía. Teléfonos: 976 803 039 y 636 787 278 http://www.secaiza.com ¿Quiere publicar una nota en este espacio? Envíenosla por correo electrónico a breves@letralia.com. === ¿Le interesa estar informado sobre concursos? ========================= Reciba por correo electrónico los anuncios vigentes de concursos literarios y artísticos en general suscribiéndose a nuestra lista de distribución. Todo lo que tiene que hacer es enviar un mensaje vacío a letralia-concursos-subscribe@gruposyahoo.com, o visitar nuestra cartelera de concursos en http://www.letralia.com/herramientas/concursos.htm. Si desea enviarnos las bases de un concurso, escríbanos a info@letralia.com |||||||||||||||||||||||||||||| NOTICIAS ||||||||||||||||||||||||||||| *** Cierran programa de TV del periodista venezolano Antonio di Giampaolo Amira Muci, secretaria general del Colegio Nacional de Periodistas en Aragua: “Una bofetada al periodismo libre en Aragua” El programa de televisión En el Aire, producido y dirigido por el periodista venezolano Antonio di Giampaolo, fue eliminado este jueves 6 de agosto de la programación del canal TVS, de la ciudad de Maracay (Aragua, Venezuela), sin que la directiva del canal ofreciera argumentos para tal decisión. El viernes 5, y con el apoyo de la seccional Aragua del Colegio Nacional de Periodistas, Di Giampaolo denunció en rueda de prensa lo que considera un caso claro de censura. “Nuestro espacio empezó a resultar incómodo para la línea editorial que el medio tiene hoy en día”, expresó el periodista, quien en 1999 formó parte de la Asamblea Nacional Constituyente. A continuación ofrecemos a nuestros lectores la transcripción íntegra de las declaraciones emitidas por Di Giampaolo y de Amira Muci, secretaria general del Colegio Nacional de Periodistas, durante la rueda de prensa de este viernes. Antonio di Giampaolo: “Prefiero resistir de pie que vivir arrodillado” Estas son unas reflexiones que voy a dar en este tiempo y en este trance que está viviendo el país. En la nación y la entidad se ha venido conformando un estado de cosas que apuntan hacia una escalada gubernamental en contra de libertades públicas relativas al derecho a la información y a la amplia y plural difusión del pensamiento. Las garantías constitucionales se ponen a prueba a diario cuando el poder en sus distintas facetas y manifestaciones ejerce presiones legales, restricciones publicitarias y hasta amenazas públicas para intentar condicionar la conducta de quienes desde los medios de comunicación mantienen una posición crítica o por lo menos no complaciente frente a la dirigencia del proceso político que vive el país. La situación descrita pretende generar angustia y zozobra además de promover el miedo y el temor para lograr la imposición de la censura por diversas y novedosas vías. La preocupación por la intervención estatal ha generado en el ambiente de los medios de comunicación social sujetos a tan dramática realidad, en unos, la conducta de intentar preservar los intereses y hasta cultivar prebendas económicas o políticas y en otros, la decisión irreductible de la defensa de los valores y principios democráticos. Paulatinamente se ha venido consolidando una hegemonía comunicacional en torno al gobierno que comprende además de la dirección de medios públicos también la adhesión a la política gubernamental en televisoras, estaciones de radio y periódicos que por lo demás en muchos de los casos están directamente relacionados entre sí. Todo esto configura la imposibilidad de que la crítica y hasta la expresión de la disidencia tengan la oportunidad de expresarse con absoluta libertad, además de que ello supone el eventual control de los contenidos informativos a través de la autocensura. Es momento de promover un amplio debate sobre este estado de cosas que implica que ciertas garantías constitucionales no puedan ser incluso exigidas efectivamente, como por ejemplo el derecho a la vida, debido al extenso entramado mecanismo de vigilancia y control sobre los medios de comunicación. Está en juego la convivencia democrática porque la reina de las libertades públicas está siendo sistemáticamente conculcada por las acciones de unos y las complicidades de otros. Sabemos que hay quienes piensan que la nuestra es una conducta quijotesca, luchando contra molinos; entendemos que esta posición está cerrando una ventana de participación, pero esperamos que podamos contribuir a abrir una puerta amplia y ancha a través de la cual podamos transitar por una sociedad más justa. Prefiero resistir de pie que vivir arrodillado. Y estas reflexiones que como les digo tienen que ver con el tema de la libertad de expresión y el derecho a la información están relacionadas con una situación que ha venido ocurriendo en el caso concreto de nuestro programa y que no es sino la expresión de una situación general, la nuestra es una situación adicional a la que ha venido ocurriendo en los últimos tiempos; yo diría que el programa En el Aire es quizás la primera de las víctimas del aceleramiento del proceso revolucionario que llaman. Definitivamente en nuestro caso lo que ocurrió es que un programa que desde hace más de dos décadas hacemos y que en un momento estuvo en radio, tuvo presencia en Internet, y que más recientemente se estuvo haciendo a través de la televisora regional TVS, fue suspendido abruptamente en el día de ayer (jueves 6 de agosto de 2009) y es la acumulación de una serie de situaciones en las que un programa de opinión y de información, como el que nosotros hacemos, tiene que expresar la molestia y la indignación, por ejemplo, frente a una ley de medios que incluso fue rechazada ya públicamente, y por fortuna, un programa de opinión y de información como el que nosotros hacemos tiene que decir a diario que hay crímenes, hay delitos, hay huecos en las calles, por ejemplo, que hay problemas en centros asistenciales, que hay la intención de construir un nuevo ciudadano a través de un sistema educativo al servicio de una ideología política y todas esas cosas que hemos venido señalando, bueno, ya en nuestro programa por mucho tiempo, con más insistencia quizás últimamente, y la verdad de la situación es que, bueno, además un programa como el que nosotros hacemos recibe llamadas telefónicas y tú no puedes coartar la posibilidad de que alguien en un programa, por lo demás, en vivo, diga cosas y que además es su derecho, pues está consagrado en la Constitución. De forma tal que nuestro espacio empezó a resultar incómodo para la línea editorial que el medio tiene hoy en día. Por supuesto en situaciones como estas nadie te va expedir un certificado de las razones por las cuales se suspende un programa, nadie va a poner en un papel: “su línea editorial va en contra de nuestros intereses” o “las posiciones y las cosas que usted dice van en contra de los intereses de equis o cual medio en un momento determinado”, y, bueno, en definitiva esa situación se presentó en el día de ayer, el programa no va más, después el programa no va más por ahora, sin clarificar muy bien si es que existe la intención de reponerlo en alguna hora de la madrugada una vez a la cuaresma, siendo que es un programa de opinión diario en un horario que por lo demás es estelar y, bueno, es el trabajo que nosotros hacemos en el ámbito de la opinión, y algunas de esas cosas entendemos que molestaron particularmente el entorno del gobierno regional y decidieron, digamos, a favor de la preservación de determinados intereses en lugar, que por lo demás son entendibles en una situación en la que hay presiones y tensiones, y bueno, seguramente resolvieron satisfacer otros intereses en definitiva. En el caso concreto del canal yo soy fundador del canal al igual que los socios, la diferencia es que ellos aportaron capital y yo aporté años y esfuerzo de trabajo allí, en una condición que desde el punto de vista contractual no es suficientemente clara, pero esa no es la discusión en este momento, además no es un problema de dinero, es un problema de principios y valores que uno cree y que uno defiende... En eso estamos. Esa eran algunas de las reflexiones que quería compartir con ustedes... En este momento tan duro desde el punto de vista personal que yo lo siento como una escalada general que ha ido tocando distintos resquicios y distintos estamentos en el ámbito de los medios de comunicación social y que además como ha sido amenazado públicamente va a arreciar... ¡Muchas gracias a ustedes! Estamos en el tránsito de una situación en la que evalúas qué hacer, así como lo dije hace un rato que esta postura y sobre todo la convocatoria y hacerlo públicamente sobre este tema, a lo mejor se pueda pensar como una cosa personal pero no es así, supone la posibilidad de que ciertamente se cierre una puerta, que ha habido un vínculo desde hace largos años; recuerdo, como lo dije hace un minuto, yo fui fundador de ese canal... Estoy tratando de evaluar qué hacer. Más que consternado, estoy preocupado y angustiado porque uno sabe, con mi larga experiencia en los medios de comunicación, se siente que por intereses particulares se toman decisiones que afectan a tus compañeros y al CNP, salen del aire determinados programas; lo que ha ocurrido no es nuevo, pasa que tú miras a los lados, que innumerables puertas se van cerrando y en otras determinados contenidos no pueden ser difundidos de manera masiva y general, tú te preguntas qué está pasando con este país y la sociedad y no tengo una respuesta precisa en este momento. Amira Muci: “Una bofetada al periodismo libre en Aragua” Jamás pensé como comunicadora social que en algún momento me iba a corresponder asumir y declarar para lamentar el cierre del programa del colega Antonio. Los que vivimos en Aragua conocemos el trabajo profesional de Antonio, conocemos de su equilibrio, su respeto al ciudadano, su compromiso, de su entrega, de su amplitud, de su profunda mística y también conocemos que es capaz de abrir los espacios de este programa que tiene más de dos décadas, porque en medio de todo siento que seguirá vivo en el corazón de la gente. Dios mediante se abrirán espacios para que vuelva a estar en el aire. Quien no reconozca el trabajo de Antonio sencillamente no sabe la historia de Aragua. Es un profesional intachable, hombre sensible, un profesional que ha demostrado con su trabajo que se puede ejercer un periodismo crítico y responsable sin que ello implique bajo ninguna circunstancia violar la ética y prestarse a ser útil a cualquier interés. Lo que ha ocurrido es una bofetada al periodismo libre en Aragua, y no estamos dispuestos a poner la otra mejilla para seguir recibiendo bofetadas. Yo creo que es necesario lanzar un SOS y eso es lo que hace hoy el CNP, además de respaldar al colega Antonio. Nosotros como Colegio nos solidarizamos y enviamos un SOS porque se están cerrando los espacios a la expresión libre de las ideas, a que se presente la realidad de lo que ocurre, se están cerrando los espacios para que podamos elevar la voz precisamente de los que no tienen voz. En el programa se recibía la voz de todos los sectores, independiente del color. Precisamente por eso nosotros creemos que hay que estar atentos y alertas a eso. Lamentablemente no es sólo el caso de Antonio. Sabemos, porque nos lo han dicho, del caso de muchos colegas que a diario son víctimas de angustias, de temor y presión, que han llegado a cubrir una información y cuando llegan a la redacción escuchan aquella frase de que “eso no va”. Esa es la realidad de Aragua. Quiero hacerles un llamado a nuestros colegas, los que están en la calle, a que no se detengan. A que sigan adelante. A que sigan ejerciendo el periodismo con dignidad y respeto. No cedan a las presiones si las reciben, el único compromiso es con su conciencia y el país. Hoy es Antonio, no sabemos quién será mañana. Es preciso que el país entero sepa lo que ocurre, que sepa que la mordaza nos arropa, pero no estamos dispuestos a que nos ahogue. El Colegio siempre estará de pie defendiendo los espacios para las ideas. El CNP estará siempre de pie defendiendo los espacios para la libre expresión de las ideas y defendiendo también el libre ejercicio del periodismo. Lo decía al principio y lo reitero, hay una escalada contra el ejercicio del periodismo libre pero los periodistas estamos aquí unidos, ¡y seguiremos así! A los colegas que están en la calle les reitero que esta es su casa, que está de puertas abiertas y que confíen que acudiremos a las instancias que sean necesarias para hacer valer el ejercicio libre de su profesión, sino su derecho de estar informado, sino recibir esa multiplicidad de opiniones, a hacer uso de tribunas para expresar lo que siente, a definitivamente, disfrutar a plenitud de lo que establece y consagra la Constitución Bolivariana de Venezuela. *** Falleció a los 84 años el editor ítalo-venezolano Ernesto Armitano El editor e impresor de libros de arte Ernesto Armitano Amadei, quien durante años se ocupó de resaltar las grandes maravillas naturales y culturales de Venezuela en cientos de libros, falleció el pasado lunes 3 de agosto en Palo Alto, California (EUA), a los 84 años. El reconocido editor, que había nacido en Boloña en 1924, llegó a Venezuela en 1953, a bordo de un velero procedente de Italia, para instalar la imprenta de Tomás Herrero y Sucesiones. Años antes dos parientes suyos habían echado raíces en el país: Alberto Armitano en el campo de la educación y Pablo Armitano en la música como extraordinario trompetista. Armitano llega cuando Venezuela está en el salón de la fama de las naciones con futuro, y cuando se apuesta a un país que tiene un destino exitoso. La patria que lo acogía caló hondo en el entonces técnico impresor de 26 años, quien dedicó el resto de su vida a la difusión de los valores del país, lo que veinte años más tarde lo llevaría a nacionalizarse como venezolano. Tras su experiencia con Herrero, Armitano decidió fundar su propia empresa. No se hacían libros artísticos y mucho menos de temas venezolanos, y casualmente el arquitecto Graziano Gasparini ocupaba un papel preponderante a raíz del terremoto de El Tocuyo en 1950. Armitano y Gasparini se asocian en esta empresa de editar libros que tratan e ilustran sobre patrimonio monumental. Los paisajes, la flora, la fauna, la gastronomía, la artesanía y hasta las costumbres de los venezolanos están en las páginas de decenas de libros de Armitano Editores (http://www.armitano.com). En sus talleres se imprimió la memoria de las artes plásticas y visuales de Venezuela, y prácticamente todos los artistas consagrados del país tienen su libro publicado por esa editorial. Según la crítica de arte y curadora Bélgica Rodríguez, autora del libro acerca de los artistas plásticos Colette Delozanne, Vásquez Brito y López Méndez —todos editados por Armitano—, fue un pionero de las ediciones de libros de arte en el país. “Lo trabajó con mucha pasión y estuvo absolutamente dedicado a esa actividad que llevó a contribuir de manera poderosa con el desarrollo de las artes plásticas del país con sus publicaciones”. Delozanne, cuyo libro fue publicado en 2004, recuerda cuando Ernesto Armitano fue a visitar su taller: “Estuvo por aquí y se involucró mucho con mi trabajo. Tanto que, cuando se presentó el libro, se mostró muy conmovido. Incluso, el primer texto que aparece en el libro lo escribió él”, dice. El escritor Juan Carlos Santaella resalta además la importancia de Armitano en la cultura editorial venezolana. “Con Armitano muere, quizá, nuestro último gran impresor. El hombre que estructuró una de las mejores plataformas editoriales independientes del país”, dice. Y el librero Róger Michelena (http://libreriamichelena.blogspot.com), quien llama la atención acerca del posible destino de este tipo de publicaciones en el país, lo subraya: “Lamentablemente no queda otra vitrina de arte que nos represente. La de Armitano era la biblioteca artística por excelencia”. Walter Rodríguez, de la Librería Lectura, en cuyos anaqueles todavía están los libros de arte, agrega: “Armitano dio a conocer el libro de Venezuela en el mundo: estuvo en varias ediciones de la Feria Internacional del Libro de Fráncfort (http://www.frankfurt-book-fair.com), la mayor del mundo. Fue el primer venezolano que puso su stand y dio a conocer las artes, la antropología, la artesanía de Venezuela afuera. Me consta que libreros franceses y alemanes se interesaron mucho por sus libros”. En 1996 Armitano recibió el Premio Andrés Mata por su investigación titulada La historia de los caracteres tipográficos, a través de la cual examina la tipografía de los libros llamados “incunables”, los impresos con tipos móviles desde la aparición de la imprenta, en 1454, hasta el año 1500. Lo triste, apuntan todos, es que con su muerte se pierde su labor editorial, ya que sus sucesores vendieron la empresa. Se dice que los nuevos compradores podrían interesarse en continuar la labor, pero hasta el momento no ha habido información concreta al respecto. “Fue una persona que aportó su trabajo editorial al conocimiento de la obra plástica de muchos artistas nacionales”, apunta la ex directora del Museo de Bellas Artes, María Elena Ramos. “Lo hizo con mucha pasión por su trabajo. Él deja un patrimonio de libros importantes para la comunidad cultural. El medio editorial debe interesarse y oír la capacidad creadora tan abundante que tiene este pueblo, algo que Armitano lo supo ver”. Los nombres de aquellos autores que escriben sobre arte, y que fundaron en su momento el capítulo venezolano de la Asociación Internacional de Críticos de Arte (Aica, http://www.aica-int.org), están ligados a títulos impresos por Armitano: Alfredo Boulton, Rafael Pineda, Juan Calzadilla y posteriormente Carlos Silva o Bélgica Rodríguez. También artistas como Jesús Soto, Pedro Centeno Vallenilla, Luisa Richter, Jacobo Borges, Carlos Cruz Diez, Tito Salas, tuvieron su tomo en este sello. Fuentes: Correo del Caroní • El Universal *** Biblioteca Insular de Gran Canaria recibe 8.000 libros autografiados La Biblioteca Insular de Gran Canaria (http://bibliotecainsular.grancanaria.com), gestionada por la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico y Cultural del Cabildo de Gran Canaria (http://www.grancanariacultura.com; España), ha recibido la donación de los casi 8.000 volúmenes de la biblioteca particular de Telésforo Fuentes, como informó en una nota de prensa el pasado 4 de agosto. Este aficionado grancanario a la literatura, fallecido en 2001, comunicó a sus familiares el deseo de que esta importante colección de libros formara parte de los fondos de la corporación grancanaria, un hecho que se ha confirmado gracias al empeño de sus hijos. La colección, que quedará custodiada en el área de Fondos Particulares de la biblioteca, tiene el valor agregado de que los libros están autografiados por sus autores, lo que la convierte en una de las más importantes de este tipo en España. A través de las páginas de este legado se puede rastrear la historia de la literatura del siglo XX con nombres de la talla de Julio Cortázar, Truman Capote, John Dos Passos, Camilo José Cela, Francisco Ayala, Nicolás Guillén o María Moliner, así como de autores canarios como Néstor Álamo, Agustín Millares Carló o Juan José Armas Marcelo. Además de escritores, la colección incluye personalidades del mundo de la política como Richard Nixon, o ensayistas y teóricos de las ciencias sociales de la talla del economista Paul Samuelson o el analista político Noam Chomsky. Pero la lista de celebridades es enorme: Bellow, Leontief, Maurois, Montherland, Robbe-Grillet, Francois Poncet, Ionesco, Malraux, Althusser, Troyat, Mujica Láinez, Bioy Casares, Sábato, Aldecoa, Corpus Barga, Oriol Bohigas, Santiago Carrillo, Juan Luis Cebrián, Cunqueiro, Delibes, Ferrater Mora, Gloria Fuertes, Julián Gorkín, Victoria Kent, María Teresa León, Líster, Aranguren, Navarro Tomás, Cipriano Rivas-Xerif, Antonio Robles Soler, Sánchez Albornoz, Sartre, Sénder, Bartolomé Soler, Sueiro, Tamames, José Trueta, Umbral, Vázquez Montalbán, Jackson, Josefina Manresa, Alberti, Cipriano Acosta, Armas Ayala, Luis León Barreto, Pedro Perdomo Acedo, Morales Padrón, Juan Marichal y muchos otros. Los fondos incrementarán de manera notable el tesoro bibliográfico que se encuentra en el depósito custodiado por la consejería. Podrán ser consultados en sala bajo criterios especiales de conservación y estarán a disposición de estudiosos, investigadores y público en general. Esta importante colección también podrá ser apreciada por el público en exposiciones temporales. Fuentes nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1921 y empezó su afición por el coleccionismo de autógrafos y libros autografiados en 1948. Su colección de firmas de personalidades célebres es también de enormes proporciones, con numerosos premios Nobel así como científicos y artistas de todas las disciplinas, con predilección por los escritores. Durante algunos años fue presidente de la Sociedad de Amistad Canario-Cubana, estableciendo vínculos de estima y solidaridad con la nación caribeña. Su casa fue un flujo permanente de ciudadanos cubanos, a charlar, a conocer la biblioteca, a tomar contacto con canarios. Pero también múltiples escritores europeos y latinoamericanos con ocasión de visitas turísticas a la isla, aprovecharon la oportunidad para conocer la colección y conversar. Fuente: Biblioteca Insular *** El mexicano Jorge Volpi gana el premio José Donoso El escritor mexicano Jorge Volpi obtuvo este 5 de agosto el Premio Iberoamericano de Letras “José Donoso”, que recibirá en octubre próximo en la Universidad de Talca (http://www.utalca.cl; Chile), convocante del galardón dotado de una medalla, un diploma y un cheque por 20.000 dólares. El jurado estuvo compuesto por Carmen Márquez, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (http://www.ulpgc.es); Jacques Joset, de la Universidad de Liége (http://www.ulg.ac.be), Bélgica; Olgaria Matos, de la Universidad de São Paulo (http://www.usp.br), y el alemán Dieter Ingenschay, bajo la coordinación de Javier Pinedo, profesor de literatura de la Universidad de Talca. Escritor de extensa y variada producción, tanto narrativa como ensayística, Volpi es una de las figuras señeras y más representativas de la literatura actual en lengua española. Su obra está conformada por una decena de novelas entre las que destaca su trilogía del siglo XX —En busca de Klingsor (1999), El fin de la locura (2003) y No será la tierra (2006)—, uno de sus grandes aportes a la narrativa iberoamericana, en tanto que realiza un imaginativo y crítico balance de las tendencias culturales e históricas del siglo XX y reflexiona irónicamente sobre las incertidumbres del recién estrenado siglo XXI. Volpi pertenece a la llamada “generación del crack”, el movimiento literario mexicano de fines del siglo XX que se manifestó en ruptura con la mencionada “literatura postmoderna”. Los miembros del jurado afirmaron que Volpi posee una nueva forma de escribir que “rompe con las fronteras genéricas, utiliza el ensayo, la crónica, el artículo periodístico e incluso un lenguaje científico, convirtiéndolo en una de las figuras señeras y más representativas de la literatura actual en la lengua española”. El autor agradeció desde México la distinción y dijo estar “muy emocionado, conmocionado y alegre de recibir esta noticia. En primer lugar, porque Chile es un país con el que he tenido contacto cercano en los últimos años como profesor en la Pontificia Universidad Católica de Chile (http://www.puc.cl) y estando ahí muchas veces con muchos amigos”. Este importante galardón de perfil internacional se otorga desde 2001 a la obra de un escritor destacado. El primero en recibirlo también fue un mexicano, José Emilio Pacheco. Posteriormente ha sido concedido a la argentina Beatriz Sarlo (2002), la chilena Isabel Allende (2003), el peruano Antonio Cisneros (2004), el argentino Ricardo Piglia (2005), el portugués António Lobo Antunes (2006), el cubano Miguel Barnet (2007) y el español Javier Marías (2008). La entrega de esta edición se realizará en la XVI Feria del Libro de Talca y la Región del Maule, entre el 7 y 13 de octubre. Fuentes: La Jornada • Radio Universidad de Chile *** Reeditan poesía del difunto hijo de Carlos Fuentes La palabra sobrevive; poemas 1986-1999, una recopilación de la poesía de Carlos Fuentes Lemus (1973-1999), difunto hijo del escritor mexicano Carlos Fuentes, fue presentada en Ciudad de México el pasado 6 de agosto, en una reedición del Fondo de Cultura Económica (FCE, http://www.fondodeculturaeconomica.com), que pretende dar a conocer la obra de un “verdadero” poeta que falleció muy joven. “Lo que hacemos es recuperar el libro para todo el mercado de la lengua española con una edición otra vez revisada por la familia Fuentes Lemus”, dijo Omegar Martínez, jefe del Departamento de Literatura de la editorial pública mexicana, quien agregó que el libro “se defiende por sí solo”, pues “es un esfuerzo poético importante, que no tiene más que la poesía en sí, la cual es muy valiosa”. Fuentes Lemus nació en París durante los años en que su padre fue embajador en la capital francesa y murió en 1999 en Puerto Vallarta, oeste de México, como consecuencia de la hemofilia que padecía. Su muerte está reseñada en nuestra edición 70 (http://www.letralia.com/70/notic070.htm#noti07). En vida sus poemas, que escribía indistintamente en inglés y español, a veces entremezclando ambas lenguas, no vieron la luz hasta 2000, cuando fueron publicados en varios idiomas. “Los que había publicado los había sacado de manera suelta, en revistas, en algunas plaquettes que no circularon mucho, algunas fotocopias que él hacía y repartía entre sus amigos. No eran ediciones en forma”, indicó Martínez. La nueva edición ha sido traducida y revisada por su padre. “Era un libro muy disperso que Carlos no pensaba publicar, no le importaba la fama ni publicar, sino ir viviendo muy intensamente, porque se sabía mortal”, dijo Carlos Fuentes durante la presentación en el Centro Cultural Bella Época (http://www.fondodeculturaeconomica.com/BellaEpoca/BellaEpoca.asp) del FCE. “Yo me encargué de reunirlos y traducirlos, porque están en inglés. Próximamente saldrán en San Francisco en inglés, y también están traducidos al francés”, agregó el Premio Cervantes de Literatura 1987, quien estaba acompañado de su esposa, la periodista Silvia Lemus. Carlos Fuentes Lemus demostró desde muy temprana edad talento para el arte y la poesía, actividad que inició a los 13 años. “La escritura fue un oficio paralelo a su vocación de dibujante y fotógrafo”, afirmó en el evento la editora y escritora Mónica Nepote. “¿Viviré mañana? No lo sé decir, pero no me iré de aquí sin resistencia”, pregunta Fuentes Lemus al inicio de la obra, dividida en capítulos temáticos sobre muerte, amor, vida, ciudades y otros. Para el autor de La región más transparente la personalidad de su hijo “está en este libro, en sus fotos y en sus pinturas. Él trabajó mucho en estos tres medios porque tenía prisa”. En esta antología póstuma aparecen versos que el hijo de Fuentes dedicó a grandes plumas, pero sobre todo a “grandes amigos”, como el español Juan Goytisolo o el colombiano Gabriel García Márquez. Además de poesía, Fuentes Lemus dejó una vasta obra plástica y fotográfica que ha sido expuesta en algunas ciudades de Europa y Estados Unidos, pero nunca en México. Por esa razón, su padre también está tratando de organizar una muestra para que los mexicanos conozcan su trabajo. La palabra sobrevive, editada por el Fondo de Cultura Económica y presentada por primera vez en México, más que el homenaje de un padre a su hijo es “el gran acto de unión entre los dos Carlos”, aseguró el escritor Jorge Volpi, reciente ganador del Premio Iberoamericano de Letras José Donoso 2009 (http://www.letralia.com/216/0805volpi.htm). Volpi, quien hizo la presentación junto con el autor Álvaro Enrigue y el director del FCE, Joaquín Diez-Canedo Flores, considera que el poemario de Fuentes Lemus “revela sobre todo una escritura sumamente personal, moderna, también valdría decir atormentada”. “Como sabemos, lamentablemente (su producción poética) no llegó a evolucionar debido a la trágica circunstancia de su muerte”, aseguró Volpi, quien espera que el lector encuentre en estos poemas “una voz personalísima que es la de un auténtico poeta”. La obra contiene el epílogo de escritor español Julián Ríos escrito en marzo de 2000, para su primera edición, en la que considera que la muerte está “agazapada en cada poema” de la obra de Fuentes Lemus. Para el editor Omegar Martínez el “valor intrínseco” de la reedición estriba en que “muestra la posibilidad de la gama que hubiese alcanzado el autor de haber seguido vivo”. A su juicio, el poemario “tiene una profundidad muy intensa y a veces se desdibuja, como los primeros intentos de un adolescente que escribe, pero con una intensidad muy valiosa, casi inusitada para autores de su generación, de su edad”. “Como editor veo la capacidad de un lenguaje de superponerse al mismo sufrimiento y crecimiento de un adulto joven, y la capacidad de la poesía para sobrevivir a pesar de la pesadumbre”, concluye. Fuentes: DPA • EFE *** Fallece en México el poeta, periodista y traductor Macario Matus El pasado 6 de agosto murió en Ciudad de México el reconocido escritor oaxaqueño Macario Matus, poeta bilingüe, traductor de la poesía universal al zapoteco y periodista, cuyo deceso se produjo en el Hospital Regional 1º de Octubre cuando contaba con 66 años de edad. Matus había nacido en Juchitán de Zaragoza (Oaxaca) en 1943. Fue autor de más de veinte libros, entre los que destacan Los zapotecas (Binni záa), publicado por la colección Letras Indígenas Contemporáneas de la Dirección General de Culturas Populares del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta, http://www.conaculta.gob.mx); Palabra desnuda (1977) y La noche de tus muslos (1986). En sus versos en español y zapoteco destaca la relación entre el hombre y la naturaleza, así como la visión cosmogónica, propia de los pueblos indígenas. La poeta Natalia Toledo recordó que Matus fue el fundador, en los años 70, de la Casa de la Cultura de Juchitán. “Durante esa época se produjeron más obras literarias. Muchos jóvenes nos acercamos a la literatura, ahí conocí a los autores que le dieron vida y luz a Juchitán”. El historiador y lingüista zapoteco Víctor Cata ubicó a Matus, traductor de Pier Paolo Pasolini, como un “referente de la tradición literaria, por el trabajo que realizó en la ciudad de México y en la Casa de Cultura de Juchitán. Revitalizó la cultura zapoteca y la lengua. Gracias a Macario conocí la literatura indígena y hay que recordar que apoyó siempre a los jóvenes escritores”. Matus obtuvo en 1985 el Premio del Museo Nacional de las Culturas Populares por el trabajo Mi pueblo durante la Revolución. “Los artistas deben ser la conciencia crítica de su tiempo, y yo no me he callado cuando algo en la cultura me irrita. Por eso nunca me van a publicar, sólo hasta que llegue un gobernante que sepa leer”, sostuvo durante un homenaje en su honor realizado en 2003. Fuente: La Jornada *** Murió el escritor chileno Alfonso Calderón El escritor chileno Alfonso Calderón, padre de la poetisa Teresa Calderón, murió en su casa la mañana del pasado 8 de agosto a los 78 años de edad, a causa de un infarto. Poco antes había informado a su mujer que se sentía un poco mal y que descansaría un rato antes de revisar la prensa. Sus restos fueron velados en la casa central de la Universidad Diego Portales (UDP, http://www.udp.cl) y tras una ceremonia de responso no religiosa su cuerpo fue incinerado, tal como lo dispuso en vida. Calderón, quien desde 1981 fue miembro de la Academia Chilena de la Lengua (http://www.institutodechile.cl/lengua), recibió el Premio Nacional de Literatura de Chile en 1998 cuando muy pocos apostaban por él para recibirlo, pues su candidatura competía con nombres como Volodia Teitelboim, Fernando Alegría, Guillermo Blanco y Enrique Lafourcade. Sin embargo, Calderón, nacido en San Fernando en 1930, se ganó el votó de la mayoría del jurado conformado por el entonces ministro de Educación, José Pablo Arellano, quien afirmó que tomó la decisión por “la lucidez, profundidad y variedad del ensayista, crítico, novelista, poeta y antólogo”. Dentro de sus obras más destacadas se encuentra Memorias de memoria (1990), una obra que en más de tres mil páginas en siete tomos. También fue autor de Primer consejo a los arcángeles del viento (1949), El país jubiloso (1958), La Tempestad (1961), Los cielos interiores (1962), Antología de fábulas (1964), Grandes cuentos humorísticos (1966), El cuento chileno actual: 1950-1967 (1969), Toca esa rumba, don Azpiazú (1970), Antología de la poesía chilena contemporánea (1970) y Cuando Chile cumplió 100 años (1973). En la más reciente actualización de nuestra Ciudad Letralia (http://www.letralia.com/ciudad), el también chileno Rolando Gabrielli le dedica una semblanza titulada “La última rumba de Calderón” (http://www.letralia.com/ciudad/gabrielli/090814.htm), en la que lo describe como “un hombre estudioso, silencioso, académico”, poseedor de “una biblioteca que llegaba a las márgenes del río Mapocho y podía inundar todo Santiago de palabras e historias”. Fuente: EFE • Europa Press *** Será homenajeado en España el poeta mapuche Elicura Chihuailaf España y Chile rendirán un homenaje literario al poeta mapuche Elicura Chihuailaf Nahuelpan, en el XII Encuentro de Poetas Iberoamericanos que realizará el 9 y 10 de octubre en Salamanca el ayuntamiento (http://www.aytosalamanca.com) con la colaboración de la Embajada de Chile, la cátedra de ese país en la Universidad de Salamanca (http://www.usal.es) y la Fundación Camino de la Lengua Castellana (http://www.caminodelalengua.com). En sus ediciones anteriores, el encuentro homenajeó a los poetas José Emilio Pacheco (México), Álvaro Alves de Faria (Brasil) y Nancy Morejón (Cuba). Chile será ahora protagonista en la persona de Elicura Chihuailaf, nacido en 1952 en la reducción mapuche de Kechurewe, al sur del país andino. Ganador del Premio a la Mejor Obra Literaria en Poesía (1994) otorgado por el Consejo Nacional del Libro y la Lectura de Chile, Chiahuailaf es autor de los poemarios El invierno y su imagen (1977), En el país de la memoria (1988), De sueños azules y contrasueños (1995) y Sueños de luna azul (2008), el ensayo Recado confidencial a los chilenos (1999) y las traducciones y antologías Todos los cantos / Ti Kom vl (antología y versión al mapudungun de la poesía de Pablo Neruda), Canto Libre / Lliz lkantun (antología y versión al mapudungun de la obra de Víctor Jara). Como es tradición en el Encuentro de Poetas Iberoamericanos que cada año organiza el Ayuntamiento de Salamanca, a través de su Fundación de Cultura, el homenajeado estará acompañado por el verbo y la presencia física de otros catorce poetas de países como Argentina, Panamá, Honduras, Portugal, España, Cuba, Brasil, Colombia y Venezuela, cuyos retratos ultima el pintor salmantino Miguel Elías. El poeta peruano-español Alfredo Pérez Alencart, profesor de la Universidad de Salamanca y coordinador del encuentro, ya trabaja en la antología bilingüe español-mapudungun de la obra de Chihuailaf, bajo el título A dónde irán mis nuevos sueños (Chew amuay ñi pu we pewna), donde también se incluirán los versos del resto de poetas que viajarán hasta la capital salmantina el próximo mes de octubre. El encuentro también permitirá el retorno a la ciudad castellana del cantante y filósofo chileno “Titín” Molina, doctor por Salamanca precisamente con una tesis sobre los cantos orales mapuches. Chihuailaf es poeta, traductor y uno de los más connotados escritores mapuches. Su obra es principalmente bilingüe, en mapudungun y español. Su nombre, Elicura, significa “piedra transparente”; su primer apellido, Chihuailaf, “neblina extendida sobre un lago”, y el segundo, Nahuelpán, “tigre-puma”. El escritor vivió su niñez en un área caracterizada por la ruralidad y la cosmovisión mapuche, como narra en su libro Recado confidencial a los chilenos. Fuente: Salamanca 24 Horas *** Capturan en España a ladrón de mapas antiguos El sujeto, de nacionalidad húngara, residía en República Dominicana y ya había sustraído 67 mapas y otros documentos de bibliotecas españolas. Z.V., apelativo con el que hasta ahora se conoce al ciudadano húngaro de 47 años que habría robado en España al menos 67 mapas y tratados de geografía de los siglos XVI y XVIII, entre los que se encuentran varios atlas de Ptolomeo de gran valor histórico, fue detenido el pasado lunes 10 de agosto por la Guardia Civil (http://www.guardiacivil.org) en el marco de la operación Biblión, llevada a cabo en Madrid, Soria, Valladolid, La Rioja, Navarra y Toledo. La operación se inició en marzo de 2008, a raíz de un robo cometido en la Real Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid), donde fue sustraído un mapa desplegable de un tratado sobre cosmografía y expediciones geográficas, fechado en 1537 y editado en Basilea (Suiza). La Guardia Civil no volvió a tener noticias del sujeto —quien no tenía antecedentes penales— hasta que a comienzos de abril de este año se volvió a detectar su presencia en España, pues volvió a cometer varios robos de documentos históricos en bibliotecas de diversas comunidades autónomas. Fue así como el Grupo de Patrimonio Histórico de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil empezó a investigar el paradero de esta persona, detectando el 7 de agosto —poco después de que la prensa española anunciara la más reciente de sus fechorías, en la Biblioteca del Alcázar de Toledo— su presencia en un hotel de Pamplona. Allí se procedió a su detención, siendo intervenidos 67 documentos históricos que habían sido sustraídos en diversas bibliotecas españolas. El detenido, residente en República Dominicana, averiguaba a través de webs las bibliotecas en España donde se custodiaban relevantes documentos bibliográficos de su interés. Provisto de esa información, de pasaportes falsos y carnets de investigador conseguidos aportando la documentación falsa, se desplazaba a dichas bibliotecas para proceder a la sustracción de los documentos que había seleccionado, para lo cual se valía de una cuchilla de pequeño tamaño que camuflaba para burlar los controles de seguridad de los recintos. Luego ocultaba los documentos mutilados en dobles fondos artesanales que previamente había confeccionado y los sacaba de la biblioteca sin que fuera detectada su sustracción. Entre los 67 documentos bibliográficos recuperados figuran obras procedentes de la Biblioteca Pública de Soria, la Biblioteca Pública de Castilla y León (Valladolid), la Biblioteca Pública Logroño, la Biblioteca de la Universidad de Navarra (http://www.unav.es/biblioteca), el Archivo General de Navarra (http://www.cfnavarra.es/agn) y la Biblioteca de Castilla-La Mancha (http://www.jccm.es/biblioclm). Según la Guardia Civil, el detenido tenía planeada una ruta para continuar sus robos en otras 28 provincias españolas y en otros países. Tenía plasmado el recorrido en un mapa de carreteras, subrayadas las localidades que tenía previsto visitar, incluyendo las ya mencionadas. Según su declaración, el detenido —un profesional de la compra venta de vehículos en República Dominicana— no tenía intención de vender los mapas, sino que pretendía darle lustre a su colección privada. Pero los investigadores, incrédulos, están buscando los contactos a los que iba a vender los productos de su actividad delictiva. Tras conocer el famoso robo de diez mapas ptolomeos en la Biblioteca Nacional de España (BNE, http://www.bne.es) en agosto de 2007, de lo cual informamos en nuestra edición 171 (http://www.letralia.com/171/0824bne.htm), el hombre decidió probar suerte con robos similares, valiéndose para ello de pasaportes y carnés de investigador falsos. En una rueda de prensa celebrada el pasado 11 de agosto, la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía de Castilla-La Mancha (http://www.jccm.es/cultura/index2.htm), Soledad Herrero, aseguró que el gobierno regional revisará las medidas de seguridad de todas las bibliotecas de la Comunidad. Acompañada de la subdirectora de la biblioteca regional, Carmen Morales, y del director general de Promoción Cultural de la Junta, Rafael de Lucas, Herrero reconoció “desde la humildad” que este tipo de cosas “pueden pasar”, a pesar de las fuertes medidas de seguridad que caracterizan a este tipo de recintos. En este sentido, la consejera dejó claro que en la sala en la que presuntamente se cometió el robo es donde habitualmente se consultan los libros antiguos de la biblioteca. Allí, agregó, “no hay ningún ángulo oculto porque las cámaras de seguridad cubren toda la estancia, que además está permanentemente vigilada por varias personas”. Herrero explicó que este tipo de personas, “que son amantes del Patrimonio cultural”, suelen realizar un trabajo bastante preciso que, en este caso, se llevó a cabo a través de un corte limpio del papel realizado con una cuchilla, por lo que “no quedó ni una huella. Es más, nos dimos cuenta del robo porque el libro estaba paginado —desde el año 2000— y vimos que faltaban dos hojas”. La consejera agregó que el último robo se produjo entre el sábado 25 de julio y el martes 28 de julio. Detalló que el sábado 25 apareció en la biblioteca regional un hombre “con acento extranjero y buena presencia” que decía ser experto en cosmografía, solicitando la consulta del catálogo de libros antiguos del centro, “que posee uno de los fondos de libros antiguos más importantes”. Esta consulta, aclaró la consejera, sólo se puede realizar en la sala más segura de todo el recinto, que posee varias cámaras de seguridad y dos agentes vigilando, en todo momento, a las personas que realizan las consultas en libros antiguos. El hombre volvió a aparecer en la biblioteca regional solicitando consultar más libros antiguos, el lunes 27 y el martes 28 de julio. El último día, una de las personas que se encontraban vigilando la sala sospechó del individuo, por lo que fueron revisados los cuarenta libros consultados y se detectó que faltaban dos páginas. Herrero expresó en este punto su agradecimiento al “extraordinario trabajo” realizado por los agentes y aseguró que el Gobierno de Castilla-La Mancha está “muy agradecido” por su trabajo. También felicitó a los trabajadores de la biblioteca “que percibieron inmediatamente que algo estaba pasando. Algo que no es fácil, ya que muchas veces pueden pasar días e incluso semanas, ellos lo han hecho”. Fuentes: ABC • EFE • La Voz de Galicia *** Analizan en Chile la literatura fantástica del continente americano Cuatro mesas redondas comprende el ciclo de coloquios “Visiones americanas de la literatura fantástica”, que se realiza en Santiago de Chile y cuyos panelistas centran su diálogo en el desarrollo que se ha dado de este género literario tanto en Norteamérica como Latinoamérica, dedicando además una fecha para analizar el escenario chileno sobre este tema. El ciclo se inició el pasado lunes 10 de agosto, con Oscar Hahn analizando la literatura fantástica latinoamericana de los siglos XIX y XX. Este lunes 17 continúa el ciclo con el mismo Hahn dialogando con Matías Ayala sobre los elementos fantásticos presentes en sus poesías. Álvaro Bisama y Mike Wilson, serán los encargados, el lunes 24, de discutir acerca de la literatura fantástica norteamericana contemporánea, siendo Valeria de los Ríos la moderadora, al igual que en los encuentros anteriores. Para finalizar, el lunes 31 se realizará una mesa de escritores y académicos sobre la producción fantástica chilena titulada “¿Literatura fantástica o ciencia ficción? el límite de los géneros”. En la ocasión estarán presentes Patricio Jara, Thomas Harris, Jorge Baradit y Dario Oses, con Francisco Ortega a cargo de moderar la mesa. Las sesiones se realizarán a las 19:30 hrs. en el Auditorio del Instituto Chileno Norteamericano de Cultura (http://www.norteamericano.cl), ubicado en Moneda 1467, Metro La Moneda. La entrada es liberada. Fuente: Instituto Chileno Norteamericano de Cultura *** Falleció el escritor español José Asenjo Sedano El escritor, periodista y abogado José Asenjo Sedano (Guadix, 1930) falleció en Almería el pasado 12 de agosto. Hermano del también escritor Carlos Asenjo Sedano, residía desde 1977 en la capital almeriense y estaba especialmente vinculado a la vida cultural y literaria de la capital costera. El Ayuntamiento de Almería (http://www.aytoalmeria.es) le había concedido en 1988 el Escudo de Oro de la Ciudad y se le dedicó una plaza pública con su nombre en 1996. Guadix también reconoció la valía literaria de este escritor al ponerle su nombre a la Biblioteca Pública. José Asenjo Sedano era colaborador habitual de las páginas de opinión de Ideal (http://www.ideal.es) y también en “la tercera” de ABC (http://www.abc.es). El escritor estudió en la Escuela Oficial de Periodismo de Madrid y derecho en la Universidad de Granada (UGR, http://www.ugr.es). Sin embargo, la literatura fue su pasión, una labor que vio su primer fruto en la obra Los guerreros (1970). Su mayor éxito literario lo obtuvo con Conversación sobre la guerra, con la que ganó el Premio Nadal en 1977. Conversación... es, según su autor, “una obra complicada y auténticamente mía, en la que trato de rememorar la Guerra Civil española, desde la perspectiva de un niño —yo mismo— que fue testigo de la contienda sin saber con exactitud qué era lo que pasaba, y que no cesa de hacer preguntas que muchas veces se quedan sin responder”. Asenjo Sedano despolitizó la contienda española al ser mirada desde los ojos de un niño, lo que presentó en plena efervescencia de la Transición a la democracia. Aquel niño era el mismo José Asenjo Sedano, quien en plena Guerra Civil abandonó Guadix junto a su familia para refugiarse en la localidad de Alcudia. El Nadal, que concede cada año Ediciones Destino (http://www.edestino.es), colocó su nombre en lo que se denominó la nueva narrativa andaluza, una iniciativa de la que fue especial defensor ante el nutrido grupo de autores de éxito andaluces. Sus comienzos literarios están relacionados con la vida cultural accitana. Es en Guadix donde, tras regresar de sus estudios madrileños, crea junto a su hermano Carlos, historiador, y otros amigos, la tertulia “El sombrero de tres picos”. En 1960 marcha a Cádiz, donde ejerce su profesión de abogacía, ingresando, cuatro años más tarde, en el Instituto Social de la Marina, como funcionario. En esta ciudad permanece hasta que, en 1977, es destinado a la delegación del mismo organismo en Almería. Sus obras siempre estuvieron relacionadas con el entorno accitano, de manera que tanto en artículos, poemas, relatos y novelas están presentes su paisaje y paisanaje, tal y como reseña el crítico y escritor Antonio Enrique. A esta órbita accitana pertenecen las novelas Los guerreros (Barcelona, 1970), Crónica (Barcelona, 1974), El ovni (Barcelona, 1976), Conversación sobre la guerra (Barcelona, 1977) y Eran los días largos (Barcelona, 1982). En cuanto a las obras ambientadas o relacionadas con la ciudad de Granada, se encuentran las novelas Joan de Dios (Granada, 1988) y Memoria de Valerio (Madrid, 1999), además de Yo, Granada (Granada, 1979), de prosa poética, mientras que a Almería se adscriben la novela Oeste (Almería, 2003) y las novelas cortas Indalecio el gato (Barcelona, 1983) y Mayo del 93 (Almería, 1995). Mención aparte, siempre según Antonio Enrique, merecen los libros de evocación paisajística y humana Impresiones, recuerdos de un paisaje (Sevilla, 1973) y Vuelo de zancudas (Almería, 1988). Y los libros de relatos cortos Historias del exilio (Almería, 1995) y Cuentos meridianos (Almería, 1999). El mirador de San Fandila (Guadix, 2001), por último, es una miscelánea de corte periodístico que reúne recuerdos de Guadix, Granada, Cádiz y Almería, artículos diversos sobre pintura y comentarios literarios. Fuente: Ideal *** Biblioteca Nacional del Perú desmiente pérdida de valioso ejemplar El director de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP, http://www.bnp.gob.pe), Hugo Neira, le salió al paso este 12 de agosto a la denuncia formulada por el diario El Comercio (http://www.elcomercio.com.pe), según la cual la institución bibliográfica habría perdido un libro en el que se conservaba un valioso grabado del siglo XVII. El mismo miércoles 12, el diario denunció la supuesta desaparición de Vida admirable, y muerte prodigiosa de Nicolás de Ayllón, y con renombre más glorioso Nicolás de Dios, natural de Chiclayo en las Indias del Perú, un libro de 1684 que recoge la imagen del único indígena de América cuya vida fue llevada a un proceso de canonización durante la colonia, y que en su momento fuera prohibido por la Inquisición. Según Neira, el ejemplar con el original del grabado de Nicolás Ayllón no se ha perdido, sino que la BNP sencillamente nunca lo tuvo en su bóveda, pues el ejemplar se encuentra en la Biblioteca Nacional de España (BNE, http://www.bne.es). “Lo que sí guarda nuestra institución es un ejemplar de la publicación que no tiene el grabado de Nicolás de Ayllón, y también el microfilme del libro mencionado”, sostuvo. “No puede perderse algo que nunca estuvo en nuestra caja fuerte”, enfatizó el principal funcionario de la BNP, al referirse a la nota que afirma que el libro se encontró alguna vez en la BNP. La directora general del Centro de Servicios Bibliotecarios Especializados (CSBE) de la BNP, Nancy Herrera, precisó que es la BNE la que conserva un ejemplar de la publicación con el grabado de Nicolás de Ayllón, y no la BNP. Fuentes: El Comercio • La República • Panamericana Televisión *** Bogotá homenajea a Sergio Pitol “Los grandes escritores transforman a los lectores”, le dijo a Sergio Pitol, el pasado jueves 13 de agosto, el también escritor Roberto Burgos Cantor, uno de los invitados al homenaje que abrió los encuentros entre México y Colombia, en el marco de la 22ª Feria Internacional del Libro de Bogotá (http://www.feriadellibro.com) que, con la nación azteca como invitado de honor, fue inaugurada ese mismo día con la presencia del Presidente de México, Felipe Calderón, y el Presidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez. La feria, que bajo el eslogan “Abre un libro, abre tu corazón” se extenderá hasta el próximo domingo 23, es organizada por el Centro Internacional de Negocios y Exposiciones de Bogotá, Corferias (http://www.corferias.com), en alianza con la Cámara Colombiana del Libro (http://www.camlibro.com.co) y con el apoyo de entidades como los ministerios colombianos de Relaciones Exteriores (http://www.minrelext.gov.co), de Cultura (http://www.mincultura.gov.co) y de Educación (http://www.mineducacion.gov.co). Colaboran también la Alcaldía Mayor de Bogotá (http://www.bogota.gov.co) a través de las secretarías de Cultura, Recreación y Deporte (http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co), y de Educación (http://www.sedbogota.edu.co), y veintidós instituciones más, como el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc, http://www.cerlalc.org), la Dirección Nacional de Derecho de Autor (http://www.derechodeautor.gov.co), Fundalectura (http://www.fundalectura.org), la Fundación Rafael Pombo (http://www.fundacionrafaelpombo.org) y Colsubsidio (http://www.colsubsidio.com). En sus 18.200 metros cuadrados, el recinto ferial acoge a cuatrocientos expositores (incluidos participantes de España, Venezuela, Argentina, Israel, Costa Rica e Irán) y espera contar con la asistencia de más de 415.000 visitantes y 500 compradores internacionales provenientes de la Región Andina, Centroamérica, el Caribe, Estados Unidos y México, que estarán en el evento. El reconocimiento a Pitol fue hecho a través de sus pares colombianos Luz Mery Giraldo, Jaime Echeverri (http://www.letralia.com/firmas/echeverrijaime.htm), Roberto Burgos y Azriel Bibliowicz, quienes diseccionaron de una manera analítica y lúdica la obra del autor nacido en Puebla, pero avecindado en Veracruz. En la Sala “José Asunción Silva”, Luz Mery Giraldo, poeta, investigadora y catedrática de reconocida trayectoria en Colombia, hizo referencia a la recurrente peregrinación narrativa por países y la propia escritura que hace el mexicano en su obra, señalando la imaginación, la invención y la ironía, en la que construye laberintos sin salida, como sus principales características. Mencionó que los múltiples títulos que ha publicado, alrededor de 25, guardan relación entre sí; el autor mexicano ha tendido puentes que comunican a sus textos, convirtiendo a su literatura en un viaje, una peregrinación por ella misma. La investigadora dijo que ha encontrado también que Pitol escribe en sus libros la lectura que hace de las ciudades, de su gente, de su cultura, con lo que las hace literatura. La vida está presente con todos sus absurdos, y liga lo común con lo extraordinario de una manera sagrada. En una exposición más lúdica, juguetona y circular, el escritor Roberto Burgos Cantor “acusó” a Pitol de haber creado en él una metamorfosis, de convertirlo en una mosca, insecto volador que tiene la propiedad de ver todo en diferentes dimensiones, asegurando además que “los grandes escritores tienen la capacidad de transformar a sus lectores”. Destacó que tiene una gran sencillez y al mismo tiempo hermosura de lenguaje, que en el fondo se complica al tejer una red entre sus textos, que se comunican entre sí a través de puentes levantados por el autor. Se trata, subrayó en un homenaje íntimo, como del lector que alaba su obra, de un juego de nudos que atrapa y obliga a leer toda su literatura, y puso como ejemplo de ello a El arte de la fuga. Como epílogo de este homenaje que Burgos Cantor compartió e hizo amplio con todos los presentes, alrededor de tres docenas de interesados, contó la forma en que conoció a Sergio Pitol y cómo de ese hecho real encontró referencias literarias y de la narrativa juguetona e inventiva del mexicano. Dijo que fue en Xalapa, Veracruz, cuando estaba con unos amigos mexicanos a los que confió lo maravilloso de conocer a Pitol. Le hablaron y les respondió que los recibiría. Ya en su casa, pleno de alegría, lo saludó y en un acto insólito, sus dos perros, “como niños bien educados” , salieron a saludarlos para enseguida regresar a su lugar. Este momento, aseguró, le habló mucho del escritor y de su escritura, pues esa escena le había hecho saber los elementos que componen su obra y biografía, además de recordarle un cuento suyo sobre su perro “Sasha”, del que ya no supo si era ficción o realidad. Poco después rememoró, ante el asentimiento con la cabeza de Pitol, que los introdujo a su biblioteca, a la que Burgos Cantor describió como la mítica de Babel: infinita y con libros en múltiples idiomas. Habló asimismo de algunas características que encuentra en la literatura de Pitol, como su lenguaje, en el que no sólo es importante el comunicar y escribir, sino la misma estructura, y su humor, producto de su inventiva, con el que le da serios golpes a aquellos que no se atreven o pueden reír. El homenaje al mexicano Sergio Pitol concluyó con una cerrada ovación al escritor por parte de los participantes en la mesa, así como de los presentes en el foro. Fuentes: El Universal • Web del evento *** Muere a los 94 años la poeta argentina María Elvira Juárez La poeta argentina María Elvira Juárez, ganadora del Premio Nacional de Literatura 1948, falleció este jueves 13 de agosto, a los 94 años de edad, en Buenos Aires, donde vivía desde hace más de dos años. Nacida en San Miguel de Tucumán el 6 de mayo de 1915, la escritora fue cofundadora en 1944 del grupo La Carpa, presidido por el poeta jujeño Raúl Galán, y en el que participaron Manuel Castilla, Julio Ardiles Gray, Raúl Aráoz Anzoátegui, Sara San Martín, Carola Briones, Omar Estrella, María Adela Agudo, Víctor Massuh, Nicandro Pereyra y Alba Marina Manzolillo. “Mi casa de infancia estaba llena de libros. Había tres bibliotecas colmadas de títulos de literatura europea. Pero yo dejé en séptimo grado, en la escuela Sarmiento, y nunca más volví a la educación sistemática. Empecé a escribir a los 12 años, pero tenía un poco de vergüenza, y sólo leía mis cosas a mi madre. Un día, casualmente, Sara San Martín descubrió que yo escribía y me llevó a la gente de La Carpa, que se estaba formando”, contó en una entrevista. Sobre La Carpa, Juárez recordaba en 2002 que “no tenía nada que ver con los grupos actuales. En los de ahora, empezando por la Sade o el Círculo de Escritores, hay mucha ambición y egoísmo. En La Carpa me recibieron con tanta calidez... Después no sé qué rumbo tomó La Carpa, porque me casé y me fui a Córdoba donde estuve treinta años”. Su labor literaria fue galardonada por primera vez en los Juegos Florales de Tafí Viejo en 1945. En 1948, la Sociedad Argentina de Escritores (http://www.lasea.org.ar) de Buenos Aires le otorgó el Premio Nacional de Poesía por su libro El hombre y su noche. Su nombre ha sido incluido en la 13ª edición especial del Diccionario internacional de biografías, de Cambridge (Inglaterra). En 1985 recibió la Faja de Honor de la Sade de Buenos Aires por su libro El hierofante. En 1994 obtuvo el Gran Premio de Honor de la Fundación Argentina para la Poesía. En 1999, fue distinguida junto con Carola Briones por la Cámara de Diputados de la Nación (http://www.diputados.gov.ar). En 2004 fue distinguida por la Universidad Nacional de Tucumán (http://www.unt.edu.ar) como “Personalidad destacada de la cultura”. Fuente: La Gaceta *** Periodistas venezolanos fueron agredidos en Caracas Periodistas agredidos Marcos Ruiz, delegado sindical y periodista de política de Últimas Noticias sufrió contusiones en el cuerpo, la cara y la cabeza. Fernando Peñalver, periodista de deportes de Últimas Noticias, ingresó con una fisura en la cabeza por golpes con palo. Jesús Hurtado, periodista del diario El Mundo, también sufrió una herida en la cabeza que fue suturada. Octavio Hernández, periodista de Líder, llegó con sangramiento por golpe en la nariz y múltiples golpes en el cuerpo, al igual que Manuel Alejandro Álvarez, delegado sindical y periodista del mismo medio. César Batiz, periodista de la Unidad de Investigación de Últimas Noticias, recibió golpes en el cuello y el rostro. Ubaldo Arrieta, coordinador de Suplementos de Últimas Noticias, también recibió golpes en el cuello y el rostro. María E. Rondón, periodista de Internacionales de Últimas Noticias, sufrió golpe fuerte con mucho sangrado en la cabeza. Octavio Hernández, Manuel Alejandro Álvarez, Gabriela Iribarren, Jesús Hurtado, Marco Ruiz, Usbaldo Arrieta, Fernando Peñalver, Marie Rondón, Greasi Bolaños, Gleixys Patrán, César Batiz y Sergio Moreno son los periodistas de la venezolana Cadena Capriles (http://www.cadenacaprilesonline.com) que el pasado jueves 13 de agosto fueron golpeados con puños, palos y puntapiés, por un grupo de afectos al presidente Hugo Chávez Frías. El grupo de comunicadores se encontraba en la céntrica avenida Urdaneta de la capital venezolana repartiendo al público volantes en los que expresaban su desacuerdo con el artículo 50 de la Ley Orgánica de Educación, que ese día estaba siendo discutida en la Asamblea Nacional (AN, http://www.asambleanacional.gob.ve) y que fue aprobada la madrugada del viernes (http://www.letralia.com/216/0815loe.htm). El artículo en cuestión establece en uno de sus apartados que los medios de comunicación “están obligados a prestar su cooperación a la tarea educativa y ajustar su programación para el logro de los fines y objetivos consagrados en la Constitución y en la presente ley”, y agrega que, a petición de los órganos rectores en materia de educación, un medio podría ser objeto de “suspensión inmediata” si dichos órganos determinan que sus contenidos producen “terror en los niños, inciten al odio, a la agresividad, la indisciplina, deformen el lenguaje y atenten contra los sanos valores del pueblo venezolano, la moral y las buenas costumbres, la salud mental y física de la población”. Los periodistas agredidos han relatado que mientras se encontraban en la avenida Urdaneta, hacia las 2 de la tarde, fueron abordados en primer lugar por un hombre con identificación del canal Ávila TV. “Se nos acercó con una actitud violenta y nos dijo que ese era una espacio chavista y que nos debíamos marchar; luego se le unieron otros manifestantes del gobierno y con palos nos empezaron a perseguir y a amedrentar para ahuyentarnos”, detalló Patricia Marcano, una de las periodistas de la Cadena Capriles. Tamoa Calzadilla, otra periodista del grupo, explicó que “los periodistas de los medios de la Cadena Capriles bajaron hasta la avenida Urdaneta de forma pacífica, con carteles, para protestar contra el proyecto de Ley de Educación que incluye sanciones para los medios de comunicación. Cerca de las 2 de la tarde fueron emboscados por un grupo de simpatizantes del gobierno, algunos de ellos identificados como presuntos trabajadores de la televisora Ávila TV. Con palos, golpes y objetos contundentes fueron heridos 12 colegas que trabajan para Últimas Noticias (http://www.ultimasnoticias.com.ve), El Mundo Economía y Negocios (http://www.elmundo.com.ve) y Líder (http://www.liderendeportes.com), entre otros productos”, especificó. Los periodistas fueron atendidos en la Torre Capriles por equipos de primeros auxilios, pero cinco de ellos tuvieron que ser ingresados en una clínica para su cuidado y recuperación. Los médicos confirmaron que los heridos presentaron politraumatismos craneales y faciales de leves a moderados. Ubaldo Arrieta, uno de los periodistas lesionados, ratificó que mientras repartían volantes, un grupo de hombres y mujeres que se decían “defensores del pueblo” señalaron que ese era su territorio. “Nos gritaban que éramos defensores de la oligarquía, mientras nos golpeaban. Nosotros estábamos simplemente manifestando en contra de la Ley de Educación... y aquí está la primera consecuencia de esta ley”. Otro periodista, Fernando Peñalver, también narró los hechos. “Simplemente íbamos a hacer una sesión de volanteo, no teníamos planteado interrumpir el tráfico automotor. Yo trabajo en la fuente de deporte, no conozco a las personas de esa fuente. Explicamos a las personas que sólo teníamos una manifestación pacífica, pero ahí mismo recibí un impacto con un objeto contundente en el parietal derecho, y me diagnosticaron una fisura...”, explicó. Ese mismo día, el director de Últimas Noticias, Eleazar Díaz Rangel, exigió a las autoridades policiales y judiciales “máxima celeridad” en la investigación de los hechos y transmitió la “indignación generalizada” de la comunidad periodística de la Cadena Capriles por las agresiones. Díaz Rangel manifestó su “muy enérgica condenatoria a ese atropello salvaje que cometieron contra periodistas de Últimas Noticias en el momento en que estaban en la avenida Urdaneta expresando su posición contraria a la Ley de Educación e inesperadamente fueron acosados, atropellados, y hasta pateados algunos de ellos, había damas, sin ninguna razón”. Destacó que la agresión se produjo “sin ninguna causa justificada. En este caso, no había cobertura de ningún acto, sino participación como cualquier ciudadano”. “Esto merece el repudio de todos, incluyéndome; imagino que de los partidarios de la ley, y que no sólo las autoridades tendrán que investigar y determinar con la mayor celeridad posible para ver quiénes son los responsables, sino que debe haber pronunciamientos que condenen esta salvajada que han cometido contra los periodistas que estaban pacíficamente allí en la avenida Urdaneta”. Varios de los comunicadores señalaron que en el lugar se encontraba el concejal oficialista Richard Peñalver, quien habría dicho que no podía interceder puesto que los agresores “estaban muy violentos y fuertemente armados”. El mismo día del hecho, efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC, http://www.cicpc.gov.ve), a cargo del comisario José Azuaje, tomaron declaraciones a los periodistas agredidos y a otros testigos, y realizaron una inspección en el edificio Phelps, donde funciona la televisora oficialista Ávila TV, en vista de que los testimonios recogidos insisten en que los agresores salieron de dicho edificio. Ha trascendido que al menos tres de los agresores están identificados. Extraoficialmente se supo que las averiguaciones adelantadas por funcionarios del CICPC, sustentadas en los testimonios gráficos, condujeron a los nombres de Jorge Enrique Vásquez, empleado de Ávila TV; y a Llafrancis Colina y Carlos Andrés Pérez, pertenecientes a la Fundación Simón Rodríguez. Los detectives acudieron al edificio Phelps con las fotos tomadas en el sitio del suceso y con ejemplares de la prensa del viernes 14, para indagar quiénes eran los agresores. Luego de tomar declaraciones y comprobar mediante la nómina del personal se determinaron responsabilidades por lo menos en los tres ciudadanos mencionados. En un reportaje publicado este domingo 16, Últimas Noticias mostró las fotografías tomadas durante las agresiones, y que ya están en poder del CICPC para la investigación correspondiente pues aportarían datos determinantes. El sábado 15, según indica el mismo reportaje, la Fiscalía General de la República (FGR, http://www.fiscalia.gov.ve) informó sobre la detención de Gabriel Jesús Uzcátegui, quien habría sido aprehendido en Pinto Salinas, un sector de Caracas. La FGR asignó al caso a las fiscales Johanna Peña y Luisa Fayad. El viernes 14, periodistas de diversos medios protagonizaron una marcha de protesta por los hechos. Los comunicadores se congregaron ante la Fiscalía General de la República, donde exigieron a su titular, Luisa Ortega Díaz, una investigación minuciosa sobre las agresiones. Allí los recibió Alejandro Castillo, director de Actuación Procesal del Ministerio Público, quien entregó a William Echeverría, presidente del Colegio Nacional de Periodistas (CNP, http://www.cnpven.org), una lista de las diligencias practicadas por su dependencia. Sin embargo, al salir de la reunión Echeverría manifestó ante los periodistas congregados en la calle su desconfianza respecto a las investigaciones. “El gremio de los periodistas venezolanos está consternado; hoy hemos asistido a la Fiscalía como sólo un mero trámite, esto es un símbolo nada más, el venir a la Fiscalía. Debemos decirlo: no creemos en las investigaciones que realiza la FGR porque no es la primera vez que venimos a denunciar agresiones en contra de los periodistas”. Por su parte, José Gregorio Salazar, secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP, http://www.sntp.org.ve), leyó allí mismo un comunicado: “¿Qué está esperando el señor Presidente de la República para enviar un mensaje claro y definitivo a quienes creen que la violencia que arrojan sobre sus semejantes por el solo hecho de pensar diferente es hacer labor de patria o una meritoria acción revolucionaria?”, se preguntaba. Luego la marcha se movilizó por el centro de Caracas, pasando por la esquina El Chorro, donde se encuentra la Torre Ministerial, luego por la Asamblea Nacional, la Cancillería, el Banco Central de Venezuela y el Ministerio de Educación, hasta desembocar en la Torre La Prensa, sede de la Cadena Capriles. Ese mismo día, en declaraciones emitidas a través del canal Venezolana de Televisión (VTV, http://www.vtv.gob.ve), la fiscal general Luisa Ortega Díaz rechazó y condenó las agresiones y reiteró que se había designado una comisión especial para que investigue todo lo relacionado con estos hechos, a fin de determinar las responsabilidades y sancionar a los autores. Dijo que había conversado con Eleazar Díaz Rangel, director de Últimas Noticias, y que éste se había comprometido a enviarle un conjunto de evidencias y fotografías mediante las cuales se podía determinar la identidad de algunos de los agresores. Ortega Díaz afirmó que con esas evidencias se podrían producir las primeras detenciones, pues además, también se habían realizado ya las entrevistas a los periodistas agredidos. “Nosotros repudiamos ese hecho. Apenas tuvimos conocimiento, designamos un fiscal nacional y un fiscal del Área Metropolitana de Caracas”, explicó. Sin embargo, acusó a los periodistas que participaron en la marcha de haber actuado “más como voceros políticos que como periodistas, por lo que deben renunciar a sus cargos de periodistas”. Resaltó que no había recibido a los periodistas “porque yo tengo una agenda, el Ministerio Público recibe a todo el que llega allá, lo que no puede la fiscal es atenderlos a todos personalmente”. Además, señaló que en “todos los casos que llegan a la Fiscalía tenemos el mismo interés en que sean esclarecidos, nunca hemos tenido intenciones de no atender a las personas”. Explicó que su despacho ya tiene “mucha claridad sobre cómo ocurrieron los hechos y en los próximos días estaremos tomando algunas decisiones en ese caso”. Pese a los resultados preliminares de las investigaciones, el sábado 15 los trabajadores de la televisora Ávila TV exigieron a la directiva de la Cadena Capriles un derecho a réplica para defenderse de las acusaciones que pesan en su contra. En declaraciones ofrecidas desde la sede del canal, el periodista Oswaldo Rivero, junto a sus compañeros Pedro Carvajalino, Paulina Morena y Carlos Echeverry, negó que trabajadores de la televisora fueran los responsables de los hechos. “Nosotros repudiamos y rechazamos esas acciones violentas contra los trabajadores de la Cadena Capriles, pero también negamos que nosotros hayamos participado en ellos. Por eso exijo a la Cadena Capriles nos dé el derecho a réplica con el mismo centimetraje que utilizaron para exponer y dañar nuestra imagen”, aseveró. En ese sentido, agregó que fueron los manifestantes opositores quienes generaron focos de violencia hasta en cinco puntos del casco central de la capital, y denunció que hubo grupos ubicados estratégicamente en la avenida Urdaneta, la avenida Universidad, la plaza O’Leary y las adyacencias del Capitolio, que acompañados por cámaras de un canal de televisión privada, estaban incitando al odio y a la violencia. “Nosotros, en otras oportunidades, hemos entregado a la Fiscalía General de la República videos y pruebas contundentes de estos abusos cometidos por sectores radicales de la oposición, pero generalmente ignoran el material que presentamos”, acotó Rivero. El mismo sábado, la Defensora del Pueblo, Gabriela Ramírez, declaró a la prensa que la agresión sufrida por los periodistas está siendo usada como “argumento” para que un medio de comunicación “masifique y polarice” a la ciudadanía. “La generalización sobre la base de un hecho coyuntural, una confrontación que lamentablemente derivó en doce periodistas heridos, está siendo un argumento para que un medio de comunicación masifique y polarice, y después responsabilizan de la polarización al liderazgo político del país”. Por esa razón la defensora llamó a los medios a que en vez de “exacerbar las diferencias” promuevan la tolerancia y el debate sobre la base de la “idea, el argumento y no la exacerbación”. Fuentes: ABN • El Carabobeño • El Nacional • Globovisión • RNV • Últimas Noticias *** Falleció el escritor español Pablo Antoñana Pablo Antoñana (Viana, Navarra, 1927), escritor que en 1996 recibió el Premio Príncipe de Viana de la Cultura, murió el pasado 14 de agosto en Pamplona, a los 81 años, tras varios meses enfermo. Sus restos fueron sepultados en el cementerio de Pamplona. Prolífico autor y colaborador en medios periodísticos con artículos costumbristas en los que recuperaba sus vivencias, había disminuido sus publicaciones en los últimos tiempos, si bien en una de sus últimas apariciones, en febrero de 2008, en la presentación del libro Aquellos tiempos, señalaba que guardaba numerosas notas y escritos. Con su particular humor y pluma firmó numerosas colaboraciones en prensa navarra, relatos cortos y libros como Botón y fuego y otros relatos (1955), Patrañas y otros extravíos (1985), La cuerda rota (1995), Textos y pretextos (1996), Miniaturas (1999) o Aquellos tiempos (2008). El desencanto por la evolución de la sociedad había marcado sus más recientes artículos, en los que repasaba anécdotas, gentes y tradiciones perdidas de “un tiempo que ya no existe”, decía hace un año, cuando también se declaraba “fatigado”. Licenciado en derecho por la Universidad de Zaragoza (http://www.unizar.es) y jubilado de su ocupación laboral que le llevó a ser secretario de los ayuntamientos de varias localidades navarras, recordaba en 2008 sus inicios en el mundo de la literatura, después de que a los catorce años escribiera un poema “a una chica a la que me parecía que amaba”, decía con su particular humor. Socio desde 1979 de la Sociedad de Estudios Vascos-Eusko Ikaskuntza (http://www.eusko-ikaskuntza.org/es), que en 1996 le ofreció un homenaje, en junio de ese mismo año recibió de manos del Príncipe Felipe en Leyre el premio “Príncipe de Viana de la Cultura 1996”, quien en aquella ocasión tuvo un recuerdo especial para la “estirpe que me ha precedido” en el escenario mítico de toda su obra, la República Federal de Ioar. Un mes antes, con motivo de la designación para este premio, el mayor galardón cultural de Navarra, Antoñana comentaba que escribía “por una especie de necesidad, para curarme de esos humores y expulsarlos”. “Yo soy pesimista porque tengo que ser algo. Los escritores y los pintores somos neurasténicos, el pesimismo está al alcance de nuestra mano. Si uno mira alrededor, recoge la realidad y mira al entorno, no puede ser optimista”, agregaba. Con humor señalaba además que antes de llegar ese premio había estado “bien, tranquilo, sosegado, escribiendo en silencio” y recordaba los días en que fue finalista al premio Planeta, un año que resultó ganador José Antonio Paino, si bien “él no ha vuelto a escribir más, y yo he seguido escribiendo, he estado aguantando y aquí estoy”. Fuente: EFE *** Tras intensa polémica promulgan nueva Ley de Educación en Venezuela El presidente de Venezuela, teniente coronel (r) Hugo Chávez, firmó el pasado sábado 15 de agosto la Ley Orgánica de Educación (LOE) en un acto transmitido en cadena nacional de radio y televisión desde el Teatro Teresa Carreño, en Caracas. Acompañado de la presidenta de la Asamblea Nacional (AN, http://www.asambleanacional.gob.ve), Cilia Flores, el jefe de Estado se refirió al texto, al iniciar el evento, como una “ley que abre caminos a la educación liberadora”. Chávez felicitó a los diputados por la elaboración del instrumento jurídico y llamó a romper “las cadenas del coloniaje cultural, el atraso cultural” e impulsar “el espíritu de la transformación profunda, la sociedad nueva, la sociedad socialista”. Al momento de hacer entrega del documento, Flores exhortó al presidente a promulgar la LOE para su inmediata publicación en Gaceta Oficial, lo que determina su entrada en vigencia. La propuesta de ley fue aprobada en segunda discusión por la AN la madrugada del pasado viernes 14, en una dilatada sesión que se inició el jueves, y tras un intenso debate que se inició de manera accidentada con el retiro del bloque opositor Podemos y de diputados del Frente Popular Humanista, por considerar que el proyecto presentado era distinto al original y además, por hallarlo inconstitucional. Al mismo tiempo que los legisladores discutían la nueva ley en la AN, grupos de ciudadanos afectos y opositores al gobierno manifestaban en las calles de Caracas exponiendo consignas a favor y en contra del proyecto, mientras que la Policía Metropolitana intentaba aplacar los focos de violencia que se produjeron en los alrededores de la sede legislativa. El nuevo texto legal ha sido objeto de polémicas que arreciaron la última semana, pues sus detractores aseguran que su aplicación conllevará a la manipulación ideológica de los niños y jóvenes venezolanos. Factores de la oposición han empezado a promover la realización de un referendo abrogatorio que permita consultar a la ciudadanía sobre la ley recién aprobada, que dichos factores consideran anticonstitucional. Según el diputado Juan José Molina, cuya intervención el jueves 13 fue impedida por la presidenta del cuerpo legislativo, “el desconocimiento de una ley aprobada por la AN atropellando la voluntad popular y los derechos consagrados en la Constitución, no sólo es legal sino que es un deber”. Molina fue el encargado de abrir este domingo 16 el acto “Moral y Luces” en el auditorio del Instituto Pedagógico de Miranda Siso Martínez (http://www.ipmjmsm.upel.edu.ve), donde alcaldes de oposición del Área Metropolitana, el gobernador de Miranda y el alcalde mayor se comprometieron a impulsar un referendo abrogatorio para el instrumento jurídico. El parlamentario instó a los presentes a “consolidar una unidad verdadera donde concurran docentes, estudiantes, organizaciones civiles y políticas, para poder dar una victoria contundente”, en un acto en el que también participaron otros líderes de oposición, como el alcalde del municipio Baruta, Gerardo Blyde; el alcalde mayor Antonio Ledezma; el gobernador del estado Miranda, Henrique Capriles Radonski, y el alcalde del municipio Sucre y anfitrión del acto, Carlos Ocariz. En su alocución del sábado, ya el presidente Chávez había desestimado las críticas de la oposición calificando a ésta como “falta de vergüenza”, y consideró que está dominada por la “irracionalidad política”. En su opinión, quienes le adversan “no tendrán vida” en tanto no “acepten que tienen un pensamiento de derecha”. Los invitó a que asuman esto “y que no tomen como eje central de su política la mentira”. Anunció la aprobación de 600 millones de bolívares fuertes para la construcción de 429 escuelas y liceos con su dotación, así como el cambio de denominación del Ministerio de Educación Superior (http://www.mes.gov.ve) a Ministerio de Educación Universitaria. Se desligó del ataque sufrido por doce periodistas de la Cadena Capriles (http://www.cadenacaprilesonline.com) el pasado jueves 13 (http://www.letralia.com/216/0813periodistas.htm). “No hay razón para eso”, dijo a sus partidarios, pero al mismo tiempo los conminó a que “no caigamos en provocaciones, porque eso es lo que ellos quieren, salen a provocar”. Casi al final de la transmisión, anunció la puesta en marcha de un “comando” para la puesta en práctica de la LOE, por medio de la elaboración de los reglamentos correspondientes, al tiempo que expresó sus deseos de ver en funcionamiento los nuevos consejos estudiantiles a los que espera ver “en batalla, dando la batalla”. Entre lo que el gobierno venezolano defiende como beneficios de la ley se encuentra el incremento de los días de escolaridad, que ascenderán a un mínimo de doscientos días de clase, manteniendo los sesenta días de vacaciones. Fuentes oficiales afirman que la ley también afianza la patria potestad, al plantear que “las familias tienen el deber, el derecho y la responsabilidad en la formación de valores, principios, creencias, actitudes, normas y hábitos en los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos”, y que se respeta la pluralidad ideológica. Fuentes: ABN • El Universal *** Entregan en Colombia los Premios Nacionales de Literatura 2008 Este domingo 16 de agosto, en el marco de la 22ª Feria Internacional del Libro de Bogotá (http://www.feriadellibro.com), la Secretaría de Cultura de Bogotá (http://www.culturarecreacionydeporte.gov.co) entregó los Premios Nacionales de Literatura 2008. Además, ya se conocieron los ganadores de la convocatoria 2009. En la categoría novela el ganador fue Adalberto Agudelo Duque por Pelota de trapo, una obra sobre un mundo de niebla y roca, de frío y soledad, donde el fútbol se convierte en la pasión, en el motor que impulsa los corazones y las mentes de personas cuya vida cotidiana no es más que una sala de espera antes del momento supremo de los pases, los cabezazos, de dominar la esférica para dirigirla al ansiado y esquivo golazo. El jurado reconoció esta obra como “una novela ambiciosa, llena de matices, bien escrita y estructurada, que desde diferentes planos estilísticos constituye una visión compleja y crítica del país, sin caer en el miserabilismo. También es una novela de la solidaridad humana, de la sobrevivencia en un país cruento escrita con lirismo, con pasión y humor a la vez. El rigor de su lenguaje hace suponer un oficio de escritor a toda prueba. Un paisaje de páramo envuelve la atmósfera de un país mítico que se convierte en personaje. Desde un trípode literario conformado por un hondo conocimiento de la música popular (el tango), del deporte más popular (el fútbol) y el mundo del cómic, el autor exalta la cotidianidad a un plano ennoblecido”. En cuento el premio recayó sobre Juan Carlos Restrepo Rivas por El son del solo, un libro de relatos nutrido con voces rabiosas y esperanzadas, con lujuria y trazos de soledad. Seres anónimos de un baile, en una isla, en un cine, a la orilla, vigilando una caleta, en una curva de cualquier carretera o con fiebre, escrito, según el jurado, desde “una voz madura, segura en su narración, que genera una penumbra con la que sabe teñir su ánimo, una condición y una manera de ver que infunden sentido y misterio al tocar todo lo nombrado con su vida interior”. En la categoría ensayo, fue premiado el trabajo Literatura y memoria, en el que la investigadora Ana María Restrepo desarrolla el tema de la narrativa de las guerras civiles en Colombia. Según el jurado, en este trabajo “llama la atención la relación que establece entre literatura e historia, al concebir la literatura no como simple fuente documental, sino como obra compleja, estética y formal que, adecuadamente interpretada, permite establecer una relación válida con la sociedad y la historia”. En cuanto a los Premios Nacionales de Literatura 2009, Cruentos cruzados, del bogotano Miguel Fernando Mendoza, fue el escogido —entre 81 obras presentadas— por el jurado de la categoría cuento. El libro, indica el jurado, “tiene coherencia y unidad en sus relatos, en los que se descubre la actitud de un autor capaz de organizar su libro con un hilo temático original y narrativamente creativo”. En ensayo el primer lugar lo obtuvo Miguel Andrés Rocha Vivas por Palabras mayores, palabras vivas, sobre las tradiciones mítico-literarias y escritores indígenas en Colombia. El jurado exaltó del proyecto “el propósito de visibilizar prácticas literarias no canónicas como es el caso de las literaturas indígenas en Colombia, la formulación de la propuesta y la trayectoria tanto del investigador como del tutor”. La noche en el espejo, de Lucía Estrada (http://www.letralia.com/firmas/estradalucia.htm), fue el libro de poesía ganador entre 114 propuestas, y que se destacó al ser una obra filosófica muy conectada con el silencio. “Se trata de poemas que tienen hondura, que han sido depurados. La autora utiliza un lenguaje abigarrado y un tono interrogativo, armónico y misterioso, realmente poético con metáforas eficaces y corrección idiomática absoluta”, se afirma en el fallo del jurado. El Premio Nacional de Literatura Ciudad de Bogotá tiene una larga tradición, es uno de los programas de fomento a la cultura de la Alcaldía Mayor de Bogotá (http://www.bogota.gov.co) y en Colombia es uno de los estímulos a la creación de mayor prestigio y antigüedad. Los premios para los autores incluyen el mayor reconocimiento económico de los concursos colombianos, y una primera edición que se distribuye gratuitamente en instituciones que trabajan por el desarrollo cultural del país. Fuente: La República *** Podría haber una quinta víctima junto a los restos de García Lorca Afloran nuevos datos sobre el lugar donde estaría sepultado el autor de Poeta en Nueva York, cuando se acerca el 73º aniversario de su fusilamiento, perpetrado el 19 de agosto de 1936. El inspector municipal de tributos Fermín Roldán García ha visto unido su nombre a la trágica lista de asesinados junto al poeta Federico García Lorca en la madrugada del 17 de agosto de 1936. La petición familiar de exhumar los restos de esta víctima de la Guerra Civil refuerza la tesis que habla de seis asesinados en aquella trágica madrugada, de la que se cumplen 73 años. Un acto en el Parque de Alfacar con José Sacristán y Jesús Vigorra, la noche de este lunes a las 21:30 horas, rendirá homenaje al poeta y a todas las víctimas de la Guerra Civil. Las versión más extendida hasta el momento del asesinato señala que García Lorca vivió sus últimos instantes de vida junto al maestro Dióscoro Galindo González y los banderilleros Juan Arcoyas Cabezas y Francisco Galadí Melgar. Fermín Roldán García sería el quinto hombre, un inspector de tributos del Ayuntamiento de Granada (http://www.granada.org) que, en la madrugada del 17 o 18 de agosto de 1936, fue sacado de su casa y trasladado directamente al paraje entre las localidades de Víznar y Alfacar, mientras que los demás fusilados coincidieron en una finca, en La Colonia, un lugar que servía de antesala de la muerte que les llegaría el 19 de agosto. Roldán tenía cinco hijos y su muerte se mantuvo en secreto en la familia, de modo que sólo uno de sus hijos transmitió lo ocurrido a sus sucesores, quienes ahora han pedido a la Consejería de Justicia de Andalucía (http://www.juntadeandalucia.es/justiciayadministracionpublica) participar en el proceso de apertura de la fosa del barranco de Víznar. La noticia confirma la versión dada por José María Nestares al periodista Eduardo Molina Fajardo, que aparece recogida en el libro Los últimos días de García Lorca (Ed. Plaza y Janés). “Fueron seis los fusilados aquella noche (17 de agosto): dos rateros, uno de ellos apodado ‘El Terrible’, dos toreros —Cabezas y Galadí—, un maestro de Pulianas y Federico García Lorca”, relata Molina Fajardo, siempre según Nestares. “ ‘El Terrible’ había salido de la comisaría con los dos banderilleros, y el otro ratero se encontraba ya en Víznar con anterioridad”, añade el relato. En el lenguaje del régimen un ‘ratero’ podía ser cualquier ciudadano que no comulgara con las ideas de los sublevados contra el legítimo gobierno de la República. El que “se encontraba ya en Víznar” bien puede tener el nombre, a tenor de las últimas informaciones, de Fermín Roldán García, quien también figura en la lista de personas a quienes les fueron requisados sus bienes, documento recogido en el libro póstumo de Molina Fajardo. En otro de los testimonios recogidos por el que fuera director de Patria, el de José María Nestares Cuéllar, se apunta que “la vigilancia que existía de noche en aquel sector y que hacía el servicio desde Víznar a Fuente Grande, observa lo que pasa, y por la mañana le da la novedad al capitán Nestares diciéndole que han fusilado a seis, que los han echado a un hoyo y que encima de todos los fusilados hay unas muletas, al parecer de un cojo. Al día siguiente, esta misma vigilancia vuelve a informarle de que han sido enterrados”. Las muletas pertenecían al maestro Dióscoro Galindo, a quien le faltaba una pierna. Según los testimonios recogidos en diferentes investigaciones sobre el asesinato de García Lorca, los seis fueron ejecutados a pistola y a corta distancia. El mismo José María Nestares sitúa la escena de aquellos crímenes en un terreno entre Víznar y Alfacar, situado a la derecha y en las proximidades a Fuente Grande, que era utilizado como campo de instrucción. Unos pozos abiertos para buscar agua fueron usados como fosas. El cuerpo de García Lorca fue el segundo por abajo, y encima de ellos se colocaron los demás cadáveres. La presidenta de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH, http://www.memoriahistorica.org) de Granada, Maribel Brenes, sostiene que no se sabrá el número de cuerpos que hay en la fosa común en la que se cree que está enterrado Lorca “hasta que se abra”, en relación a la posibilidad de que se encuentre el quinto cadáver además de los ya conocidos. Explicó que “documentalmente” no se puede confirmar la existencia de ese quinto cuerpo, ya que existe la posibilidad de que “no esté o de que haya incluso más cadáveres”, algo que sólo se podrá constatar “cuando se abra la fosa en otoño”, insistió. Señaló, además, que no tiene noticias de los familiares de Fermín Roldán García, “porque han hecho las gestiones a través de la Consejería de Justicia, que es quien posee toda la documentación. Nos gustaría tener el informe de esta nueva víctima y la petición de la exhumación junto al de los otros asesinados, pero no tenemos contacto con la familia de Roldán García”. El pasado 3 de agosto, el presidente de la Diputación de Granada (http://www.dipgra.es), Antonio Martínez Caler, evito aportar precisiones respecto a la fecha en la que comenzarán los trabajos de exhumación de la fosa, a pesar de que la Consejería de Justicia había fijado previamente el inicio de las excavaciones para el próximo otoño, después de que la junta optara por iniciar un protocolo de actuación sobre los enterramientos sin esperar a que se emita una decisión judicial. Martínez Caler recordó el convenio que la consejería promueve entre la diputación como propietaria de los terrenos, el Ayuntamiento de Alfacar (http://www.ayuntamientodealfacar.es) como competente para autorizar cualquier actuación en su término municipal, la junta y la ARMH. “Cuando el convenio esté en la mesa lo firmaremos las partes y se hará lo que en el acuerdo se refleje”, aclaró el representante provincial. Fuente: Ideal • La Opinión de Granada *** Gobierno cubano declarará sede de la Uneac como Monumento Nacional El próximo 21 de agosto, en víspera del 48º aniversario de la fundación de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac, http://www.uneac.org.cu), el inmueble donde radica su sede recibirá la condición de Monumento Nacional. La organización surgida del primer Congreso de Escritores y Artistas de Cuba, bajo la presidencia del poeta Nicolás Guillén, se instaló en la que fuera residencia del banquero Juan Gelats, quien se suicidó en diciembre de 1959 al considerarse en la ruina. Desde hace 48 años, la vivienda ubicada en 17 y H, en El Vedado, cambió su función social para convertirse en la casa de la vanguardia artística e intelectual de la nación caribeña. La categoría de Monumento Nacional reconocerá los valores arquitectónicos e históricos del inmueble, pero sobre todo su trascendencia cultural. Fuente: Uneac *** Festival de Poesía en la Montaña celebrarán en República Dominicana Con el objetivo de promover la poesía dominicana y, de manera específica, el género de la poesía, del 28 al 30 de agosto se realizará en las instalaciones del Centro Salesiano, en la comunidad de Pinar Quemado, Jarabacoa (República Dominicana), el VII Festival de Poesía en la Montaña Jarabacoa 2009 (http://festivaldepoesiaenlamontana.blogspot.com). Además de promover la poesía, el festival tiene los objetivos de motivar la creación poética para que sirva de canal en la formación de mentes puras con ideales sanos, erradicadores de la violencia y de instintos permisivos de las bajas acciones, incentivar al cultivo de la amistad y la solidaridad entre los participantes y asistentes e impulsar la práctica del ecoturismo cultural. Como cada año, el evento reunirá a decenas de poetas de todo el país caribeño, quienes compartirán lo mejor de su creación con la montaña, los ríos, las mesetas y los valles de la zona como escenario. Participarán escritores galardonados, de reconocida trayectoria cultural y ganadores de importantes premios nacionales de literatura, tanto de Santo Domingo como de diversas ciudades del país, a quienes se sumarán escritores de países hermanos y representantes de talleres literarios realizados por toda República Dominicana. El costo de participación es de RD$ 3.300 por persona —que se reduce a RD$ 1.000 si el interesado asiste sólo un día sin quedarse a dormir—, lo que incluye alojamiento, todas las comidas y derecho a asistir a todas las actividades del festival. Los asistentes deberán llevar sábanas, toallas y sus artículos de uso personal. Los organizadores aceptarán reservaciones hasta el próximo jueves 20 de agosto. Para formalizar la inscripción es preciso descargar la ficha correspondiente en http://festivaldepoesiadelamontana.googlepages.com/FichadeInscripcin.doc. Para solicitar mayor información el interesado podrá telefonear a Taty Hernández Durán (http://www.letralia.com/firmas/hernandezdurantaty.htm) al 809-754-4964, a Tanya Garrido al 809-451-5863 o a Tanya Badía al 809-269-5229. Fuente: Web del evento *** Bloggers hispanos realizarán encuentro virtual Con motivo del Día Internacional del Blog, que se celebra este lunes 31 de agosto, desde el domingo 30 se estará realizando el II Encuentro Virtual de Bloggers 2009 (http://www.diadelblog.com), evento que tiene entre sus objetivos el de generar un espacio para autores de blogs donde se discutan, expongan y compartan, interactivamente, temas en torno a la blogosfera, las tecnologías de la información y la comunicación y la Web en general, y aportar de esta manera a su desarrollo integral y evolución. Foros en línea, videoconferencias, conversatorios, exposiciones de libros sobre la blogosfera, una biblioteca virtual para bloggers y guía de eventos blogs a nivel internacional son algunas de las iniciativas que estarán reunidas alrededor del encuentro. Además, se contará con la participación de reconocidos catedráticos de la blogosfera y la Web en conferencias desarrolladas en tiempo real desde México, Ecuador, Argentina y España. Las videoconferencias serán llevadas desde la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF, http://www.ucsf.edu.ar; Argentina), el Tecnológico de Monterrey (ITESM, http://www.itesm.mx; México) y otras instituciones universitarias. Igualmente, y con la colaboración de Rosario Bloggers (http://rosariobloggers.ning.com, Argentina), se organizará un taller virtual durante el día del evento, sobre la utilización de herramientas Web 2.0, creación y mantenimiento de blogs. Para obtener mayor información sobre las actividades que rodearán este encuentro, los organizadores han dispuesto —además de su web en http://www.diadelblog.com— un grupo en Google (http://groups.google.com/group/dia-del-blog) y otro en Facebook (http://www.facebook.com/group.php?gid=21447895788&ref=ts), así como una cuenta en Twitter (http://www.twitter.com/diadelblog). Fuente: Día del Blog *** Programa de becas en Lima recibirá a jóvenes creadores de Latinoamérica Hasta el próximo 31 de agosto es posible postularse al programa avanzado de residencias para desarrollo de proyectos que organiza en Lima (Perú) el centro Escuelab (http://www.escuelab.org), un espacio que tiene el objetivo de incentivar a creadores, teóricos y activistas jóvenes a desarrollar iniciativas tendientes a minimizar la brecha entre tecnología y sociedad. Escuelab ofrece en la capital peruana un programa que acoge anualmente hasta diez participantes, quien acceden a la condición de becarios y pueden residir en Escuelab Lima Centro por un periodo de once meses (ampliable a una extensión de seis meses adicionales), con el objetivo de recibir una formación de características interdisciplinares y con posibilidad de desarrollar un proyecto propio. Los cursos impartidos en el programa de residencias abarcan campos teóricos y técnicos, todos de aproximación relevante al arte, la tecnología y la sociedad y con un valor especial al aprendizaje a través de seminarios, talleres, encuentros de inmersión e intercambio, foros de discusión en la Web, y en general, dinámicas de aprendizaje horizontales y comunitarias, así como un abordaje práctico e integral enfocado a la incubación de proyectos propios. Pueden aspirar a participar artistas, creadores y activistas originarios y residentes de cualquiera de los países que conforman la región andina (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú), Centroamérica (Belize, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá) y el Caribe (Barbados, Cuba, Haití, Puerto Rico, República Dominicana, Jamaica y Trinidad y Tobago). Son considerados elegibles aquellos que busquen ampliar sus conocimientos y experiencias en torno a las relaciones entre arte, tecnología y sociedad. Los postulantes deben tener un mínimo de 24 años y pueden provenir de cualquier ámbito profesional (artes visuales, arquitectura/urbanismo, cinematografía, ingenierías, comunicaciones, ciencias sociales y ciencias puras y aplicadas) con o sin grado académico. Los seleccionados recibirán un pasaje ida y vuelta desde su país de origen, compromiso de financiamiento del 50% de un pasaje similar durante el periodo de residencia, una pensión básica mensual, hospedaje, espacios comunes exclusivos para residentes (sala de estar, escritorio compartido, cocina, comedor de diario, lavandería, dos terrazas) y acceso a todos los espacios de Escuelab. Los interesados deberán enviar sus postulaciones antes del 31 de agosto usando el formulario en http://www.escuelab.org/aplicacion, donde además podrán adjuntar archivos o insertar enlaces en apoyo a la postulación. Quienes resulten seleccionados serán notificados el 18 de septiembre. El programa se inicia el 12 de octubre. Para solicitar mayor información se puede escribir a aplicacion@escuelab.org. Fuente: Escuelab *** Encuentro “Narradores de las dos orillas” realizarán en Uruguay El escritor uruguayo Juan Carlos Onetti y el argentino Adolfo Bioy Casares serán las figuras homenajeadas este año en el 8º Encuentro Internacional “Narradores de las dos orillas”, que se celebrará en el Hotel Ámsterdam (http://www.hotelamsterdampunta.com) de Punta del Este, Uruguay, del 15 al 18 de octubre, y para el cual es posible inscribirse hasta el 1 de septiembre. En el marco del evento, que reunirá a destacados escritores de Argentina, Chile, México, República Dominicana y Uruguay, se entregarán las distinciones internacionales “Narradores de las dos orillas” a dos escritores asistentes, en reconocimiento a su trayectoria. Además se realizarán conferencias especiales, mesas de lectura, literatura infantil, presentaciones de libros, un Festival de las Artes y un coctel de gala. El encuentro está abierto a la participación de académicos y escritores de habla hispana, quienes podrán presentar ponencias, realizar lecturas de sus obras o simplemente asistir como oyentes. Los interesados deben enviar al Comité Organizador del encuentro un resumen de la ponencia, de no más de veinte líneas, agregando un breve currículo del expositor. Se seleccionará un máximo de cuatro ponencias, que serán expuestas durante el encuentro, para lo cual se otorgará 45 minutos a cada expositor. Las mesas de lectura, por su parte, durarán diez minutos por escritor y una selección de ellas se incorporará a la publicación en el libro Memorias del Encuentro. Los aranceles serán de 80 dólares para participantes extranjeros y de 1.800 pesos para uruguayos. Para facilitar la participación de los escritores que requieran alojamiento, se ha preparado un paquete que incluye habitaciones y comidas, con precios especialmente logrados para los participantes al encuentro. Las reservas hoteleras podrán realizarse desde el 1 de agosto hasta el 10 de octubre de 2009. Para solicitar mayor información se puede escribir a la dirección electrónica delasdosorillas@yahoo.com.ar. Fuente: Organizadores del evento *** Literatura y arte fantásticos serán analizados en Lima El Centro de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar (Celacp, http://celacp.perucultural.org.pe) organiza, en colaboración con la Red de Investigadores Autónomos y el apoyo de la Escuela Académico Profesional de Literatura (http://www.unmsm.edu.pe/letras/literatura.htm) de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM; http://www.unmsm.edu.pe), el Segundo Coloquio Internacional de Narrativa Fantástica “Lo fantástico en la literatura y el arte en Latinoamérica”, Coloquiofanperú 2009, evento que se realizará el 11 y 12 de septiembre en Lima, Perú, y que buscará la participación reflexiva en torno a lo fantástico en Latinoamérica, incluyendo, además, lo fantástico local. La actividad, que tendrá como escenario la Sala de Conferencias del Celacp (avenida Benavides 3074, La Castellana, Miraflores), centrará sus discusiones en ejes temáticos como las teorías de lo fantástico, la literatura fantástica comparada, las relaciones de lo fantástico con modalidades afines, la literatura y el arte fantásticos en Latinoamérica, el análisis de autores latinoamericanos y textos en particular, además de estudios temáticos y de motivos fantásticos, y las manifestaciones de lo fantástico peruano. La inauguración, el viernes 11 a las 10 de la mañana, estará a cargo de Gonzalo Portals Zubiate, presidente del Comité Organizador. A continuación el investigador Vicente Luis Mora, del Instituto Cervantes de Albuquerque (http://albuquerque.cervantes.es), Estados Unidos, pronunciará la conferencia magistral “Las ciudades invisibles de la literatura fantástica latinoamericana, de Jorge Luis Borges a César Aira”. La primera mesa, “Construcciones de lo fantástico”, se instalará a las 11:30 de la mañana. Participarán José Güich Rodríguez (Universidad de Lima, http://www.ulima.edu.pe), con “Estrategia narrativa en el cuento ‘La trama celeste’, de Adolfo Bioy Casares; Jim Alexander Anchante Arias (UNMSM), con “Configuración del lecto-personaje en dos cuentos hispanoamericanos”, y Andreas Kurz (Universidad de Guanajuato, http://www.ugto.mx; México), con “Conceptos confusos, contenidos compartidos: lo fantástico entre Hoffmann y Arguedas”. La moderación estará a cargo de Edwin Canaza. A las 15 horas se instalará la segunda mesa, “Travesías de lo fantástico”, que será moderada por Raschid Rabí y en la que se presentarán las ponencias “Elementos fantásticos en Oshta y el duende (1955) de Carlota Carvallo: transgresión y tiempo”, de César Espinoza García (Universidad Nacional Federico Villarreal, UNFV; http://www.unfv.edu.pe); “Los juegos del demiurgo, los asedios del creador: consideraciones a La noche de la Trapa de Germán Espinosa y Frankenstein de Mary Shelley”, de Nini Johanna Sánchez Ávila (Universidad Distrital Francisco José de Caldas, http://www.udistrital.edu.co; Colombia), y “Consideraciones en torno a ‘lo fantástico’ y ‘lo siniestro’ en el cuento ‘Casa tomada’ de Julio Cortázar”, de Edwin Canaza (UNMSM). A continuación Isaac León Frías (Universidad de Lima) pronunciará la conferencia magistral “Lo fantástico en el cine” y posteriormente, a las 17:45, se instalará la mesa 3, “Lo fantástico en Hispanoamérica”, donde se presentarán las ponencias “¿Es Mort Cinder un superhéroe latinoamericano? La obra de Breccia y Oesterheld en relación con el género de superhéroes”, de Raschid Rabí (Universidad Antonio Ruiz de Montoya, UARM; http://www.uarm.edu.pe), y “Los escondites de la realidad: el espacio fantástico en Mi hermana Elba (1980) de Cristina Fernández-Cubas”, de Patricia García García (Dublin City University, http://www.dcu.ie; Irlanda; Universidad Autónoma de Barcelona, UAB, http://www.uab.es; España), con moderación de Jorge Ramos Cabezas. La actividad del viernes 11 terminará con la mesa de narradores peruanos “Lenguaje y realidad: la representación de lo imposible”, en la que participarán Enrique Prochazka, Nilo Espinoza Haro y Edgardo Rivera Martínez bajo la moderación de Elton Honores. El sábado 12 a las 9:15 se instalará la cuarta mesa, “Modernidades de lo fantástico”, con “El microrrelato fantástico peruano y la Generación del 50”, de Jorge Ramos Cabezas (UNMSM), “El Supercholo como discurso icónico de la modernización y la cultura popular”, de Diana Rodríguez Díaz (UNMSM) y “Constatación de Tlön”, de Fernando García (UARM), bajo la moderación de Christian Elguera. A las 10:45 se instalará la quinta mesa, “Nuevos mundos fantásticos”, en la que Marcel Velázquez fungirá de moderador y se presentarán las ponencias “Albores de la literatura fantástica en el Perú: estilos e influencias en la literatura gótica del XIX”, de Christian Elguera Olórtegui (UNMSM), “Criaturas desafiantes: los conejos en ‘Carta a una señorita en París’ de Julio Cortázar; y las papas en Dearth de Aimee Bender. Un contraste de elementos neo-fantásticos y los factores que influyen su mensaje”, de Daniella Wurst (Pontificia Universidad Católica del Perú, PUCP; http://www.pucp.edu.pe), y “Máquinas voladoras en la Colonia: el caso de Santiago de Cárdenas, natural de Lima”, de Rubén Quiroz Ávila (Universidad Científica del Sur, http://www.ucsur.edu.pe). A las 12:15 se realizará la conferencia virtual “Lo fantástico según Edgar Allan Poe”, a cargo de David Roas (UAB), con moderación de Elton Honores. A las 15, Carlos Calderón Fajardo pronunciará su conferencia magistral “Por qué escribir literatura gótica (Lo gótico y lo neo-gótico en el Perú)”, siendo seguido, a las 16:15, por la mesa 6, “Latinoamérica fantástica”, en la que César Espinoza fungirá de moderador y serán leídas las ponencias “La antropofagia como imagen neofantástica. Una lectura de La apoteosis de la maestra de María Tellería Solari”, de Juan R. Cuya Nina (UNMSM); “Lo fantástico de los dobles en tres cuentos latinoamericanos: ‘Doblaje’, de Julio Ramón Ribeyro; ‘Lejana’ de Julio Cortázar, y ‘Trinidad’, de Germán Espinosa”, de Hernando Motato C. (Universidad Industrial de Santander, http://www.uis.edu.co; Colombia), y “El tema del doble en dos autores peruanos: Clemente Palma y Julio Ramón Ribeyro”, de Nehemías Vega (UNMSM). La séptima mesa, “Realidades fantásticas”, se instalará a las 17:45 con la moderación de Nehemías Vega y la presentación de las ponencias “El doble estatuto sociocultural en los cuentos fantásticos de La semana de colores de Elena Garro”, de Raúl Calderón Bird (Universidad de las Américas, http://www.udlap.mx; Puebla, México); “Alegoría del Apocalipsis en El tiempo del fin de Manuel Mejía Valera”, de Elton Honores (UNMSM), y “Releyendo ‘El guardajugas’ de Arreola: entre lo fantástico y el pragmatismo del día a día latinoamericano”, de Álvaro Bernal (University of Pittsburgh at Johnstown, http://www.upj.pitt.edu, EUA). Por último, a las 19:15 Melvin Ledgard (PUCP) pronunciará su conferencia magistral “Poe y Cortázar: universos en contacto”, justo antes de la clausura, que será a las 20:15. Como actividad paralela, de 14:30 a 19 se realizará la exhibición y venta de revistas de literatura peruana y libros de autores peruanos y extranjeros, con la participación de las publicaciones Ajos & Zafiros (http://ajosyzafiros.perucultural.org.pe), Ínsula Barataria, Casa de Citas y Tinta Expresa (http://tintaexpresa.site90.net). Fuente: Celacp *** Presentarán documental sobre el poeta español Leopoldo Panero Treinta y tres años después del rodaje de El desencanto, una impactante película de Elías Querejeta y Jaime Chávarri sobre el poeta Leopoldo Panero y su familia, se acaba de rodar en Astorga y Madrid el largometraje Los abanicos de la muerte, que complementa a aquella cinta, y cuyo preestreno tendrá lugar el próximo 11 de septiembre en el marco del XII Festival de Cine “Ciudad de Astorga” (http://www.cineastorga.com), que se celebrará entre el 2 y el 12 de septiembre. “En El desencanto fueron la viuda y los hijos del poeta quienes narraron sus vivencias, y recuerdos, y ahora la voz la recobra el propio escritor”, dijo el poeta y cineasta Luis Miguel Alonso Guadalupe, quien dirige este trabajo de hora y media de duración producido por Arce Producciones (http://www.arceproducciones.com). Para Alonso Guadalupe, El desencanto (1976) fue la película de la Transición española, pero en ella las diferencias familiares no permitieron llegar a conocer en profundidad al propio escritor. Por ello, Alonso Guadalupe —director también del Certamen de Cortometrajes “Ciudad de Astorga”— ha programado para este año un festival que además de homenajear a los responsables de El desencanto profundizará en el análisis de la figura de Leopoldo Panero (Astorga, 1909; Castrillo de las Piedras, 1962). El rodaje ya se ha realizado en Astorga y Madrid, en lugares que también aparecen en la película de Chavarri: “En Madrid, hemos rodado en el Retiro; en la calle Ibiza, donde estaba la vivienda, y en el Palace, en cuyo cine se estrenó la película hace 33 años”, señaló el director del nuevo filme. “En Astorga también hemos rodado en el Palacio de Gaudí, en la Catedral, en la antigua vivienda del escritor, en la zona del Teleno, el Casino, el Jardín de la Sinagoga, el Ayuntamiento y en las calles centrales, por las que paseaba el poeta”, agregó. El equipo también ha estado filmando en el cementerio de Astorga, donde reposan los restos de Panero y de su hijo Michi (1951-2004). El largometraje intenta “rehabilitar la figura de Leopoldo Panero como poeta, y para ello recurre a quienes hicieron El desencanto, a estudiosos de la figura del poeta y a gentes de Astorga que le conocían y que conocieron incluso las secuelas que tuvo en la ciudad la mala imagen que dieron los familiares en la película”, según Alonso Guadalupe. “Le damos la palabra al ausente, a quien no pudo hablar”. Para el director de la nueva película, no se está haciendo un “contra-desencanto”, sino “algo complementario, donde bucearemos en el propio Panero, con unas pinceladas sobre el poeta, lo que escribió, sus versos y poemas, su vida, su etapa comunista y su prisión...”. “Nos gustaría que, en el futuro, quien vea El desencanto cuente con este trabajo como complemento, con más información y con una visión nueva, treinta y tres años después”, agregó. En la película se saca a la luz la propia voz de Leopoldo Panero, con poemas conservados en Radio Popular de Astorga; y también aparecen por primera vez imágenes grabadas del propio Michi Panero, de unos tres años antes de morir el inconformista vástago de la familia. El título del largometraje “era el que Michi Panero pensó para El desencanto”, informa Alonso Guadalupe. Ese título —añadió— es una metáfora: “La película es como un abanico en el que los palos son los testigos y la tela es la propia urdimbre de la vida del poeta, al que tratamos de conocer más a fondo”. Fuente: EFE *** Revistas culturales mexicanas se reunirán en Guadalajara El próximo 11 y 12 de septiembre se celebrará en Guadalajara, Jalisco (México), la 3ª Jornada de Revistas Culturales, evento que se enfocará en el tema de estas publicaciones como testimonio o documento histórico, y que tendrá como escenarios el Centro Cultural Mixcoacalli y la Librería El Aguaje, que participan en la organización junto con la Red de Revistas Independientes (http://laredindependiente.blogspot.com), y las revistas Papalotzi (http://revista-papalotzi.blogspot.com), La Rueda (http://laruedalarueda.blogspot.com) y Va de Nuez (http://vadenueznogales.blogspot.com). Durante el evento se desarrollará una mesa de ponencias sobre el tema central, con la participación —como invitados especiales— de personajes de la vida cultural jalisciense, reconocidos por su labor en el ámbito cultural local; una mesa de presentación de revistas en la que el representante de cada publicación hablará sobre el origen de la misma, su entorno y sus alcances, y la exposición y venta de revistas culturales. Además se compilará una antología que se publicará en 2010, y que contendrá textos publicados en revistas culturales entre los años 2008 y 2009. Para ello los responsables de las revistas podrán postular cuentos y poemas, disponiendo cada una de un máximo de diez páginas. La compilación, edición, promoción y distribución estará a cargo de las revistas participantes, así como el aporte de los recursos necesarios para la producción del libro. Se espera que al menos unas veinte revistas colaboren en este proyecto. Los interesados podrán solicitar mayor información a la dirección electrónica redderevistas@gmail.com, donde también formalizarán la inscripción, que tiene un costo de 100 pesos, hasta el viernes 28 de agosto. Fuente: Red de Revistas Independientes *** Dictarán talleres de actuación en Caracas Un taller de actuación y montaje y otro de actuación y expresión corporal serán dictados a partir del próximo mes de septiembre en los espacios de la Casa de Rómulo Gallegos, sede de la Fundación Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos (Celarg, http://www.celarg.gob.ve), en Caracas. El martes 1 de septiembre se dará inicio al taller de actuación y montaje nivel II, que el Celarg organiza conjuntamente con el Grupo de Teatro Bagazos (http://clientes.folletoweb.com/bagazos) y que será dictado por el dramaturgo y director Gerardo Blanco López. Este taller está dirigido a actores con alguna experiencia que quieran afianzar y revisar sus técnicas a través de un montaje, así como a personas interesadas en el área actoral, para lo cual deberán estar dispuestos a enfrentar un texto teatral y todos los compromisos y responsabilidades que esto representa, con el objetivo de presentar un trabajo final consistente en la presentación de la obra, cuya producción será parte de la experiencia de aprendizaje. Tendrá una duración de tres meses y se realizará en sesiones de 6 de la tarde a 8 de la noche, los martes y jueves. El costo del taller es de 1.000 bolívares, pagadero únicamente en efectivo, en dos partes, una al inscribirse y otra a la mitad del taller. No incluye gastos de producción del montaje. Se puede formalizar la inscripción de lunes a viernes de 2 a 4 de la tarde en la Coordinación de Promoción Cultural de la Casa de Rómulo Gallegos. Para solicitar mayor información se puede telefonear al facilitador al número (0414) 3234084 o escribirle a grupobagazos@gmail.com. Por su parte, el taller de actuación y expresión corporal, que será dictado por el profesor Noel de la Cruz, licenciado en artes escénicas en La Habana, Cuba, está orientado a la formación integral del actor y abordará técnicas de relajación, expresión corporal y actuación, por lo que el resultado podrá ser útil a los participantes para incursionar en cualquiera de los medios: teatro, televisión o cine. Será dictado en dos modalidades, una para principiantes y otra intensiva. La primera se desarrollará a partir del 14 de septiembre en sesiones de 6 de la tarde a 9 de la noche los lunes y miércoles durante seis meses, la inscripción cuesta 300 bolívares y la mensualidad será igualmente de 300 bolívares. La segunda será los sábados de 9 de la mañana a 2 de la tarde desde el 12 de septiembre, también durará 6 meses y los costos son similares. En ambos casos las sesiones se realizarán en las salas del piso 6 de la Casa de Rómulo Gallegos, en Caracas, y se realizará una muestra final en la que se podrá apreciar lo aprendido por los participantes. Los cupos son limitados. Para solicitar información o formalizar la inscripción es preciso comunicarse con la Coordinación de Promoción Cultural de la Fundación Celarg, de lunes a viernes entre 2 y 4 de la tarde, por el teléfono (0212) 2852721 o por el correo eventos@celarg.gob.ve, o directamente con el profesor De la Cruz a través de los teléfonos (0212) 5713659 y (0412) 5989095, o el correo teatro.prometeo@gmail.com. Fuente: Celarg *** José Saramago participará en las Conversaciones Literarias en Formentor Del 25 al 27 de septiembre se realizará en Mallorca, Islas Baleares (España), la segunda edición de las Conversaciones Literarias en Formentor (http://www.conversesformentor.com), evento que servirá para conmemorar los cincuenta años de las Conversaciones de 1959, y la recuperación de este enclave mediterráneo como espacio mítico de la literatura internacional, en el que ya estuvieron figuras como Miguel Costa i Llobera, Joan Estelrich, Gabriel Alomar, Josep Pla, Ramón Gómez de la Serna y Hermann Keyserling, en los años 30; Camilo José Cela, Carlos Barral, Jaime Gil de Biedma, Jorge Luis Borges, Italo Calvino, Samuel Beckett y tantos otros a principios de los 60. Este año, los invitados al evento dialogarán sobre lugares, ideas, géneros y otros temas, mientras que editores y agentes literarios debatirán la permanencia o reinvención del libro en los ámbitos de lo virtual. El acto de apertura tendrá lugar el viernes 25 a las 13 horas y más tarde, a las 16:30, se instalará en el Café Bellver la mesa “Cartografías literarias”, moderada por Biel Mesquida y con la participación de Félix de Azúa, Javier Fernández de Castro, Sebastià Perelló, Ponç Pons y Llucia Ramis. A las 18:30 Julia Uceda y María Payeras protagonizarán la lectura poética “La Generación de los 50. Cincuenta aniversario” y a las 19:30 será la ceremonia de inauguración institucional. El sábado 26 a las 10 se realizará la primera conversación, “Vagabundos y cosmopolitas”, en la que participarán Jordi Carrión, Enric González, Eduard Jordà, Vicente L. Mora y Jaume C. Pons Alorda, bajo la moderación de Emili Manzano. Patricio Pron, Rodrigo Rey Rosa y Santiago Roncagliolo protagonizarán a las 12 la segunda conversación, “Dictadores, héroes y canallas. El pathos americano”, con la moderación de Juan Cruz. A las 16:30, en el Café Babelia, Guillermo Altares moderará a los editores y agentes literarios en la mesa “Espacios virtuales, el libro electrónico y los derechos de autor”. Participarán los editores Joan Barril (Barril y Barral, http://www.barrilybarral.com), Manuel Borrás (Pre-Textos, http://www.pre-textos.com), Jacobo Martínez de Irujo (Atalanta, http://www.atalanta.com), Francesc Moll (Moll, http://www.editorialmoll.cat), Lleonard Muntaner (http://www.lleonardmuntanereditor.cat), Malcom Otero Barral (Barril y Barral), Silvia Querini (Lumen, http://www.rhm.es), Pilar Reyes (Alfaguara, http://www.alfaguara.santillana.es), Lluis Solano (Libros del Asteroide, http://www.librosdelasteroide.com) y Diana Zaforteza (Alfabia, http://www.edicionesalfabia.com), junto con las agentes literarias Mercedes Casanovas (http://www.mercedescasanovas.com) y Raquel de la Concha (http://www.rdclitera.com). A las 17, la Fundación Rotger Villalonga ofrecerá una visita opcional, previa inscripción, al Faro de Formentor y a Cala Murta, in memoriam Miguel Costa i Llobera, y a las 20 se realizará un homenaje al escritor Baltasar Porcel, recientemente fallecido. El domingo 27, a las 10, se realizará la tercera conversación, titulada “Historia, memoria e invención”, en la que participarán Miquel Dalmau, Guillem Frontera, José Carlos Llop, Josep Massot i Ramis d’Ayreflor y Carme Riera, con moderación a cargo de Josep Ramoneda. La cuarta conversación, “Literatura y disidencia”, a las 12, tendrá como moderador a Basilio Baltasar y participarán Kurdo Baksi, Zeferino Coelho, Perfecto Cuadrado y el Premio Nobel de Literatura 1998, José Saramago, quien además a las 14 dará las palabras de clausura. Las Conversaciones Literarias son organizadas por el hotel Barceló Formentor (http://www.barceloformentor.com) y la Fundación Santillana (http://www.fundacionsantillana.com), con la colaboración del Diario de Mallorca (http://www.diariodemallorca.es) y la Fundación Rotger Villalonga (http://www.fundacionrotgervillalonga.org). Para solicitar mayor información, los interesados pueden comunicarse por el teléfono 971 177 292 o escribir a la dirección electrónica info@conversesformentor.es. Fuente: Web del evento *** Autores colombianos en Cataluña celebrarán encuentro Organizado por Casa Amèrica Catalunya (http://www.americat.net) y la Fundación Santillana (http://www.fundacionsantillana.com), el próximo 29 y 30 de septiembre se celebrará el Encuentro de Escritores Colombianos en Catalunya, un evento dedicado a rememorar la presencia de los autores de ese país latinoamericano que residieron en la ciudad —desde Vargas Vila a García Márquez— y a conocer la obra literaria de los autores que hoy viven en Barcelona, España. El encuentro, que reunirá a varios de los autores colombianos que actualmente realizan su trabajo en Cataluña, está organizado en dos sesiones, durante las cuales se podrá dialogar con los autores sobre su quehacer literario. Incluye dos conferencias sobre escritores colombianos en Cataluña, y ofrece un espacio para el debate y un recital poético. El inicio será el martes 29, cuando se abordará la narrativa colombiana en Cataluña. A las 19, Ricardo Cano Gaviria ofrecerá su conferencia “Colombia en Cataluña desde el Modernismo”. A las 20 se realizará un conversatorio con los escritores Ángela Becerra, Juan Gabriel Vásquez, Luis Noriega, Ricardo Cano Gaviria y Sergio Álvarez, conducido por el escritor español José Antonio de Ory. El miércoles 30, dedicado a la poesía colombiana en Cataluña, Arturo Bolaños Martínez pronunciará su conferencia “El silabario que nos une”. Será seguido, a las 19:45, por un recital poético en el que participarán Anabel Torres, Juan Pablo Roa Delgado (http://www.letralia.com/firmas/roadelgadojuanpablo.htm), Zamir Bechara, Antonio María Flórez (http://www.letralia.com/firmas/florezantoniomaria.htm) y Arturo Bolaños Martínez, todos ellos presentados por la poeta catalana Rosa Lentini. Fuente: Casa Amèrica Catalunya *** Literatura infantil y juvenil se reunirá en Chile el año entrante Con la participación de autores, ilustradores, editores, críticos, educadores, artistas, promotores y otras figuras de la literatura infantil y juvenil, del 24 al 28 de febrero de 2010 se realizará en Santiago de Chile el primer Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil (Cilelij 2010, http://www.cilelij.cl), un encuentro que se centrará en la discusión de la historia, la actualidad y el porvenir del ramo en Hispanoamérica. Organizado por la Fundación SM (http://www.fundacion-sm.com) en conjunto con la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (Dibam, http://www.dibam.cl) de Chile, el evento congregará a los representantes más significativos del quehacer literario para niños y jóvenes en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, España, México, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela, entre otros. La ponencia inaugural, titulada “Somos lo que leímos”, será un diálogo entre los escritores Antonio Skármeta (Chile) y Juan Villoro (México) sobre la importancia de las primeras lecturas en las vidas de los individuos y en la de los pueblos. Tras esta actividad se realizará un homenaje a figuras destacadas de la literatura infantil y juvenil iberoamericana: Teresa Castelló Yturbide, “Pascuala Corona” (México, 1917), Alicia Morel (Chile, 1921), Montserrat del Amo (España, 1927), María Elena Walsh (Argentina, 1930) y Lygia Bojunga (Brasil, 1932). Entre los destacados profesionales del medio que participarán en el evento estarán los argentinos Liliana Bodoc, Marcela Carranza, Estela D’Angelo, Alicia Salvi, Carlos Silveyra y Ana Siro; los brasileños Bartolomeu Campos, Jose Castilho, Ana Maria Machado, Dolores Prades y Tania Rösing; los chilenos Víctor Carvajal y Manuel Peña Muñoz, las colombianas María Graciela Bautista, María Osorio, Yolanda Reyes y Beatriz Helena Robledo; los cubanos Luis Cabrera y Antonio Orlando Rodríguez; los españoles Pedro Cerrillo, Teresa Colomer, Victoria Fernández, Gemma Lluch y Jordi Sierra i Fabra; la guatemalteca Patricia Aldana; los mexicanos Alma Carrasco, Daniel Goldin y Francisco Hinojosa, el peruano Jorge Eslava, la uruguaya Sylvia Puentes y la venezolana María Beatriz Medina. También participarán ilustradores como Istchvanch, de Argentina; Ángela Lago, de Brasil; Enrique Martínez, de Cuba; Fabricio van den Broeck, de México, y Rosana Faría y Fanuel Hanán Díaz, de Venezuela. Además, en la mesa redonda “La LIJ en la Web y otras innovaciones tecnológicas”, que se realizará el sábado 27 de febrero, se reunirán los editores Roberto Sotelo, de Imaginaria (http://www.imaginaria.com.ar; Argentina), Sergio Andricaín, de Cuatrogatos (http://www.cuatrogatos.org; Estados Unidos), Peter O’Sagae, de Dobras da Leitura (http://www.dobrasdaleitura.com; Brasil, y Ramón Lloréns, de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes (http://www.cervantesvirtual.com; España). Mediante conferencias magistrales, ponencias, coloquios, mesas redondas y talleres, en sesiones consecutivas, se abordará la literatura infantil y juvenil en los ámbitos iberoamericanos, tanto desde una perspectiva histórica como geográfica. El encuentro divulgará además las experiencias más exitosas de la literatura infantil, así como los escollos y retos que enfrenta, y planteará acciones concertadas para impulsar este género. El congreso integra dos módulos: el Académico (en sesiones de 9:30 a 18:30 los días 25, 26 y 27 de febrero de 2010), para quienes hayan realizado la inscripción correspondiente, y el de Actos Culturales abiertos al gran público (sesiones a partir de las 19:00 esos tres días, y acto de clausura el domingo 28). Habrá traducción simultánea al y desde el portugués. El Cilelij, que precederá a la celebración, del 5 al 10 de marzo en Valparaíso, Chile, del V Congreso Internacional de la Lengua Española (http://www.congresodelalengua.cl), se desarrollará en localidades culturales e históricas de la nación sudamericana como el Museo Nacional de Bellas Artes (http://www.mnba.cl), el Centro Patrimonial Recoleta Dominica (http://www.dibam.cl/sdm_cpr_dominica) y la Explanada de la Biblioteca de Santiago (http://www.bibliotecadesantiago.cl). Para participar será requisito indispensable la inscripción previa, que hasta el 30 de septiembre tendrá un costo de 320 dólares. Entre esta fecha y el 30 de noviembre ascenderá a US$360 y, después de esta fecha, a US$400. Se puede pagar por Paypal (http://www.paypal.com) o a través de depósitos o transferencias según los datos que se especifican en la web del evento. El precio incluye la asistencia al congreso, los materiales del mismo, comidas y snacks y cena de gala. Para formalizar la inscripción el interesado debe proporcionar sus datos mediante el formulario correspondiente, disponible en http://www.cilelij.cl/index.php?mod=inscripcion&op=formulario. Fuente: Cilelij ||||||||||||||||||||||| ARTÍCULOS Y REPORTAJES |||||||||||||||||||||| === La vuelta al mundo en ochenta Díaz Pedro Conde Sturla ============ Confieso que la noticia me sorprendió agradablemente, no deja de sorprenderme. La obra de Junot Díaz, La breve y maravillosa vida de Óscar Wao (2007), ha sido galardonada con el premio Pulitzer 2008 (el mismo que le negaron a Truman Capote por su colosal novela A sangre fría), ha sido traducida a 24 idiomas y ha dado la vuelta al mundo, a una parte del mundo en menos de un año, en poco más de los ochenta días que les tomó a los personajes de Julio Verne y al dilecto Cantinflas en la película memorable en que el glorioso mejicano dejó chiquitos —como dijo Cabrera Infante—, a los grandes actores que lo acompañaban en el mejor momento de su carrera. Se trata de la vuelta al mundo en ochenta Díaz o de la vuelta al Díaz en ochenta mundos, como quería Cortázar. El episodio me recuerda el caso de Hemingway. Pero Hemingway era ya mundialmente famoso cuando cedió los derechos de El viejo y el mar a la infame revista Life y vendió cinco millones de ejemplares en varias lenguas en un solo fin de semana, si mal no recuerdo. García Márquez no tuvo tanto empuje publicitario. Anduvo con algunas de sus obras bajo el brazo durante años en busca de un editor, y el reconocimiento de su valía como escritor fue un proceso más lento. Publicó humildemente Cien años de soledad en una editorial americana de América del Sur, que es la mayor de las Américas, y sus lectores poco a poco la catapultaron a la fama y luego al boom de la literatura del continente mestizo, junto a las obras del consagrado Carlos Fuentes, junto a Julio Cortázar, Mario Vargas Llosa y otros insurgentes, dejando en manos de las empresas que editaban esas obras un negocio que no sabían momentáneamente manejar porque se les iba de las manos. Sin embargo, Cien años de soledad fue un acontecimiento literario inaudito y casi cosmogónico que dividió al mundo de las letras hispánicas en un antes y un después. “Es la obra más importante escrita en español después de El Quijote”, dijo nuestro gigante Juan Bosch en una cita citable. Un juicio que comparto al cien por ciento. En términos de lanzamiento editorial, la obra de García Márquez, y ni siquiera la de Vargas Llosa, pueden compararse a la monumental campaña publicitaria con la que ha sido favorecida la inteligentísima, original y muy apreciable novela de Junot Díaz. De hecho, pocas veces se ha producido un fenómeno propagandístico comparable al que ha realizado el conocido monstruo editorial Vintage Anchor Books (división de Random House, Inc.), una operación de tal magnitud que ha permitido lanzar a la gloria, al firmamento de las grandes estrellas de la literatura al casi novato Junot Díaz, y promueve su obra como la primera Coca Cola del desierto, traducida a los más importantes idiomas del planeta. Todo, en el montaje publicitario de la obra de Junot Díaz, es hiperbólico y exagerado, la “exageración convicta” de la que hablaba una vez Mario Benedetti en sus Letras del continente mestizo. Como dice Rosa Montero en La loca de la casa, “ya se sabe que hoy los libros forman parte del mercado y son vendidos con técnicas comerciales tan agresivas como las que emplean los fabricantes de refrescos o de coches. Lo cual tiene sus cosas malas, pero también algunas buenas: por ejemplo, que los libros llegan a más gente; o que, al estar dentro del mercado, están dentro de la vida, porque hoy todo es mercado, y si la literatura permaneciera totalmente al margen quizá se convertiría en una actividad elitista, artificiosa y pedante. Pero las cosas malas que esta situación conlleva son desde luego muy malas”. Se imponen, en definitiva, los intereses mercuriales. Ese es el quid del asunto. Según Rosa Montero, “esto es una consecuencia de la obligatoriedad del éxito comercial, que se ha convertido en un requerimiento casi frenético. Se diría que hoy la única medida del valor de un libro es la cantidad de copias que vende, una apreciación a todas luces absurda, porque hay obras horrendas que se venden a mansalva y libros estupendos que apenas si circulan (lo cual no quiere decir, naturalmente, que los libros buenos sean por definición los que no se venden y los libros malos los que sí: esa es otra mentecatez del mismo calibre que estuvo de moda hace algunos años)”. El valor de la novela de Junot Díaz no lo pongo, sin embargo, en duda, no está en dudas. Es una obra valiosa, valiosísima. Pero una cosa es la publicidad comercial y otra la literatura. Por eso he querido empezar por el principio, separando una de otra antes de aventurarme en La breve y maravillosa vida de Óscar Wao. *** El exordio literario de Junot Díaz, un libro de relatos titulado en español Negocios (1996), anunciaba parcialmente su talento de narrador y nada más. El exagerado éxito de crítica y ventas lo atribuyo simplemente a esos mencionados mecanismos de promoción de los Persuasores ocultos de los que habla Vance Packard en su famoso libro. Otros cuentos muy superiores ha escrito Junot Díaz desde entonces, con una técnica que anticipaba el estilo, los personajes y recursos con los que construyó el andamiaje de la novela que lo ha consagrado. La breve y maravillosa vida de Óscar Wao arranca y termina con dos historias paralelas en diferentes planos. Una es la historia que cuenta la novela propiamente dicha, una trágica saga familiar en la que no me parece que Óscar sea el personaje más importante ni el más elaborado. Otra es la historia a pie de página, historia patria o mejor contrahistoria, porque el punto de vista de Junot Díaz no se acomoda al enfoque tradicional. Ambas historias, la tragedia familiar y la tragedia nacional, tienen como telón de fondo una fina red de referencias del “ámbito y penumbra” —como diría Manuel Rueda—, de las tiras cómicas, el cine, la literatura y múltiples referencias culturales y “subculturales” (si acaso existe tal cosa) que aparecen debidamente organizadas en un glosario en las últimas páginas del libro. Nada se mueve allí, en la alucinante y no “divertida” novela de Junot Díaz, al margen de ese inmenso telón de fondo contra el cual o sobre el cual se proyecta toda la narración, al cual todo remite o alude. Imágenes, metáforas y otras figuras de dicción son las de un autor que se ha curado de todos los lugares comunes de la lengua tradicional y el buen decir e incurre originalmente en lugares comunes provenientes de fuentes inauditas, inauditamente “extraliterarias” en el sentido clásico de la palabra. Hay que imaginarse a Borges leyendo a Díaz, por ejemplo. ¡Qué desastre! Su lenguaje provocador, agresivo, ofensivo, que a veces parece enfermizo y no deja de serlo, perturba a “las buenas conciencias”, a la crítica mojigata, santurrona, como una vez lo hacía su admirado Henry Miller con sus famosos Trópicos que merecieron la censura, el repudio de la moral del imperio norteamericano que mientras tanto arrojaba millares de toneladas de bombas moralizantes sobre la humanidad. Su magia está en el léxico, en la arquitectura lexical del spanglish de los dominican York (gramaticalmente “bisexual”, incorrecto, deslenguado), que sin embargo se deja traducir decentemente, por lo menos en la cubanísima versión al dominicano de Achi Obejas, si es un nombre ese y no un relajo, como el del novelista Sealtiel Alatriste. La historia se articula en tres partes y ocho capítulos, más una introducción y una carta final que conducen del pasado al presente y viceversa, y de New York a Baní y Santo Domingo continuamente, y en sus páginas desfilan, en general, seres fracasados o víctimas de la intolerancia racial y política, perdedores de una densa calidad humana como Óscar, la madre, la hermana, los abuelos. La única excepción es Yunior, un narrador no omnisciente, un papi chulo, un tipo exitoso, al menos en asuntos de faldas. Aunque Junot Díaz dedicó el título de su novela a Óscar Wao, el personaje más acabado, trágico y complejo es la mamá, Hypatía Belicia Cabral, que está buenísima. De hecho, me parece que el personaje Óscar es poca cosa respecto al personaje de la madre. Evidencia irrefutable de que Junot Díaz sabe más de mujeres que de hombres, cosa que habla a su favor. Ninguno de los capítulos alcanza la grandeza e intensidad de “Los tres desengaños de Belicia Cabral (1955-1962)”, un personaje femenino fuera de serie, en el que Junot Díaz define su ideal de belleza. Las mejores hembras de la novela pertenecen al género pluscuamperfecto, generalmente de piel cobriza o negra, altas, muy altas, abundantemente teutónicas o sospechosas, tetuagenarias, pero además culinarias, culombianas, con un kulovatio enorme, un kulómetro cuadrado por trasero y piernas como columnas de Hércules. Mujeres iguales a las que idealiza mi tocayo amigo, el escritor y poeta peruano Pedro Granados. Sólo la hermana de Óscar, la hermosa Lola, no es teutónica, es sintética, pero con un fundillo notable, un kulofón: Era como dos muchachas en una: un torso flaquísimo casado con un par de caderas de Cadillac y el caminao de un burro borracho. *** El traje de palabras que usa Junot Díaz para vestir y darles vida a sus personajes es casi siempre novedoso y excéntrico. Así, al describir a una mujer bonita dice que era “una reina de belleza de proporciones venezolanas”, y en la descripción de la metamorfosis de Belicia Cabral, su conversión de patito feo en cisne encantador, emplea a fondo su sistema de referencias culturales, dando lo mejor de sí: E invisible hubiera permanecido si en el verano del segundo año de la secundaria Beli no hubiera ganado la lotería bioquímica, no hubiera experimentado el Verano de sus Características Sexuales Secundarias, no se hubiera transformado por entero (ha nacido una belleza terrible). Si antes Beli había sido una ibis desgarbada, bonita de una manera típica, para cuando terminó el verano estaba hecha un mujerón, con ese cuerpo suyo, esas formas que la harían famosa en Baní. Los genes de sus padres difuntos habían desaparecido en una cabronada estilo Roman Polanski. Como la hermana mayor a la que nunca conoció, Beli se había transformado de la noche a la mañana en un portento menor de edad, y de no haber estado Trujillo en sus erecciones finales, es probable que hubiera enfilado sus “cañones” hacia ella del mismo modo que se decía lo había hecho con su pobre hermana difunta. Que conste, ese verano nuestra muchacha desarrolló un cuerpazo tan enloquecido que sólo un pornógrafo o un dibujante de cómics podía haberlo conjurado con tranquilidad de conciencia. Todos los barrios tienen su tetúa, pero Beli las dejaba chiquitas a todas: era la Tetúa Suprema. Sus tetas eran globos tan inverosímiles, tan titánicos, que provocaban en las almas generosas compasión por su portadora y hacían que cada varón en su proximidad reevaluara su triste vida. Tenía los Pechos de Luba (36DDD). ¿Y qué hay del culo supersónico que les sacaba a borbotones las palabras a los tipejos del barrio y arrancaba las ventanas de sus fokin marcos? Ese culo jalaba más que una yunta de bueyes. ¡Dios mío! Incluso este humilde Vigilante, repasando fotos viejas, quedó estupefacto al ver lo mamasota que fue en su época. Belicia, con su pesada carga de fracasos, igual que el resto de la familia y del país, es víctima del fucú o fukú del Almirante, la mala suerte, la “iettatura” o yetatura que —como he dicho otras veces— aterroriza no sólo a los ignorantes, sino al pueblo en general, a supersticiosos instruidos, de vasta cultura, entre los que se incluyen destacadas figuras de la intelectualidad dominicana, paladines de la libertad de prensa e incluso comunistas ateos y disociadores que nunca llaman al Gran Almirante por su nombre y si lo escuchan tocan madera como especie de conjuro, repetidamente madera. Yevgeni Yevtushenko, el famoso y jovial y curiosísimo poeta ruso con el cual muchos compartimos gratos momentos en memorables conversaciones, bebentinas y comilonas durante su grata, inolvidable estadía en Santo Domingo, creo que fue el primero en elevar a categoría literaria el termino fukú, que lo fascinó desde el primer momento y le inspiró el libro homónimo, un tributo de amor a la nación que lo acogió con extraordinaria simpatía, publicado en 1988 por Bernardo Vega y muchas veces citado por Junot Díaz como fuente nutricia. La narración de La breve y maravillosa vida de Óscar Wao inicia precisamente con una versión del fukú, que a veces, en la jerga alucinada y brillante de Junot Díaz, se confunde aposta con el fokiú, porque Junot es Junot, un jodotnoso, un fokin narrador de orilla que le saca todo el sentido a las palabras, especialmente a las malas si es que existen: Dicen que primero vino de África, en los gritos de los esclavos; que fue la perdición de los taínos, apenas un susurro mientras un mundo se extinguía y otro despuntaba; que fue un demonio que irrumpió en la Creación a través del portal de pesadillas que se abrió en las Antillas. Fukú americanus, mejor conocido como fukú, en términos generales, una maldición o condena de algún tipo; en particular, la Maldición y Condena del Nuevo Mundo. También denominado el fukú del Almirante, porque el Almirante fue su partero principal y una de sus principales víctimas europeas. A pesar de haber “descubierto” el Nuevo Mundo, el Almirante murió desgraciado y sifilítico, oyendo (dique) voces divinas. En Santo Domingo, la Tierra Que Él Más Amó (la que Óscar, al final, llamaría el Ground Zero del Nuevo Mundo), el propio nombre del Almirante ha llegado a ser sinónimo de las dos clases de fukú, pequeño y grande. Pronunciar su nombre en voz alta u oírlo es invitar a que la calamidad caiga sobre la cabeza de uno de los suyos. Cualquiera que sea su nombre o procedencia, se cree que fue la llegada de los europeos a La Española lo que desencadenó el fukú en el mundo, y desde ese momento todo se ha vuelto una tremenda cagada. Puede que Santo Domingo sea el Kilómetro Cero del fukú, su puerto de entrada, pero todos somos sus hijos, nos demos cuenta o no. Óscar pertenece a una familia de fornicantes de tipo macondiano (el abuelo materno, la madre, la hermana, el novio de la hermana, presumiblemente los tíos), en la cual representa la excepción y no la regla. El infeliz está dotado de fina sensibilidad e inteligencia, pero también de un físico extravagante que lo incapacita para relacionarse socialmente y menos aun sexualmente. Es el típico nerd, enemigo del ejercicio físico y el baile y las fiestas, apasionado por la lectura y juegos de video, y sueña con ser un gran escritor como Tolkien, el Tolkien dominicano. Es un tipo marginal, un solitario, excluido, rechazado y autorrechazado, sufre de fobia social y suele enamorarse perdidamente de muchachas que han tenido un fracaso sentimental y convertirse en paño de lágrimas. Óscar, en su nerdería, es demasiado lineal, demasiado nerd, un estereotipo por excelencia, pero muy bien trabajado literariamente, aunque nunca como la madre, ya lo he dicho. La dimensión trágica de la madre es superlativa. Óscar es más patético que trágico, es un idealista, “busca el amor desesperadamente”, como se anuncia en la contraportada del libro, pero de ninguna manera “quiere perder la virginidad como un típico macho dominicano”. Él no quiere fornicar como la masa de personajes que lo acompañan en su novela. Él es un poco Madame Bovary al revés. Para perder la virginidad y realizarse como macho le bastaría una mujer del genero “puttanifero” como decía elegantemente Vittorio Gassman en una de sus famosas películas. Óscar busca el amor para hacer el amor, no fornicar, y lo consigue al final valientemente a cambio de su vida. He aquí lo real maravilloso en esta novela del jodonísimo Junot Díaz. Construir un ambiente sórdido, a veces tenebroso, en el cual se desenvuelve este personaje que conmueve por su inocencia, un tipo casto en el fondo, que preserva su virginidad y sus principios hasta alcanzar su ideal, la meta de sus sueños. No es tan fiero el Junot como lo pintan. *** Las historias ocultas o disimuladas en La breve y maravillosa vida de Óscar Wao se prestan a múltiples lecturas porque es una obra abierta sobre un mundo cerrado, el de los doyo, los dominicanyork del gueto de Washington Heights o del Bronx y otros, que emplean el spanglish como “lengua defensiva” al decir de Miriam Ventura, “lengua de la resistencia” que “los define a ultranza”. Junot es el autor que les da voz, dice Miriam Ventura, uno de ellos, y su libro es uno de esos libros que “guardan fechas dentro de los actos de trasgresión de la palabra”, la palabra del amo. El spanglish que “contamina” el habla y la escritura y hace rabiar a los puristas, es producto irreversible de un proceso de “mestizaje” lingüístico “objetivamente condicionado”, “históricamente determinado”, como decía Marx, muy parecido al que “contaminó” a la lengua de Castilla (una “degeneración” del latín) con miles de palabras árabes. “El elemento árabe”, dice Eric Santoni en su libro El Islam, “es, después del latino, el más importante del vocabulario español”. Un hecho de esta naturaleza demuestra con creces hasta qué punto el árabe es esencial en nuestra cultura. Esos marroquíes que tan altas tarifas pagan por cruzar la aduana de Algeciras, y atraviesan aldeas o alquerías de La Mancha entre jaras, retamas, espliego y mejorana antes de llegar a arrabales donde encontrar una alcoba con tabiques revestidos, tal vez, de azulejos, donde comer albóndigas, alcachofas, aceitunas, alubias, y desde allí marchar a trabajar a una tahona, un almacén, o a vender alfombras por las aceras o a emplearse como albañiles, con los papeles en regla otorgados por un alguacil, con el permiso del alcalde, y que con fulano o mengano armarán buen alborozo cuando en una azotea se cuente alguna hazaña celebrándola con arrope, alfeñiques o albaricoques en almíbar, quizá entre el perfume de alhelíes, azahares o azucenas, y aún con tiempo para jugar al ajedrez o tocar el laúd antes de que el cielo azul o añil se acicale de estrellas como Aldebarán, Algol, Vega..., pues bien, esos árabes vuelven donde señorearon sus mayores, aunque algunos mezquinos los tachen de gandules. En esa lengua contaminada escribió Cervantes su libro sobre nuestro señor Don Quijote, y en el despreciado “vulgar” italiano Dante escribió La comedia, aquella que la posteridad llamó divina. No tengo la menor duda de que en spanglish (“fusión morfosintáctica y semántica del español con el inglés”, según Wikipedia), se pueden escribir obras maestras, si no se han escrito ya, y oponerse a su uso es tan insensato como inútil. El spanglish es un producto cultural y la cultura no es estática, vive a merced de la historia, “objetivamente condicionado”, en un interminable proceso de renovación y cambio y no surge de la voluntad o decisión individual, sino de la interacción de comunidades y pueblos con su medio. Los héroes no hacen la historia —decía Mao Tse Tung—, la historia hace a los héroes. Junot no inventa el spanglish, el spanglish lo inventa a él de alguna manera. Fue el idioma que “pobló su vida”, como pobló el inglés culto la de Borges, mutatis mutando (“cambiando lo que haya que cambiar”) y guardando desde luego las distancias, que son muchas. El universo podrido, la sociedad podrida, la vida miserable en un país bajo las tiranías de Trujillo y Balaguer o en un gueto de Nueva York, el racismo, el intervencionismo yanqui, todo lo que relata Junot Díaz en su novela (y que a muchos produce repulsión o agobio) es el fruto de experiencias de segunda y primera mano que también poblaron su vida. Él las recrea con crudeza y en parte las padeció, pero no es el responsable, él las denuncia. Picasso no es el autor de Los horrores de Guernica, él los pintó. Contra esa realidad que condena la novela de Junot Díaz combatieron algunos de los que denigran la novela. La breve y maravillosa vida de Óscar Wao es una obra trágica salpicada de humor negro. Descalificarla por la crudeza de su lenguaje o celebrarla por “divertida” me parece un equívoco. Yo —confieso cínicamente— he dedicado parte de mi vida a la docencia y parte a la indecencia, y nada de lo que escriba Junot Díaz me escandaliza o sorprende porque creo en el ejercicio libertario de la palabra, en la lucha contra el orden simbólico del poder a través de la palabra que reconstruye otro orden, como hace Junot Díaz. Creo firmemente, como dijo un escritor norteamericano, que la irreverencia, la herejía, el mal decir, el pensar diferente es siempre un ejercicio de la libertad, “el vuelo del libre albedrío”. *** La historia que se narra en las muchas notas a pie de página de La breve y maravillosa vida de Óscar Wao, no tiene nada de oculta o disimulada. Es una historia política, un ensayo de interpretación de ciertos hechos que todavía hoy son objeto de manipulación en textos canónicos escolares que evaden establecer complicidades y llamar las cosas por sus nombres: 1) Para aquellos a quienes les faltan los dos segundos obligatorios de historia dominicana: Trujillo, uno de los dictadores más infames del siglo XX, gobernó la República Dominicana entre 1930 y 1961 con una brutalidad despiadada e implacable. Mulato con ojos de cerdo, sádico, corpulento; se blanqueaba la piel, llevaba zapatos de plataforma y le encantaban los sombreros al estilo de Napoleón. Trujillo (conocido también como EI Jefe, EI Ladrón de Ganado Fracasado y Fuckface) llegó a controlar casi todos los aspectos de la política, la vida cultural, social y económica de la RD mediante una mezcla potente (y muy conocida) de violencia, intimidación, masacre, violación, asimilación y terror. Así llegó a disponer del país como si fuera una colonia y él su amo. A primera vista, parecía el prototipo del caudillo latinoamericano, pero sus poderes eran tan fatales que pocos historiadores o escritores los han percibido, y me atrevo a decir que ni siquiera los han imaginado. Era nuestro Sauron, nuestro Arawn, nuestro propio Darkseid, nuestro Dictador para Siempre, un personaje tan extraño, tan estrafalario, tan perverso, tan terrible que ni siquiera un escritor de ciencia ficción habría podido inventarlo. Famoso por haber cambiado TODOS LOS NOMBRES A TODOS LOS SITIOS HISTÓRICOS de la República Dominicana para honrarse a sí mismo (el Pico Duarte se convirtió en Pico Trujillo, y Santo Domingo de Guzmán, la primera y más antigua ciudad del Nuevo Mundo, se convirtió en Ciudad Trujillo); por monopolizar con descaro todo el patrimonio nacional (convirtiéndose de repente en uno de los hombres más ricos del planeta); por armar uno de los mayores ejércitos del hemisferio (por amor de Dios, el tipo tenía bombarderos); por tirarse a cada mujer atractiva que le diera la gana, incluso las esposas de sus subalternos, millares y millares y millares de mujeres; por tener la expectativa, ¡no, por insistir!, en la veneración absoluta de su pueblo (imaginen, la consigna nacional era “Dios y Trujillo”); por dirigir el país c omo si fuera un campo de entrenamiento de la Marina norteamericana; por quitar a amigos y aliados de sus puestos y arrebatarles las propiedades sin razón alguna, y por sus capacidades casi sobrenaturales. Entre sus logros personales se cuentan: el genocidio de los haitianos y comunidad haitiano-dominicana en 1937; mantener una de las dictaduras más largas y dañinas del hemisferio Occidental con el apoyo de los Estados Unidos (y si hay algo en que los latinos somos expertos es en tolerar dictadores respaldados por los Estados Unidos, así que no hay duda de que ésta fue una victoria ganada con el sudor de la frente, y de la que los chilenos y los argentinos todavía se lamentan); la creación de la primera cleptocracia moderna (Trujillo fue Mobutu antes de que Mobutu fuera Mobutu); el soborno sistemático de senadores estadounidenses, y no menos importante, la forja del pueblo dominicano en una nación moderna (logró lo que no pudieron hacer los entrenadores de las fuerzas militares durante la ocupación). A su santidad Joaquín Balaguer, una figura que ha sido objeto de endiosamiento y elevada a categoría de “Padre de la democracia dominicana” con la complicidad de todos los políticos corruptos que han pasado por el gobierno, Junot Díaz lo retrata con palabras tan certeras como venenosas. La figura del abuelito dulce y cariñoso que la iconografía oficial suele mostrar, emerge en toda su tenebrosa podredumbre como un ser inmoral, sediento de sangre y de poder, el verdadero y único Joaquín Amparo Balaguer Ricardo (alias Elito o D’Elito): 10) Aunque no sea esencial para nuestro relato en sí, Balaguer es esencial en la historia dominicana, por lo que debemos mencionarlo, aunque preferiría cagarme en él. Los viejos sabios dicen: Todo lo que se menciona por primera vez llama a un demonio, y cuando los dominicanos del siglo XX pronunciaron en masa por primera vez la palabra libertad, el demonio que conjuraron fue Balaguer (también es conocido como El Ladrón de Elecciones —véanse las de 1966— y como EI Homúnculo). En los días del trujillato, Balaguer era nada menos que uno de los subalternos más eficientes de EI Jefe. Mucho se decía de su inteligencia (sin duda impresionó al Ladrón de Ganado Fracasado) y de su ascetismo (cuando violaba a las niñas, se lo guardaba). Después de la muerte de Trujillo asumiría el control del Proyecto Domo y gobernaría el país de 1960 a 1962, de nuevo de 1966 a 1978, y otra vez de 1986 a 1996 (para esa época ya estaba ciego como un murciélago, una verdadera momia viviente). Durante su segundo mandato, conocido entre los locales como los Doce Años, desencadenó una oleada de violencia contra la izquierda dominicana, enviando a escuadrones de la muerte a eliminar a cientos de personas y así alentó a millares a irse del país. Fue él quien supervisó/inició lo que llamamos la Diáspora. Considerado nuestro “genio nacional”, Joaquín Balaguer era un negrófobo, un apologista del genocidio, un ladrón electoral y un asesino de la gente que escribía mejor que él; es notorio que ordenó la muerte del periodista Orlando Martínez. Con posterioridad, cuando escribió sus memorias, dijo que sabía quien había cometido el criminal hecho (por supuesto, no él) y dejó una página en blanco en el texto para completarla a su muerte con la verdad. (¿Cabe decir impunidad?) Balaguer murió en 2002. La página sigue en blanco. Apareció como un personaje compasivo en La fiesta del chivo de Vargas Llosa. Otra cita digna de mención es la número 11, una cita estrambótica en la que relata con su peculiar desenfado e irreverencia el triste destino de Galíndez, el célebre antitrujillista vasco, a cuya tesis dedica un comentario que no califica como humor negro porque es sencillamente funerario, cómicamente macabro: 11) Para abreviar la historia: cuando EI Jefe se enteró de la tesis, primero intentó comprarlo, como falló, envió a su Nazgul principal (el sepulcral Félix Bernardino) a Nueva York y, en cuestión de días, Galíndez se vio amordazado, empaquetado y arrastrado a la Capital. Cuenta la leyenda que cuando despertó de su siesta de cloroformo se encontró desnudo, colgando de los pies sobre una caldera de aceite hirviente, el Jefe parado al lado con un ejemplar de la tesis ofensiva. (¡Y ustedes que pensaban que la defensa de su tesis fue difícil!). En estas notas a pie de página, que no son marginales sino parte integral de la obra (la otra historia en el mismo lienzo), el autor parecería juntar toda su rabia para pasar revista y condenar a la larga fila de cabrones, ladrones y asesinos de la peor especie que en nuestra historia se han salido impunemente con la suya. Es un texto definidamente político y castigador, un duro testimonio, un acto de infinito repudio a los detentadores del poder, a ese poder que ha denunciado valientemente “desde las entrañas del monstruo”, como decía José Martí, a ese poder que otros no se han atrevido a denunciar. Junot Díaz habla duro contra el poder y habla en contra de una forma específica del poder que es el poder de la exclusión que muchos en el Imperio padecen en carne propia. El mismo que denunció en un acto público con una frase en la que brilla toda su inteligencia: Mi presencia aquí, o el éxito alcanzado, habla igual de la ausencia de los escritores negros y latinos en la literatura norteamericana. Para terminar esta aventura en el mundo casi mitológico de Junot Díaz (y en relación a ciertas críticas que se me han hecho), me creo en el deber de recordar que, como he dicho otras veces, sólo escribo por envidia, soy envidioso, irremediablemente envidioso, envidio el talento y lo celebro en la obra de Junot Díaz porque me parece envidiable, envidiabilísima. He tratado, en estas entregas, de acercarme a sus posibles sentidos siguiendo aquella técnica de la “navegación del vuelo a vela”, de la cual hablaba Vargas Llosa hace muchos años, técnica del acercamiento y alejamiento que nunca agota los sentidos de la obra, los recrea. Son opiniones más o menos organizadas en torno a un tema, simples opiniones. Los juicios infalibles se los dejo a ciertos críticos del patio, se los dejo al Papa que es ciertamente infalible. ** Pedro Conde Sturla pedro.conde@codetel.net.do Escritor dominicano (San Francisco de Macorís, 1945). Es publicista, cursó la carrera de humanidades en la Universidad de Roma (http://www.uniroma1.it) y es profesor de historia y literatura por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD, http://uasd.edu.do; 1978). Ha publicado artículos en periódicos y revistas de su país y de México, Venezuela y Cuba. Autor de textos de crítica e historia literaria, narrativa del género satírico y poesía: Antología informal (1970); Notas sobre el Enriquillo (1978); Rubén Suro o la poesía con una sola intención, estudio preliminar de la recopilación Poemas de una sola intención (1978); Problemas de historia, en colaboración con Félix Calvo (1982); Oficio de poeta, ensayo de interpretación de la obra de Roque Dalton en la edición dominicana de Taberna y otros lugares (1983); Los cocodrilos, relato (1984); El humo de los rostros, poemas, en colaboración con Ramón Tejera Rosas y Radhamés Reyes Vásquez (1992); Elogio y diatriba de Víctor Villegas, estudio preliminar de la antología poética La luz en el regreso (1993); El chivo de Vargas Llosa, una lectura política (2000); Memorias del viento frío, poesía de la guerra y la posguerra, publicación por entrega en la revista Vetas (2002), y Los cuentos negros (2004). === Periodistas de premio Nobel... y algo más Oscar Hidalgo ========== ...se sabe que es un cosmos... No vamos a repasar aquí la teoría ni las bases del periodismo interpretativo, porque para eso están los libros de Miguel Bastenier, Federico Campbell, Eduardo Ulibarri y el infaltable Abraham Santibáñez, o el sitio web de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano. En cambio, podemos releer reportajes puramente interpretativos y entrevistas que hicieron a este género, escrito todo en la buena lengua española de nuestro continente, aunque sea a la distancia de varias décadas. Vamos a ojear los textos de dos periodistas que recibieron el Premio Nobel de Literatura y de otro que está más allá de todos los premios, para verificar sus logros en el género interpretativo. Se trata de Miguel Ángel Asturias, Gabriel García Márquez y el tercero es Jorge Luis Borges. Vistos hoy con su producción de ayer, son exponentes muy acabados del ADN del periodismo que dejaron antecedentes ineludibles y necesarios para cualquier diario o revista. Un constructor de tradiciones A mediados de 1924, salía de su país para radicarse en Francia un recién graduado abogado guatemalteco. Apenas instalado en París, empezó a enviar sus colaboraciones para el periódico El Imparcial de ciudad de Guatemala. Luego escribió para El Nacional de Caracas y ABC de Madrid. Tuvo también una amplia presencia en el Repertorio Americano que don Joaquín García Monge fraguaba en Desamparados, durante la primera mitad del siglo XX. Confrontarnos con aquellos trabajos nos permite sacar una conclusión definitiva y es que Asturias (1899-1974) practicó el periodismo interpretativo, en forma sostenida. Claro que cometeríamos un anacronismo si pensamos que él se propuso hacer páginas de prensa con este género, según lo que conceptualizamos en nuestro tiempo, pero si repasamos sus escritos del período 1924-1933 (editados por la colección Archivos, de la Unesco), no cabe duda alguna de su notable escritura interpretativa para los periódicos que acogían sus envíos. Entre los reportajes empecemos, por supuesto, con una noche en París y, en la tercera entrega de esta andanza lutecina, encontramos el siguiente lead: “Antes soñábamos para ser felices, ahora vamos al cinematógrafo. Cada espectador proyecta su película, evadiéndose de su vida vulgar y corriente. La proyecta desde sus ojos con un dulce sollozo de luces internas...”. El séptimo arte había nacido y la pantalla parisina le era insoslayable, pero Asturias introdujo en el incipit esta curiosa pincelada onírica para caracterizarlo, muy a tono con algunas tendencias de la Vanguardia cultural y el Surrealismo, de los que él se mantuvo siempre muy cercano. No menos propio del género interpretativo es el lead de la entrevista que le hizo Asturias a don Miguel de Unamuno: “La caza del hombre célebre puede ser considerada como un aspecto evolucionado de la primitiva actividad humana, cuando en el decir paradojal de Hobbes: el hombre era un lobo para el hombre. El símil es aceptable si se toma en cuenta el difícil acceso a las personalidades. Enantes, sin duda, la caza del hombre no costaba menos que hoy. Salimos de caza, buscando la casa de don Miguel...”. Como si no fuera poco, este brevísimo muestrario asturiano no puede menos que dejar al menos una cita, una sola era lo mínimo, de los recorridos turísticos, culturales y reporteriles —que todo lo combinaba— del por entonces ya muy probado periodista. Se encontraba Asturias en Venecia, de paso para Bucarest, y deja el reporte de que ha lanzado esta mirada densa de surrealismo: “El Adriático sugiere por las noches un caballo oscuro, allá lejos azul. Un caballo acostado con la piel tapizada de estrellas y la cría de canales enredada en las casas. Sugieren la Plaza de San Marcos, la silla de montar, y la Catedral, el freno...”. ¿Qué tenemos? Un estilo que empezaba a surgir, maduraba y florecía en las páginas de los periódicos que le publicaban a Asturias, pero en forma profunda se siente ya entre sus líneas algo así como un estilo y una vocación que se encuentra en busca de la mejor literatura, y que muy pronto tomó la forma de libro con las “Leyendas de Guatemala” , editadas precisamente en París y traducidas casi de inmediato al francés, y también los borradores —en realidad ya la novela casi definitiva— de El señor Presidente. Veámoslo en su otro perfil periodístico, como entrevistador. Extensos y densos encuentros sostenía Asturias con su amigo costarricense León Pacheco, quien se le había adelantado varios años para radicarse en París, y cuyo estilo y cultura de mundo seducía al abogado guatemalteco. Pues bien, tras de encontrarse en un sinnúmero de ocasiones, tomaba forma y cuerpo en la mente de Asturias no una entrevista, sino el proyecto de poner por escrito una síntesis de las conversaciones que habían mantenido. Y esto fue lo que Asturias iba a presentar para El Imparcial de Guatemala el 5 de noviembre de 1925 con la forma de un extracto de esos diálogos, no propiamente una sola entrevista: “He sintetizado así sus confesiones”, escribirá. Dejemos a un lado el rico contenido y vamos al párrafo del cierre: “Y no se sabe a qué hora terminamos de hablar con León Pacheco, pues cuando charlamos los relojes caminan más ligero”. El tiempo se le había dislocado a Miguel Ángel Asturias en la premonición de un paisaje surrealista de relojes derretidos, como los que muy pronto van a salir de las telas de Dalí. Gabo el costeño Asturias recibió su Premio Nobel de Literatura en 1967 y solamente quince años después, en 1982, este mismo reconocimiento vino a parar en las manos de Gabriel García Márquez (1927). Uno en la raíz de la vanguardia y otro que se convertiría en símbolo del boom literario hispanoamericano. La recopilación de los escritos periodísticos del primero se hizo hasta en 1988 y, en cambio, los catorce reportajes del Relato de un náufrago fueron publicados inicialmente entre las páginas del diario El Espectador de Bogotá, en 1955, pero también quedaron recogidos, casi de inmediato, en un solo volumen que también fue impreso por este medio bogotano para atender las demandas de una audiencia ávida de los sucesos que protagonizó y contó Luis Alejandro Velasco, el marinero que sobrevivió a la deriva durante diez días, en el mar Caribe. El autor de los reportajes era un costeño, medio periodista y medio aspirante a escritor, a quien llamaron Gabo en las salas de redacción donde hacía sus primeros ensayos. Tan periodístico era su oficio como había sido el de Asturias, pero tan literatos a la vez eran ambos que la Academia los valoró desde la lejanía escandinava, junto con otros memorables papeles que tomaron la forma de libros, para deleite de los lectores en todas las lenguas. Al hacer periodismo, el interpretativo es el género en que incurrieron ambos y García Márquez lo ha sido tanto que basta darle un vistazo a la serie del náufrago para aquilatarlo a la par del guatemalteco. Cosa de premios Nobel. Empecemos por los títulos y subtítulos desaforados. Esto es algo tan propio del género que Truman Capote publicó A sangre fría y Gabo, i.e.: “Relato de un náufrago que estuvo diez días a la deriva en una balsa sin comer ni beber, que fue proclamado héroe de la patria, besado por las reinas de belleza y hecho rico por la publicidad, y luego aborrecido por el gobierno y olvidado para siempre”. Título tan atroz como este macabro subtítulo que figura entre los catorce reportajes: “Los invitados de la muerte”. ¡Asuntos del género interpretativo! El tiempo que vimos que caminaba más ligero en los relojes de Asturias en París, no podía quedarse afuera de la tremenda historia del náufrago Luis Alejandro Velasco, el muchacho marinero de 20 años, macizo, “con más cara de trompetista que de héroe de la patria”, según lo iba a caracterizar García Márquez, quince años más tarde y a la luz del recuerdo. Cuando cae la tardenoche del 28 de febrero de 1955, el náufrago marinero mira desde su balsa la primera estrella e inmediatamente después, “la noche, apretada y tensa, se derramó sobre el mar”. Viene a continuación, en el Relato, un segmento acerca del tiempo que es de las piezas mejor logradas en la literatura y el periodismo de todos los tiempos: Eran las siete menos diez. Mucho tiempo después, como a las dos, a las tres horas, eran las siete menos cinco. Cuando el minutero llegó al número doce eran las siete en punto y el cielo estaba apretado de estrellas. Pero a mí me parecía que había transcurrido tanto tiempo que ya era hora de que empezara a amanecer. Desesperadamente, seguía pensando en los aviones. La apreciación asturiana, “los relojes caminan más ligero”, se le hizo realidad, pero a la inversa, al náufrago colombiano en el Caribe cuando una noche entera transcurrió durante breves, brevísimos diez minutos, y “ya era hora de que empezara a amanecer”. Un historiador de infamias que se entretenía mucho El caso de Borges (1899-1986) es un poco diferente porque empezó como un joven escritor de literatura —propiamente era poeta y ensayista—, y se degradó en periodismo sin saberlo él mismo pero, inconscientemente, hizo en este terreno un aporte más de su enjundiosa labor con tinta y papeles. De 1923 a 1933, cuando todavía veía con sus propios ojos, Borges había publicado los poemarios Fervor de Buenos Aires, Luna de enfrente y Cuaderno de San Martín, también la biografía de Evaristo Carriego y las colecciones de ensayos Inquisiciones, El tamaño de mi esperanza y El idioma de los argentinos. Y por ahí llegó a un diario bonaerense. Él mismo ha dicho que era poeta y ensayista cuando el periódico Crítica —al que recordaría como un diario de lectura popular— le publicó lo que Borges consideró como “historias verdaderas” y “ejercicios de prosa narrativa”. Corrían los años de 1933 y 1934. Como según su criterio de autor literario no se trataba de narrativa cuentística, un amigo lo dejó pasmado al sugerirle que recogiera los textos en un libro. Y en efecto, aquellos sus aún juveniles pero tardíos escritos periodísticos del vespertino porteño fueron recopilados en un volumen al que el mismo Borges minimizaba y de cierta manera menospreciaba. ¿Formato de libro? “Nunca soñé con hacer tal cosa, para mí era sólo periodismo”, aclaró en una entrevista con Georges Charbonnier. Finalmente accedió y el tomito se publicó en 1935 y hubo segunda vez. Porque sabemos que en Buenos Aires veinte años no es nada, pasaría apenas un lapso de ese tamaño y Borges tuvo que reeditar sus prosas —a las que iba a recordar como “biografías infames”— que se habían estrenado en papel periódico de corte popular. Al recapitular el nacimiento de la Historia universal de la infamia, Borges iba a recordar los hechos en estos términos: “...en esa época dirigía una especie de suplemento publicado por un diario muy difundido; quería ser popular. Escogí un título un poco estrepitoso. Escogí, no sin sonreír, Historia universal de la infamia. Nunca había escrito cuentos. No osaba hacerlo: me sentía como un intruso”. Pero entonces, a 75 años de aquella picardía periodística con sus “biografías infames”, hoy nos preguntamos nosotros: ¿qué son aquellos “ejercicios de prosa narrativa” si en forma deliberada Borges no los había escrito como cuento? En el prólogo a la primera edición, había explicado las características estilísticas de estas páginas. “Abusan de algunos procedimientos: las enumeraciones dispares, la brusca solución de continuidad, la reducción de la vida entera de un hombre a dos o tres escenas”. Podemos constatar que se trataba de algo muy parecido a lo que hoy entendemos como el ADN del periodismo, en la terminología de Miguel Bastenier. En el prólogo a la segunda edición de esta Historia universal de la infamia, de 1954, explicó: “El hombre que lo ejecutó era asaz desdichado, pero se entretuvo escribiéndolo”. Para ser un autorretrato escrito, dice con abundancia su vera efigies. ¿Y qué es este librito? Él mismo explicaría: “Patíbulos y piratas lo pueblan y la palabra infamia aturde en el título...”. Descartado el cuento literario porque “no se atrevió a escribir cuentos”, pero ante la palabra “historia” complementada con una palabra “estrepitosa” como “infamia” y otra del calibre de “universal”, ¿qué nos va a quedar sino puro periodismo interpretativo? En los títulos de estas piezas de periodismo popular se abusaba de los adjetivos, muy a tono con el vespertino sensacionalista que las acogía, por lo que igual fue lo que Borges hizo luego en el nombre del libro. Y además todos los textos quedaron plagados de sucesivas antítesis tales como “espantoso redentor” e “impostor inverosímil”, “proveedor de iniquidades” y “asesino desinteresado”; la “viuda pirata” nos sugiere algo tenebroso y así por el estilo. Estas exageraciones por la vía de los adjetivos podrían servir para hacer nosotros un mero acercamiento, aproximativo y accesorio, al género interpretativo, pero encuentran su pleno logro y no pobre complemento en la caracterización de los personajes, i.e.: Billy the Kid: “el jinete clavado sobre el caballo, el joven de los duros pistoletazos que aturden el desierto, el emisor de balas invisibles que matan a distancia, como una magia”. Esto es puro ADN del periodismo. Este texto sobre el Lejano Oeste que lleva el título de “El asesino desinteresado Bill Harrigan” engrosa con suficiencia y demasía el género interpretativo. Su autor explica entre líneas que “a semejanza de cierto director cinematográfico, procede por imágenes discontinuas”. Diez palabras que sirven más que diez tratados. Nos ubican en una época del siglo XX. Igual que Asturias en París, en Buenos Aires el periodista Borges también estaba deslumbrado por el séptimo arte. Y adoptaba para el periodismo algunas técnicas que para él eran imágenes discontinuas. Veamos sus aplicaciones, al menos algunas. La cámara deja correr la película y vienen las imágenes, y leemos como en una toma panorámica que se cierra en un close-up: “La imagen de las tierras de Arizona, antes que ninguna otra imagen: la imagen de las tierras de Arizona y de Nuevo México, tierras con un ilustre fundamento de oro y plata, tierras vertiginosas y aéreas, tierras con blanco resplandor de esqueleto pelado por los pájaros. En esas tierras otra imagen, la de Billy the Kid...”. Repetir tres veces la palabra “imagen” no es un mero adelanto a nuestra época recargada de íconos, sino un ejercicio deliberado con imágenes discontinuas. La entrada de “La viuda Ching, pirata”, trae un lead notoriamente interpretativo: “La palabra corsarias corre el albur de despertar un recuerdo que es vagamente incómodo: el de una ya desconocida zarzuela, con sus teorías de evidentes mucamas, que hacían de piratas coreográficas en mares de notable cartón. Sin embargo, ha habido corsarias: mujeres hábiles en la maniobra marinera, en el gobierno de tripulaciones bestiales y en la persecución y saqueo de naves de alto bordo”. Pues bien, se publicó el libro de periodismo borgiano y en un año se vendieron 37 ejemplares de estas “historias verdaderas” de la Historia universal de la infamia. Suficiente para que hoy leamos estos reportajes como primicias de periodismo interpretativo y geniales muestras de la narrativa universal contaminadas de cinematografías. “Y yo me sentía muy contento”, le contó Borges a Charbonnier al rememorar el marketing que jamás le hicieron por aquella época en la que se vendieron 37 libros de la Historia universal de la infamia. La constitución borgiana (del periodismo también) Las incursiones precursoras de Asturias, García Márquez y Borges en el periodismo interpretativo han sido poco reconocidas todavía, pero menos estudiado aun permanece el reportaje fantástico que ellos publicaron en periódicos y revistas, o el relato verídico que se apega a los hechos y a la realidad con una perspectiva absolutamente personal, y muchas otras modalidades que se han entrelazado con fronteras que no terminan de delimitarse. Más posibilidades se nos abren cuando tratamos de discernir la condición entre literaria y periodística de crónicas como “Apocalipsis en Solentiname”, de Julio Cortázar (1914-1984), que le permite al cronopio viajero ahondar en la Nicaragua de Somoza, o El infierno verde, de José Marín Cañas (1904-1980), una serie dedicada a la guerra del Chaco que salió primero en un periódico costarricense y después resultó una novela. En una perspectiva contemporánea, no nos cabe duda alguna de que estamos con todos ellos ante gente que sentó las bases del ADN del periodismo. A simple vista, la literatura de estos autores se encuentra en la orilla del oficio periodístico con tinta y papel propiamente dicho, pero en estas diferenciaciones es casi inevitable sentar las premisas de un falso problema y hasta caer en las derivaciones de una falacia. Por ejemplo, ¿cómo separar la tinta y el papel del periodismo o de la literatura?, porque tal y como hicimos arriba, al quedarnos en la orilla literaria dejamos por fuera a la prensa, y si reconocemos este craso error, lo mismo va a ocurrir en la otra posibilidad que tiene que ver con la literatura. La conclusión evidente es que estos oficios que entrevimos en dos orillas, solamente están separados por una tenue corriente. En 1940 salía de la imprenta la Antología de la literatura fantástica de Borges, Bioy Casares y Silvina Ocampo. Bioy afirmaba en su prólogo para la primera edición de esta antología que con algunas de sus narrativas, Borges ha creado un nuevo género literario que participa del ensayo y de la ficción. Sin embargo, con estos componentes se olvidaba que entre 1933 y 1934 su amigo ya había publicado en un periódico vespertino de Buenos Aires los reportajes a los que se refirió como “ejercicios de prosa narrativa”, que en 1935 fueron agrupados en el libro Historia universal de la infamia. No más había visto la luz y Amado Alonso le puso atención como objeto para el estudio del estilo literario. En la revista Sur se refirió a las historias de infamia y a su índole estridentista y sensacionalista. Pero en vez de asumir la condición periodística plena de estas piezas, Amado Alonso excusaba a su autor y, para justificarlo, las atribuyó a “los planes estratégicos del diario popular” en el que originalmente salieron impresas. Algo así como una degradación en la prensa de una serie de narrativas borgianas, según esta interpretación que desconocía los avatares de un género periodístico que ya nacía. El mismo Borges parecía estar consciente de las transgresiones en varios sentidos que había perpetrado en Crítica y en las dos primeras ediciones que se le hicieron a esta Historia universal de la infamia, con dos décadas entre sí, dedicó sendos prólogos con numerosas aproximaciones al problema del carácter de aquellos escritos publicados por el periódico vespertino. Casi no parecía haber quedado tranquilo con la condición transfronteriza —entre periodística y literaria— de sus historias de infamia porque de dos maneras las consideraba, por su procedimiento y por su estilo. En cuanto a lo primero, estableció que estos textos abusaban de algunos procedimientos como “las enumeraciones dispares, la brusca solución de continuidad, la reducción de la vida entera de un hombre a dos o tres escenas”. Obviamente, tenemos que apuntar que estos procedimientos son muy propios de la redacción periodística y del script audiovisual. En cuanto a lo segundo, ensayó una clasificación de su propio periodismo: “Yo diría que barroco es aquel estilo que deliberadamente agota (o quiere agotar) sus posibilidades y que linda con su propia caricatura”. ¿Estaba insinuando que el tomo estaba integrado con piecitas de un periodismo barroco? Más adelante se involucró en una periodización estética y escribió que es barroca la etapa final de todo arte, cuando éste exhibe y dilapida sus medios. Pero lo más sorprendente es que sin solución de continuidad, le aplicó él mismo el calificativo de barroco a las páginas periodísticas de 1933 y 1934. Nunca aclaró Borges si con ello trataba de exagerar una vez más el tono sensacionalista de aquellas incursiones suyas en la prensa escrita o si, por el contrario, se había adelantado a los juicios de Bioy Casares de 1940, pero para marcar distancia. De ser así, habría escrito literatura barroca entre el ensayo, la crónica y la ficción. De lo contrario, estamos en una tercera opción en la que simplemente tenemos periodismo barroco, si aplicamos la categoría a la que recurrió Borges. Justament e lo que en otra oportunidad clasificaríamos como piezas del mejor periodismo interpretativo. Mucho después Año de 1969. En pleno apogeo del boom literario hispanoamericano, Carlos Fuentes había cifrado el sentido final de la prosa de Borges en atestiguar, primero, que Latinoamérica carecía de lenguaje y, por ende, que debía constituirlo. Dedicaba a este asunto —así perfilado como una tarea fantástica— un capítulo de su interpretación sobre la nueva novela hispanoamericana y ponía de relieve que, específicamente, se le debía a Borges la creación de una narrativa mítica. En esta perspectiva, la apreciación literaria de Fuentes pasaba a ser en realidad toda una interpretación cultural acerca de Hispanoamérica y de la constitución de un lenguaje y hasta de una realidad. Realidad epocal, pero realidad al fin. Se trataba de una realidad, nada menos que a partir del lenguaje que Borges le había heredado a los exponentes del boom. El lenguaje resucitado, tal y como lo vio Fuentes, portaba la alarma, la renovación, el desorden y el humor. Suficientes elementos que representan, marcan y caracterizan a los enfoques de toda una época de ascenso cultural que nunca antes se había suscitado en lengua castellana; no después de Darío, no antes de Borges. El ensayo de Fuentes (La nueva novela hispanoamericana, 1969, Joaquín Mortiz, México) había sido precedido por la entrevista a Guillermo Cabrera Infante que publicó Emir Rodríguez Monegal (El arte de narrar, 1968, Monte Ávila, Caracas). El narrador le reconocía al académico que una de sus preocupaciones era convertir el lenguaje básico oral en lenguaje literario válido. Era necesario aclararlo y desarrollarlo, y por eso ampliaba: “Es decir, llevar este lenguaje, si tú quieres horizontal, absolutamente hablado, a un plano vertical, a un plano artístico, a un plano literario”. Y por ahí nos encontramos de nuevo con el Borges de Fuentes y con la constitución borgiana, en esa síntesis cultural que logró el boom: “una diversidad de exploraciones verbales”, al decir del novelista mexicano. Si aceptamos esta pluralidad expresiva, ¿el problema entonces va a ser entroncar a la literatura con el periodismo?, i.e.: ¿tuvieron Marín Cañas y García Márquez algún problema para reeditar sus reportajes en forma de libros titulados El infierno verde o Relato de un náufrago? Un simple prólogo le bastó a Gabo, en 1970, para introducir la compilación de sus entrevistas interpretativas con el marinero. Y también la decisión de reconocerle escrupulosamente a Luis Alejandro Velasco los derechos de autor que, precisamente, iban a originar un diferendo que se resolvió por la vía judicial a favor del escritor. Tenemos a la mano otros casos. ¿Qué mejor caracterización epocal para Hispanoamérica que la guerra del Chaco, tal y como la reporteó Marín Cañas en San José, desde su propia imaginación y sin haber pisado suelo paraguayo? Y si buscamos otras opciones, ¿no tenemos las aventuras cervantinas de José Fabio Garnier, plasmadas en 1921 en el segundo coloquio de los perros Cipión y Berganza y que fueron precedidas por una revelación en los periódicos josefinos? ¿Pero no es precisamente el canon borgiano, tal y como lo fijara Fuentes, lo que leyeron los puertorriqueños cuando Luis López Nieves publicó el reportaje de Seva, en la víspera de la Navidad de 1983? El periodismo de un pasquín El señor José Marín Cañas (1904-1980) murió en San José sin haber podido entender las razones por las que le habían entregado la dirección de un periódico capitalino de mala medra —en su propia apreciación—, cuyo valor de venta nunca pasó de cinco céntimos pero que obtuvo una calurosa acogida por el mundo obrero costarricense de los años treinta. No se trataba de una hoja diaria de tendencias económicas favorables al trabajador, sino que según el propio criterio de Marín, el favor de que gozaba era por el mínimo precio. Este hecho fundamental fue el que acostumbró al obrero costarricense a leer un diario; cosa que con el tiempo se le convirtió en una necesidad —explicaría Marín mucho años después. Toda una masa de obreros ticos habían integrado La Hora a su dieta diaria, pero como en la aldeana capital costarricense no podía pasar desapercibido el crecimiento de aquella hoja diaria, fue clasificada inmediatamente y con un dejo despreciativo como un “pasquín”. El fenómeno de este diario ha sido tratado con abundancia por el profesor Alberto Cañas Escalante en sus lecciones de periodismo en la Universidad de Costa Rica. Lo cierto es que aceptaron los trabajadores aquella hoja y les cayó sin darle importancia alguna la clasificación de pasquín que le dieron los intelectuales, los profesionales y la gente culta en general. Pues bien, en este pasquín salieron publicados, primero, los impactantes reportajes sobre la guerra fronteriza entre Costa Rica y Panamá, que se había librado en 1921. “La lectura de su texto logró un aceptable éxito entre los clientes del pasquín y ello me dio ánimo para publicar un folleto cuyas páginas amarillas caducaron con el tiempo”. Había nacido Coto, un libro cuyo mérito, “exclusivamente íntimo”, según el decir de este periodista, “consiste en el favor de los lectores que me animó a emprender una obra de más envergadura”. Con estas breves palabras de Marín, en 1976, se rememoraba el inicio del periodismo literario costarricense porque, casi de inmediato, el joven director del pasquín se animó con otra tirada de mayores ambiciones. En la primera plana de la edición correspondiente al viernes 11 de enero de 1935 (Año II Nº 699), el periódico La Hora anunciaba el avance de la guerra en el Chaco con un título sensacional: MONTONES DE CADÁVERES se ven desde las posiciones bolivianas Y en un recuadro de la página 6 traía el anuncio publicitario correspondiente a una extensa serie folletinesca dedicada precisamente a la guerra entre Bolivia y Paraguay, y que estaba por salir al público. Se leía así: EL INFIERNO VERDE Comenzará a publicarse el lunes próximo Desde el miércoles 9, La Hora había brindado la explicación de que se estaba traduciendo desde el idioma alemán, para este medio, y haciéndoles el arreglo correspondiente, las cuartillas de esta serie testimonial. Titulaba así ese día: “El Infierno Verde” Comenzará A Publicarse El Lunes Próximo “Estamos tratando de darlo en formato de libro”, precisaba, “para que los lectores no tengan nada más que recortar las páginas y encuadernarlas después, quedando su libro hecho”. Pues bien, Marín Cañas reincidió en las páginas de su periódico, esta vez con 56 entregas que se publicaron entre el 14 de enero y el 20 de marzo de 1935, sobre los acontecimientos bélicos sudamericanos en el Chaco. De nuevo, también, salió a circular el consabido folleto que recopilaba las historias del fantástico cronista de guerra josefino pero ya para mediados de aquel año, su narrativa periodística iniciaba otro rumbo, propiamente literario, porque la editorial Espasa-Calpe daba a conocer en Madrid y en Buenos Aires su propio tiraje de El infierno verde. ¿Qué había hecho Marín Cañas en La Hora? Los reportajes salieron sin que su autor fuera debidamente identificado pero, al mejor estilo cervantino, el libro —en su volumen literario— publicaba una brevísima introducción en la que se explicaba que un viajero alemán —Herbert Erkens, colega suyo pues había trabajado como repórter de un periódico de Bonn— tenía unos papeles que, a su vez, le había regalado su amigo Wilfred Wandrey. El tal Herbert Erkens le heredó el manuscrito a Marín y esa era la serie reporteril que publicó La Hora, de San José. Index I. La primera edición de la Antología de la literatura fantástica, que data de 1940 (Sudamericana, Buenos Aires) incluyó un recuento de las indagatorias sobre un Mundo Tercero también llamado Orbis Tertius, en las que intervinieron —junto con Borges— Bioy Casares, Alfonso Reyes y Xul Solar, entre otros. II. En 1921 salió a la luz en San José de Costa Rica, el segundo coloquio entre Cipión y Berganza, que le daba continuidad al primero, de Miguel de Cervantes Saavedra. El tomito no indicaba el nombre de su autor pero sí que la edición se hizo en la casa impresora de doña María v. de Lines. III. Tan sólo veintitrés años antes, el general Nelson Miles había llevado un diario de guerra en Puerto Rico que al pasar el siglo XX su nieta, Peggy Ann Miles, le facilitó al profesor universitario Víctor Cabañas, en Washington. Corría octubre de 1978. El contenido de los apuntes de Miles se publicó en el periódico Claridad, de San Juan, gracias a la notable incursión de Luis López Nieves en el periodismo, en 1983. Luego se han sacado innumerables ediciones en forma de libro, con varios apéndices y una excerpta de reacciones. Colofón El embajador mexicano en Buenos Aires le propuso a Borges —poco antes de 1940— que junto con Bioy, Xul Solar y otros como Carlos Mastronardi, Martínez Estrada y Drieu La Rochelle acometieran la reconstrucción de todos los tomos de la Enciclopedia del Orbis Tertius. Llegarían ex ungue leonem, decía el embajador Alfonso Reyes. No pasaron sino tres décadas para que otro azteca valorara en la obra de Borges la equiparación de la libertad y la imaginación. Era Carlos Fuentes. Recalcó Fuentes a este propósito que la constitución borgiana contaba con esos dos componentes de la libertad y la imaginación: “constituye un nuevo lenguaje latinoamericano”, decía. Adenda Lo que no sabían Alfonso Reyes ni Carlos Fuentes, mucho menos Borges et alii, era que los propósitos enciclopédicos de los constituyentes del Orbis Tertius habían derivado exclusivamente hacia los cuarenta tomos reseñados en el aporte de Borges en la Antología de la literatura fantástica, pero nada más. Punto. Aunque Borges había adelantado su esperanza de que cien tomos de esta empresa vieran la luz en el siguiente siglo, ¡la Segunda Enciclopedia!, su distinguida cofradía se circunscribió al fantástico proyecto dentro de los límites que resumía Reyes. ¡Lo que no era escaso por aquellos años! En cambio, a contrapelo de estos enciclopedistas, sucesivas generaciones de creadores ya venían abocados a la verdadera tarea que no era otra que editar todo lo referente a un nuevo país y no una mera colección de tomos de una enciclopedia de Orbis Tertius. La carta manuscrita de Gunnar Erfjord descubierta en un libro de Hinton que había sido de Herbert Ashe, evidenciaba la existencia verosímil de la rama paralela que Borges tuvo ante sus ojos y dejó pasar sin hacer una sola “pregunta tramposa”. Recordemos que este documento de Erfjord remitido en un sobre que tenía el sello postal de Ouro Preto, elucidaba enteramente el misterio: a principios del siglo XVII, en una noche de Lucerna o de Londres, empezó la espléndida historia. Una sociedad secreta surgió para inventar un país. Resumiendo a Erfjord escribe Borges sobre esta trama: “Al cabo de unos años de conciliábulos y de síntesis prematuras comprendieron que una generación no bastaba para articular un país. Resolvieron que cada uno de los ancestros que la integraban eligiera un discípulo para la continuación de la obra”. Y es en este punto de la carta de Erfjord donde Borges se extravió sin remedio, aunque sí hubiera indicios cruciales y pistas que tienen que ver con el carácter de la tarea que se había fijado la apócrifa sociedad. Por ejemplo, como es todopoderosa la idea de un sujeto único, es raro que los libros estén firmados y se ha establecido que todas las obras son obra de un solo autor, “que es intemporal y es anónimo”. ¿Cómo no enlazar a Cervantes con José Fabio Garnier y luego con la puertorriqueña Rosario Ferré, como veremos? (Ahora sobre una inmensa explanada de Elsinor, que va desde Basilea hasta Tierra del Fuego, que toca las arenas de Florianópolis, los pantanos de la Florida, el gris del Popocatépetl, los granitos de Nicoya y Granada, y las Twin Towers de Nueva York, el Hamlet europeo mira millones de espectros. Il médite sur la vie et la mort des verités. Toma un cráneo. —Whose was it? —Celui-ci fut Lionardo. Il inventa l’homme volant, pero el hombre volador no ha servido precisamente las intenciones del inventor... Y ese otro cráneo era de Leibniz, que soñaba la paz universal. Y ese otro era Cervantes, Cervantes qui gennuit Rosario Ferré, qui gennuit José Fabio Garnier, qui gennuit... Traducir, parafrasear a Valéry, en la fortaleza de San Felipe del Morro de San Juan, Puerto Rico.) Dalgarno y Berkeley frecuentaron esta sociedad y Cervantes recibió en Madrid el llamado a colaborar. Se le pidió que escribiera como punto de enlace entre los castellanos y quienes sufrían las rudas inquisiciones, de lo que surgieron algunas páginas memorables: Cide Hamete Benengeli como verdadero autor del Quijote, al que Cervantes transcribió de un cartapacio toledano escrito en árabe; luego, un juicio talmúdico, inconfundible para la tradición hebrea, ha sido exhumado por el abogado judío costarricense Bernardo Baruch en el capítulo XLV de la segunda parte. Tengamos presente que se afirma en Orbis Tertius que hay un solo sujeto, que ese sujeto indivisible es cada uno de los seres del universo y que éstos son los órganos y máscaras de la divinidad. Pero hay que ubicarse con José Fabio Garnier (1884-1956) en un pequeño país centroamericano y ya en el siglo XX. En 1921 Garnier era un bien establecido arquitecto y hombre de teatro que ordenó imprimir otro coloquio de perros, el segundo. El volumen —que por supuesto era parte de la cadena cervantina— se le traspapeló y salió a correr el mundo sin indicar el nombre del autor. Un ejemplar de esta edición, del 14 de abril de 1921, se abre con la pieza teatral A la sombra del amor, y seguidamente viene el “Segundo coloquio que pasó entre Cipión y Berganza”, que carece de autor. Este tomo se guarda en una biblioteca privada porque la reimpresión, debidamente corregida y con el nombre bien claro y bien impreso de José Fabio Garnier, es el que se conserva en la Biblioteca Nacional de San José. Es claro el origen de la falacia editorial, porque el tiraje no corregido tenía destinatarios precisos y catalogados entre los partícipes de la conjura, para quienes todos los libros son el producto de un único autor, pero como este volumen se traspapeló y circuló más allá de lo convenido, pues entonces Garnier tuvo que sacarlo para el gran público, en una casi inmediata segunda reimpresión en la que él mismo se identificaba debidamente como su autor. Mucho menos literaria que este “Segundo coloquio” de Costa Rica es la historia de Seva, en Puerto Rico, que escrupulosamente se le atribuye a Luis López Nieves (1950) porque con el mejor sentido y la más desarrollada vocación periodística supo develar un capítulo de la verdadera historia decimonónica del Caribe. El diario del general Nelson Miles estaba celosamente guardado y bien cuidado en Washington desde que fuera escrito, de su puño y letra en 1898, y no fue sino hasta el otoño de 1978 que el profesor puertorriqueño Víctor Cabañas pudo conocerlo, fotocopiarlo y hacerlo llegar a López Nieves. A su vez, éste interrumpió sus labores a las que lo tenía destinado el PhD, que ejercía con fervor, e incursionó en el periodismo interpretativo. Para 1983, en las vísperas de la Navidad, López Nieves publicó los documentos de Cabañas en el periódico Claridad, de San Juan. Los apuntes del general Miles y una pieza cartográfica exhumada en los depósitos de una biblioteca provincial de España no dejaron lugar a la duda, porque hubo —hasta algún momento del siglo XIX—, en las derivaciones de la sierra oriental del Luquillo, un brevísimo pueblito costero llamado Seva. El manuscrito del jefe expedicionario registraba, para las 11:30 horas del 5 de mayo de 1898: “Tal y como lo habíamos planeado, desembarcamos a las 10:00 horas por la playa del pueblo de Seva. Pero sufrimos un serio revés”. La historia de Borinquen daba así, con este texto de Miles, un giro hacia el siglo XX en la constitución borgiana, gracias a un reportaje muy periodístico de Claridad, en San Juan. (Esta misma ciudad del Caribe fue precisamente la que conoció otro coloquio canino, no de perros sino de las perras Franca y Fina, en el mejor estilo derivado del coloquio de Cervantes y del que ya había restablecido Garnier, en Costa Rica. Este tercer coloquio se le debe a la pluma de Rosario Ferré.) El reportaje de López Nieves se reeditó con posterioridad, una y otra vez, y ha dado origen a todo un proyecto cultural en el sitio web www.ciudadseva.com. Se ha hecho la observación de que recuerda mucho el propósito de la constitución borgiana: “surgió para inventar un país”. Desde 1941, Borges reportó que la realidad estaba cediendo en más de un punto. “Lo cierto es que anhelaba ceder”, puntualizaba en la Postdata de 1947 a su propio aporte para la Antología de la literatura fantástica. “Han sido reformadas la numismática, la farmacología y la arqueología. Entiendo que la biología y las matemáticas aguardan también su avatar... Una dispersa dinastía de solitarios ha cambiado la faz del mundo. Su tarea prosigue”. Este verdadero work in progress amarra el periodismo interpretativo de López Nieves con la historia y la constitución borgiana. Hasta ahí Borges, hasta ahí su certero hallazgo porque difícilmente sospechó siquiera lo que venía por lo que se refiere al periodismo. No es que alguien iba a descubrir los cien tomos de la anhelada Segunda Enciclopedia del Orbis Tertius sino que los periódicos El Espectador, de Bogotá, y Claridad, de San Juan, iban a darle un mentís al ciego profeta. Y tanto Gabo —con el relato del náufrago Luis Alejandro Velasco— en 1955 como López Nieves —con Seva— en 1983, se encargarían de ello. Para urdir un país no hacía falta una enciclopedia, porque más elaborada y paciente iba a resultar la conjura por la vía de los reportajes periodísticos y algunos libros. Los tres coloquios caninos eran de un solo autor —Cervantes, Garnier y Ferré— y lo otro... Un país, “inventar un país”, resultaría viable por completo para asentar una nacionalidad en una isla del Caribe Occidental; ¡un país!, o sea el propósito original de la urdimbre que comenzó en Lucerna o en Londres, a inicios del siglo XVII, y con Cervantes, en Madrid, para decolar en las inmediaciones del barrio Amón de San José así como en el Morro de San Juan y en la sierra oriental puertorriqueña. Entre Darío y Borges se ubica la cronología literaria de José Fabio Garnier y en el canon de Borges que valida Fuentes para el boom —y que valoramos nosotros para el post-boom—, podemos insertar a Luis López Nieves con su ejercicio periodístico. Sin duda que las próximas páginas de la ardua invención de un país le tocan a Pedro Mairal, Zoé Valdés o David Ruiz Puga, a William Ospina, Carmen Boullosa o Jacinta Escudos para que hagan valer el dictado del personaje de Gioconda Belli: “Quizás esa era nuestra misión, se dijo, hacer existir la quimera. La idea nos cautivó”. Llaves borgianas José Fabio Garnier, heredero de Cervantes y Luis López Nieves, adscrito a la genética del periodismo infame, son dos muy buenas líneas de continuidad para un empeño que se habría iniciado en el siglo XVII, urdido por una sociedad secreta y benévola: una sociedad que surgió para “inventar un país”, según la carta de Gunnar Erfjord descubierta por Borges. Recordemos. El volumen en octavo mayor de Herbert Ashe que procedía del Brasil, paró en el hotel de Adrogué donde Borges iba a vacacionar. Hasta ahí la revelación de Borges. Hasta allí el hallazgo en Adrogué. ¡Qué pobre les iba a resultar a otros conjurados toda esta elaboración enciclopédica en comparación con su propia obra dentro del ADN del periodismo! ** Oscar Hidalgo ohr52@hotmail.com Periodista costarricense. Ha impartido lecciones en tres universidades de su país. Cursó la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación Colectiva en la Universidad de Costa Rica (UCR, http://www.ucr.ac.cr), así como también Relaciones Internacionales en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso, http://www.flacso.org). Es miembro del Colegio de Periodistas de Costa Rica (http://www.colper.or.cr). === Mis días en Berlanga de Duero María E. del Valle de Villalba ===== Junio estrenaba sus primeros días. Becada por una institución de investigación llegaba a Berlanga de Duero, situada en la provincia de Soria. Un pueblo a tres horas de Madrid. Cielos azules y campos verdes escoltaron mi llegada hasta allí. Luego de detener mi mirada en los campos donde faltaba sólo la imagen de Heidi y Pedro cuidando las esponjosas ovejas, llego a este singular pueblo. El clima: ni muy frio ni muy caliente, el autobús me ha dejado en Burgo de Osma y un amable taxista se ha ofrecido a llevarme por la módica suma de 13 euros. Trece por ocho mil: ciento cuatro mil bolívares, calculo con poca rapidez en mi mente, desde niña peleada, sin posibilidad de reconciliación, con cualquier operación matemática. El viento seco entra por la ventana del taxi, roza mi rostro con cierta rudeza y pienso: mis hijos, ¿se estarán portando bien?, ¿les haré falta?, mi esposo: ¿estará agobiado por las demandas de nuestros hijos? Y es que a los hombres les cuesta lidiar con más de dos pelotas en los malabares cotidianos sin que alguna acabe en el suelo. Como en un camino de dibujo infantil, la ruta se dibuja hasta lo alto de una montaña donde un hermoso castillo enamora a las nubes más blancas sin sonrojo alguno. Me parece estar dentro de una postal. Llegamos a la entrada del pueblo donde comienza a emerger despacio e imponente un reloj de piedra, cuentan que da la hora desde el siglo XI, la hora del amor de los amantes, la hora de la jornada, la hora del descanso, la hora de la guerra, la hora de la paz. Generaciones contemplaron sus agujas pasar incansables y ahora las miro yo. Una fuente en el centro de la plazoleta escupe lastimera aguas de manantiales antiquísimos. El taxi se detiene y me bajo cargando con mi maleta de proyectos y apuestas rumbo a la posada que será mi hogar los próximos quince días. Se llama Fray Tomás. Fray Tomás de Berlanga nació en Berlanga de Duero en el año de 1487 y murió en el mismo pueblo para el año 1551, su esfinge hace de centinela en la plazoleta del pueblo. Me recibe el señor Jesús, más conocido por los lugareños como Chucho, me conduce a mi habitación y al preguntarle si corría en las mañanas, y si conocía alguna ruta que pudiera recorrer me responde: “Guapa: no lo sé, yo no corro, ¡correr es de cobardes!”. El humor y la picardía del señor Chucho serían legendarios días después. Mi compañera becaria, Vera, investigadora del Brasil, había llegado antes. No habla ni jota de castellano, pero nos entendemos perfectamente (cosa de mujeres). Una vez instaladas, bajamos a cenar a Casa Vallecas, el restaurant de la posada donde el olor a los aliños españoles lo posee todo, el vino que al agua sustituye sin reparo, el pan más sabroso del mundo, más salado para mi costumbre, se deciden a engordarnos como a pavo cerca de la pascua. Sentadas a la mesa y poniéndonos al día en nuestras vidas respectivas, el mesero recoge nuestros platos en los que por costumbre colocamos los cubiertos ya usados. El mesero, latino como nosotras, vuelve a colocarlos en la mesa y nos dice que “culturalmente” las personas que comen el menú ejecutivo, usan los mismos cubiertos aunque estén sucios. “Culturalmente”, dice. “Culturalmente” se reúsan los cubiertos, culturalmente quien vino becado no debe aspirar a la elemental cortesía que quien come el menú a la carta recibe sin restricción. Culturalmente pueden justificarse tantas cosas, es una de esas expresiones que se supone legitiman lo que ocurre y al proferirlas debe uno decir: “¡Ah, pues si es culturalmente, sí!”. Agustín y Purificación, dos maestros en el saber profano y formal, nos reciben abriéndonos las puertas de su casa donde huele a historia, donde los tapices del siglo XII, muebles de barcos piratas, restos arqueológicos de las ruinas cercanas, acompañan la laptop de profe y las muñecas de la nieta que visita con frecuencia a sus abuelitos. El día comienza muy temprano, corro la ruta del Cid Campeador, desde Vivar del Cid hasta Medinaceli, y con una bolsa de piedritas que me ha preparado el señor Chucho y que debía ir dejando a mi paso cual Gretel del siglo XXI, siento caminar los mismos pasos del Cid. Los días se aprovechan al máximo al ocultarse el sol a las 9:30 de la noche. En este pueblo, Berlanga, su gente parece desaparecer en el día, las calles están solas, la gente en sus respectivas jornadas que interrumpen a las seis para reunirse en el porche de sus negocios a arreglar el mundo, criticar a Zapatero y preguntarme, como en cada país al que voy: “¿Qué tal es el presidente Chávez?”. Es increíble que no nos hayan hecho conocidos los poemas de Andrés Eloy o Rafael Cadenas pero que todo el mundo sepa quién es Chávez y le interese saber de él. Los vencejos, unos pajaritos pequeñitos que como un remolino vuelan alrededor del reloj del pueblo, cambian de dirección en perfecta coordinación con cada campanada. El reloj sonaba cada cuarto de hora, a las y cuarto, a las y media, a las cuarenta y cinco, por Dios, era misión imposible conciliar el sueño los primeros días. Su cementerio me ha llamado la atención, las familias se entierran juntas, eso no sería peculiar, lo extraño es que en la lápida colocan la edad en la que muere el difunto y la condición de almas redimidas. Un cementerio pequeñísimo, donde no cabe un muerto más, cuidado por un tradicional enterrador, que sin un aspecto totalmente aterrador no tendría sentido alguno. He tomado fotos y al enterrador no le ha hecho mucha gracia, pero así son los turistas de irreverentes. Cada día en la biblioteca del centro era como estar frente a una vitrina de juguetes maravillosos y enamorarte de uno mientras posabas coquetamente tus ojos en otro. Tantos textos, tantas ideas que como agua hirviendo borbotean sin reserva. Los días se me han hecho pocos y las horas insuficientes. ¡Qué sabroso es investigar así! Que el día comience con una sola prioridad: leer, investigar, investigar, leer. ¿Sabrán los investigadores del primer mundo la suerte que disfrutan? En nuestros pobres pueblos donde los estómagos compiten con el precio del barril de petróleo y la ineptitud de nuestros gobernantes, nos toca investigar de madrugada, en la noche, los fines de semana, mientras nuestros días pasan en tres y cuatro trabajos para medio vivir con dignidad. En un parpadeo han pasado los días que mi estadía permitía. Las obligaciones llaman y el sueño de vivir para investigar se termina. Amigos, nuevos proyectos, olores, sabores, expresiones, rostros, imágenes se vienen conmigo. Las dejo y me las traigo como una hermosa cicatriz. Berlanga tiene la belleza de un pueblo cargado de historia pero con Wi-Fi en su plaza mayor. Gente amable, muy española, orgullosa de su origen, trabajadora, incansable, ángeles guardianes como Yovana, una chica brillante y diligente que cuidó de nosotras con cariño sin reparos. De Berlanga me regreso a Madrid con nuevos amigos, nuevos proyectos, nuevas empresas. Mi maleta va casi a reventar de fotocopias, libros y cariño recibido. Fueron muy pocos días. He quedado con ganas de más, con ansia de volver a correr alrededor del castillo, a tomar un cortado al atardecer, una sopa de ajo (que según los lugareños no hay mal que no cure), a leer, leer, y leer. Pero la vida sigue y las obligaciones demandan tiempo y presencia. Gracias, Berlanga de Duero, por tu hospitalidad. ** María E. del Valle de Villalba manedelvalle@hotmail.com Docente venezolana (Caracas, 1970). Graduada de profesora en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Upel, http://www.upel.edu.ve; 1992), con especialización en historia económica y social de Venezuela en la Universidad Santa María (http://www.usm.edu.ve), con maestría en historia económica y social de Venezuela, tesis con mención publicación y summa cum laude. Cursa estudios doctorales en el Instituto Pedagógico de Caracas (http://150.187.142.39). Es coordinadora del Núcleo de Investigaciones Geohistóricas Lisandro Alvarado, cuenta con un proyecto en desarrollo financiado por la Upel y con participación de la Universidad Complutense de Madrid (UCM, http://www.ucm.es). Ponente regular en eventos nacionales, adscrita a la línea de investigación, ciencias del lenguaje y con dos años de investigación en el área de análisis del discurso. Profesora ordinaria de la Upel. === La sangre del escritor Ricardo Iribarren ========================= Nunca he pensado hacer lo que hace todo el mudo: trabajar cinco años de su vida, reunir unas pesetas para un día tener un poquito de plata y publicar un librito que le ha costado los ahorros de su vida. Yo escribo porque me gusta y cuando se publica algo es porque me están pagando por eso. No es arrogancia, pero trabajo de esa forma. Juan Carlos Cucalón, ganador del Premio Nacional de Literatura. Escritor guayaquileño. Nota realizada en El Universo, diario de Guayaquil (Ecuador), bajo el título Me considero marginal. Si usted paga para publicar un libro, es usuario de planes de turismo literario, de agentes que por mil euros más o menos le arreglan la promoción en las gratuitas redes internáuticas; si contrata costosos correctores y participa en antologías cuyas páginas parecen impresas con tinta áurea por sus elevados costos; si está convencido de que esa es la realidad de la literatura, no lea este artículo. Parto de un solo principio: un escritor no debe pagar para ser publicado. Lo que realiza es un trabajo y como tal, puede publicar sin cobrar, pero nunca desembolsar dinero por hacerlo. La verdad es evidente, pero la oculta una suerte de emocional colchón extraliterario. Cuando empezamos a escribir y recibimos los primeros elogios, surge la satisfacción y la necesidad de ser leído por grupos más amplios, lo que es una búsqueda de aprobación; sentimiento muy humano, pero que constituye la herida por la cual editoriales de segunda, grupos de promoción, correctores o pretendidos agentes literarios, empiezan a sorber la sangre del escritor. En otra época fueron los críticos profesionales; escritores frustrados que se adueñaban de las secciones literarias de los periódicos y aniquilaban sistemáticamente a literatos jóvenes. Roberto Arlt, el genial novelista y dramaturgo argentino, se enfrentó en a estos personajes y hasta mucho después de su muerte siguió denostado por la literatura oficial. Hoy se considera a los escritores como objeto de mercadeo. El lenguaje utilizado no es como el de los viejos críticos profesionales, agresivo, doctoral, lleno de cánones y dogmas. En muchos casos se trata de una sutil adulación y en otros de la creación de un falso espíritu de grupo que somete al novel escriba a rígidas pautas. Hay una lista de correos en España cuyos dirigentes se ocupan de nuclear grupos de escritores en torno a pautas estrictas sobre la poesía, convenciéndolos que “eso” es lo correcto y lo demás está equivocado. Un poema no debe rimar en absoluto. Si hay una coincidencia entre dos vocablos es un lamentable error que se debe corregir. La poesía no debe describir ni narrar y cualquier sospecha que apunte a eso, la descalifica. Quienes participan de este grupo escriben para ser aplaudidos por los propios miembros, afirman que “por fin están aprendiendo” y todo termina fatalmente en la consabida antología, cuya presentación coincide con una lujosa fiesta. Cada una de las páginas es carísima, teniendo en cuenta los costos reales de edición y el resultado final es un libro mal impreso, con una encuadernación pésima, que sólo será leído por amigos y familiares del escritor y que al ser mencionada como antecedente en las grandes editoriales tendrá un resultado negativo. En las llamadas redes sociales de Internet, hay quienes ofrecen por una cantidad insólita de euros la presentación del escritor en YouTube, diversos buscadores, Facebook y blogs de Internet cuyos servicios son totalmente gratuitos. Los oferentes alegan que su trabajo consiste en crear redes de amigos entre quienes se promocionará la obra literaria, cuando en realidad los portales mencionados están armados para que una persona se vincule con toda facilidad con muchas otras. Podría pensarse que el servicio incluye un trabajo de diseño, pero ni siquiera es así, ya que la dirección Blogger.com, vinculada a Google y con la cual trabajan, tiene una selección de plantillas prediseñadas y subir videos y cualquier tipo de material está simplificado por los modernos programas. Luego de leer la publicidad, no me pude enterar qué era lo que realmente se ofrecía. Quizá me objeten que la meta de todo escritor es publicar. Por el contrario, el primer objetivo de todo escritor es escribir; y no sólo escribir, sino escribir bien y en lo posible, de modo genial. No conformarse con la mediocridad. Seguir este postulado puede llevar años e ingentes esfuerzos y requiere de una entrega sin límites. Si no me esfuerzo en una obra literaria, si aún creyéndola concluida no la empiezo nuevamente y escribo dos, tres versiones de la misma a fin de profundizar su sentido; si no recurro al sobreesfuerzo que consiste en comenzar todo una y otra vez, sin las urgencias de una edición, mi escritura será mediocre, no mala (la mala literatura tiene sus propios méritos); reflejará algo a mitad de camino entre el error y el acierto que publicado en un papel, leído con cierta emoción en la noche del bautizo, resonará como una voz heráldica en la que los errores serán disimulados por la imaginación del autor y la condescendencia de parientes y amigos que finalmente se quedarán con los libros. No estoy desvirtuando el trabajo de escribir, sólo digo que no está bien enfocado, que no debemos conformarnos con la primera visión que nos visita y que al no someternos a la ascesis que nos propone, se termina retirando. Gao Xingjian y La montaña del alma Gao Xingjian recibe el premio Nobel en el año 2000. Su discurso de recepción es publicado aparte y lleva por título En torno a la literatura. Explica el autor que, a partir de 1980, el régimen de China empieza a ejercer la censura con sus obras de teatro. Es en esa época cuando comienza su obra maestra, La montaña del alma. Xingjian consideraba que, a partir de ese momento, la literatura se convertía para él en algo exclusivamente personal, en un movimiento interior; una ascesis (el autor no usa esta palabra, pero todo su relato se encuentra teñido por este concepto). Es así que se dedica diez años a viajar por el país, a buscar la verdadera identidad china, estudiando historias y rituales vinculados a las diferentes dinastías. Lentamente vuelca sus observaciones en una novela a la que suponía que ningún editor querría publicar jamás. El resultado fue que en 1986, cuando viaja a París para no regresar a su patria, la obra no sólo es editada, sino que tiene un gran éxito que la lleva al galardón del Nobel. La literatura según Xingjian es un proceso interior. Yo me transformo a mí mismo y ese cambio interior no es visible a simple vista; el resultado se ve en la calidad de mis escritos, en el descubrimiento de nuevos universos interiores y de mi capacidad para volcarlos en el papel. El requisito es la entrega más absoluta que en su caso lo llevó a iniciar una novela al margen de cualquier propósito de trascendencia. Escribo porque el espíritu lo exige; porque mi lector interior lo demanda; escribo porque es mi misión. El autor, en La montaña del alma, explica que el camino fue lento y sumamente doloroso, pero esos obstáculos a los que fue venciendo forjaron la calidad de sus obras. En ningún momento se planteó la posibilidad de recurrir a un editor al que pagara para publicar. Se limitó a vincularse y a exhibir su trabajo. La actual narrativa británica: Jenny Downham, Antes de morirme “Fue duro, porque había escrito otra novela anteriormente que pasó por muchas editoriales y ninguna lo había querido publicar. Lo peor fue encontrar la fuerza para escribir este libro tras el rotundo rechazo que había cosechado el primero, de hecho pasaron 16 años entre uno y otro”. Downham —madre soltera— lo escribió febrilmente, siempre de madrugada, cuando sus hijos dormían, obsesionada con que su voz resultara creíble, no entregó primero su manuscrito a un agente literario sino “a las enfermeras de un hospital oncológico infantil. Quería que ellas me leyeran y, cuando me dijeron: ‘Oye, ¡está muy bien!’, respiré tranquila. Sólo me anotaron unas pocas cuestiones médicas en las que me había equivocado bastante, pero eran correcciones secundarias”. La Vanguardia, sección Cultura. 12 de marzo de 2009. La actitud de la autora, quien se consideraba una escritora frustrada debido a los fracasos con las editoriales de su país, la llevó a incursionar en la actuación cinematográfica, donde se destacó, hasta que decidió trasladar su técnica a la literatura: componer un personaje implica sentirlo en el interior, de algún modo “ser él”. Dieciséis años le llevó a la escritora inglesa lograr esa ascesis de la que surgiría su novela sobre una adolescente con cáncer, tema difícil, que al parecer es tocado con una gran altura en su obra. En la calidad de esta novela influyen los fracasos anteriores; Jenny Downham debe escribir en condiciones totalmente desfavorables, en ciertos momentos del día y con mucha dificultad; sólo la mantiene la entrega a su arte. Escribir sin pensar en el exterior, concentrados sólo en nuestro propio lector interno, sin importarnos la trascendencia o el olvido. Lo esencial es que tengamos la convicción de iniciar un camino único, intransferible, donde las dificultades pondrán a prueba nuestra constancia, y las primeras que se presenten serán los cantos de sirena de aquellos que prometen la gloria a cambio de sumas de dinero, los que en el inicio de una carrera nos tientan a obtener créditos fáciles y un reconocimiento y fama. Nunca llegarán accediendo a sus propuestas. Debemos escribir con nuestra sangre, con la conciencia de que ese fluido es lo más valioso que existe en el universo. No podemos dejar que esa extraña cruza de mosquitos y murciélagos logre alimentarse con ella. ** Ricardo Iribarren rik1622@gmail.com Escritor argentino (Mar del Plata, 1949). Reside actualmente en Colombia. Participa constantemente en diversos foros literarios y sus trabajos han aparecido en varias publicaciones electrónicas como Remolinos (http://es.geocities.com/revista_remolinos) y Axolotl (http://revistaaxolotl.com.ar), entre otras. Su libro de cuentos El ángel y las cucarachas (http://www.letralia.com/ed_let/angel) fue publicado en formato digital por Editorial Letralia (1999) y en papel por Editorial El Cobijo (Mérida, Venezuela, 2006). === Caléndulas para Vicente Ferrer José Ruiz Guirado ================= He recibido puntual correo de mi Informador. Es muy hábil y demuestra, además de sensibilidad, tener buen corazón. El mensaje comparaba cómo se va a aprovechar la muerte de un mito del pop y la de un hombre que se ha dejado la vida para que otros pudieran tenerla, Vicente Ferrer. Seguramente había pensado: o se le ha olvidado o no se ha enterado. Ninguna de las dos, pero él por si acaso se dejó caer. Estaba esperando a que cesara el ruido. Parece ser que el personal se va ya de vacaciones y nos va a dejar el silencio propicio para ello. Como es natural aquí no se va a hacer nada más que recordar, hablar. Ya se han vertido páginas biográficas y hasta alguna tontería. Claro que las tonterías, como son tontas, a nadie importan. Ya es muy significativo que su cadáver se le cubriese con caléndulas. Ya se sabe que procede del nombre dado por los romanos al primer día del mes: calenda. Pero me interesa más anotar que de la caléndula hacían los pobres azafrán. No lo sé si en Anantapur lo sabrían. Se imagina uno que sí. Mientras que a otros entierran en ataúdes suntuosos, para darles reposo en parterres de similar calidad, a este hombre de bien se le cubre con la alegría del remedio popular para aderezar su hambruna. Otro asunto llama la atención, que no es otro que cualidad de seglar que elige libremente. Parece, verdad, que el religioso de oficio se debe a la caridad. Pero este hombre no necesita de esa condición para dedicarse a paliar el hambre de sus semejantes. Da igual que sean indios, que sean africanos. Además, si algo le maravilla a un servidor es su método, su enseñanza. Se trata de evitar pan para hoy, hambre para mañana; pero con la aportación de todos. El más pobre tiene algo que dar, aunque sólo sea su sonrisa, que no es poco. Este hombre enjuto, de mirada profunda, bien pudiera parecerse a alguno de los retratos que hicieron, de memoria o no, de don Miguel de Cervantes. Decía mi Informador en su comunicado, que de Vicente Ferrer poco provecho van a obtener de su muerte, comparándolo con el de Michael Jackson. Sin embargo convendría recordar lo que sentenció Nietzsche: “Quien no vivió a tiempo no morirá a tiempo”. No hay que dar explicación alguna. Por supuesto que nadie niega las excelencias del cantante, aunque la persona fuera un calavera y su vida un desastre. Qué ha dejado. Qué se lleva. Vicente Ferrer se ha ido humildemente. Ha dejado la vida a una edad en la que ya pesa más lo hecho que lo por hacer. Se lleva todos los pétalos de cada una de las caléndulas que le envolvieron, en prueba de agradecimiento. Y deja lo único que pervive a través del tiempo y del espacio: el amor. ** José Ruiz Guirado jrguirado@gmail.com Escritor español (El Escorial, 1955). Miembro de la Asociación Colegial de Escritores (http://www.acescritores.com). Inicia estudios de periodismo y filología. En 1980 publica su primer libro, Ilusiones del almendro, con el que se inaugura la Casa de Oficios El Escorial. Creador de la revista literaria Acibal y del Premio de Poesía Manuel María. Entre sus obras destacan Intrahistoria de Marín (Caixa de Pontevedra, http://www.caixanova.es), Crónica de Robledondo (Ayuntamiento de Santa María de la Alameda, http://www.sierraoeste.org/santamaria.htm) y Hacia una biografía de Manuel Andújar; actas del Congreso del Exilio Español, sesenta años despois (Ediciós do Castro http://www.sargadelos.com/edicionsocastro/?lg=cas,). Textos suyos han sido publicados en revistas y periódicos. En 1996 obtuvo el Premio Nacional de Periodismo Julio Camba para Galicia, siendo presidente del jurado el escritor Gonzalo Torrente Ballester. Mantiene un blog en http://www.acibal.com. === Literatura venezolana del siglo XX Rafael Rattia ================= En medio del espeluznante vértigo que se deriva del tanatocrático proceso de generalizada destrucción institucional que adelanta la “revolución” bolivariana en Venezuela, los lectores profesionales —esa pretensión nos anima— nos regocijamos con festivo júbilo estético por el advenimiento a la escena cultural-literaria venezolana de un libro que, por todas las señales que porta, está destinado a marcar un singular hito bibliográfico en el escabroso campo del estudio, investigación y análisis de nuestras letras; me refiero a La literatura venezolana del siglo XX, cuyo autor no necesita presentación, pues su nombre ya está inscrito en la galería de los más ilustres creadores e investigadores del corpus literario nacional, Rafael Arráiz Lucca (Caracas, 1959). Esta primera edición de La literatura venezolana... viene a completar una especie de tríada crítica constituida por nuestros recordados y nunca suficientemente admirados críticos y poetas Juan Liscano y Julio Miranda, y a la que el propio Arráiz Lucca se incorpora por derecho propio y con rango de autóritas en la materia. Tal como lo consigna el autor de estos 32 impecables y lúcidos ensayos críticos, algunos de ellos se fraguaron mientras su autor ejerció la Cátedra Andrés Bello del Saint Anthony College de la egregia Universidad de Oxford; al menos el bosquejo de la estructura larvaria de lo que hoy nos llega a nuestra mirada de lector fue escrito allende los mares, el resto de estos inobjetables ensayos literarios se pensaron y redactaron en “casa” al calor de febriles lecturas y estudios rigurosos y sistemáticos, tal como puede colegirse de su grata visita. El próximo año, si los vientos a favor en materia de escritura nos acompañan —ni un ápice de duda se insinúa en nuestro horizonte anímico-intelectual—, Rafael Arráiz cumplirá 30 años en el oficio “de lector que escribe sobre lo leído” y concibiendo “ensayos de aliento comprehensivo” cada vez más alejados de la miscelaneidad escritural y más cerca de la visión estética holográfica. Por ello, subrayo con especial énfasis, este libro es la mejor y más exacta “brújula perspectivística” que se ha escrito hasta el presente para adentrarse con el menor riesgo de falencias asertivas en las procelosas aguas de los complejos meandros analíticos-descriptivos y críticos de nuestra pasada centuria. Visto procesualmente, este libro hace las veces de una perfecta continuación de El coro de las voces solitarias (una historia de la poesía venezolana, desde Andrés Bello hasta las voces de los noventa del siglo XX). La acertada metodología de que se vale su autor para mostrarnos “la unidad en la diversidad” de los más representativos artífices de la espiritualidad estético-literaria nacional no admite la menor objeción y se hace merecedora de nuestra incondicional aprobación. Enhorabuena, la apuesta de Alfa Editorial nos reconcilia con una voluntad literaria paciente, laboriosa y callada que niega rotundamente la descabellada idea de que vivimos una “crisis de ideas”. La evidencia está ahí. ** Rafael Rattia rrattia@gmail.com Escritor venezolano (Delta del Orinoco, 1961). Historiador egresado de la Universidad de Los Andes (ULA, http://www.ula.ve). Fue director-fundador del Archivo Histórico del Delta, director de la Biblioteca Pública Central Andrés Eloy Blanco y coordinador de Actividades Literarias del Ateneo Internacional de Fronteras Casa de las Aguas. Ha publicado el poemario La pasión del suicida y dirige Laberintos de Agua, la página literaria semanal del diario Notidiario (Puerto Ordaz). Textos suyos han aparecido en el suplemento literario Verbigracia, el suplemento cultural de Últimas Noticias, El Impulso, Frontera y la revista Ateneo de Los Teques, así como en las revistas electrónicas El Invencionero (http://web.jet.es/enseres), Casi Nada (http://usuarios.iponet.es/casinada) y Sólo Texto (http://solotxt.freeservers.com). Mantiene una bitácora personal en http://ratiar.blogspot.com. === Elcina Valencia Córdoba, voz y figura de sirena y palma =============== === Leopoldo de Quevedo y Monroy ========================================== (Nota del editor: el pasado 1 de agosto se rindió homenaje en Cali, Colombia, a varias poetas que recibieron el honroso apelativo de Almanegras durante el Encuentro de Mujeres Poetas Colombianas de Roldanillo. El escritor colombiano Leopoldo de Quevedo y Monroy nos ofrece hoy las palabras que pronunció en aquella oportunidad en torno a la figura y la obra de una de ellas, Elcina Valencia Córdoba, quien esa noche declamó y cantó). María Elcina Valencia Córdoba es hija de río con bagres y piedra, del mar con rulos de coral y verde y de una guitarra que cuelga de sus hombros de negra marina. Las ondas del bravío Río Naya la trajeron a sus playas mineras y la hacen heredera de una etnia que tiene raíces negras y rumor de alabao y cununo. Su padre es Julio Francisco y su madre Nicolasa, y su tierra madre es cuna de platanales, chontaduros, borojó, de cocoteros y piñales. La vio crecer la Vereda, su terruño, que se llama San José a seis horas de la ciudad que más tarde la llamaría. De niña lanzó el anzuelo a la corriente para jugar con los peces, corrió detrás de venados, de tatabros, de conejos, guaguas y orejudos armadillos. De su abuela y de su madre, cantaoras de oficio, recogió el amor por la música y con su gente alegró las fiestas patronales con aguabajos, jugas, boleros y currulaos. En las novenas de diciembre empezó a arrullar su guitarra mientras los mayores rotaban en corro el biche, el guarapo casero y el vinete con anís. Por entre el río materno, entre la canoa y con los bogas y pasajeros, por los campos de Puerto Merizalde su juventud fue pasando entre cantos y la melancolía de una tierra olvidada. A sus 14 años, cuando terminaba primaria y su cuerpo estiraba sus piernas, jugaba con amiguitos y les escribía canciones al llegar las vacaciones. Fue una sorpresa tu beso y por temor al regaño y al pellizco de mi madre he esperado largos años. He crecido atravesando este río para verte con el anhelo de un día crecer y poder tenerte y cuando fuéramos grandes quizá amarte para siempre Pero mi vana ilusión se me va con la corriente por una prueba de amor que yo no puedo ofrecerte (1). En el esplendor de los 17 su profesora Elba Martínez alguna vez, de tarea, le pidió hacer unos versos y compuso este poema a un novio esquivo al que le puso el pícaro título “De qué te quejas”: ¿De qué te quejas? ¿Acaso temes? ¿Acaso sientes tu corazón hirviendo? Date cuenta que los vicios que aún no dejas son motivo de tu vida en sufrimiento (2). Elcina Valencia, de piel de seda, es una negra de brisa fuerte y ojos de mirar diferente. Su poesía canta al Pacífico y no es pacífica, besa a la mar y allí no se queda. Echa a volar sus versos y se ha convertido en poeta colombiana. Ha aprendido, como las gaviotas y los alcatraces, a rozar sus alas por playas y por esteros, por ríos y por manglares, allá donde el rumor del agua suene. “Quiero a mi Pacífico porque me siento antes muy colombiana”. Si yo fuera “sola”... Si no estuviera en el corazón de mis paisanos, ...si no fuera un pedazo de tierra negra, no estaría tan ligada a este pueblo mío. ...Pero mientras haya razón para luchar echaré raíces cada vez que pueda (3). Sus temas poéticos son la familia, el amor, los recuerdos de sus ancestros, la dignidad del ser humano, el ansia de liderazgo, la lucha continua por la identidad cultural. Los escenarios de su canto son su patria chica, los ríos, el mar, la gran ciudad, las calles de la patria, los campos con sus productos de maíz, cocos, pianguas, cerdos, gallinas, patos y cangrejos. En su maletín de maestra lleva cargadas las palabras y sobre la espalda va su guitarra con la que rasga el aire y sale ella con su poesía y las melodías. Además de sus padres, su esposo José Antonio y su hija Sary Rocío, ama a los poetas de su sangre, Jorge Artel, Nicolás Guillén, Helcías Martán Góngora, Gerardo Valencia Cano, Hugo Salazar Valdez y a su colega Mary Grueso Romero. De ellos ha bebido la fuerza y la inspiración para sacar de su pecho altivo la voz, la rabia y el amor por su pueblo y sus ideales. Junto al río, en sus riberas, en el grito libertario, en el canto de los niños muertos, en los saltos de las olas sobre los arrecifes, de su garganta salen versos y dolores, lloran las cuerdas y baila la guitarra de sus caderas. Todos señalamos, nadie es culpable, todos predicamos mucha caridad. Si tienes dinero, si tienes la fama tú tienes amigos en gran cantidad, pero si flaqueas, si tienes problemas si estás fracasado, todos te critican todos te calculan. Esa es la verdad. Todos exigimos lo que nunca damos, y si fracasamos... a otros queremos culpar, nada más (4). El primer escenario grande que acogió la palabra de Elcina Valencia fue el Museo Rayo de Roldanillo en el Encuentro de Mujeres Poetas Colombianas en 1991. Allí la maestra Águeda Pizarro y su esposo el pintor Omar Rayo la rodearon de su afecto y desplegaron ante ella la alfombra de Aladino, que la ha llevado con su cofre de poesía por lugares, naciones y continentes. Desde hace dos años su calidad y trabajo le ha hecho merecedora al apelativo honorífico de Almanegra que la coloca en el pedestal de las mejores en su género. Maestra por vocación, ha alimentado sus versos con el estudio, la investigación y la lectura de costumbres y problemas. Ha cultivado su amor y su oficio en la educación, con el gusto por el folclor autóctono, por el impulso a la cultura en su ciudad y ha tenido tiempo para viajar y dar a conocer su voz y su trabajo poético. La han visto surcar el espacio las gaviotas de la mar, la aristócrata Inglaterra, el primer mundo y la aridez y la exuberancia de América del Sur. Su mundo es ancho y es cantera de donde brotan diamantes negros, lágrimas santas, verdades y sonidos de vientos y encantos. No quiero tener marido porque esclava me han de ver, cuando enamoran son buenos, después dejan de querer. Cuando están de enamorados te ponen en un altar; regalan lo que no tienen después ya no quieren dar, te mandan a trabajar, y te dicen al oído que no están comprometidos. Como yo no quiero miel, pa’ después tener la hiel, no quiero tener marido (5). Cuando María Elcina Valencia escribe con su mano negra brotan a la vida, como conejos, recuerdos de infancia, retratos de su alma o blancos cariños para Sary Rocío o para José Antonio, el hombre que la secunda. Su poesía es una fuente que sale pura de entre su tierra y de sus humores. Es principal tema y el corazón late cuando toma la pluma para tocarle al oído a su pareja con las siete cuerdas de sus más íntimas querencias. Amanecer sin ti, es amanecer sin ilusión, es tolerar otra vez el bochorno del insomnio de una noche a solas (6). No sólo la poesía es un atributo de Elcina Valencia. La naturaleza también la adornó con el don de la musa Euterpe. Su cara se ilumina, su cuerpo vibra y a su alrededor todo es fiesta cuando ella le pone música a lo que en su hígado siente. Sus canciones son un pusandao picante con sabor a coco y con vaivén de jaiba roja y currulao en una cazuela caliente. Sus ojos brillan y la voz resbala alegre con las notas que danzan en su cintura: Ay, me llaman la palmera, porque muevo la cintura y me parezco a la marea. Ay, yo no consiento pájaro, Ay, que caiga sobre mis hojas. No tolero el aguacero que me toque mi cogollo. El que quiera tumbar coco, que venga y suba a mi palma, que le doy su sacudida (7). El nombre y la obra de Elcina van parejos detrás su poesía, de sus correrías y de sus canciones. Su vida y talento están al lado de la cultura de Buenaventura y de donde su presencia se requiera. Sus libros Todos somos culpables, Analogías y anhelos, Nuestra espera, Pentagrama de pasión, Susurros de palmeras, hablan por sí solos de su producción y su vigencia. La Fundación Plenilunio esta noche, como aquella en que la vimos en todo su esplendor en Cereté, llena de calor, luces y cantos de victoria, abre los aplausos para esta mujer negra que pone otras estrellas al lado de la Luna con sus letras y con sus cuerdas. Notas 1. Este fragmento pertenece al poema inédito “Vana ilusión”, suministrado por la autora. 2. VALENCIA CÓRDOBA, Elcina. Todos somos culpables. Poemas y cantos. 2ª ed. Cali: Imprenta Departamental del Valle. 1993. 3. VALENCIA CÓRDOBA, Elcina. Rutas de autonomía y caminos de identidad. Razón de mis luchas. Buenaventura: Impresos y Diseños EVA. 2001. Págs. 5-6. 4. VALENCIA CÓRDOBA, Elcina. Todos somos culpables. Poemas y cantos. 2ª ed. Cali: Imprenta Departamental del Valle. 1993. 5. Ib. 6. VALENCIA CÓRDOBA, Elcina. Susurro de palmeras. Poemas. Insomnio. Buenaventura: Litografía Palacio. 2001. Pág. 24. 7. Esta cita de su canción “La palmera” fue dictada por la autora literalmente por teléfono al ensayista. ** Leopoldo de Quevedo y Monroy leoquevedom@hotmail.com Escritor colombiano. Abogado egresado de la Universidad Libre (http://www.unilibre.edu.co) y magíster en Docencia Universitaria por la Universidad del Valle (http://www.univalle.edu.co). Ha publicado Confesiones de un cura casado (Corredor, 1999), El anteproyecto y el proyecto de investigación, los poemarios Versos sacros y profanos (Artes Gráficas del Valle; Cali, 2005) y Cotidianidad en Re-verso (Artes Gráficas del Valle; Cali, 2006) y diversos materiales en el diario El Tiempo (Cali) y la revista Plenilunio. Ha participado en eventos literarios como la “Hora de la Poesía” en la Feria del Libro en Bogotá (2005), el V Festival Internacional de Poesía en Cali, la XI Feria del Libro Pacífico y otros. === Músicos y cantantes del llano Alberto José Pérez ================= I Quien no haya escuchado a Pedro Emilio Sánchez cantar “Brisas de Apure” digamos que no se ha acercado a la fiesta de las canciones de amor del llano, es un primor de canción y en la voz del inmortal tinaquillero que aquí vivió y murió, es para no olvidar y buscarla para incorporarla a los tesoros de la casa, una necesidad. II Hace unos años, ya bastanticos, parrandeábamos Alberto Arvelo Ramos, Humberto Febres y yo por los barrios de abajo, los que están por la vía que conduce a Torunos; teníamos que dar con la casa del Carrao de Palmarito; de bar en bar preguntamos hasta que un paisano nos informó que esa tarde cantaría en la Casa del Llano y de un tranco como los de Humberto, llegamos, y palos son y El Carrao sentado con nosotros, dígame eso, tres borrachos contra uno que estaba bueno y sano, con aquella guerra peticionaria para que cantara “Furia”, y “no, chamos, no puedo complacerlos, el arpisto no la sabe”, y nosotros nada, que sí, que era necesario escucharla en ese momento antes de que nos venciera la “pea”. Estando en el rogatorio al Carrao, se acercó uno: “yo la sé, la toco y usted la canta”, y se fajaron los músicos y soltó su voz El Carrao enseñoreándose en el recuerdo que hasta hoy disfrutamos, ese momento afortunado, Alberto y yo, que quedamos vivos pues como sabemos Humberto y Juan de los Santos Contreras, “El Carrao de Palmarito”, se aburrieron de estar aquí. III El Pollo de Guasdualito, Ramón Piñero es su nombre cristiano, se fue a cantar a una población colombiana, a la vuelta paró en Periquera y como los amigos son la perdición siempre del camino del hombre, lo indujeron con halagos y chanzas de la juventud a entrar a un bar; estando en la echadera de vainas se acercó un “guate” flaquito y con la cara cortá, lo agarró por un brazo y, pistola en mano, le dijo: “alas sino se va de aquí y se lleva a Rosita, es hombre muerto, toche”. Claro, para el Pollo fue una sorpresa aterradora, cuándo iba a pensar él que su canción éxito le iba ocasionar tal enredo casi de muerte, “señor, de qué Rosita me habla usted que yo soy un hombre de respeto”, y déle con más excusas hasta que el “guate” le vuelve a hablar: “como qué no sabe alas, si todos los días la llama por la radio, descarao: El Pollo de Guasdualito les canta Rosita, y es que se le olvidó, güeno, pues vaya, búsquela y llévesela que pa qué la tengo yo, si ella salta cuando vusted la llama por la radio y sepa que no la he matao por un tris, vaya, está en la plaza maletiá”, los amigos tuvieron que intervenir porque sino El Pollo hubiese tenido que casarse a juro. Esto me lo contó José Vicente Rojas y así lo cuento, son cosas de la vida de los artistas. IV Una vez en Elorza, Régulo Cerezo, que es de allá, invitó a Lucía Salerno que es nativa de San Fernando y a mí que soy de El Samán, a una conversa en la Barranca del río Arauca, que a su paso por el pueblo es realmente hermoso; entre birra y birra llegamos a puerto, es decir, al elemento que nos convocaba, la poesía, y de primero, don Eneas Perdomo, que es un nombre hecho de poesía, obligación nuestra conversar de las glorias que don Eneas Perdomo nos había dado y así lo hicimos, primeramente, a nosotros los apureños y después al país en general, así lo consideramos Régulo, Lucía y yo, escuchamos su voz, que se escapaba de unos discos compactos, con especial deleite; el maestro Perdomo es nativo de El Yagual pero nosotros los apureños somos gente de horizontes, de lejanías, por eso somos de todas partes, al final de la tarde también convinimos en que en Venezuela a los que consideran grandes poetas se leen mejor en autores extranjeros y que sí tenemos poetas magníficos, y entre esos el que más sería Ángel Eduardo Acevedo, ese muchachón nacido en Garcitas, estado Guárico, y hermano de nosotros, los que tenemos cielo, sabana y ríos, para soñar. Esto fue hace tiempo ya, durante el IV Festival Mundial de Poesía, allá en Elorza, escuchando “Adiós Barrancas de Arauca”. ** Alberto José Pérez albertoperez802@hotmail.com Poeta, editor y comentarista literario venezolano (El Samán, Apure, 1951). Ha obtenido reconocimientos por su obra poética entre los cuales vale mencionar el Premio Único de Poesía de la Bienal de Literatura de la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve) por su libro Homenajes (1991), y el Premio de Poesía de la Universidad Nacional Experimental de los Llanos Ezequiel Zamora (Unellez, http://www.unellez.edu.ve), por el poemario El espejo y la memoria (1987). También ha publicado los poemarios Los gestos tardíos (1975), El libro de Barinía (1985), Marca (1984), Olor de amor (1995), Como si valiera un siglo (1996), Retrato de memoria del corazón de una mujer (1997), Un poeta como yo (2006) y la antología poética El poeta de quien les hablo (1999). === Postal desde Maracaibo Dixon Acosta ============================== Alguien me dijo que llegaba a la ciudad más fría de Venezuela, al comienzo no entendí la frase que sonaba irónica, pero luego comprendí su significado. A pesar del calor reinante o quizás como consecuencia de la temperatura que puede oscilar alrededor de los 35 grados centígrados, los marabinos, conocidos coloquialmente como maracuchos, se han habituado a dejar los aires acondicionados en su máxima expresión, de tal forma que los espacios cerrados, como apartamentos, oficinas y automóviles, son congeladores en diversas versiones. Esta combinación de calor/frío era en cierta forma una metáfora de lo que experimentaba mi organismo por aquellos días. Al llegar a Maracaibo me estaba recuperando de uno de los tantos resfríos, producto de mi alergia a los cambios climáticos, a la contaminación, a la lana, a las alfombras, al cigarrillo ajeno. En una frase, mi alergia al mundo, para sintetizar el complejo diagnóstico médico que, hace varios años, explicó de manera tajante mi propensión a las frecuentes gripes. Por ello no fue extraño que al llegar a Maracaibo tuviera una seria recaída, con esta combinación de calor intenso en los espacios abiertos e igual dosis de frío en los espacios cerrados, llegué hasta el punto de casi perder la voz, quienes trabajaron conmigo durante esta época tuvieron que hacer un gran esfuerzo para entender lo que intentaba comunicarles. Gracias a los cuidados de mi esposa y a la solidaridad zuliana, que se manifestó en varias personas, con el correr de los días pude superar la incómoda paradoja de convivir con el calor y el frío. Pero la dualidad calor/frío la encontré en otra circunstancia bastante particular. Si el ocasional lector ha visitado o visita Maracaibo en alguna oportunidad, encontrará que la patrona de la ciudad, conocida cariñosamente como la Chinita, es más que un dato de una agencia de viajes, es el referente por excelencia, el gran símbolo de la ciudad. Se trata de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, cuyo fervor religioso, como sabrán los lectores colombianos, se originó en la ciudad de Chiquinquirá, en el departamento de Boyacá, relativamente cerca del sitio en donde se libró la batalla del mismo nombre, que gracias al ingenio militar de Simón Bolívar y a la eficaz ejecución del ejército colombiano fue cimentando la independencia del continente. Chiquinquirá, para quienes no la conocen, es una ciudad de clima relativamente frío (en promedio veinte grados centígrados) y allí fue la primera manifestación de la Virgen del Rosario, se cuenta que en una iglesia de Chiquinquirá reposaba, en su altar, un lienzo bastante deteriorado en el cual se encontraba pintada la imagen de la Virgen del Rosario. El día 26 de diciembre de 1586, luego del rezo de una devota campesina que le había pedido alguna manifestación, se produjo una milagrosa renovación, apareciendo la imagen de la Virgen de forma brillante, clara y luminosa. Luego viene una larga historia de milagros y testimonios, hasta el día de hoy, cuando el lienzo reposa en una gigantesca basílica en el centro de la población boyacense. La palabra Chiquinquirá proviene de un vocablo chibcha que significa “pueblo sacerdotal”, pues era uno de los centros religiosos de aquella cultura precolombina, lo que termina por consagrar la vocación de la ciudad y sus habitantes. La misma imagen que convoca en julio a tantos creyentes en Chiquinquirá, Boyacá, Colombia, provoca un carnaval de música y devoción en noviembre en Maracaibo, durante la “Feria de la Chinita”, en donde miles de personas le dedican serenatas a ritmo de la gaita, género musical que se derivó de esa devoción mariana. Todo porque aquella imagen que se renovó en 1586 en Chiquinquirá, luego aparecería en una tabla flotando en el Lago de Maracaibo en 1749. Del frío al calor, así se hizo ese tránsito que convoca a tantos creyentes católicos del mundo entero. Durante algunos días de la estancia en la capital del Zulia, mis manos parecían congeladas, mientras la cabeza emitía ráfagas de calor, al paso del escalofrío que recorría el cuerpo entero. Afortunadamente el malestar pasó y así pude comprobar que Maracaibo no sólo resulta una paradoja en materia de temperatura, que hay, como en todas partes, muchos contrastes e historias casi tan largas como el puente Rafael Urdaneta que se pierde en el horizonte, buscando el sol, de allí que no sea extraña la tradición artesanal de los “soles de Maracaibo”, pequeñas maravillas tejidas por manos expertas. En fin, tantas historias que no pueden agotarse en una incompleta postal como la que acabo de bocetar. ** Dixon Acosta dixonm@hotmail.com Diplomático colombiano aficionado a la literatura. Fue cónsul de Colombia en Ciudad Guayana (Puerto Ordaz, Venezuela) y actualmente desempeña un cargo diplomático en Nicaragua. Ha publicado artículos en revistas de su país. === No tengo palabras Rolando Gabrielli ============================== No tengo palabras, dijo el poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, al recibir el más emblemático premio internacional de poesía que otorga Chile a los artistas: el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda. El importante y prestigioso lauro le fue otorgado a un autor con una vasta obra americanista, indigenista, civilizadora que se impregna de lo social, político y con una vasta carga amorosa y de compromiso humanitario. El jurado dijo en abril pasado, el día de su fallo: el premio le fue otorgado a Cardenal por su “logro de remozar la tradición occidental clásica aplicándola a la actualidad contemporánea, su interés y preocupación permanente por los pueblos originarios de este continente y por su compromiso político”. Neruda fue el mayor ídolo literario de su juventud, precisó Cardenal, autor de Canto cósmico, Epigramas, Oración por Marilyn Monroe, El estrecho dudoso, El telescopio en la noche oscura, cuando la presidenta chilena Michelle Bachelet le otorgó el lauro en el Palacio de Gobierno, La Moneda, un icono en la restauración de la democracia latinoamericana. Es un reconocimiento a la majestad de la poesía en estos tiempos banales y del gran espectáculo digital, que una presidente otorgue un premio en este género tan marginal para las editoriales y el mercado de los best-sellers, en la Casa de Gobierno, donde se deciden las grandes políticas y destinos de una nación. Bachelet dijo en parte de su alocución: “Este es un reconocimiento no sólo a su inmensa obra literaria, sino también a su permanente apuesta por un mundo más humano y más justo, donde el amor y la cooperación serán una realidad y no sólo bellas intenciones”. Cardenal expresó su felicidad de estar en el país de los poetas, habló de su coincidencia con la poesía de Nicanor Parra y anunció un nuevo libro: Versos del pluriverso, y reveló que una editorial chilena está interesada en publicarlo. Ya sabemos que hay más universos, dijo, y este es un libro científico, acotó. Ernesto Cardenal fue para nuestra generación como Serrat, lo leíamos con pasión, discutíamos, recitábamos y a él también le acompañó, como a Neruda, una historia trágica, dura, en la Nicaragua de Somoza, convirtiéndole en símbolo de lucha y esperanza en un pueblo aplastado por una de las dictaduras más sanguinarias e implacables de América Latina. El cura trapense, discípulo de Thomas Merton, hijo de una de las familias más ricas de Nicaragua, se montó en la teología de la liberación y enfrentó el somocismo, al Vaticano y los molinos de viento. La poesía de Cardenal fue influenciada por la poética norteamericana, los clásicos latinos, y por su coloquialismo es calificada de exteriorista, donde el lenguaje fabrica otros lenguajes y con maestría surge la intertextualidad. La Biblia es uno de sus libros maestros, una lectura y relectura que asoma con fuerza en su obra, especialmente en algunos poemas, salmos, el Apocalipsis y otros. En la poesía de Cardenal hay historia narrada de Nicaragua, América, del cosmos, y, sobre todo, del hombre y su humanismo. Poetas de estrellas fulgurantes. La visita de Cardenal a Chile es un buen momento para la poesía y en el próximo año del Bicentenario, que celebrará Chile de su Independencia de España, sería notable que le otorgara el Premio Pablo Neruda a José María Panero, recluido en una clínica y que es sin duda el más notable poeta vivo de la Península Ibérica. En el Bicentenario, un acto por la libertad, la democracia, la identidad nacional, el futuro de Chile, debieran estar 200 poetas residentes y de la diáspora, porque la poesía chilena ha sido exilio continuo. La cita del 2010 es con lo mejor de Chile, su gente, presente y futuro, el Chile democrático, creativo, de la esperanza y justicia social. No hay otro Chile. El Chile incluyente, no excluyente. ** Rolando Gabrielli rolandoamadeo22@yahoo.com Periodista y escritor chileno residenciado en Panamá. Poeta, narrador y ensayista. Ha obtenido diversos premios y menciones literarias en Chile, México y Panamá. Ex funcionario internacional, corresponsal extranjero en Colombia y Panamá. Ha dirigido y editado diversas publicaciones y artículos suyos han sido publicados en América Latina y Europa. Es el autor de la avenida “Fechado en Panamá”, en nuestra Ciudad Letralia (http://www.letralia.com/ciudad/gabrielli) y mantiene un blog en http://rolandogabrielli.blogspot.com. |||||||||||||||||||||||||||| ENTREVISTAS |||||||||||||||||||||||||||| === Junot Díaz ============================================================ === “En un solo universo dominicano todo está presente” =================== === Montague Kobbe ======================================================== Durante el festival literario Calabash 2009, celebrado a finales del mes de mayo en Jamaica, Montague Kobbe tuvo la oportunidad de encontrarse con Junot Díaz y hacerle algunas preguntas acerca de su exitosa novela, La breve y maravillosa vida de Óscar Wao. El festival literario Calabash 2009 tiene lugar cada año en el Jake’s Resort de Tresure Beach, ubicado en la espectacular costa sur de la isla caribeña —lejos, muy lejos del cinturón turístico del país. Es la tarde soleada, calurosa, de un sábado a las orillas del mar. A algunos metros de distancia noto la figura de Junot Díaz, paseando tranquilamente alrededor de la carpa bajo la cual tiene lugar una conversación pública entre Paul Holdengräber y el autor británico Pico Iyer. En la multitud, entre otras luminarias, reconozco el rostro sereno, dulce, de Edwidge Danticat, acompañada por su familia. No es éste un fin de semana cualquiera en Jamaica; esto es Calabash. Mientras pasa a mi lado, suspiro discretamente “Junot”. Su semblante adopta un gesto de picardía que a un tiempo responde a mi saludo, mientras me indica que ahora no —espera un momento. Desde la noche anterior, cuando él se mostró tan afable durante una larga sesión de firma de libros, mi mente se ha visto atiborrada por una cantidad de preguntas acerca de su novela. Ya en aquel momento él había respondido al menos una de ellas, tras ser increpado por mi compañera a justificar el perfil de un personaje tan poco convincente como el de Ybón, la prostituta dominicana que pareciera representar la única esperanza de salvación para Óscar. “Te podría hablar durante horas sobre este personaje”, dijo, antes de explicar que su intención había sido evidenciar la realidad de la prostitución en la República Dominicana, donde tanto locales como turistas buscan en las prostitutas la solución a todos sus problemas, sin encontrar más que complicaciones aun mayores. Pero a Óscar no lo puede salvar Ybón, porque él no está enamorado de ella, explica Junot. Él simplemente la utiliza —a ella y al resto de las mujeres en el texto— para compensar la falta de atención, de sexo, de amor que hay en su vida. Volviendo a la tarde del sábado, Junot lleva un buen rato posando para las cámaras, firmando libros, conversando con uno que otro extraño, y, sin embargo, no deja de rondar entre la carpa y la librería. Sé que esta es mi oportunidad; pero también sé que no cuento con mucho tiempo. Mientras camino en su dirección escojo en mi mente lo que considero el aspecto más sobresaliente de su novela y se lo comento. “Sabes, estoy tan sorprendido por la cantidad de e-mails que he recibido por esto”. Su español es bueno, es coloquial, fluido, auténtico; sin embargo, es obvio que no es su lengua natal, que no es su primera lengua. No sé por qué anticipaba lo contrario, pero lo cierto es que esperaba que me hablara con un acento dominicano tan fuerte, tan natural, como mi acento venezolano. Esta circunstancia le añade otro nivel a mi pregunta acerca de su uso del spanglish —un nivel que aún no he podido conceptualizar, pero que no por ello deja de existir. “Algunos de los e-mails han sido incluso agresivos. Hay mucha gente que pareciera que están hasta molestos porque no les doy una traducción. Me asombró muchísimo”. En tanto, yo intento hurgar un poco más en la herida, ¿era esa tu intención? ¿Querías alienar a un tipo específico de lector? “¡No!”, exclama de manera espontánea. “Yo lo que quería era que buscaran a un amigo que hablara español”. Sé que mi tiempo se está agotando, que no podré abarcar ningún otro aspecto en esta conversación, así que le agradezco por su tiempo, su disposición, y le pregunto si podría enviarle un correo electrónico con una breve entrevista. Junot acepta. Junot responde (apenas un par de horas después de enviarle el correo). Sus respuestas marcan de manera clara la línea que separa al demiurgo del crítico. Sin embargo, es su actitud en general lo que ha dejado en mí la impresión más duradera. Él me ha probado que se puede ser talentoso y cortés, gentil y exitoso al mismo tiempo. Por eso, gracias, Junot. —En cuanto a la forma de la novela, el uso de notas a pie de página en La breve y maravillosa vida de Óscar Wao llama la atención. Inicialmente pareciera que esta estrategia cumpliera una función meramente informativa, proveyendo al lector de detalles concernientes a la historia de la República Dominicana. Sin embargo, a medida que nos adentramos en el texto es evidente que esta función se expande sustancialmente. ¿De dónde surge la idea de incorporar notas al pie de página en un texto de ficción, y cuál es tu intención al incorporarlas en tu obra? —Las notas a pie de páginas no son nada nuevo. Es un recurso literario que han utilizado una cantidad de escritores, desde Nabokov hasta Patrick Chamoiseau, mi influencia más directa. Para ponerlo de una manera sencilla, las notas a pie de página estaban ahí para iniciar una conversación sobre autoridad y erudición, acerca de la Narrativa Oficial frente a Narraciones Ficticias. Al fin y al cabo, la historia es considerada una Narrativa Oficial Legítima mientras que la Ciencia Ficción no lo es. Sin embargo, la ciencia ficción en esta novela te dará un entendimiento más completo de la novela que cualquiera de las intervenciones históricas oficiales que ella contiene. —En Calabash tuvimos ocasión de hablar brevemente acerca de lo que logras comunicar en tu obra sin necesidad de hacerlo explícito en el texto. Una buena parte del discurso subyacente en La breve y maravillosa vida de Óscar Wao concierne específicamente a la alienación sufrida por la población dominicana en Nueva Jersey, y contiene una crítica de doble filo, que incumbe tanto la actitud del dominicano —evidente en su relación con el puertorriqueño, por ejemplo— así como la sociedad americana en general, la cual ha permitido, y tal vez inclusive provocado, tal condición. Existen al menos dos elementos que de cierta manera logran recrear la alienación sufrida por los personajes principales de la historia en un lector cualquiera. Estos dos elementos son el uso del spanglish a lo largo de la novela, y el uso de metáforas, imágenes y otros recursos provenientes del género de ciencia ficción/fantasía. En cuanto al primer elemento, me decías en Calabash que nunca había sido tu intención alienar a ningún tipo de lector, sino más bien invitar al lector de habla inglesa a acercarse a un compañero de habla hispana en busca de ayuda. En este sentido, ¿es este un intento por agregar una labor social a tu literatura? Es decir, ¿es esta tu manera de contribuir al esfuerzo por integrar al inmigrante latinoamericano dentro del establecimiento norteamericano? De así serlo, ¿podríamos decir que el segundo elemento que menciono arriba cumple una función similar: un esfuerzo por incorporar al geek enamorado de la ciencia ficción a la corriente popular? ¿O es, más bien, este un intento por reivindicar un género que habitualmente recibe menos mérito de lo que merece? —La pregunta es mucho más larga que mi respuesta. No creo que pensara en la alienación mientras preparaba este libro. Eso no significa que no sea una línea de análisis legítima; sólo que no tengo nada que decir al respecto. Y no estoy seguro que estuviera intentando integrar nada con este libro, aparte de demostrar que en una sola persona dominicana, en una sola familia dominicana, en un solo universo dominicano, todo está presente. Inglés, español, hindú, japonés, hip-hop, nerd, etc. —Una pregunta más genérica, relacionada a las diferentes voces narrativas palpables en La breve y maravillosa vida de Óscar Wao: más allá de los tradicionales cambios de perspectiva presentes en la novela, existe un narrador independiente, ubicado en algún punto fuera de la historia, el cual no es ni Yunior ni Junot (autor de las notas a pie de página), que le proporciona un tono característico al texto. Este narrador se comunica directamente con el lector (“Here at last is her smile: burn it into your memory”) y con los personajes (“Oh, Beli; not so rashly, not so rashly”), es fluido, impredecible y, en definitiva, más complejo que el narrador tradicional. En tu opinión, ¿cuál es el rol de este narrador post-moderno (por llamarlo algo) en la literatura contemporánea? —No lo creo. Yunior es Yunior. Él surgió como algo singular, aunque ahora tenga la fuerza de un argumento estético, pero no es la manera en la cual todo inició. —Finalmente, si bien la violencia (política, social, etc.) está presente durante toda la historia, no se puede decir que el discurso de la novela sea violento (incluso tomando en cuenta el final). ¿Qué lugar ocupa la violencia, tanto en la saga familiar, como en el desarrollo individual de cada uno de los personajes en La breve y maravillosa vida de Óscar Wao? —Eso es como preguntar cuál es el rol de la gente en el Nuevo Mundo. Múltiple y terrible y con unas raíces históricas muy profundas es la única respuesta que puedo dar; menos como una respuesta a tu pregunta y más como una descripción de mi visión acerca de la violencia en el Nuevo Mundo. ** Montague Kobbe montycobbe@hotmail.com Escritor venezolano (Caracas, 1980). Ingresa a la Escuela de Letras de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab, http://www.ucab.edu.ve) en 1998; en 2000 parte a la Universidad de Bristol (http://www.bristol.ac.uk; Reino Unido) para completar su licenciatura en literatura inglesa y filosofía (2003). Posteriormente completa una maestría en la Universidad de Leeds (http://www.leeds.ac.uk; Reino Unido) en literatura y cultura norteamericana (2004). Entre 2005 y 2008 escribe una novela y una colección de cuentos en inglés al igual que una colección de cuentos en castellano. Repetidos fracasos en su intento por publicar la novela en el Reino Unido lo llevan a emigrar al Caribe en 2008. Durante 2009 ha publicado crónicas, artículos y perfiles en periódicos y revistas de Anguilla, Sint Maarten y Antigua, como Anguilla Life, Daily Herald (Sint Maarten), The Anguillian y Lime (Antigua). Actualmente trabaja en un nuevo proyecto literario. Mantiene una bitácora literaria en http://mkobbe.blogspot.com. === Jaime Echeverri ======================================================= === “Cada ficción trae sus propias leyes” ================================= === Octavio Escobar Giraldo =============================================== Versiones, perversiones y otras inversiones es un libro que todo buen lector disfrutará y releerá. Conciso, elegante e irónico, refleja todo el talento y el oficio de Jaime Echeverri, quien sin aspavientos ni concesiones, con la devoción del descreído y un acento colombiano que deviene universal, ha enriquecido la literatura hispanoamericana desde la aparición de Historias reales de la vida falsa (1979), su compilación de cuentos premiados. Profesor en la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad Nacional y tutor de algunos de los narradores colombianos con mayor proyección internacional, su obra también la componen las novelas Reina de picas y Corte final. Con motivo de la aparición en España de Versiones, perversiones y otras inversiones accedió a responder algunas preguntas. —Todo nuevo libro tuyo debería estar a disposición de los lectores. ¿Por qué no se distribuirá en Colombia? —Como tú sabes mis libros han aparecido tanto en Colombia como en México, donde José María Espinasa, es decir Ediciones Sin Nombre, me incluyó en su fondo y lo hizo porque apuesta a futuro y se arriesga con autores no comerciales. Y no porque no quiera que sus libros se vendan, sino porque cree que hay allí valores que las casas editoriales grandes, multinacionales, no consideran rentables. Para decirlo de otra manera, tiene un criterio editorial distinto al mercantil. Aquí no existen editores con criterios claros. Los más poderosos no tienen políticas editoriales. Buscan recuperar con rapidez su pequeña inversión. Publicar un libro aquí no es fácil para un autor como yo, preocupado por mantener ciertos niveles de escritura superiores a los estándares marcados —por lo general— por periodistas incultos de radio, prensa y televisión, comunicadores semianalfabetas que no pasan de saber de oídas ciertos nombres y no cumplen su misión informativa, pues deberían reseñar los libros que van saliendo. El libro aparece en España porque Antonio María Flórez, buen escritor y buen amigo, propuso a la Editora Regional de Extremadura incluir autores latinoamericanos en su catálogo. —Versiones, perversiones y otras inversiones remite a un libro anterior… —Sí. La diferencia está en que en esta nueva edición de Versiones y perversiones he incluido cuatro textos que antes no aparecieron en libro y he agregado una nueva parte con dos cuentos un poco más largos. Entre los cortos —para que no se pierdan en publicaciones periódicas— agregué “Cena de navidad”, el primer cuento mío publicado en un suplemento cultural de circulación nacional a fines de los años sesenta, y “El jardín del guerrero”, cuento breve ganador de “Las 500”, exitoso concurso de la revista El Malpensante, en el 2004. —¿Y ahora qué viene? —Espero que editen un nuevo libro de cuentos. Es curioso, los editores no ven el cuento como género publicable. Sin embargo, veo que hay mucha gente que lee y compra libros de cuentos. Creo que aquí hay prejuicios. O mal manejo industrial y comercial. —¿Cuál es tu expectativa con el libro editado en España? —Ninguna. Aquí no lo van a reseñar, entre otras cosas, porque el reseñador serio es Afanador y su espacio es pequeño y está sometido a los estrechos lineamientos de Semana. En Arcadia, que sería otro escenario posible, tienen un concepto bastante extraño, por no decir deplorable, de cultura y de libros. Pero te ruego que no tomes estas opiniones como quejas sino simplemente como la constatación de un fenómeno que algún sociólogo de la literatura abordará algún día. —Eres tutor o asesor de varios narradores colombianos, algunos muy exitosos. ¿Cómo desarrollas esta labor? ¿Ha cambiado en algo tu forma de entender el oficio literario? —La asesoría, esa labor tutorial especializada, ha sido para mí una experiencia enriquecedora. En muchos sentidos. En primer lugar, me enseñó a respetar el trabajo de los otros y tratar de comprender sus intenciones. Sólo así podría captar y comprender algunos aspectos de su texto y poder distinguir la estructura de la obra. A nivel interior significó ejercer sinceramente la modestia, la ocultación de mis propios motivos y de mis ambiciones para situarme en los del autor que me muestra sus ficciones. Sólo de esa manera se puede respetar la voz. Resulta extraño y al comienzo, hace más de quince años, no fue fácil. Pero fue un ejercicio de humildad en el mejor sentido del término. Cuando un escritor es consultado, por lo general responde desde su criterio muy personal, ese que guía su propio trabajo. Pero al distanciarse de su propia visión, puede ver aspectos técnicos que de otra manera le son vedados. Digamos que la asesoría me ha servido para refinar mi percepción de las técnicas y así encontrar aquellos puntos fuertes o débiles de un texto desde el texto mismo. Tú sabes que cada ficción trae sus propias leyes. Y detectarlas es fundamental para brindar un trabajo honesto a quien consulta. También me ha enseñado que cada escritor tiene que vivir sus propios momentos, es decir que aunque tenga capacidades, aunque tenga mucho talento, puede estar en una etapa en la que no le es posible abordar la escritura de su obra sino desde sus circunstancias personales, desde sus obsesiones del momento. Son pequeños datos, parecen insignificantes pero si no se los considera el trabajo no resulta. En verdad me gusta ver la transformación de un texto en mi laboratorio y me gusta ver cómo el autor se sorprende al ver todos los textos ocultos que trae su escritura. ** Octavio Escobar Giraldo octesco@yahoo.es Escritor colombiano (Manizales, 1962). Profesor en la Universidad de Caldas, ha publicado las novelas El último diario de Tony Flowers (1995), Saide (1995), que recibió el Premio Nacional de Novela Negra, y El álbum de Mónica Pont, ganadora igualmente de la VIII Bienal Nacional de Novela "José Eustasio Rivera", así como los libros de cuentos El color del agua (1993), Las láminas más difíciles del álbum (1995), La posada del almirante Benbow (1997) y De música ligera (1998). Algunos cuentos suyos han sido incluidos en antologías traducidas al italiano, al búlgaro y al alemán. === Mario Abreu, el Saltaplanetas, celebra la vida ======================== === y los noventa años que cumple su enloquecido sistema solar ============ === “Soy la multitud en mi propio devenir” Alberto Hernández ========= “Turmero era un pueblo donde la comunicación entre todos se establecía a nivel mágico, aunque en aquel momento no lo percibía así, no lo entendía así. Ahora lo digo”. “Yo podría decir que soy un hombre de posición revolucionaria, pero eso lo testimoniaría dejándolo viviente en mi obra... La cultura no se puede valorar de acuerdo a juicios aparentes, sino por la razón profunda del artista. La cultura no es una cuestión libresca”. Vuelve en palabras. Si una vez la magia se marchó en medio de la agonía provocada por la leucemia, hoy Mario Abreu regresa en voz, la única que tuvo pero que se multiplica en el tiempo, en la de los otros. Hace 17 años se marchó. Hace 90 llegó desnudo y despierto en Turmero, el 22 de agosto de 1919. Acosado por el clima, Georgina Abreu y Ramón Pérez Guerrero lo supieron hijo también en la casa de los Salas y en el regazo de su madrina Amelia Borges, quien le enseña brujería, ciencias ocultas y mucha magia popular, de donde emergen, años después, los planetas que habrá de visitar con su arco iris cromático y sus selvas interiores llenas de bestias y sonidos. Vuelve en palabras y se instala en una conversación que se hace eco luego de haber lidiado con Francisco da Antonio y Sonia Tovar, por allá lejos en 1991. Hoy, vivo de nuevo, se sacude el polvo cósmico y habla en un idioma que necesita de algunas preguntas para darle cuerpo a su universo. —¿Es cierto que todo comenzó en la bodega de aquel Turmero rural y pueblerino, el Turmero de un niño cuya curiosidad lo hizo artista? —En la pulpería yo disfrutaba organizando la estantería, colocaba latas de sardinas, dulces, refrescos. Por cierto que recuerdo la cerveza alemana que traía un perrito dibujado en la lata. Todas las tardes organizaba esos estantes vacíos, los ponía bonitos. Yo digo que esos fueron los primeros objetos mágicos que empecé a percibir. —¿Quién más indaga en los Objetos Mágicos? —En el objeto el que destapa la olla soy yo. Hoy día hay muy buenos artistas que trabajan el objeto, entre ellos está Zerpa. En cuanto a mi obra, yo no sé hasta dónde sería yo considerado en el futuro, pero hasta ahora la cosa está ahí, eso todavía no está muy claro. —¿Hay en el país una crítica que se encargue de entrarle en serio a sus Objetos Mágicos? —Yo, Mario Abreu, considero que en un país donde no existe una crítica especializada los poetas vienen a ser los más cercanos a una genuina interpretación de mi plástica. Una de las fallas de la pintura venezolana ha sido la poca comunicación entre los artistas plásticos y los poetas que son los más próximos a un estado de revelación del inconsciente. —Volviendo a su pueblo, ¿cómo era el Turmero de su infancia? —Turmero era un pueblo donde la comunicación entre todos se establecía a nivel mágico aunque en aquel momento no lo percibía así, no lo entendía así. Ahora lo digo. Me refiero a todas esas costumbres mágico-religiosas que eran parte de lo cotidiano: los mampulorios que se hacían cada vez que ocurría la muerte de un niño a quien se daban dádivas de piñas y flores; los bailes de San Juan, las procesiones. Turmero no tenía más luz nocturna que la de las estrellas y el carburo. Me fascinaban los cuentos de muertos. Siempre digo que las cámaras de televisión acabaron con los muertos. Se perdió el derecho a fabular sobre muertos y aparecidos. —¿Hay un arte de una sola idea? ¿Se puede concebir el arte como una propuesta única en el sentido de una sola tendencia? —El arte no se puede suscribir a una sola tendencia. Miguel Ángel Asturias me dijo: “Usted es un pintor eminentemente latinoamericano. Haga su obra y no le importe”. Ya a estas alturas he quemado las naves, como diría Hernán Cortés, y quedará lo que tiene que quedar. Yo sigo caminando en mi territorio. Es difícil hacer entender que América Latina es un continente de esperanza para el mundo, pero lo más difícil es lo que tiene que ver con los políticos. Ellos todo lo han destruido y por debajo de lo que han hecho está el cagajón ardiendo. La voz sigue sonando. Mario Abreu, a noventa años de haber venido al mundo, emerge a los 17 de haberse marchado entre humores y silencios. Al final le queda decir: —Considero la pintura como una filosofía potencial y viviente. Ella debe latir en todos los corazones y ser respirada por el universo entero. Construyo mis propios santuarios desvirtuando las viejas santerías. Soy la multitud en mi propio devenir. Y calla, para seguir la ruta de sus planetas, para abreviar el movimiento de su sistema solar. ** Alberto Hernández adezgalina@gmail.com Poeta, narrador, periodista y pedagogo venezolano (Calabozo, 1952). Tiene un postgrado en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar y fue fundador de la revista Umbra. Ha publicado los poemarios La mofa del musgo (1980), Amazonia (1981), Última instancia (1989), Párpado de insolación (1989), Ojos de afuera (1989), Bestias de superficie (1993), Nortes (1994) e Intentos y el exilio (1996). Además ha publicado el ensayo Nueva crítica de teatro venezolano (1981), el libro de cuentos Fragmentos de la misma memoria (1994) y el libro de crónicas Valles de Aragua, la comarca visible (1999). Reside en Maracay, estado Aragua, Venezuela, donde dirige el suplemento cultural Contenido, que circula en el diario El Periodiquito. ||||||||||||||||||||||||||| SALA DE ENSAYO |||||||||||||||||||||||||| === Dorian Gray en América ================================================ === (Sobre La americanización de la modernidad) =========================== === Isaac García Venegas ================================================== (Nota del editor: el historiador Isaac García Venegas nos ofrece este material, adaptado para ser recibido por los ojos de la Tierra de Letras y preparado originalmente para presentar el libro La americanización de la modernidad, que reúne a varios pensadores mexicanos bajo la batuta del filósofo Bolívar Echeverría). La americanización de la modernidad Bolívar Echeverría (comp.) ERA/UNAM, México, 2008. 308 págs. Hace poco más de 12 años, ante lo más granado de la comunidad que conforma la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), el filósofo Bolívar Echeverría definió, en unos cuantos renglones, lo que en su opinión era urgente rescatar para la propia universidad: la tensión creativa derivada del diálogo conflictivo entre las ciencias y las humanidades. Esa opinión, contundente y crítica de la realidad universitaria existente prácticamente en todo el orbe, no pudo ser integrada en el discurso de recepción de los premios Universidad Nacional que a nombre de los 12 laureados escribió y leyó el doctor Eugenio Ley Koo. Al parecer no tenía cabida en lo que el resto de los premiados pensaba, sobre todo para una ceremonia de esa índole. Así lo entendió Ley Koo, quien no obstante, haciendo honor al espíritu universitario, decidió leer íntegramente las líneas que le envió Bolívar Echeverría al final de su propio discurso. Para quienes conocíamos de manera cercana a Bolívar Echeverría por los proyectos de investigación que había impulsado dentro de la facultad de Filosofía y Letras de la Unam, nos quedó claro que pretendía, ahora, darles un nuevo giro. Ciertamente en aquellos proyectos habíamos participado filósofos, literatos, economistas e historiadores, pero a fin de cuentas su “tensión creativa” se circunscribía a la experiencia de una misma comunidad de saber: las humanidades. Quedaba la duda sobre la posibilidad y los alcances del diálogo conflictivo entre ciencias y humanidades que Bolívar Echeverría apuntó en aquel diciembre de 1997. Tanto más cuanto que aquellas experiencias nos indicaban que la interdisciplina no es ni puede ser el discorde concierto de múltiples soliloquios de la especialización en un mismo espacio. Por el contrario, para que ella sea en verdad tal ha de partir de la convicción plena de la validez del discurso del otro y de la disposición personal para dejarse invadir y transformar por los discursos ajenos, todo con el fin de iluminar de manera diversa el objeto de estudio y en esa medida hallar los ángulos inesperados y vitales. Ocho años después, diversas circunstancias se conjugaron para que Bolívar Echeverría fundara en la Unam un espacio para este “diálogo conflictivo” entre ciencias y humanidades que camina por los derroteros de la “tensión creativa”. Sobra decir que no ha sido fácil. Las inercias del saber universitario, dividido y aislado en su propia especialización, dificultan los diálogos, el debate y la comprensión. No obstante, con paciencia y persistencia, a lo largo de poco más de tres años, el seminario universitario “Modernidad: versiones y dimensiones” ha dado pasos decisivos hacia un modo posible de ser universitario que trascienda el simulacro de los diálogos cómodos dentro de una misma comunidad de saber, y de los soliloquios especializados que suelen ser pretexto para comer galletas de animalitos, frutas de temporada y carnes frías. Presagios de este modo son, además de sus sesiones mensuales y discusiones por momentos álgidas, los congresos internacionales que organiza, convocando lo mismo a las comunidades, y usa las sedes de la Facultad de Ciencias como de Filosofía y Letras de la Unam. Uno de sus resultados más concretos, y que no deja de ser un esbozo de lo posible, es precisamente el libro La americanización de la modernidad. Hay que decir, de entrada, que no es un libro sencillo. Así como el diálogo interdisciplinario es exigente, sus productos, particularmente si son libros, demandan también lectores esforzados. La diversidad del discurso, las ópticas distintas, los abordajes disímbolos, las valoraciones personales a veces tan distantes, obligan al lector a incursionar en universos simultáneos que no siempre le son fácilmente asequibles. Por eso es más que justa la conminación que Bolívar Echeverría como compilador hace al lector: que cada quien calibre si lo expuesto en este libro le permite enriquecer sus propias ideas sobre la americanización de la modernidad. Soy de la opinión de que en este libro hay mucho que enriquece la visión que cada uno puede tener de la americanización de la modernidad. Lo que a continuación señalo es una aspecto mínimo de ese enriquecimiento. Se trata de algo un tanto difícil: ¿es posible, dentro de la diversidad de perspectivas que ofrece la filosofía, la historia, la literatura, la antropología, la astronomía, la economía, la psicología, la física, la crónica, hacerse una idea más o menos precisa de lo que la americanización de la modernidad es?, ¿de qué trata el asunto?, ¿qué podemos sacar en claro de esta tensión creativa? Parto de una aclaración fundamental hecha por Carlos Monsiváis en su texto “¿Cómo se dice OK en inglés? (de la americanización como arcaísmo y novedad)”: Es muy sencillo definir lo gringo en relación a la invasión de Irak, el FMI, la cacería de indocumentados en Arizona, el apoyo a la ultraderecha en América Latina, la prepotencia imperial, la arrogancia de los policías del planeta y el Segundo Siglo Americano (pág. 111). En efecto, es muy sencillo; la americanización de la modernidad supone la existencia de un país, los Estados Unidos, y ese solo hecho excita las oposiciones políticas e ideológicas de los nacionalismos latinoamericanos, de manera muy señalada el mexicano. Pero es un craso error confundir una cosa con la otra, confundir lo sencillo de la definición de lo gringo en ciertas circunstancias con la americanización de la modernidad, que en múltiples aspectos le desborda. En otras palabras, la americanización de la modernidad es algo mucho más complejo y que en cierto sentido está más allá de la existencia misma de esa nación. Como lo indica Bolívar Echeverría en su texto “La ‘modernidad americana’ (claves para su comprensión)”: La afirmación de la figura histórica de una modernidad capitalista total o absoluta, que sería aquí lo sustancial (de fondo), esencial o central, tiene en lo (norte)americano un apoyo que si bien es decisivo no deja de ser formal, accidental o “retórico” (periférico). Pero hay que observar algo que resulta muy especial: dado que la afirmación de este tipo radical de modernidad capitalista es un hecho históricamente único, en verdad irrepetible, el apoyo que ella recibe de lo (norte)americano adquiere una sustancialidad, esencialidad o centralidad que lo vuelven indistinguible de ella misma (pág. 38). Entonces la americanización de la modernidad alude a un hecho histórico concreto: la configuración de una modernidad capitalista cuya “pureza” es algo en verdad novedoso e inédito en la historia misma del capitalismo (que incluso se expresa ya en la fundación de Estados Unidos, sostiene Ignacio Díaz de la Serna en su texto “La independencia de Estados Unidos: una singularidad histórica”). A diferencia de lo que sucedió con su vertiente materna (europea), obligada a los “compromisos” y “negociaciones” que supone la existencia previa y concomitante de diversos proyectos civilizatorios que no mueren y tercamente se actualizan una y otra vez aunque sea en calidad de subordinados, la vertiente americana se erigió sobre una realidad que careció de tales compromisos, o por lo menos, que no le obligó a compromisos densos. Y lo hizo con una actitud tan beligerante como la exigida por la “enfadosa” realidad europea. Sólo que frente a una realidad distinta, incluso bondadosa, se transformó en un modo de ser específicamente americano (esa hybris caracterizada por progresismo, presentismo y apoliticismo) que provoca a la vez seducción y repulsión. Así, a la “radical exigencia” del capitalismo correspondió una “pureza” americana que aventajó con creces a su antecesora, llegando incluso a convertirse en su mismo espejo deseado: una vida tan artificialmente seductora como permite la carencia de “densidad de compromiso” con modos previos de habitar el mundo. Pero lo que en “(Norte)América” fue y es horizonte de posibilidad en Europa y América Latina es miopía de elites políticas y económicas, según se infiere del extenso artículo de Rolando Cordera, “México y su economía política de la modernización (hipótesis para un relato)”, y del ya citado de Carlos Monsiváis. Para esas elites tanto “color de la tierra” que no es precisamente tierra es indigesto: “Más vale no verlo, quién quita y así es más fácil deshacerse de los lastres que nos privan de las mieles de aquel modelito del norte”. Esta miopía contribuye en no escasa medida a la confusión y la aversión automática al tema de la americanización de la modernidad, porque su parte más visible y atroz es la que se impone con violencia, como lo argumenta Raquel Serur en “La barbarie del Imperio y la ‘barbarie’ de los bárbaros” y que puede sintetizarse en aquello que decía el ejecutivo de Sun Microsystems, John Gage: dentro de muy poco el dilema será “To have lunch or to be lunch”, es decir, “Comer o ser comido”. Las elites latinoamericanas se apresuran a responder que prefieren comer a ser comidos, aunque ello implique que la mayor parte de la población sea parte del “menú de oportunidades” que les asimila a la naturaleza explotable. Pero en tanto que concreción histórica de la modernidad capitalista y en tanto que modo de ser que fascina y repele, y que abarca cultura, comportamientos, actitudes, disposición, y formas de organización de la ciencia y la tecnología (véase el texto de Manuel Peimbert, “La americanización de la ciencia”), se ha expandido de manera incontenible. “El planeta”, escribe Monsiváis, “está americanizado” (pág. 99). Esta sentencia, en apariencia lapidaria, en verdad destaca otra cosa: fuera de sus horizontes de posibilidad, esa modernidad capitalista radical sigue enfrentando los múltiples óbices de proyectos civilizatorios que por su mera existencia le ofrecen resistencia. Los procesos de adaptación y recepción de la americanización de la modernidad en diversas partes del orbe la vuelven irreconocible incluso para ella misma. Escribe Monsiváis: En cada país, la americanización no es un proceso mecánico. Se toma lo que se considera indispensable y lo que impone la moda, y de inmediato los procesos de asimilación intervienen. Así se produce lo que, sin reservas, podría llamarse “la mexicanización de la americanización”, algo muy distinto del acto de “desnacionalizarse” (pág. 103). En otras palabras: para la “pureza” de la modernidad capitalista es la molestia de que no todo sea el abundante y despoblado Oeste. ¡Qué coraje no poder volverlo todo gesta del cowboy!, ¡cuánta energía gastar para convencer a los demás de que están allí para ser dominados como la naturaleza misma o para aceptarse solamente como mercancía! De alguna manera esta “molestia” es lo que le sucede al psicoanálisis estadunidense que, como nos informa Roberto Castro en su texto “El psicoanálisis en la así llamada ‘modernidad’: Estados Unidos”, se convirtió en una rama de la salud que se ocupa de “sujetos susceptibles de readaptarse a las leyes del mercado, pero no se ocupa o no le importan los problemas emocionales del sujeto que no cumpla con un mínimo de posibilidades para hacer frente a ese sistema socioeconómico” (pág. 211). Según esto, para el psicoanálisis estadunidense, Charlot es un desperdicio completo, irremediable, sin posibilidad de incorporarse de nueva cuenta al luminoso mundo productivo que Chaplin describe, actúa y denuncia en Tiempos modernos. Pero fuera de Estados Unidos esta pretensión no sólo se “mexicaniza” sino que, por paradójico que parezca, se “freudaniza”: Charlot es objeto de preocupación para el psicoanálisis, de aquel que fundó Freud. Quiero decir: allende las fronteras del psicoanálisis estadunidense dominante, siguen siendo vitales los problemas emocionales del sujeto y Freud es estudiado una y otra vez sin ser necesariamente sometido a la sombra pragmática del ejecutivo de cuenta de una compañía aseguradora. Algo similar sucede con las confusiones a las que da lugar el término “gender” y género, que al americanizarse —escribe Marta Lamas en “Feminismo y americanización: la hegemonía académica de gender— “ha llevado paulatinamente al ‘borramiento’ de la diferencia sexual en las reflexiones y teorizaciones feministas” (pág. 233). Por fortuna para los estudios de género y para molestia de la “americanización del género” hay esfuerzos teóricos importantes por escapar a este “borramiento”. Tanta precisión desde los ámbitos sumamente impuros de la modernidad capitalista deben ser sumamente molestos para la pureza de la modernidad capitalista americana. Y es que, sea como fuere, la densidad de los compromisos pesa demasiado para la superficie lustrosa de la americanización. Pero tampoco dentro de las fronteras de la modernidad capitalista radical existe el consenso y la homogeneidad que una muy propalada visión banal de Estados Unidos difunde. Esto nos lo muestra con claridad Jorge Juanes en su disertación sobre el arte pop, al que le atribuye la ruptura del arte aurático, al que describe “distanciado de los avatares de la cotidianidad y dirigido a las élites egregias” (pág. 249). De Warhol, uno de sus mayores y mejores exponentes del arte pop, nos dice que es ...un artista trágico que detecta, en el corazón de la banalidad, el tedio de la vida moderna, e incluso la catástrofe, la descomposición y el horror que la acosan por doquiera casi como un hecho natural. [...] la obra de Warhol se entromete en el corazón de la sociedad del espectáculo, y utiliza los medios de comunicación y la mecánica de la reproductibilidad técnica, guiado por el propósito de mostrar, por una parte, el proceso de homogeneización de las conciencias en torno a las imágenes inscritas en la mercancía estetizada (incluidos los personajes mediáticos), mientras que por la otra, y valiéndose de las mismas imágenes utilizadas por el sistema, saca a la luz la violencia y sus desastres subyacentes (pág. 259). Así como Warhol, es posible que al interior de sus mismas fronteras exista una cantidad inmensa de sujetos que también realizan sus procesos de asimilación de la americanización y que no sólo echan mano del arsenal que esa modernidad radical les brinda sino de aquellos lastres que en forma de migrantes “invaden” el territorio de los cowboys. Eso sucede, por ejemplo, con la formación de científicos en Estados Unidos: llegan de todos lados y se van con la impronta americana en la producción científica, pero ¿no queda algo de ellos, una impronta que a su modo subvierte mínimamente esa misma producción?, ¿no hay una pequeña traslación en el sentido y alcance de las preguntas e inquietudes que les agobian a esos migrantes científicos? Es el freeware y el shareware frente al software monopolizado por Microsoft y Apple. Esta ida y vuelta se percibe, también, en un medio que si bien no se exime de pretensiones de dominio, apela a la seducción de la difusión. Como José Marquina lo expresa de manera hilarante en su texto “De John Wayne a Al Pacino o Cómo aprendí a no preocuparme y amar el cine norteamericano”: El cine norteamericano se impone en el mundo por el poder de su industria, por su calidad, por la propaganda, porque hemos crecido con él y con él hemos aprendido a ver el cine, porque no se podrían ver de corrido tres películas de Bergman o de Tarkovsky sin caer en un estado catatónico, pero sí se pueden ver tres películas de aventuras e irse a la cama a soñar con Maureen O’Hara, Fay Wray o Verónica Leig (pág. 306). Y en efecto, esa imposición-difusión es en gran medida artífice de la incontenible expansión de la americanización de la modernidad en todo el orbe, como lo reconoce José María Pérez Gay en su escrito “Anatomía de una tentación”. A partir de la década de los 30 la magia del cine facilita el espectáculo seductor de América moderna. De allí a la fascinación por la tecnología y la americanización del ciberespacio hay apenas un suspiro de 70 años. En fin, si una respuesta precisa hay que dar a la pregunta de qué es la americanización de la modernidad desde la tensión creativa a la que convoca Bolívar Echeverría diría lo siguiente: ella es Dorian Grey. Cuando mira hacia Europa encuentra aquel retrato vetusto que tanto le disgusta; fastidiado por ese otro que no puede tirar ni destruir, baja la mirada para darse de bruces con un Frankenstein al que no le reconoce el más mínimo parentesco aunque en buena medida sea su creador y mentor. Sitiado en su perfección artificial se pregunta cansinamente si no sería mejor que todo fuese a su imagen y semejanza. Despliega sus fuerzas y encanto para lograrlo, pero una y otra vez el retrato le devuelve un rostro que aborrece y los vientos del sur le hacen llegar la sombra de una aberración que le desconcierta. Encerrado en sí mismo se apresta para dar una vez más la batalla. Toma su sombrero de cowboy y comienza, de nuevo, la embestida... P.D. Conviene tener presente algo: resistir y asimilar no significa superar. Si acaso tangencialmente tocado en este libro, ha de quedar claro que la única manera de acabar con Dorian Grey y Frankenstein es saliendo del cuento. Es decir, una modernidad no capitalista. ** Isaac García Venegas venegas.isaac@gmail.com Historiador mexicano (1970). Es profesor del Colegio de Historia de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx). Miembro del comité editorial del Anuario de Historia de esta institución. Actualmente es uno de los coordinadores del Laboratorio Audiovisual del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (Ciesas, http://www.ciesas.edu.mx). Autor de tres libros sobre historia de México, de los que destacan Puerto, ladrones de los mares y muralla. Una propuesta de interpretación de la villa de San Francisco de Campeche en el siglo XVII, 2001, y De la caridad a la beneficencia pública en México (1521-1910), 2002, en coautoría con Virginia Aguirre Arvizu. Colaborador en otros dos libros dedicados a biografías de políticos mexicanos, y coordinador del tomo II de la Enciclopedia Campechana, que sirvió de base para que la ciudad de Campeche (México) fuese nombrada patrimonio de la humanidad. En algún momento fue articulista de la revista Cambio y entre 2002 y 2005 fue uno de los editores de la revista Universidad de México y su suplemento de libros Al pie de la letra, revistas en las que publicó varios artículos y reseñas. Mantiene un blog en http://isaacdoquier.blogspot.com. === Luis Enrique Mármol =================================================== === La locura del otro: toda una loca vibración inmóvil =================== === María Cristina Solaeche =============================================== “Voy bajo tempestades y tormentos, ciego de ensueños y loco de armonía. Ese es mi mal. Soñar. La poesía es la camisa férrea de mil puntas cruenta que llevo sobre el alma”. Rubén Darío. Luis Enrique Mármol nace en la parroquia Santa Rosalía de Caracas, Venezuela, en las postrimerías del siglo XIX, el 21 de agosto de 1897. Hijo único del médico y poeta Luis Mármol y de doña Rosa Amelia Infante. Cursa educación primaria y secundaria en el Colegio de los Padres Franceses de Caracas, donde forja una entrañable amistad con Fernando Paz Castillo y Enrique Planchart, quienes llegarán a ser esclarecidos poetas del país. Se gradúa de bachiller en filosofía el 27 de septiembre de 1912, a la edad de 15 años. Cuatro días después, el 1 de octubre de ese año, para sofocar las protestas estudiantiles que se oponían a la autocracia que imperaba bajo la férrea dictadura gomecista y la huelga decretada por la Asociación General de Estudiantes (organizada a raíz del derrocamiento de Cipriano Castro), que culminó con el encarcelamiento de Leopoldo Ortega Lima, fundador de la Sociedad de Estudiantes de Derecho, el gobierno del general Juan Vicente Gómez clausura la Universidad Central de Venezuela; esta grave situación se prolonga casi diez años, hasta el 7 de julio de 1922. El 25 de mayo de 1913, con apenas quince años, publica en El Nuevo Diario el que se conoce como su primer poema, el soneto “Misantropía”, título y versos que ya dejaban entrever el carácter sentimental, atormentado y pesimista que impregnó la mayor parte de su obra literaria: Ante la casa una huerta solitaria, añeja, guardada por un mastín de sempiterna fobia más allá de la herrumbrosa y blasonada reja que trasciende el perfume de la mística orobia (1). La trágica muerte de su padre, el poeta Luis Mármol, acaecida en San Fernando de Apure el 16 de febrero de 1914, quizás profundiza aun más su natural temperamento melancólico. En 1915, el poeta oriental José Tadeo Arreaza Calatrava presenta en la página literaria de El Nuevo Diario un encomiástico comentario sobre el jovencísimo poeta donde lo llama “...el raro y armonioso Luis Enrique Mármol”. Presentación más elogiosa no pudo recibir Luis Enrique Mármol; tal elogio lo hacía uno de los más notables poetas del modernismo de Hispanoamérica. Mientras la Universidad Central permanece clausurada por la dictadura gomecista, Luis Enrique Mármol se desempeña como redactor de El Universal y colaborador en diversos diarios y revistas de Caracas; en el semanario Cultura, resultado de las tertulias en la librería del mismo nombre, donde forma parte de ese círculo literario y es él uno de los promotores de esa revista. Escribe en El Nuevo Diario (dirigido por Gil Fortoul y Vallenilla Lanz), en El Heraldo, El Sol, El Día, Actualidades y Perfiles, entre otros. Colabora junto a las firmas más relevantes de la “Generación del 18” en la revista semanal Fígaro (1919), en la revista Élite (de Juan de Guruceaga), y como jefe de redacción del magacín semanal ilustrado Flirt (1921), dirigido por el poeta Ángel Miguel Queremel. En 1921, la noche del 25 de febrero, el poeta lee en la Confederación de Estudiantes de Venezuela sus “Comentarios acerca del criollismo”; en ellos arremetía contra la explotación ordinaria y prosaica del teatro venezolano, particularmente contra los sainetes de Rafael Otazo, Rafael Guinand y otros autores nacionales, a excepción de las obras de Eduardo Innes González y Leopoldo Ayala Michelena: No, el teatro nacional no está en esas obras que nos hacen el efecto de acericos de paja para clavar chistes malos. Estos comentarios fueron publicados bajo el mote “Mandoble a Diestra y Siniestra”. El mismo año, el 8 de septiembre, Mármol lee algunos poemas de su autoría, en un recital poético en el Teatro Capitolio de Caracas. Tenía por costumbre firmar sus escritos con variados seudónimos: “Cómodo Comodián”, “L’enfant de Marbre”, “Renato Molina”, “Luis Valenzuela”, “Gregorio Iturriza”, “Cándido Pérez”, “Kara-Keño”, “L.E.M”; con este último publicó un folleto titulado Pastiches criollos (1924), con un estilo festivo, lúdico, irónico, humorístico y caricaturesco, contrapuesto a todo el resto de su obra poética, entreverado de avisos comerciales, caricaturas de escritores venezolanos y una caricatura suya en la portada “a la manera de”, tal como un ejercicio ensayístico que duplica y desdobla la voz del discurso poético del otro; algo mucho más que una parodia y un ejercicio estilístico, mostrando un Luis Enrique Mármol de aguda penetración en la psicología de la palabra, que estudia los léxicos, las formas cristalizadas de cada uno de los novelistas y las maneras de ser de cada uno de los poetas que él imita. En la carta-prólogo de los Pastiches criollos, el ensayista y periodista caraqueño Pedro Emilio Coll expresa: Revela usted en sus Pastiches el más fino y comprensivo espíritu. Burla burlando, leídos con atención, son, a mi entender, la mejor crítica que tenemos de los estilos y pensamientos de los escritores venezolanos de nuestro tiempo. Entre los trabajos de Luis Enrique Mármol se encuentran las crónicas que en 1924, como redactor de El Universal, escribió acerca de los templos caraqueños, en las que intentaba rectificar el error ya generalizado que consideraba a todos esos templos, sin excepción, de arquitectura colonial; varios artículos de crítica literaria sobre los poetas nuevos de su generación, y otros de contenidos filosóficos. Todo escrito con una prosa colmada siempre de un ardor misterioso. Son estos artículos, su afición a las lecturas filosóficas y a la cavilación, los que le dieron fama, en su medio, de un pensador espiritual con un temperamento extremadamente sensitivo. Veo con demasiada veracidad; me duelen los ojos. Julián Renard. Obtuvo su título de doctor en ciencias políticas en la Universidad Central de Venezuela, el 14 de febrero de 1925, con la tesis titulada El aparte tercero del artículo sexto del Código Penal. Antonio Arráiz lo describe físicamente como un hombre de contextura delgada, de porte erguido y arrogante, con un rostro de frente amplia, diestro en la esgrima y aficionado al fútbol, los caballos y la bicicleta. Buscando nuevos horizontes profesionales como abogado, se radica en la hermosa ciudad de don Alonso Díaz Moreno, en Valencia del Rey, estado Carabobo, donde instala su bufete. Una noche de febrero de 1926, con un grupo de amigos, deciden recrearse admirando el amanecer frente al mar en Puerto Cabello, y en una peligrosa curva en las montañas de las Trincheras, sucede el fatal accidente automovilístico del que no logra recuperarse nunca, ocasionándole un profundo desequilibrio físico y espiritual. Sintiéndose algo restablecido, viaja a Caracas para entregar sus artículos a la revista Élite, en ese entonces vocero de las nuevas tendencias literarias, y de la cual era asiduo colaborador; en esa entrega figura el que será su último poema, “El apóstol maldito” (1926): Era sincero y triste y puro y desdichado. (...) —Dices que en mi palabra pauta y aliento hubiste, ¡oh corazón sencillo!, di, ¿qué encontraste en ellas?... (...) —Sencillo corazón candoroso: que has encontrado mieles en la voz de mi duelo, una palabra dame a cambio de las mías (2). Regresa a Valencia, y el 17 de septiembre de 1926, apenas cumplidos los veintinueve años, fallece. Lo entierran en el cementerio de esa ciudad, abrigado por azucenas, lirios de la serranía de Carabobo y gladiolas de Galipán. Y en aquella mañana de oro y azul —oro cobrizo y azul plomo del estío— aquellos poetas que le amaron sembraron su corazón junto a las hojas secas, amarillas, que echó sobre su tumba el viejo monte, el Guacamaya secular. Luis Augusto Arcay Después de veinte años, sus restos fueron llevados a Caracas, su ciudad natal, e inhumados en el panteón familiar en el Cementerio General del Sur, el 21 de septiembre de 1946. Ese mismo año murió su querida madre, quien le sobrevivió esos, para ella tan amargos, veinte años. La vida de Luis Enrique Mármol fue tan fugaz como el movimiento del estoque de esgrima que manejaba con destreza. Rafael Arráiz Lucca Posteriormente, en 1976, Monte Ávila Editores publica una compilación de algunos de sus poemas, realizada y prologada por el poeta y crítico barinés Rafael Ángel Insausti, con el título El viento que me nombra, tomado de los versos del poema “Insomnio” de Luis Enrique Mármol: Tengo miedo, estoy solo, y el viento que me nombra con un temblor enfermo hace crujir mis huesos Miembro de la llamada “Generación del 18”, Luis Enrique Mármol es considerado uno de los abanderados de esa concepción literaria de la cual forman parte también Enrique Planchart, Andrés Eloy Blanco, Fernando Paz Castillo, Jacinto Fombona Pachano, Pedro Sotillo, Luis Barrios Cruz, Rodolfo Moleiro, Enriqueta Arvelo Larriva, José Antonio Ramos Sucre, entre otros, con obras tan personales que suele a veces ser difícil establecer sus vínculos y sus pertenencias. A esa primera promoción renovadora de jóvenes poetas que surge en Venezuela en medio de cruentas guerras en el mundo, se le conocerá con ese nombre, “Generación del 18”; la mayoría eran escritores que nacieron a finales del siglo XIX y se formaron durante los años de la tiránica dictadura gomecista que padeció Venezuela entre 1908 y 1935; se moldearon intelectualmente bajo la influencia en su mayoría positivista de sus catedráticos, mas no por ello se inclinaron al materialismo, sino a un espiritualismo racionalista. En esa herencia literaria, e inserto en la tradición poética antes citada, irrumpe Mármol con un verso diferente en su poemario La locura del otro, y es esa obra literaria la que nos ocupa en este ensayo. Escrito este poemario con un espíritu más libre de ataduras a los preceptos románticos, modernistas y posmodernistas, con una poética que inicia el trazo del sendero hacia la vanguardia, en un tiempo de declive del Modernismo retórico y contra el abuso de patrones rítmicos, y temáticas en las que prevalecían el cosmopolitismo cultural y los referentes mitológicos. Para el poeta en búsqueda de un cedazo expresivo que desdeñara los excesos modernistas, el poema deja de ser adorno y se explica en medio de una absoluta necesidad interior. Rompen con el estancamiento modernista y contribuyen a colocar a la literatura venezolana en una hora más ajustada con la que marcan los relojes del continente y el mundo. Nelson Osorio Pedro Sotillo, escritor, periodista y poeta natural del estado Guárico, miembro de la Generación del 28, nos dice: Luis Enrique Mármol sintió su vida estremecida por todas las inquietudes de su tiempo y fue uno de los más preclaros intérpretes de tales inquietudes. Inconforme, desorientación que clava los ojos en la estrella infalible, se da en una poesía elevada en la cual el sentimiento raya a una altura que sólo pueden alcanzar los excelentes. Cuando muere el poeta, el introspectivo y anímico poemario La locura del otro había quedado preparado, listo para ser llevado a la imprenta, con dedicatorias hechas a sus amados padres: A mi padre, el poeta Luis Mármol, muerto trágicamente en San Fernando de Apure el 16 de febrero de 1914. A mi madre, Rosa Amelia Infante de Mármol, con amor, con devoción, dedico. L.E.M. (3). Y será publicado por amigos y compañeros en la vida y la literatura, a un año de su muerte, en 1927. Del poemario La locura del otro se desprende una resonancia diferente, una renovación del estilo con algunas reminiscencias románticas de tarde en tarde, un pesimismo intuitivo, una declaración casi nihilista sobre la inutilidad vana del trascender, donde la muerte comparece sin citación, sin invocación, como huésped sórdido que agobia con su latente presencia para cerrar el círculo de la existencia en cualquier momento. Los valores de las ausencias, las aflicciones rituales exaltadas, el grito para cantar el desasosiego, son plenamente marmolianos. Es el primero de esa generación del 18 en revelar al yo recóndito a través de las estrofas; en sus antecesores, y aun en sus coetáneos, nunca se había producido una voz de tan extremado lirismo, donde la objetividad adquiere visos inesperados en su delicada sensibilidad, y el poeta escribe como siente y piensa sus poemas de extremada expectación interior. Es una poesía introspectiva, manifiesto de su vida, ansias y desesperanzas; coloquial, confesional. Sobre los hombros del poeta, el desdoblamiento perfecto, el que vive y el que se ve vivir a través del “otro”, donde ese “otro” es “él mismo”, “el consigo”, “él desde él”, “la mismidad del conmigo”, “la otredad del contigo y el consigo”. Toda su vida en la transparencia de versos de fuerte connotación lírica, en un soliloquio vital, en un estilo donde, en casi todos los poemas, el interlocutor es el poeta mismo y su única grieta abierta hacia la vida, el poema, su testimonio: y el ensueño impasible, y el violento arrebato, y el bien y el mal y el tedio y las exaltaciones!... ¿quién dirá si el mar ruge sollozos o canciones? (4). Julián Padrón, escritor monaguense del grupo Viernes, reflexiona sobre el poema “Canto absurdo”, contenido en el poemario, afirmando que ya por sí sólo puede constituir el desiderátum, el Manifiesto de la Generación del 18: Toda una loca vibración inmóvil el colibrí. Una, dos... diez... ¡inmóvil! Angústiame de acción y de reposo su inquietud en un punto detenida... Liba en la flor y para sostenerse vibra, y más vibra, y más; y a cada instante su loca vibración se multiplica! (5). ¿Útil, inútil, lírico aquel vuelo, aquella vibración atormentada?... Libó en la flor, pero era también lumbre... Mas, ¿en qué cosas pienso?, esto es absurdo, ¡qué nimiedad, un pajarillo, un átomo! ¡Qué necedad! debo estar loco... pero, ¿útil, inútil, lírico su vuelo? (5). En este poema, Luis Enrique Mármol establece un símil entre la vibración inmóvil del colibrí agotando su vuelo en la nada, y el reflejo de la angustia del hombre en su afán de trascendencia. La imagen del colibrí representa la actitud creadora de la Generación del 18, identificada por la idea de la obra magistral y agitada por esa nueva sensibilidad que irrumpía el ánimo de la poesía de entonces. El ave detenida en el vértigo de su vuelo, la acción y el ensueño de quimeras que el poeta intenta alcanzar, y en su ansia repite el esfuerzo del pajarillo. Sabía muy bien que el vuelo del colibrí simbolizaba en su poética el vuelo eterno de la humanidad, el ensueño inmaterial e imposible. Después, unas estrofas dialogadas que encarnan irónicamente el ambiente burgués y lleno de pamplinadas de esos tiempos, y la oquedad de las generaciones esponjadas de retórica: Un buen burgués, su esposa, su niñito; detiénense a coger florecillas. Lanza una piedra el niño... todos ríen, ¡oh proverbial felicidad sin nubes! (...) De joviales muchachas se ha poblado el parque atardecido... ¡deliciosas! (...) ¡Ellas, ellos, igual!... ¡Señor, qué asco!, ¡no tiemblan de inquietud, nada desean! (5). Ante esta falta de ideales, ante esta dicha frívola, ante esta cotidianidad absurda, ante tanta imbecilidad, frente a este taedium vital, que no comporta caídas morales ni nociones de culpas que se difundan más allá del bien y del mal; a través de una escisión, una fisura radical entre el poeta y el mundo, entre su conciencia, la existencia, la precariedad de los recuerdos y el poderío final del olvido, en ese hiato, el bardo, capaz de percibir las mediocres medias tintas de la vida, el juego de movimiento-inmovilidad que parece regir todo lo existente, se agobia: Alma mía sin fe, desorientada en la vacía mezquindad del ambiente: ¡están cerrados todos los caminos! (5). Mas reacciona incontinenti y vuelve a retomar el vuelo de la creatividad: ¡El colibrí! qué lírico su vuelo: ¡todo una loca vibración inmóvil! (5). Sobre el fondo y el trasfondo, la dificultad del vivir, el deseo y la molicie, el brete de florecer en un mundo hostil, el sentimiento agónico de la existencia, una imaginación visceral que evoca lacerantes sentimientos, son temas recurrentes que alcanzan un tinte que admite una doble lectura de sus versos: la simplemente literal y descriptiva, y la indagatoria en el alma humana, conmovedora e intensa, que ahonda en lo que todos de un modo u otro somos: En las horas de indiferencia, y en los días de desencanto, y en los siglos de tortura, y en los minutos de dicha radiante, y siempre —si soy malo y si soy bueno—, ¡claro recuerdo, acompáñame! En el instante banal, cuando me alejo de mí mismo y cuando me alejo de mí en el torvo instante, tú que eres lo único mío, ¡claro recuerdo, acompáñame! (6). Sus poemas son una ruptura con el Modernismo imperante, con el lenguaje en uso, fruto exhausto ya de las diversas vicisitudes del Romanticismo, las influencias francesas del Parnasianismo y el Post-parnasianismo; ruptura que podemos situar en el ámbito estilístico del lenguaje. Antes, la poesía venezolana no había tenido una expresión de tipo intelectual puro. Rafael Clemente Arráiz El poeta se presenta con su individualidad bien marcada, original y creadora, su aguda inteligencia, unas aptitudes intelectuales y unas angustias existenciales que no pudo fácilmente compartir o confrontar con su entorno, destinándolas a sus versos: Íbame por la senda en soledad. La vida abrió un largo paréntesis de noche en mi camino... (7). Destaca un versolibrismo atento a la musicalidad; el poeta hace uso de las asonancias y las consonancias, utiliza en algunos de sus poemas la rima como cadencia lenta del canto en el verso, como el ritmo que marca la modulación de la palabra poética: Siempre solo, callado, en los labios un dejo de amargura, otras veces una vaga sonrisa, aqueste ser huraño aunque en veinte años frisa tiene ya la perfecta serenidad de un viejo.8 ¡Ay! Yo vine a esta senda con el alma dolida añorando el olvido, y el olvido tardío, con sus brazos de sombras arrancó de mi vida algo muy doloroso, pero que era muy mío... y hoy añoro del alma esa parte perdida! (7). Soltura en algunos juegos metafóricos que contienen vigorosos contrastes entre reflexivos y confrontadores; con algunos ramalazos modernistas, como esa plena confianza en el poder sugerente de la metáfora, la alegoría, etc... sin perder la sobria elasticidad de orden impresionista en las ágiles imágenes: Se va borrando el prólogo violeta de la noche (9). ¡Hay carnes imposibles con olor de quimeras! (9). Viejos parques anémicos, mohosos, carcomidos (10). Y en estas dulces tardes de los grises neuróticos (10). Y la luna se arrastra, blanca, sobre el pantano... (10). Y mi canto se pierde como el cristal de un río (11). Enfatiza la intensificación en cuanto a la sintaxis de la expresión final en el cierre oracional en algunos versos de todos, absolutamente todos sus poemas. Es la figura del phatos que expresa la fuerza del estado de ánimo del poeta, marcando la cima emotiva de la composición con la exclamación que cierra el verso. La convicción con que Mármol escribe su poesía, nos muestra un instruido y ávido lector, conocedor de la melancolía y ese hastío que son el leitmotiv de casi todos sus poemas; un eco diferente, un poeta lírico singular, rebelde, vigoroso y “enlutado”; versos abrumados de incertidumbre, anhelo trascendental y exaltación; poeta de lo predestinado, de la desgracia vital de ese sentimiento de fatalidad en la lucha vaga y eterna de la humanidad, con una mirada replegada en sí mismo, mirada íntima a la que asistimos en el debate del “yo” del poeta con el consigo mismo del “otro”: Todos iban desorientados: perseguían un objeto próximo; unos iban a su trabajo, otros al trabajo de otros... Los ojos errantes y vagos, hacia la mancha de los pinos cruzo indolente un enlutado... —¿A dónde vas? —No sé —me dijo. ¡Todos iban desorientados, y el enlutado hacia sí mismo! (12). Interrogando, increpando a Dios por no atender las súplicas, los ruegos angustiosos de los hombres, las lágrimas de las multitudes, las quejas dolorosas del destino por el que viven y luchan vanamente, en una poesía que empieza a filosofar: Habló a su vez el Dios, con una voz extraña: sorda como el rumor del viento en la montaña a ratos; suave como una caricia, a otros; y en veces dura como un galopar de potros una voz que era de hierro, seda y dolor e ira: —La dicha, la desgracia, la victoria: ¡mentira! Te digo que muy poco valen las realidades —sombras, luz... ¿qué más da?, sobre un agua corriente, muchedumbre irrisoria en nuestras soledades que quedan soledades irremediablemente... (13). Pero en cambio, nada pide para él, es el hombre quien se angustia en la búsqueda de ese “ardor divino” y “el otro” que atormentado por ese extraño mal escribe: —¿Pero tú, nada pides? —Nada pido... —¿De modo que no tienes deseos? —¡Sí, por Dios! —Luego, ¿todo cuanto deseas logras, alcanzas cuanto esperas? —No, por mi fe; yo tuve mil sueños fracasados; mas, ¡qué importa! son bellos frustrados o logrados: para que se renueven yo podo mis quimeras (13). Un venezolano que hubiera nacido en las últimas décadas del siglo pasado —el 70, el 80, el 90— y cuya edad de razón correspondiera a los regímenes de Castro y Gómez, no habría visto en torno suyo ni podía aspirar ni desear otra cosa. Lo que entre nosotros se llama cultura no es propiamente la identificación o comprensión con la tierra sino la fuga, la evasión. Mariano Picón Salas Luis Enrique Mármol pertenecía a esa clase privilegiada de hombres; culto, inteligente e hipersensible, nacido en esos momentos de la historia venezolana, atrapado en ese ambiente político-ideológico; y en ese mundo gira su poesía en torno a su propia individualidad donde se refugia agobiado, atormentado y decepcionado del universo que le toca vivir, haciendo los primeros esfuerzos contra el Modernismo decadente y tan aplaudido frenéticamente en los recitales auspiciados por el tirano Gómez. Y entonces despliega el amor a su tierra, a su Patria: ¡Y por dulce Patria este dolor de amor cuya inmensidad íntima cabe en cada dolor! (...) ¡Y esta emoción de Patria, donde apunta, seguro y ansioso, el gesto del sacrificio futuro! (4). En este poemario, como ilustre miembro de la Generación del 18, subjetiviza el paisaje melancólico como el alma del poeta, valora el entorno destacando elementos de los que no se ocuparon los anteriores movimientos, haciendo de la naturaleza un objeto de meditación, amigo de senderos solitarios, de follaje sereno y sombras apacibles, de bosques penumbrosos y tardes de grises nostálgicos: ¡Viejos parques anémicos, mohosos, carcomidos, donde tuércese el viento, silbando entre los robles, tus viejos robles, dolorosos como gemidos, retorcidos cual fósiles esqueletos innobles! (...) El sol tenía anemia, como la luna, pálido, la tarde extendía sobre la abrupta sierra; un pino impresionista, puntiagudo e inválido, temblaba bajo el frío que plateaba la tierra (10). En este marco que ya es asomos de la Vanguardia, se integrará perfectamente este poemario La locura del otro, aporte peculiar a la poética central de la Generación del 18, de un idealismo filosófico de raigambre bergsoniana donde el hombre no sólo se percibe a sí mismo como durée réelle, sino también como élan vital. Herético, iconoclasta, ajeno a toda cultura escolástica, expresa: ¡Vida, dame la estúpida serenidad de un santo o vuélveme mis locas inquietudes de ayer! (14). Y la verdad, glotona de sueños insaciable: —Pobre espíritu enjuto, pobre carne maleable, Alucinada de amor y de luz, Encontrarás el tedio en todo lo invariable, El dolor del anhelo en lo inestable, ¡y hasta después de muerto soportarás tu cruz! (14). Y el Dios vuelve hacia ellas sus pálidas miradas pero se queda mudo, inexorablemente... (13). Su ilusión revive al evocar la hermosa ingenuidad de la infancia en su constante soñar con bondad, ternura, belleza que sólo percibe en el alma infantil: ¡Y así la vida toda, llena de perspectivas renovadas sin tregua, con enorme fe lírica en la bondad, en la ternura, en la belleza!... (15) ¡Ah, mi loca confianza en el bien de la vida, el balbuceo alado de las primeras rimas! (15) Y aún le queda embeleso para la mirada de la mujer amada, convertida en categoría de ilusión, de don casi inalcanzable, es a ella a quien canta: Viene a mí tu recuerdo, y tu recuerdo apresa como un cristal a mi alma rebosante de sueños; tu nombre es una lengua de llamas que me besa; ¡tu suavidad es bálsamo de ideales beleños! (16). Me juzgas simple y ser perversa quieres; ¡estás inerme y no has adivinado que soy una emboscada de deseos! (17). Hay una conciencia pesimista en todos los poemas de este poemario La locura del otro, es una convicción melancólica de la inutilidad del entusiasmo en la vida, la felicidad, que el poeta considera absolutamente inalcanzable. Luis Enrique Mármol se “encuentra” en sus poemas con el “otro”, una versión de su mundo, y ese “otro” funciona como árbitro, como amigo confidente, como conciencia de ser, juntos recolectan sueños, divagan, objetan, sufren, cuestionan la existencia; y ellos “el poeta” y él, “el otro” se dan cabida dentro del desorden del mundo, en el turbio desaliento del desconcierto de la vida, en los en su mayoría codiciosos cambios sociales; donde cada rasgo poético deja de ser objeto de lujo verbal y se vuelca en la conciencia del alma: Los bosques penumbrosos no me sugieren nada nuevo; y me han invadido dolorosas angustias; mi alma es como una casa hoscamente cerrada (11). ¿Cuál es el yo recóndito y cuál el fútil, cuál el modelo y cuál la réplica en este inquietante acervo interior? No puede afirmarse, pues en el orden de la conciencia “el poeta y el otro” nacen simultáneamente en un solo y mismo acto poético. La dimensión ontológica de su poesía, su léxico conceptual y filosófico, nos recuerdan las tendencias introspectivas en un camino sin retorno hacia uno mismo, del poeta boliviano José Eduardo Guerra (1893-1943), en su poemario Estancias: Por donde voy pasando voy dejando / algo que es de mi ser sin ser yo mismo / y me presento al mundo disfrazado / con disfraz de pasión mi escepticismo. (...) Para vivir es ya muy tarde, / para morir es muy temprano. Nos señala el escritor venezolano Rafael Clemente Arráiz: Pocos, como Luis Enrique Mármol, fueron, ni son, tan viva vena de intimidad derramada hacia la angustia. Fino cerebro inquisidor, mirada profunda y en permanente trance de hallazgo, la sustancia suya es aquella esencial a todo soñador veraz. De la intimidad, su poesía se nutre; poesía dramática, en densos remolinos reflexivos, que, culminantes, lo entregan a la desolación. Muere el poeta, tal como lo había presentido en su poema “Canto de ingenuidad” del poemario La locura del otro: Y han pasado los años... y han pasado los sueños, y la Vida ¡la vil! sólo se rinde a golpes... y el alma que ha perdido su quijotismo impávido, en el estremecido reposo del acecho sólo el momento espera para el zarpazo enorme... ¡y ojalá la sorprenda la muerte antes de darlo! (15). (¡Ah! fue cuando mi ingenuo sentimiento mancharan con mis heridas y las heridas de otro, y un entreabierto lirio que llevaba en el alma no se mustió de golpe, ¡pero tornóse rojo!) (15). Y el libro primigenio, su primer y único poemario La locura del otro, queda terminado y con él la poesía de Luis Enrique Mármol, de “aquel otro...” que anduvo por entre sueños “loco como la vida”, entre los laberintos de su estro, dejándonos a la intemperie con él, en la antesala de su dolor, en el zaguán de sus tristezas, y... su lector será un lector-poeta. ¡Un dolor transparente de mis pupilas rueda, y esta rutina que pugna por ser, tan sólo queda de aquel otro que estaba loco como la vida! (18). Referencias bibliográficas Extractos de poemas 1. “Misantropía”. De El viento que me nombra. Luis Enrique Mármol. Monte Ávila Editores C.A., 1976. 2. “El apóstol maldito”. De El devenir de la palabra poética. Vilma Vargas. Venezuela Siglo XX. Universidad Central de Venezuela. 1980. 3. Dedicatorias. 4. “Canto de exaltación”. 5. “Canto absurdo”. 6. “Claro recuerdo”. 7. “Incoherencias”. 8. “Siempre solo”. 9. “Paseo”. 10. “Paisajes”. 11. “Hoy tengo un ansia...”. 12. “Todos iban”. 13. “El nuevo evangelio”. 14. “Iluso ayer”. 15. “Canto de ingenuidad”. 16. “Una mujer llena de luz”. 17. “Motivos triviales”. 18. “Aquel otro...”. De La locura del otro. Luis Enrique Mármol. 1ª edición. Monte Ávila Editores Latinoamericana, C.A., 2007. Obra literaria: • Pastiches criollos. Luis Enrique Mármol. Caracas, Tip. Venezuela, 1924. • La locura del otro. Luis Enrique Mármol. Caracas, Lit. y Tip. Vargas, 1929. ** María Cristina Solaeche gsmldcm@yahoo.es Docente venezolana (Maracaibo, Zulia, 1948). Licenciada en educación mención Matemática, Magíster en Educación y Magíster en Matemática Pura, en la Universidad del Zulia (LUZ, http://www.luz.edu.ve), donde es profesora titular. Fundadora y miembro de la Biblioteca “Teresa de la Parra” en la extensión Cabimas de LUZ. Miembro de la Sociedad Venezolana de Matemáticas, la Asociación de Escritores del Estado Zulia, la Casa de la Poesía y la Peña Literaria César David Rincón y otras organizaciones. Textos suyos han aparecido en diversas publicaciones científicas y literarias, además de webs literarias como Légamos, PoeSite (http://www.arrakis.es/~joldan/poesite.htm) y Texto Sentido (http://www.textosentido.org). Ha recibido, entre otros reconocimientos, el premio “Vicente López y Planes” (Buenos Aires, 2004). === Reviviendo a los adjetivos poéticos Raúl Allain Vega ============= Sublimar un texto, ya sea poético o no, con estética y significaciones ingeniosas, es menester de todos los que abordamos al oficio de escribir. En uno de los caminos, podríamos recurrir al uso de los olvidados adjetivos poéticos y a una versión remozada de éstos. En su mayoría, los podemos identificar por sus terminaciones más comunes: -reo(a) de pertenecer, -vago(a) de vagar —errantismo, imprecisión—, -fero(a) de llevar, -fugo(a) de huir, -fluo(a) de fluir, destilar y -voro(a) de comer; para ejemplificar citaremos el término “lucífero” que significa “resplandeciente”. Muy aparte de poseer una musicalidad muy agradable y un marcado concepto poético, tanto la terminación correspondiente como las demás se prestan para poner a prueba nuestra imaginación y constituir nuevos términos que enriquezcan el panorama de los textos y rescaten del abismo del desuso a los adjetivos poéticos. Y así como alguna vez la locución “límpido” fue un artificio esgrimido por algún innovador, podemos diseñar nuestras propias palabras. Al hacer esto, estaríamos cumpliendo una de las funciones requeridas por muchos escritores: crear palabras cuando las que se tienen al alcance no sirven para trasmitir lo que se siente. Ellos vislumbran en estas construcciones, un camino aun más fructífero tanto para la poesía como para todas las expresiones literarias. De esta manera, rememorando y basándonos en los adjetivos poéticos, cuasi arcaísmos, podemos esbozar adjetivos como “gelífero”, que se podría conceptualizar de diversos modos, pero esto se lo dejo a la destreza del lector. Sin embargo, podríamos ensayar un ejemplo poético: “El personaje exhalaba un hálito que llevaba frío al extremo”, pero aplicando el neologismo podría decirse: “El personaje exhalaba un hálito gelífero”. Cabe resaltar que los recursos neológicos son los que nos permiten accionar de manera lúdica para crear estas palabras, denominadas neologismos. Guiándonos de estos recursos, propios de nuestra lengua, construiremos consciente y correctamente los términos que integraremos a lo establecido, dinamizando nuestra lengua y recuperando parte de ésta: los términos poéticos, más específicamente los adjetivos. ** Raúl Allain Vega raulallave1189@hotmail.com Escritor peruano (Lima, 1989). Es estudiante de sociología. Textos suyos han sido incluidos en las antologías Abofeteando a un cadáver y Antología Suicidas Sub-21. Además ha publicado textos en la Revista Literaria Remolinos (http://revistaremolinos.blogspot.com), en la revista portuguesa Incomunidade (http://incomunidade.blogspot.com), en el portal de humanidades Liceus (http://www.liceus.com) y en otros medios. === Literatura chilena y cambio social: un caso de desarrollo frustrado === === Aldo Jara ============================================================= La necesidad de un nuevo marco de referencias Usar conceptos como cambio social, desarrollo y frustración para aplicarlos a la literatura puede ser entendido como un abuso, los más suspicaces dirán que se trata de una variante de la estética socialista, con sus resabios de compromiso social y arte para la revolución. Los hijos de la belleza, esa que habita en la obra misma; se encargarán de resucitar una vez más a Platón y apuntarme con el dedo; otros me abofetearán recordándome que la belleza es un sentimiento particular del sujeto, al estilo de Hume, y así suma y sigue. Un número no despreciable respingará la nariz y tendrán la delicadeza de subrayarme que la era de los metarrelatos, las vanguardias, los ensayos sociales y culturales de cualquier tipo son material de archivo. Para ellos, lo importante es el texto, “la producción en sí”. Con todas esas objeciones a cuestas, escribir sobre literatura chilena y cambio social, proponiendo un eslabón distinto de análisis capaz de superar o al menos desplazar las categorías de sujeto-objeto, son razones suficientes para que cualquier lector entendido cambie de página. He querido evitar el vocablo paradigma, sin embargo en estos largos años de lector —tanto pasivo como activo— de antologías nacionales, he ido percibiendo y a estas alturas atragantándome, con casi los mismos textos, no importando los compiladores. Una de las razones que explican dicho estado de cosas radica en los sustentos teóricos que justifican tales trabajos, todos tienen un norte, la pretensión de ser capaces de ordenar “lo bello” entendido como placer para la vista y los oídos o en un nivel superior identificándolo con su estado trascendente y espiritual (Platón). El paraguas metodológico y epistémico de Feyerabend en su ya célebre tratado Contra el método; esquema de una teoría anarquista del conocimiento, propone frente al fenómeno estético lo siguiente: “La actividad de la razón es crecimiento y en ese crecimiento tiene un papel central la imaginación. Cada símbolo es una cosa viva, en un sentido muy estricto y no como mera metáfora. El cuerpo del símbolo cambia lentamente, pero su significado crece de modo inevitable, incorporando nuevos elementos y desechando otros viejos”. En Chile, este dinamismo, esta puerta abierta a otras visiones se encuentra cerrada, más allá de las pretensiones elaboradas desde las corrientes semióticas, estructuralistas, que refrescaron en su momento el panorama cultural; finalmente, han sido reproductoras del mismo principio de orden, generando un discurso social de la belleza, donde “el arte por el arte” no es otra cosa que el fácil tránsito de la elaboración literaria a los círculos de producción y mercado. Plantearse entonces un nuevo orden referencial en el lenguaje implica sumarse, entre otros, a Félix Guattari, en su cuestionamiento de los paradigmas estéticos, subvirtiendo la unidad de producción de valores capitalistas, se trata del principio de la alteridad y por tanto de la recuperación de la ética como elemento de análisis y de redescubrimiento de la importancia de la creación, de la autofundación y del compromiso ético que conlleva (ver “Guattari, el paradigma estético”, entrevista con Fernando Urribarri, nov. 1991). Una segunda mirada que puede aportar a la elaboración de una nueva y rejuvenecida perspectiva estética, la aporta el ideario cínico que asoma en el contexto del descrédito de las utopías, bajo el desencanto del modelo estético neoliberal y proponiendo un punto de fuga a su capacidad de reproducción y alienación, optando por el camino autárquico antes que el dormitar embrutecido del imperio del consumo. Autores como el propio Diógenes y muy especialmente Peter Sloterdijk, filósofo alemán de connotada trayectoria, son referencias para este camino. Para ambas corrientes de opinión, la historia juega un papel determinante; uno de los grandes vacíos que se expresan en las antologías y en general en los trabajos de esa índole es la ausencia del factor histórico en el proceso creativo. Algo de histórica Los procesos independentistas tuvieron en la pluma un fuerte aliado; las cartas de los libertadores, la alianza temprana entre una estética racionalista resumida en los colores patrios, la música, los uniformes, más un organismo de difusión como La Aurora de Chile, desembocaron en una corriente crítica por supuesto ligada a la elite criolla. En 1860, La Lira Popular era un instrumento donde los poetas y los cantores populares comentaban con su mirada; se trataba de pliegos sueltos, destinados a comentar los hechos de cierta relevancia de la vida nacional, con el objetivo de venderlos en mercados y lugares concurridos. Allí el humor, el ingenio y la crítica social eran una herramienta discursiva de vital importancia. Hasta 1920 ocupó un lugar en la memoria del pueblo chileno el historiador Maximiliano Salinas; realizó un trabajo de investigación en torno a la influencia de lo literario popular, en el ámbito de lo sacro, como de construcción de conciencia social, publicado en la revista Araucaria (1986) y titulado “El bandolero chileno del siglo XIX. Su imagen en la sabiduría popular”. De ahí se extrae este texto. Los Húsares de la muerte fueron creados por él y en Maipo peleó sin hiel pero con gloriosa suerte; después aquel brazo fuerte por carrerista sincero fue de un modo traicionero muerto por un argentino. y así murió el jefe fino que humilló al godo altanero. Puede que esté lejos de ser un verso bien logrado, puede que no cumpla con todas las formalidades que el decálogo de los poetas exige, lo más probable es que no se encuentre a la altura de compartir hojas con nombres como los de Huidobro, Parra o Zurita, pero las diez líneas anónimas citadas son la fotografía de un momento histórico, son el grito de los condenados a muerte de la historia y en ese sentido trascienden tanto o más que cualquiera de los poetas públicamente reconocidos. A principios del siglo XX, autores como Víctor Domingo Silva, Cosme Damián Lagos, conformaron un sustento valioso al movimiento obrero naciente, acompañando a Recabarren en el nacimiento de la prensa obrera. La llamada literatura social de Baldomero Lillo, Nicomedes Guzmán, son un aporte desde el momento que el sujeto a retratar era el obrero, en sus alegrías y pesares, ingresando a la vedada mina como al dormitorio de su casa. Sin embargo, la valoración estética de estos autores siempre estuvo en tela de juicio, como el Canto general de Neruda y la producción literaria de la generación de los ochenta, marcada por la existencia de la dictadura. Frustración y estancamiento son palabras acordes cuando se intenta retratar la situación de la literatura y su vinculación con el cambio social; frustración porque la elaboración discursiva que da cuenta o propone desde su estrategia, alguna sensibilidad que escape a la de los placeres, los sufrimientos inconmensurables por la falta de una cerveza o la página en blanco, son rápidamente tachados de panfletos, de propaganda, o sea, pseudoarte. Bajo esa misma premisa, los autores de la diáspora, por el solo hecho de pertenecer a ese registro, se encuentran sancionados, primero por quienes, en un arrebato de pureza, los pasan y repasan por el filtro de la evaluación a-social de sus textos, luego por quienes cuidan el negocio y sus pequeñas trincheras de supervivencia; para todos ellos, abrir nuevas posibilidades de análisis podría significar validar ámbitos de competencia innecesaria. El estancamiento intelectual, entonces, tiene sus raíces en la búsqueda de una seguridad y el mantenimiento de un orden —que se puede de vez en cuando atacar— para que todo continúe del mismo modo; la analogía que retrata de mejor forma este momento es el largo proceso político de post-dictadura, donde los poderes fácticos han logrado salir airosos, en desmedro de las demandas democratizadoras de la gran mayoría del país; del mismo modo, en las esferas de los comentarios literarios y de la crítica periodística del rubro, los avances son casi nulos; las voces se han multiplicado, pero los sustentos teóricos que permiten sus elaboraciones no dan cuenta ni de las discusiones filosóficas actuales ni mucho menos de las nuevas miradas al fenómeno estético, donde en algunos casos la vuelta al sujeto y a su entorno son elementos de importancia a la hora de configurar y validar un producto, un esfuerzo creativo. ** Aldo Jara omarliter@yahoo.com Escritor chileno (Talca, 1967). Tiene estudios de derecho en la Universidad Finis Terrae (http://www.finisterrae.cl). Textos suyos han sido publicados en la antología poética Travesía por el río de las nieblas (Talca, 2000), en la Antología de poesía y narrativa chilena (2008) y en la antología Río Bellavista, ambas de Mago Editores (http://www.magoeditores.cl), así como en las revistas Pluma y Pincel (1993), Remolinos (http://revistaremolinos.blogspot.com; 2007), Voces (http://www.revistavoces.com; ediciones digital e impresa, 2007), Almiar Margen Cero (http://www.margencero.com; 2007) y Arcoiris (http://home.tele2.fr/arcoiris). En el año 2004 escribió el prólogo y presentación del libro Tengo una pena contigo, del escritor Carlos Ernesto Sánchez, bajo el sello editorial Cuarto Propio (http://www.cuartopropio.cl). Es coautor del polémico texto “Puro Chile, Suciedad Democrática”, lanzado en la Feria Internacional del Libro de Santiago (http://www.camlibro.cl/filsa) en 2008. Ha realizado además labor de crítica literaria en revistas electrónicas y es columnista de diversos medios virtuales como el diario El Clarín (http://www.elclarin.cl; Chile), Chile Informa (http://www.chileinforma.com; Canadá), Panorama Cultural (http://www.panoramacultural.net; Suecia) y La Cita Trunca (http://www.etcheverry.info; Canadá), entre otros. ||||||||||||||||||||||||||||||| LETRAS |||||||||||||||||||||||||||||| *** Comunicando María Elvira González *** Dos poemas Óscar Socías *** Un grito de rabia en mitad de la noche Carmen Garrido Ortiz *** Tres poemas Jorge Palma *** Sinfonía agridulce Jorge Luis Cáceres *** Poemas Andrés Fernando Royer Lora *** Los ladrones de la Luna María Celeste Vargas Martínez *** Poemas Carmen Castejón Cabeceira *** Tres son multitud (trilogía de sentimientos) Tamara Eléa Tonetti Buono *** Poemas Hernando Guerra Tovar *** Sobre el ser y la bebida Francisco Javier Flores Rodríguez *** Trazos de esgrima (extractos) Mariana Bernárdez *** Aproximaciones a Claudio Rodríguez y a Jorge Luis Borges Juan Alberto Campoy Cervera *** Poemas Evangelina Arroyo *** La bruja Saúl Hurtado Heras === Comunicando María Elvira González ================================ Para LD Espericoponzio me advirtió que no se me ocurriera terripodiar a la vecina porque ella se esfonipeaba por cualquier cosa, especialmente si estaba prequillonada con tantas y tantas arrecojonadas como en su mundo han sido. Ella y el toxicabroncio del marido arman sus rumbas y se caen a birras primero y después a empujones y cachetadas para luego resolver sus diferencias apuchirrañándose ahí mismo en la acera, en chorcitos, mientras lavan el carro. Sin embargo, yo traté de unicomentizar bien la situación antes de proponerme un plan que contempla la castramagicación y el rollo sociocultural, así como los darmanantes que nos enseñó el brother superstar que sermoneaba en arameo. Hasta ahora he logrado poco, pero sigo en mi empeño de devolver regatón por Carmina Burana a ver si logro endoparvulizar nuestra incompatibilidad sonora. Anoche, después de quince años soportando cuatro estruendos por semana logré rexilafogarme un poco, de tal manera que me ha sido posible enfocometizarme en lo que hago. Ya no me encovenitamidó, por ejemplo, que a las cinco y media de la mañana largaran las mañanitas esos mariachis colombianos que contratan cuando alguno de ellos (hay ¡ay! trecicopotocientos viviendo ahí) está de estanochetanpreciosa. Terminaron como a las diez de la ñamana, después de no sé cuántos vallenatos cornuguayabaos. Pero estoy mejor, como puedes observar. Creo que es porque me he intermariquizado un poco con los consejos de Espericoponzio y su teoría de la pende-ciencia, la diplomatique y todo eso, sin embargo no he logrado conchutraponiar la incompatibilidad sonora lo suficiente como para evitar que las introarrefucheras que me genera la salsa erótica de las tres y media de la tarde a todo dar, deje de incordimetifar mi sistema límbico, logrando así descoyectibrujar mi hemisferio derecho. Ayer un equipo con cornetas multijodedorales que instalaron en la queeslibre, verdaderamente por pajuelimebolismo genitoinvoluntario se quedó pegado en un regatón, donde una jovencita pedía a quejigrutos aceitosos y a toda mecha que su papi le dieramásduroporatrás. Ahí fue cuando pude apreciar el karmikásico arte mientras mecía adelante y atrás mi zona pélvica y dejaba de pensar en tantas pendectualidades hasta lograr la absoluta necromicrosporización que ahora he logrado. Ha sido esta mixtugafización pajuelística lo que me ha permitido comunicarme translexicónicamente con mis próximos. De esta manera he logrado avanzar a mi meta de convivepana, con lo cual tengo esperanzas de que carpe diem pueda qualque giorno encontrar los verbos y las metafugacidades que requiere este oficio que llaman solitario. ** María Elvira González mariaelviragonzalez@cantv.net Escritora venezolana (Caracas). Reside en El Limón, Maracay (Aragua). Fue docente en Maracay y en el Instituto de Lenguas Extranjeras de Beijing (China). Ha sido traductora en la Universidad Central de Venezuela (UCV, http://www.ucv.ve) y en forma independiente para diversas publicaciones. Fundó y dirigió durante varios años la revista Libros de Venezuela, que circuló en el país y en bibliotecas del extranjero. La mayoría de sus trabajos están inéditos, aunque dos cuentos breves se publicaron en el diario El Periodiquito (http://www.elperiodiquito.com), de Maracay, y su cuento “Ojos verdes” fue publicado en la página web Escuela de Escritores (http://www.escueladeescritores.com) como finalista del concurso Relatos Breves con Banda Sonora. === Dos poemas Óscar Socías ========================================== *** La luna cae en Fitzroy La luna cae a los tejados y rueda por los callejones en Fitzroy la luna cae y tú en algún lugar empequeñeces. Te busco por esta ciudad rasguñando las paredes que esconden tu nombre lo bello lo más hermoso lo ignoro /me voy por lo oscuro. Busco en cada atardecer la luna rota que se bifurca y pierde en cada esquina busco tus ojos amarillos tus pasos ligeros. Los bolsillos no dan más que para un café sin embargo me gusta esta ciudad. Aquel que no tenga lunas en sus ojos no podrá entrever tu mirada ni la sombra de tus pasos. No sé si evoco paredes perdidas o a la luna en picada / cortarse por una esquina. Tengo una mujer metida en los ojos rodando sin parar ajena Se cruzan las miradas y caen un abismo indescifrable las separa. Ojalá tu mirada se extravíe y caiga es mi último deseo el más encontrado. Alguien huye de su sombra alguien va a su encuentro en alguna calle angosta alguien simula tú pasas Un hombre busca un hombre y lo halla y le encaja sin sobre aviso un ser inmenso en una armónica diminuta toda deuda se salda todo corazón puede ser partido. No es esta mi ciudad ni es esta mi luna ni tuya esa mirada no es éste el que dice. *** Agua Agua, nacer no es mentira provoca el primer encuentro con la muerte. Hugo Maggi. La muerte que se viene con madre y todo y quién sabe y quién quítame estas penas. Morir contigo sería grato sería darle un guiño más a la vida. A veces juego a morir un poco a refugiarme de ti a cerrar los ojos prolongados a escalar como se pueda hasta llegar a cualquier cielo y caminarlo un rato. Yo no te niego y dejaré que camines tomada a mi brazo te compraré un vestido nuevo para adentrarnos por los callejones taconeando los adoquines saludando a la noche. Una vez más aquí estoy después de mi muerte y de esa suerte me aprovecho a veces se la juego al amor a veces a la guerra a la vida se la juego siempre. Yo le pregunto a los muertos cuándo pasaré al lado de los muertos y ellos me dicen que mañana que no me preocupe que la muerte siempre llega mañana así que me vaya y me pase la tarde me dicen que me la pase con esa chica y los deje solos porque ellos nunca se pierden para mí que están la puta de tristes porque saben que alguien siempre los quiere. Le temo a la muerte chata y a veces le temo a tus ojos como al hechizo / que se quiebre le temo a mi deuda con mis deudos a este día que se acaba que se lleva todo lo que tengo. ** Óscar Socías oscar.socias@yahoo.com Escritor chileno (Punta Arenas, 1960). Es fotógrafo freelance. === Un grito de rabia en mitad de la noche Carmen Garrido Ortiz ====== I. Expectación Son las dos de la madrugada. Él vive en un ático con fotos de Brassaï y grandes cuadros de icebergs a la deriva por una extraña bahía. Christa se había aprendido el nombre de memoria: Bahía de Disko, Groenlandia. Disko. Parecía el nombre de un poeta aterrado de Malasaña, harto de coladas y cafés aguados al compás de la Olivetti. Ella podría haberse enamorado de un tipo así, protagonista de tantos de sus poemas. El amado inexistente. Pero ahora no podía soñar, tan sólo se recreaba en la oscuridad del edificio dormido. En la puerta de la nevera un imán en forma de lengua de glaciar le provoca cierta lujuria. Enredarme en fríos ajenos, hielos cortantes contra la mandíbula, algunos carámbanos quitándome la sed. Dicen que los judíos, en los trenes de Auschwitz, bebían la nieve que entraba por las rendijas de los vagones, camino del Lager. Y, sin embargo, Christa (nunca lo hubiera reconocido) les envidia. La última calidez antes de morir, cuerpos contra cuerpos, embebidos en la nada, pero sudorosos, esquilmados y, por ello, con esa necesidad suprema de sentir otra piel. Seres humanos camino del humo, probablemente de la muerte. Sus cuerpos, sensibilidad última, epidermis que olvidaba todo, excepto el adorable presente que sucumbía a los kilómetros y a la certidumbre del morir. A las dos de la mañana, el cuerpo de Christa da grandeza a cualquier hecho en el que intervengan más de dos anatomías, a cualquier situación en la que se enreden los brazos, quizá acompasados por una música, por un lamento fúnebre, por una manifestación contra el gobierno, por el aullido de Avril Lavigne, por el sopor tras una orgía, por el silencio de las iglesias pequeñas, por los aplausos en La Rueda de la Fortuna. Con ternura, mira cómo él respira, desprovisto de toda seriedad. Incluso parece sonreír, los brazos en torno al vientre, una pierna fuera del diámetro de la cama. Más allá del sopor del orgasmo, hay en su expresión algo de agradecimiento. No a ella, no a la noche, no al sueño. Agradecimiento a la vida. Christa se decide. Él es uno de esos seres felices, resguardados de lo oscuro al poco de nacer. Nunca vería espejos rotos o grajos volando bajo. Su vida era como su caminar: resuelto, ligero, seguro. Todo un hombre. Sin embargo, ¿un hombre lo es cuando no se ha enfrentado a más penas que la burocracia, la lluvia en fin de semana o el salario mínimo? Esa manera de arrancar el coche, de seleccionar la emisora, de sacar el billete de la cartera. Ni un mínimo de indecisión en la planificada agenda. En la primera cita, ella le preguntó por Lavoisier, el de Los años tristes de Sylvia Davis, una obra publicitada en todas las librerías, las revistas culturales, los marcapáginas. Él dijo que no lo conocía, que dedicaba más tiempo a la música. Y siguió cortando el filete de ternera con igual resolución. En cambio, qué turbación cuando le puso en el iPod, algo así como I’m not what iam, de los Arctic Monkeys. Él tatareaba deprisa, con los ojos entrecerrados, What I’m not... you should be right... Christa no sabía nada de un grupo llamado así ni de un concierto de verano en Ibiza. Christa, eres una estúpida... el insulto propio cayéndole por la coleta de peluquería. Aquel hombre tenía una forma especial de cortar las verduras, una rapidez diplomática a la hora de rechazar los cigarrillos, ese aire de salud. Tampoco le gustaban ni el fútbol ni los Starbucks. A ella le daba vergüenza admitir que frecuentaba el de Gran Vía porque tenía los mejores sillones para leer el periódico. Este hombre... Parecía tener el resto de sus sesenta y dos años solucionado. Christa volvió a mirar hacia la noche desde la terraza del dormitorio. Él da vueltas en la cama. En algunas terrazas hay luces. Despedidas de soltera, fiestas de fin del verano, aperturas de pisos. ¿Qué harían si supieran lo que ella piensa? ¿Se volverían, petrificados, y la contemplarían como a los mimos de la calle? ¿Levantarían su dedo hacia arriba para salvarla? Seguro que alguna mujer desearía verla hecha trozos entre los colmillos de los leones. Aquellas mujeres que envidiaban sus piernas largas, su columna semanal en el periódico local, aquellas oscuras compañeras, algunas discípulas de correrías. ¿Qué harían aquellas gentes mientras contemplaban su cuerpo volar desde un sexto piso, dopándose de viento y estrellándose contra la acera, al lado de las cajas de la tienda de Samsonite? Trocitos de mi cara desparramados sobre las maletas inservibles, rojo Christa sobre rojo Samsonite, el corazón —quizá— desplazado a la derecha, donde siempre lo sintió. El cerebro, con todas sus poesías y los relatos de terror y la receta de la yuca con mojo y el Jesusito de mi vida y las instrucciones para domiciliar la nómina, formando un cuadro abstracto sobre los cuadraditos de la acera. Muerte con vómito al lado. Porque seguro que alguna adolescente pasaría justo en ese momento y la ginebra de garrafón le habría dado un vuelco en el estómago. Mi imagen muerta se le quedaría grabada en la mente... a esa chica, o a un insomne o a... Al primero que me viera despedazada, yo siempre le acompañaría. Primero como imagen, luego —si es valiente— narrará con un cigarrillo en la mano lo que le pasó aquella noche en que volvía a su casa y una colgada se suicidó a eso de la tres y media, justo cuando el carillón daba la hora. Christa se sonríe de esta forma tan particular de eternidad. Para siempre su esquela grabada en la hemeroteca con los periódicos viejos. El rumor en el barrio sobre lo que pasó, era tan alegre, un encanto, tan derrochadora. Y guapa, mucho. Luego, el morbo. Después el silencio. Excepto en la cabeza del primero que la viera. Qué forma de condicionar la vida de alguien. Pensó en aquel drama de Ibsen, Hedda Gabler, la hermosa mujer que quería regir los destinos de sus pretendientes. Christa no aspiraba a tanto. Eso sí, para ponerse fin, debería tener a la suerte de su lado. La eternidad no sobrevive en hombres como el que dormía en la cama. Sobrevive en aquellos que abren mucho los ojos, que sienten herida el alma cuando niegan la limosna a alguien, que leen a Lavoisier y se angustian en los teatros con Bodas de sangre. II. Extenuación Mira a su alrededor y se siente discriminada por la raza de los felices. Sale del dormitorio y se acomoda en el sillón, con la cabeza descansando sobre su mochila. Son las dos y media, desde la catedral. Las llaves de su apartamento se le clavan en la nuca y Christa se mira los pies desnudos y sus uñitas perfectamente engroselladas por la manicura casera. Hace horas que cenaron y el estómago le pide calor. Pero no se lo dará. No quiere que unos espaguetis mal cocidos figuren en el informe forense. Quiere sentirse limpia, el vientre ligeramente combado por la regla. Sabe que nunca podría haber tenido hijos con este amante. No hubiera comprendido las noches enteras al pie de la cuna o las camisas rosas repetidas. Una vez pensó de verdad en tener un hijo. La posibilidad de un hijo. Pero nunca podría agarrarse a otra vida para salvar la suya. Entonces, se revuelve y saca de la mochila el pastillero con la cara sonriente de Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma. Ella ya lo tenía antes de que la actriz fuese la musa de la elegancia y saludara a cualquiera desde los bolsos de los comercios de los chinos. Hepburn guarda en su matriz dolorosas pildoritas rosáceas, una, tres, sesenta. Son su morfina particular, las que marcan el calendario de la pared, las que le voltean los sueños y le hacen neblina las mañanas. Desde la cama, él se da la vuelta y la busca. “¡Ah, estás ahí! Si quieres cualquier cosa, puedes cogerla del cuarto de baño de mi hermana... o de la nevera... Dame un beso”. Christa le despeja el flequillo de la frente mientras tararea una canción que siempre odió: Vivimos siempre juntos y moriremos juntos... Durante un tiempo, sonaba a todas horas en la radio e hizo que se aficionara a la música clásica. Odiaba la certeza absoluta de la cantante cuando nombraba la palabra siempre. Hasta las melodías que pretenden ser alegres traen su cochecito fúnebre de cadáveres que duermen en la misma cama una y otra vez. Le deja tumbado en la cama y vuelve a su cajita de pastillas. Mira el calendario de la pared y observa el dibujo de Van Gogh que lo ilustra. Le da la vuelta. Le Seine with the Pont de la Grande Jatte. Y una fecha: 1887. Sigue observando el calendario. Su padre decía que septiembre era el mes de la vendimia, de la uva madura. Recuerda sus risas bebiendo un René Barbier, a finales de un verano. Y a su madre al lado, leyendo poesía, algo de Pizarnik. Una mujer tan alegre, tan viva y tan aficionada a las poetas fatales. Alguien tan dichoso como su madre nunca podría entender los fantasmas del interior, las luces negras del alma, las imprecaciones de la vida misma, cuando insulta al ser humano. Es un infanticidio tener una madre así. Tanta alegría irradiada, tanta admiración creada genera poco a poco la debilidad en el hijo. La risa de Christa resuena en la cocina. Se sirve dos vasos de agua. Entra en el cuarto de baño y rebusca en el neceser de la hermana. Rímel para las pestañas, un toque de colorete, algo de gloss. No quiere ser un clown despeinado y triste sobre la calle o en el sofá. Le sienta muy bien el pijama de algodón sobre el bronceado del verano. Se atusa las mechas sueltas y se hace un moño con dificultad. Está guapa. Mira de nuevo el calendario. 27 de septiembre. Monday. 27 píldoras serían suficientes. Las coloca en tres montoncitos. “Ésta por mamá... ésta por papá... ésta por el odioso patito Donald...”. III. Expiración En la pequeña televisión del salón, mirando Las horas. Qué poética es la muerte desde Hollywood. El telediario nocturno habla sobre el terrorismo y otra mujer asesinada por el marido. Christa la consolaría, le daría un abrazo y le infundiría valor. La diferencia es que la asesinada tenía miedo a la muerte y ella no. Son las tres. Cae y cae en un abismo profundo donde se mezclan imágenes turbias. El ruido del generador la adormece mientras se pasea un cuchillo por el fémur. Un dolor sordo la enardece y la dobla sobre la hoja. Como si fuera un peluche, se aferra al arma y llora, llora, llora. Hunde los sollozos en la cabeza, todo va al revés. El camión de la basura hace un ruido insoportable, mezquino. Desearía gritar y huir descalza por la Gran Vía, empezar a volar. ¿Qué hace en esta casa extraña? ¿Qué hago en esta casa extraña? Sabe la respuesta. En la suya hay demasiados recuerdos, poca belleza. Las fotos de Florencia, las cartas de Lucía, Carlos, Javier, la echarían atrás. El pianillo con las muñecas japonesas, el olor a suavizante de las toallas, los vaqueros de Cheap Monday (otra ironía) sin estrenar. Incluso los cuadros del Père-Lachaise le devolverían el amor por lo bello. El pollo frío que nadie se comerá. Piensa en los muslos sobre la bandeja del frigorífico y punza con el cuchillo las venas de su mano derecha. Nacen hilillos de sangre y ahora comprende que deberá hacerse mucho daño para morir vacía en una bañera. Sin embargo, pasea sola por un abismo gris, una pintura enloquecida de Pollock, el cuerpo como recipiente del infierno. Vuelve al cuarto de baño y cierra la puerta. El dolor arrecia y Christa clava las uñas en el mármol del lavabo. Llena la bañera de agua tibia. Mientras contempla la superficie deja vagar un rato su cabeza... Se le vienen a la memoria las grandes olas que saltó hace dos veranos en Fuerteventura. La cara de la profesora de inglés de COU, la que se casó ya vieja. Las palomas copulando frenéticamente mientras ella estudiaba por las tardes. Los primeros poemas que le leyó a Anxenxo, aquel medio novio de los veinte años, el que conoció en una boda. Los risottos de La Vieja Claudia, aquella trattoria del Trastevere. La furia de los recuerdos la perturba y golpea el agua. Se vuelve hacia el espejo y ahoga un grito. Christa se arranca de cuajo los pendientes de las orejas. La sangre empieza a gotear por el cuello y el escozor se vuelve insoportable. Pendientes color rosa, largos, que guillotinan el lóbulo y lo dejan lacio, cansado, exhausto. El alma le estalla en pedazos, el ulular de las sirenas en la lejanía sólo aumenta la tristeza infinita. Sólo es capaz de recordar que estamos en septiembre. Con suavidad, sumerge su pierna en la bañera y acaricia la superficie. El espejo refleja el sueño tranquilo del amante y la sonrisa de la loca Christa. 1, 2, 3... El reloj da la tres y media en el reloj Swatch Primavera-Verano de Federico Martín, el amante ocasional de una suicida indecisa. ** Carmen Garrido Ortiz carmengarridoortiz1923@hotmail.com Escritora española (Fernán Núñez, Córdoba, 1978). Periodista licenciada por la Universidad de Sevilla (http://www.us.es). Profesora de español para inmigrantes en la Asociación de Jóvenes Inmigrantes Marroquíes, en Madrid, donde reside. Es máster en relaciones internacionales y comunicación por la Universidad Complutense de Madrid (UCM, http://www.ucm.es). Como escritora, ha ganado el premio de poesía Andalucía Joven del Instituto Andaluz de la Juventud (http://www.juntadeandalucia.es/institutodelajuventud; 2008), con el poemario La hijastra de Job. Asimismo, ganó el concurso de cuentos de Ediciones Fuentetaja (http://www.fuentetajaliteraria.com) con La bofetada, publicado en El cuento, por favor. Sus relatos han sido antologados en Asentamientos (Fuentetaja, 2009), en Velamen (II Premio Luis Adaro; AEN-Gijón, 2008), en El relato más corto del verano (Ediciones Personales, 2008) y en Revista de Feria (Córdoba, 2009). Ha colaborado con las revistas culturales Jazztelia (http://www.jazztelia.com), Almiar/Margen Cero (http://www.margencero.com), Ucronías, futurosperiodistas y La Sombra del Esperpento (http://lasombradelesperpento.blogspot.com). Forma parte del colectivo de poesía madrileño Pólemos, habiendo recitado en diversos lugares de Madrid, entre ellos Libertad 8. Como periodista, ha trabajado en las secciones de cultura de Diario Córdoba (http://www.diariocordoba.com) y ABC Córdoba (http://cordoba.abc.es), además de realizar diversas investigaciones sobre el conflicto palestino-israelí; la situación del Sáhara Occidental y otras cuestiones relacionadas con el mundo árabe. Mantiene el blog literario La Dama de Verde en http://ladamadeverde.blogspot.com. === Tres poemas Jorge Palma ========================================== *** Los hombres que hablaban del fuego Los hombres que hablaban del fuego lo hacían con cierta propiedad; habían sido tocados por las llamas de la incomprensión, por los chispazos locos del adulterio, por los tentáculos ardientes de la cólera y el espanto. Sabían lo que era la descarga cósmica de un rayo debajo de las uñas, el afiebrado relámpago en la ingle, el devastador cataclismo en las encías y genitales, y esa furia incomprensible desatada por la porfiada sentencia de un canalla. Los hombres que hablaban del fuego no se acercaban a los braseros ni a las fogatas —ni siquiera en la noche de San Juan— y huían a grandes zancadas cada vez que alguien, desconocido y con cara de corsario, se aproximaba en una calle solitaria y sin luz, a pedirles fuego para encender un cigarrillo. *** Sobre los juramentos También han oído que se dijo a los antepasados: “no dejes de cumplir lo que has prometido con juramento delante del Señor”. No jures por el cielo aniquilado lleno de basura sideral y polución, ni por la tierra contaminada donde los niños son secuestrados para vender sus órganos al Diablo. Tampoco jures por tu cabeza que puede ser cortada. Digan simplemente “si” o “no”. *** Fisurados por el polvo Corrían carreras con obstáculos por las cornisas de las casas más altas de la ciudad, furiosos, entre las antenas y los gatos, persiguiendo cada uno una línea blanca, figúrese. A algunos les faltaba un ala o rengueaban de una pierna o tosían hasta no poder respirar y se reían como locos fisurados por el polvo entre las antenas de televisión y los gatos corriendo carreras por las cornisas de las casas más altas de la ciudad, furiosos, seguros de encontrar el cielo en la primer bocacalle. Convencidos de encontrar el cielo. ** Jorge Palma jpalma@adinet.com.uy Escritor uruguayo (Montevideo, 1961). Ha publicado los poemarios Entre el viento y la sombra (Ediciones de la Banda Oriental, http://www.bandaoriental.com.uy; 1989), El olvido (Ediciones Trilce, http://www.trilce.com.uy; 1990), La vía láctea (Trilce, 2006), Diarios del cielo (Trilce, 2006) y Lugar de las utopías (2007), así como el libro de cuentos Paraísos artificiales (Trilce, 1990). “La destrucción de la sangre” fue incluida en la antología Aldea Poética (selección de poesía inédita de 29 países, Editorial Opera Prima, http://www.operaprima.es; Madrid, 1997), y “Alguien respira en la sombra” integró la antología La cara oculta de la luna; narradores jóvenes del Uruguay (Linardi Risso, http://www.linardiyrisso.com.uy; 1996). === Sinfonía agridulce Jorge Luis Cáceres ============================ ...all is full of love you just aint receiving... Björk o bien, ...todo está lleno de amor sólo que tú no lo estás recibiendo... (I) Puedo hacerlo, pensaba Ignacio mientras cruzaba el amplio jardín serpenteando las flores bañadas por el rocío matinal. El césped, crecido y ligeramente descuidado, se incrustaba en sus botas de gamuza a cada paso. El sol emergía como un titán en las alturas, no le guardaba rencor a Ignacio por lo que estaba a punto de cometer. (II) Del otro lado de la ciudad, el joven Santiago, egresado de la facultad de comunicación social, se alista para su primer día de trabajo, su padre movió algunas palancas dentro de un banco, propiedad de un amigo suyo, para que su primogénito entrara con pie derecho al mundo laboral. A Santiago, la actitud de su padre le molestó, pero, como es costumbre en las sociedades patriarcales, no tuvo más remedio que resignarse y hacer feliz a su progenitor. El desayuno no fue tan placentero como en ocasiones anteriores, el pan no supo igual y el jugo de naranja le provocó una vinagrera que cobraría su cuenta con el pasar de las horas. Ya en el trabajo, le asignaron una oficina, un computador, un escritorio y, vía memo, sus funciones. Se encargaría de administrar la nómina de personal del edifico principal del banco, ¡es una broma!, tantos años transcurridos en la facultad aprendiendo a realizar reportajes y entrevistas, y ahora toda esa educación no le serviría para un carajo. Las palancas de su padre no sirvieron de mucho como para colocarlo en un lugar donde podría explotar sus conocimientos. Lo único reconfortante era la secretaria de su jefe, una mujer excepcionalmente hermosa de los pies a la cabeza. Santiago se percató cómo ella lo miraba con ojos golosos, y antes de encender el computador ya le había hecho el amor por lo menos un par de veces. (III) Don Soto miraba, por la ventana de su habitación, el amanecer glorioso de un nuevo día, un nuevo día que clamaba a gritos ser descubierto y acariciado por los colores de las almas de la ciudad. Pero una vez más se iba a perder este espectáculo. Mirando los toros desde lejos, desde su ventana, ni siquiera se atrevería a abrirla para capturar los pequeños rayos de sol que se colaban por ella. Hace mucho dejó de hacerlo, desde aquel fatal accidente que le cercenó las piernas, atándolo para siempre a una silla de ruedas y a vivir en sus tinieblas. Con cada amanecer moría, con cada amanecer recordaba lo feliz que fue en el pasado, y le recordaba también su infeliz presente. Los reproches eran su compañía más llevadera mientras admiraba la felicidad de los niños jugando frente a su ventana. (I) Puedo hacerlo, pensaba Ignacio, mientras cruzaba el jardín de su casa. Llevaba varias semanas fuera de la ciudad debido a su trabajo y ya era tiempo de poner fin a su tormento. Había vuelto a consumir cocaína y el dealer, quien le suministraba antes de su matrimonio, se sintió contento con la llamada que Ignacio le hiciera. La transacción la hizo lejos de su lugar de trabajo para no levantar sospechas entre sus compañeros, quienes lo consideraban un tipo serio y trabajador. Realmente, Ignacio no quería volver a ser el mismo tipo sucio y problemático, que causaba siempre malestar a los que lo rodeaban, pero no tuvo otra salida. Regresó a su cruz. El reencuentro con la droga tuvo lugar en la habitación donde se encontraba hospedado, sin testigos, sin preámbulos, sólo una inhalación fuerte y precisa para devolverlo donde empezó todo, antes de Celeste. Las lágrimas se apoderaron de Ignacio, sentía rabia en contra de sí mismo por convertirse en el paria que creyó haber superado, pero la pérdida de Celeste, su esposa, fue un golpe duro para él. Lo había preparado todo con anterioridad, contaba los días para llegar a casa, abrazar a su mujer y contemplar el fruto de su amor, el resultado de los días más felices en su vida. Pero, como siempre, nada le duró. Todo lo que mis manos tocan se convierte en polvo, en porquería, nuevamente lo he cagado todo, pensaba mientras inhalaba otra línea de coca. En los días anteriores, mientras esperaba regresar con desespero a casa, recibió una noticia devastadora, su esposa había muerto en el hospital, cuando daba a luz a su pequeña hija. No aguantó el parto y murió casi al instante. Ignacio se tragó las lágrimas para no levantar sospechas, no quería que sintieran lástima por él y por lo sucedido; la pequeña fue a parar al cuidado de sus padres, mientras él regresaba de su trabajo para hacerse cargo de ella. El día de regreso a casa los hombres se encontraban fervorosos, todos felicitaban a Ignacio por el nacimiento de su hija. Un jugoso cheque le fue entregado en la oficina del jefe, quien no desperdició la ocasión para congraciarse con el personal. Ignacio no tuvo más remedio que hacer de tripas corazón para no caer abatido por la pena. Ya en el bus de regreso a casa pensaba cómo iba a ser su vida de ahora en adelante, sin Celeste para rescatarlo. Si dejo a la niña con mi padre le hará lo mismo que a mí. Ese bastardo me arruinó la vida y no permitiré que la historia se repita. (II) Eran dos semanas las transcurridas desde su primer día de trabajo, al pequeño Santiago se podía decir que le estaba yendo bien, aparentemente, hasta el momento su jefe no le había puteado, era una clara muestra de lo bien que le estaba yendo. Con Francisca, la secretaria, las cosas se encontraban serenas, habían entablado una relación amistosa, plagada de cordialidad. De seguir así, pronto estará en mi cama, pensaba. Ella le contaba lo bien que iba en sus estudios, había empezado a estudiar leyes a distancia, el horario de trabajo no le dejaba el suficiente tiempo como para darse el lujo de asistir a clases presenciales, además tenía la aspiración de algún día llegar a conformar parte del cuerpo de abogados del banco. —¿Crees que lo logre, Santiago? —¡Lograr qué! —¡Lo que te estoy contando!, llegar a formar parte del cuerpo de abogados del banco, parece como si no hubieras escuchado nada de lo que dije. “¡Y cómo no vas a llegar!”, pensaba Ignacio, con ese cuerpo podrías llegar a presidenta del directorio si te lo propusieras. Ignacio respondió afirmativamente y la invitó a almorzar. Hoy daría su estocada, no podía pasar un segundo más sin sentir su piel y probar su exquisita esencia. Pero su jefe se le adelantó. —Señorita Francisca, a mi despacho. —Sí, doctor —respondió ella, no sin antes dejar un beso en la mejilla de Ignacio—. Para otro día será lo del almuerzo. —Hecho —respondió Ignacio con una mirada de imbécil sublime. (III) Los niños, que jugaban frente al ventanal de don Soto, uno por uno, se fueron desvaneciendo como las horas incontrolables de cada día. Nuevamente solo, nuevamente enfermo, con sus pensamientos devastadores. Hoy no tengo ganas de caminar, de recorrer las calles con mi mente. Hoy no. (I) El camino se tornó más largo de lo normal. No debí hacerlo, no debí haber probado esa porquería que ahora descansa en mi maleta de viaje. ¿Y si la policía realizara una redada y encontrase la maltita droga en mi maleta?, ¡seguramente me detendrían!, ¡me echarían del trabajo! y mis padres, como siempre, le darían la razón a los que me acusan, y Laura, ¿qué pasara con ella? Será mejor deshacerme de esa porquería. —Me permites pasar para ir al baño. —Por supuesto, Ignacio, pero sé breve, estoy cansado y quisiera dormir. —No demoraré, te lo prometo. Ignacio se levantó con la determinación de tirar la coca por el sanitario del bus, tomó la maleta del descanso superior de los asientos y se dirigió rumbo al baño. Ya allí, abrió apresuradamente su maleta, del fondo sacó una funda blanca con una etiqueta imaginaria que decía: “Peligro, el exceso de este polvo podría causar graves daños en su salud y perjudicar a su familia”. Tomó la funda de polvo como con pinzas, pero antes de lanzarla al sanitario, sus manos traviesas formaron una línea en su identificación laboral. Soy un fracaso pensó, ni para esto sirvo. Una vez más armó la maleta, no sin antes cerciorarse de esconder la funda en el mismo lugar de donde la había tomado, luego retornó a su asiento para esperar el arribo a la estación de buses. (II) Un muchacho, más o menos de la edad de Santiago, tarareaba una canción pegadiza mientras esperaba su almuerzo. El restaurante donde había escogido almorzar Santiago desde su primer día de trabajo, por lo regular se encontraba lleno de sujetos vestidos con trajes, algunos más elegantes que otros, de señoras con vestidos vistosos y otras con uniformes de trabajo. Notó que la sonrisa de aquel muchacho no era fingida como la de los demás. Esa tarde almorzaría solo como siempre lo hacía, pero esta vez se dedicaría a observar a los demás comensales sin preocuparse del tiempo. La orden de comida, como de costumbre, tardó en llegar a su mesa, todavía no era un hombre importante, al menos no tanto para que la camarera se fijara en él; no le importó, esperó pacientemente. En la mesa del frente escuchó una conversación acalorada sobre política, el opio de los pueblos, pensó. Dirigió sus sentidos a un lugar más fresco. En la mesa de su izquierda, un grupo de mujeres, algunas medianamente simpáticas, hablaban de lo bien que estaba el tipo que cobra el dinero en la caja y especulaban sobre cómo cogería. Las mojigatas se sonrojaban, miraban de reojo a Santiago e intentaban bajar el tono de la voz para no ser escuchadas. Pero era demasiado tarde, Santiago lo había escuchado todo: ¿será que cuando yo no me siento cerca de ellas, hablan de mí? Se preguntarán qué tal cogeré o si me habré cogido a alguien en mi vida. Santiago sintió deseos de cambiar de lugar, pero, si lo hacía, seguro ellas se darían cuenta de que él las había escuchado. Han pasado como veinte minutos y la pendeja de la camarera ni siquiera me ha notado. Pero por otro lado esto me viene bien como para seguir observando la conducta de los otros. El muchacho sigue allí, como pretendiendo no importarle el mundo. De repente una mujer hermosa atraviesa la puerta del restaurante, todos los hombres nos quedamos en suspenso, inconclusos, seguro va donde el pendejo engominado, que siempre se sienta solo, igual que yo, al parecer tiene dinero, se le nota por su forma de vestir, o irá a buscar al de la caja, seguro va donde él, ¡estoy seguro!, con la suerte que se gasta ese cabrón para ligarse a todas. ¡No!, ni pensar donde el muchacho despreocupado, sólo basta con mirar su ropa para saber que alguien así no podría aspirar a tanto. ¡No!... ¡no lo puedo creer! En la mesa de fondo, el muchacho se levanta y le da un beso extremadamente acaramelado a la preciosa mujer. Ignacio no da fe a lo sucedido, aunque luego reflexiona y recuerda sus años de facultad, con el pelo crecido, la barba de un par de días, despreocupado, con intenciones de ser un gran escritor, posiblemente escribir teatro, o guiones de cine, con intenciones de comerse al mundo. Tenía una novia que lo dejó el mismo día en que su padre apareció con la gran noticia de su nuevo empleo. Lo dejó para irse con un estudiante de teatro. ¡Tanto cambié!, piensa, ¡o es el traje!, seguro me hace ver diferente. En el trayecto al restaurante venía especulando sobre la posibilidad de tirarse a la secretaria antes de lo pensado, ¡pero cómo cambian las perspectivas al mirar la vida de los otros!, ahora mientras se quemaba la boca con la sopa hirviendo que la pendeja de la mesera colocó en su mesa sin advertirle del contenido, medita sobre sus planes futuros. (III) Desde el día del accidente don Soto no deja su casa, únicamente una mujer lo ayuda con la limpieza y le prepara la comida tres veces por semana, los demás días un restaurante ubicado cerca de su casa le manda la comida vía servicio a domicilio. No conoce bien a la persona que le ayuda a limpiar su casa, ni desea hacerlo, recibe la comida por una pequeña compuerta diseñada especialmente para que pase la bandeja de comida y nada más. Don Soto es un hombre de dinero, dueño de uno de los bancos más prestigiosos de la ciudad, pero a raíz del accidente que lo postró se aisló por completo del mundo. Familia es lo que menos tiene debido a su soberbia. Cuando todavía caminaba y era un hombre de negocios prestigiado, tuvo la oportunidad de ayudar en más de una ocasión a los miembros de su familia, pero no quiso hacerlo. No confiaba en nadie, ni siquiera en su esposa. De amigos, ni hablar, los perdió a todos debido a su ambición en los negocios, a más de uno dejó en la calle o en bancarrota. No dudaba en hundir a sus adversarios hasta verlos rendidos a sus pies. Esa era la filosofía del viejo, ahora paga sus horas frente a un ventanal admirando la belleza que antes no quiso ver. Pero siempre a través de un cristal que le impide tocarla. ¡Me están robando!, estoy seguro de eso, o es la mucama o el joven del servicio a domicilio, tal vez se han emparentado y planean asesinarme. Será mejor suspender el servicio a domicilio y cambiar de mucama antes que den el golpe. Ni crean que les va a ser fácil deshacerse de mí, he tomado mis precauciones, ellos no saben que tengo un rifle y que siempre está cargado. ¡Que lo intenten! Al primero en atravesar esa puerta le vuelo los sesos. (I) Ya en la estación de buses, Ignacio toma su maleta y se la coloca sobre el hombro, va ligero de equipaje como es su costumbre, no le gusta cargar con mucho peso, incluso en su vida siempre ha sido así. La presión lo incomoda y ahora se siente angustiado, incómodo con los abrazos y felicitaciones de sus compañeros de trabajo. Cree que es un mal sueño y huye de él para refugiarse en el baño de la estación de buses, rebusca nuevamente en su maleta hasta dar con su condena. Una línea más y todo habrá terminado. (II) Santiago, después de haber comido un almuerzo grandioso, se dirige hacia la caja para cancelar lo consumido sin quitar los ojos de encima del gran beso que aquel muchacho le está robando a la hermosa mujer, siente envidia porque sus manos no son las que rozan el trasero de la chica. ¡Tengo que salir de aquí! o me volveré loco, tengo que ver a Francisca para coronar la hazaña de estar con ella. En el camino rumbo a su oficina va preparando el terreno para sorprender a Francisca, tengo suficiente dinero como para invitarla a un buen lugar y beber algunos tragos —piensa tocándose la billetera—, auto, ¡por supuesto!, una mujer así, a pie, ¡imposible! En el camino se encuentra con un viejo amigo de la facultad, que le cuestiona por haberse perdido por tanto tiempo. Ignacio pone como pretexto al trabajo y su horario agotador. Y tú a qué te dedicas, pregunta Ignacio, éste responde que acaba de entrar a trabajar como guionista en una obra de teatro, Ignacio siente envidia. Yo debería estar allí y no tú, yo tenía mejores notas en la facultad y soy mejor inventando historias. Para no permitir que su envidia le gane a la poca cordura que aún le sobra, Ignacio pone la excusa de ir tarde a una reunión importantísima en la oficina. Se despide estrechando con fuerza la mano de su amigo y lo felicita por su trabajo. A lo lejos lo observa con una media sonrisa fingida, nunca creyó llegar a sentir envidia. Hasta ahora. (III) Don Soto realiza una llamada al gerente de su banco para ordenarle que antes de terminar la semana busque nuevo personal para su casa, de lo contrario será él quien tenga que buscar otro empleo. Lo hace enfadado, todavía le quedan fuerzas para dar órdenes, aunque no para dar la cara. Por eso nunca ha visto a la muchacha de servicio, no sabe su nombre, ni dónde vive, ni le interesa, prefiere sumirse en sus pensamientos. Recuerda cómo él era, con sus finos trajes planchados a la perfección, el cabello muy bien peinado, con olor a éxito por todas partes, los saludos cálidos y afectuosos del personal del banco, siempre admirado, siempre envidiado por ser él, por ser un Soto. No recuerda mucho a su mujer, quien, con el pasar de los años, se volvió fría e indiferente, aunque la recuerda como una flor marchita que no podía lidiar con su éxito. Siempre tan callada, tan ebria como para prestarme la atención que merecía, por eso no tuve más remedio que aislarla de mí y de mis negocios. La otra cara de la moneda era su hijo, el mayor, Gonzalo. Destinado a ser el heredero de toda su fortuna, frío y calculador como su padre, sin escrúpulos para los negocios y para mantener engañada a su mujer con su secretaria, y a ésta con otra amante que la tenía muy bien guardada. Don Soto piensa: “Mi hijo era un verdadero varón, digno de su padre”. Al recordarlo llora como un niño, yo he tenido la culpa, vuelven los remordimientos, sufre por él y por su hijo, lo demás no le interesa, su mujer ya estaba muerta antes del accidente y su hija no servía para nada más que para abrir las piernas y añadir más herederos al pastel. Vuelca su vista al ventanal, reconoce el sonido de una moto acercándose, es el muchacho del domicilio. ¡Ni que se atreva a entrar por esa puerta, porque le vuelo los sesos! (II) Santiago, al llegar a su oficina, enciende el computador para ponerse al tanto con los e-mail recibidos. La bandeja de entrada está a punto de explotar. No ha podido atender a todos los pedidos y hay dos tipos que se las están dando de vivos, reportan en sus expedientes continuas faltas al trabajo. No tiene otra salida y se ve en la obligación de reportarlos. Seguro les harán llegar un memo llamándoles la atención. Cada día me gano más enemigos en este puto banco. Se ha percatado de que Francisca no está en su puesto de trabajo, al igual que su jefe. No presta importancia, total, su jefe nunca está en su oficina, o está en alguna reunión o está tratando de ver la manera de llenarse aun más sus bolsillos. Da un clic al mouse del computador y abre el procesador de palabras para preparar el memo que sentenciará a los dos tipos, o son ellos o soy yo y mejor que sean ellos los que paguen las consecuencias por no hacer bien su trabajo. Nunca hubiera actuado así, pero el encierro y la falta de oxígeno de su oficina han nublado su forma de actuar, la frialdad se está apoderando de Santiago y él ni siquiera se ha dado cuenta. En las pequeñas acciones es donde se hace más latente la frialdad, aunque no lo piense o se haga de oídos sordos para escuchar a su conciencia, el rato menos pensado Santiago volteará a mirar atrás y se dará cuenta de que se ha convertido en un tipo parecido a su jefe, o peor aun al vegetal dueño de ese banco. Los memos han llegado a su destinatario, el jefe de personal agradece a Santiago por su eficiencia. Hay que castigar a estos malos elementos, sólo con mano dura es como entienden estos vagos. No quieren trabajar, no quieren progresar en la vida. Santiago se extraña por la felicitación abrumadora del jefe de personal, mira los documentos de despido sobre su escritorio, no era para tanto, piensa, no quise que pasara esto. Gracias a su extrema eficiencia dos hombres a los que ni siquiera conoce se han quedado sin empleo, sólo porque cometieron una falta. ¿Y si tienen hijos o esposa?, ¿y si están enfermos?, ¿y si chocaron el auto?, ¡y si!..., ¡y si!..., pero ya está hecho. Antes de despedirse de Santiago, el jefe de personal le solicita hacer firmar las cartas de despido al doctor Flores. Lo felicita nuevamente y le desea éxitos profesionales. (III) Allí está el maldito del servicio a domicilio, y la mucama, lo sabía, se conocen, son cómplices en este complot en mi contra, ¿quién los habrá mandado?, seguramente alguno de mis ex socios, estoy seguro, han sido ellos, o Flores, ese pelafustán, nunca debí hacerlo gerente del banco. Por eso los colocó aquí, para quedarse con todo. Pero lo tengo preparado, primero me deshago del problema de los empleados y luego me deshago de Flores, como a un perro, como en los viejos tiempos saldaba las cuentas con mis adversarios. Don Soto muchas veces actuó de manera criminal; en el mundo de los negocios todo vale, nada es extraño y oculto. Así fue como gran parte de sus socios fueron a parar al fondo del río o tres metros bajo tierra. No ha nacido la persona que pueda robar a un Soto, aún no nace. Don Soto desconoce que su propio hijo, su orgullo, fue el primero en desfalcarlo, digno hijo de un Soto, y un as para los negocios, mediante movimientos bancarios que su propio padre enseñó, empezó a engordar una cuenta bancaria en el exterior con nombre ficticio, una cuenta a la que sólo él tenía acceso. Gonzalo esperaba largarse un buen día dejando todo atrás, incluso a su padre para rehacer su vida, odiaba trabajar en el banco, pero le mentía al viejo haciéndole creer que se encontraba a gusto trabajando a su lado. De pronto, la puerta sonó. Son ellos, están preparados para deshacerse de mí. —¿Quién es? —Don Soto, es el muchacho del servicio del restaurante. —Que deje la comida donde siempre y se largue pronto. A propósito, cuando se vaya deje aldabada la puerta de calle, es todo, puede retirarse. —Está bien, don Soto, así lo haré. No se han ido, piensa el viejo, están esperando la noche para dar el zarpazo, pero pronto se llevarán una sorpresa, ya lo verán, estoy preparado. (I) El bus se retrasó más de la cuenta, ya casi va a amanecer. El chofer del bus se justifica culpando a la lluvia. Ignacio sale del baño de la estación de buses, sus compañeros ya han desaparecido, a muchos los han venido a ver sus familias, sus hijos los reciben con cariño. Ignacio aprovechó la visita al baño para darse una ducha y mudarse de ropa, se ha puesto algo cómodo, unos jeans, sus botas de gamuza (son sus preferidas), y una camiseta blanca. Pese al frío, Ignacio prefiere estar cómodo porque sabe que pronto saldrá el sol, quiere llegar a su casa antes de que todos despierten y darles la sorpresa. ¡Qué hermosas botas, compañero!, dice uno de los empleados de la estación de buses. —Le gustan, son de gamuza. —Pues están muy bonitas. —¡Claro que son bonitas! De niño, una tarde, el padre de Ignacio lo llevó a comprar sus primeras botas. En aquellos tiempos la relación con su padre era normal. Estaba muy contento, casi nunca estrenaba nada nuevo. Su madre se había ido de viaje a visitar a la abuela, quien se encontraba muy enferma. Al entrar, pudo observar al maestro zapatero, él tenía en su mano una navaja muy efectiva para el trabajo de cortar el cuero, aquel hombre los atendió con amabilidad, el padre de Ignacio aprovechó el momento para contarle que aquel viejo maestro le había confeccionado sus primeras botas. A Ignacio le encantó verse rodeado de tantos zapatos, había botas de todos los colores y tamaños, con diversos diseños y estampados. Mientras el viejo maestro le tomaba las medidas y le preguntaba a Ignacio sobre sus gustos para el diseño, el rostro de su padre fue cambiando, ya no era el mismo con el que había entrado a la zapatería, su rostro se tornó áspero, duro, rabioso. Ignacio no entendía aquel repentino cambio de conducta. Ambos salieron de aquel lugar rumbo a casa, no sin antes dejar cancelada la totalidad del par de botas. Ignacio se sentía feliz por el regalo, su padre no dijo nada camino a casa. No quiso preguntar sobre su estado de ánimo para no molestarlo. Al llegar a casa, el padre de Ignacio le ordenó subir inmediatamente a su dormitorio. Al cabo de unas cuantas horas, la puerta de su dormitorio se abrió y pudo observar la silueta de su padre empapada en sudor, quien sollozaba y respiraba angustiadamente. Ignacio lo escuchó pero no quiso decir nada, simulaba estar dormido. El aliento de su padre evidenciaba alcohol, había bebido. Perdóname, niño mío, decía mientras lo tocaba por debajo de las sábanas. —Señor, se encuentra bien, señor..., señor. Ignacio recordó lo que tanto le costó olvidar. No le dijo nada al hombre de la estación de buses y salió a la calle en busca de Laura. (II) A qué horas se dignará en aparecer el cabrón de mi jefe, pensaba Santiago mientras miraba páginas prohibidas en Internet, si me pescan, aquí se acaba todo, y luego a lidiar con mis padres. La hora de salida ya había pasado y ni rastro de su jefe, ni de Francisca. ¡Cinco minutos más y me voy! La curiosidad lo atormentaba y decidió verificar la hoja de vida de los desdichados a los que había hecho despedir. A ver, a ver, sí, aquí están, los dos padres de familia, ¡qué cagada! Siguió leyendo el expediente, casados, sueldo, el indispensable para no morirse de hambre en este país, profesión, no la tenían. Y ahora dónde van a conseguir trabajo, quién los va a querer contratar si no tienen profesión. Si a los que tenemos profesión nos resulta imposible conseguir trabajo, peor a quienes no la tienen, el remordimiento lo ató a su escritorio, los cinco minutos de espera se transformaron en horas, en días, sentado frente a la pantalla del computador que decía en una de las páginas. “Si quieres agrandar tu pene para brindar más satisfacción a tu pareja ¡llama YA! al número en pantalla”. (III) La bandeja de comida cayó suavemente en la compuerta de la habitación de don Soto. Siguen allí, me vigilan y el huevón de Flores no aparece para decirme las novedades del día y desenmascarar a estos bribones. No diré nada, ni gracias, ni una palabra. Que piensen que estoy dormido. (I) Ignacio tomó un taxi para ir a casa. —¿A dónde, señor? —A los Altos del Valle, por favor. La carrera del taxi no le saldría del todo barata, pero con el bono que ganó por ser padre primerizo podría sustentar los gastos, un amigo que hacía las veces de prestamista le hizo el favor de cambiarle el cheque para que no llegue con las manos vacías. La bolsa con la coca aún seguía en su maleta, no se atrevió a botarla ni a dejar atrás sus recuerdos inconclusos. Una lágrima brotó de sus ojos recordándole el aliento de su padre inundando su piel. Su madre nunca supo lo sucedido, la muy ingenua cree que el distanciamiento entre Ignacio y su padre se debe a una pelea sin importancia. Los recuerdos lo han llevado hasta Celeste. Si es niña se llamará Laura, decía Celeste, cuando le contó a Ignacio que se encontraba embarazada. ¿Y si es niño? —preguntó Ignacio. Entonces se llamará como tú. Ignacio quiso explotar en llanto, pero los ojos del conductor clavados en el espejo retrovisor dieron marcha atrás a sus lágrimas. Cuando conoció a Celeste no fue amor a primera vista, tuvo que luchar muy duro para conquistarla. Al principio ella tenía miedo, Ignacio tenía una fama muy bien ganada en la Universidad, era el típico patán, siempre metido en líos, de esos tipos que a la mayoría de mujeres les encanta. Celeste lo rescató, pintó de celeste su vida, Ignacio cambiaría para bien junto a ella, se regeneró, dejó de beber, dejó las drogas, se puso en paz con su pasado, aunque sin perdonarlo del todo. Una sinfonía dulce tocó su puerta, teniendo como principal solista a Celeste. Al poco rato de conocerse se comprometieron en matrimonio y se casaron. Las noches furtivas de amor desembocaron en un precioso regalo. Ignacio quería que la niña se parezca a su madre, con el cabello rubio, con los ojos buenos y sanos, con bondad, no iba a permitir que nadie les hiciera daño, su historia no se repetiría jamás. Se irían a vivir lejos para no estar junto a la familia de Ignacio. Tenía todo bajo control, pero con la noticia de la muerte de su esposa, el castillo que iba a proteger a sus princesas se desmoronó como un castillo de naipes de cristal. —Llegamos, señor, estamos en los Altos del Valle, quiere que pase hasta su casa o lo dejo en la entrada. —Aquí está bien, me vendrá bien estirar las piernas —dijo Ignacio despidiéndose del gentil conductor. El sol aún no aparecía en toda su magnitud, estaba cubierto por unas pocas nubes juguetonas. Ignacio se colocó la maleta al hombro y comenzó a transitar el último recorrido hacia Laura. Se sentía descontrolado, nervioso, impreciso en sus ideas, ya no podía pensar con claridad. Aprovechando la aparente oscuridad que aún flotaba por los rincones, tomó la bolsa de polvo e inhaló una línea más de coca. Sus palpitaciones volvieron a estabilizarse. Al estar frente al portón de su casa, la decisión que había tomado en el viaje ya no le parecía la adecuada, inhaló otra línea; pensaba, si Celeste estuviera en mi lugar haría lo mismo, no permitiría que nada malo le sucediera a Laura. Puedo hacerlo, pensaba Ignacio mientras cruzaba el amplio jardín. (II) Santiago guardó las carpetas con las hojas de vida de los trabajadores despedidos antes de que alguien se diera cuenta que había tomado información confidencial. Pese a ser el encargado de supervisar al personal del edificio, esa información estaba restringida para él. Todavía hay tiempo, revisemos la hoja de vida de Francisca. Buscó en la letra O, de Otero, Francisca Otero, soltera, veintitrés años, instrucción secundaria, etcétera, etcétera. Santiago aprovechó para anotar la dirección de su domicilio y sus números de teléfono, pensó que si esta hoja de vida le hiciera justicia, debería decir: medidas: 93, 60, 95, ojos color miel, piel color canela y un cul... Pero así como en la vida, la verdad muchas veces dicha no siempre es verdad y las palabras lo disimulan todo, lo pintan todo color rosa o todo color de hormiga, depende del humor del escritor de la historia. Los cinco minutos se terminaron, ¡no esperó un segundo más!, y, con respecto a Francisca, todavía había tiempo para conquistarla. Santiago salió de su oficina, cerró la puerta percatándose de que estuviese bien asegurada, caminó rumbo al ascensor, pero éste, para variar, se encontraba averiado. Eran veinte pisos hasta la planta baja. Si descubro quién dañó los ascensores haré que lo despidan. Abrió la puerta para dirigirse a las escaleras, al estar allí escuchó dos voces en la parte superior de la azotea, alguien estaba gimiendo. Sigilosamente dirigió sus pasos al origen de aquellos ruidos y ¡oh sorpresa!, Francisca divirtiéndose con su jefe, el doctor Flores. Él la tenía contra la pared y ella parecía disfrutar el momento. Ignacio no supo si irrumpir en la escena e insultarla o tirarse por el barandal de las escaleras, así llegaría más rápido hasta el lobby del edificio. Sigilosamente, se quitó los zapatos, al bajar por las escaleras, sintió deseos de explotar. Los jefes siempre ganan, pensó. Adiós planes con Francisca. La muy puta, me leyó la mente con respecto a lo de utilizar mejor su cuerpo. ¡Debe ser eso! Ya en el lobby se calzó, se despidió del guardia y fue en dirección de su auto. Aún el sol no se había ocultado, era tarde pero había algo de luz en su sendero, no estaba perdido. No del todo. (III) Todo está en silencio, se habrán ido o seguirán esperando que me quede dormido para acabar conmigo, no lo lograrán. Ese maldito de Flores tiene los días contados en el banco, es un inepto, si mi hijo estuviera a mi lado nada de esto habría pasado. Pero no presté atención a las advertencias que él me hizo. No debí manejar esa noche, soy el único responsable por haberlo matado y por quedar postrado en esta silla de ruedas a merced de aquellos bribones. Don Soto ha abandonado la pose eterna frente al ventanal, los pájaros han dejado de trinar, las hojas caen anunciando el otoño con el crujir de su llegada al piso. Espera impaciente que la puerta se abra para acabar con la incertidumbre que le produce el no controlar las acciones de su propia vida, es el precio a pagar por haberse comportado como un déspota. El rifle está cargado, hay suficientes balas para todos. Su mente ya no lo proyecta a los campos llenos de flores frescas que recorría en su niñez cuando aún no conocía el sabor del dinero y los sinsabores de la ambición. El silencio lo perturba, presiente que sus días están contados. La mucama y el muchacho del servicio a domicilio son ajenos a lo que está ocurriendo al interior de la habitación de don Soto, hasta que escuchan un ruido seco, y un lamento. Parece que el viejo se ha caído de la silla de ruedas, comenta la mucama, solicitando la ayuda del muchacho. Don Soto, en el interior de la habitación, se lamenta por lo sucedido pero lamenta más la suerte del desgraciado que se atreviese a entrar en su habitación. De pronto, el manillar de la puerta gira, don Soto toma su rifle y se dispone a fusilar al primero que irrumpiera en la habitación. La mucama desconoce las intenciones del viejo y es la primera en entrar. Una ráfaga se dispara de improvisto, ella cae rendida en el suelo, la ha matado de un solo disparo. Don Soto se siente feliz por haber recuperado el control. El muchacho del restaurante observa atónito y desconcertado lo ocurrido, sin moverse del lugar para no ser visto por el viejo francotirador. (I) Eran como las seis de la mañana cuando Ignacio llegó a su casa, depositó su maleta en el césped, crecido y ligeramente mojado. Sin hacer ruido abrió la puerta principal, sus padres aún dormían profundamente, dirigió sus pasos hacia la habitación en donde ellos reposaban plácidamente, los observó por un momento sin hacer el mínimo ruido, luego caminó hasta la cocina, abrió uno de los cajones y tomó un cuchillo corto, se le vinieron a la memoria las manos ágiles del maestro zapatero sujetando un cuchillo de similares características y el rostro frío y lúgubre de su padre aquella lejana tarde. Caminó en dirección a la habitación que con tanto esmero preparó para Laura, la había pintado y decorado con figuras de animales sonreídos, con muñecos de felpa con los que luego, seguramente, ella jugaría. Las paredes las pintó de celeste, su color preferido. La niña aún dormía, parecía disfrutar de un sueño placentero y acogedor. Ignacio tomó una silla y contempló a la niña por un momento, se parece a Celeste. Se levantó muy pausadamente, las gotas de sudor caían por su frente estilando su camiseta blanca. Sus ojos sanguinolentos, producto de la cocaína, se reflejaron en la hoja del cuchillo, por un momento desconoció aquel rostro, le pareció haber visto el rostro de su padre el día donde su inocencia murió. Desconcertado, elevó el cuchillo por encima de su cabeza y se preparó a dar fin al tormento que lo acongojaba desde que conoció la noticia de la pérdida de Celeste. No hay futuro para los dos, tarde o temprano esto iba a suceder, pensaba justificando sus acciones y la decisión irrevocable que había tomado. Laura se mostraba imperturbable hasta que una gota de sudor del rostro de Ignacio cayó besando su pequeña frente, despertándola. Pero antes que Laura arrancase en llanto, Ignacio aceleró su mano en dirección a la pequeña niña, atinando un golpe efectivo y mortal. Puedo hacerlo, pensaba Ignacio mientras guardaba el cuchillo en el fondo de su maleta. Tengo la seguridad de que este día será un misterio, incluso para mí. (II) La decepción del pequeño Santiago fue interrumpida por las sirenas de los carros de policía, se dirigían rumbo a la casa del viejo Soto. Seguro murió el viejo, pensó Santiago, es lo mejor para todos, excepto para mí que me veré obligado a soportar al pedante de Flores como máximo directivo del banco. Vaya suerte he tenido este día. Santiago nunca fue adepto a las aglomeraciones, lo único que esperan es el chisme. No tuvo ganas de saber lo sucedido en la casa del viejo, aprovechó el camino libre de tráfico vehicular y puso en marcha su auto. Manejó rumbo a casa de sus padres, algún día no muy lejano será suya, por ser hijo único. Aún aturdido por lo acontecido, pensó deshacerse de aquellos sentimientos torpes que sentía por Francisca llamando a algún amigo para tomar unos tragos. Tomó su celular y comenzó a buscar amigos a los cuales podría llamar para ahogar sus penas, no encontró a ninguno, pensó, a mí tampoco, nunca, nadie me llama. Encendió su auto y tomó la vía que siempre solía tomar tanto para ir al banco como para retornar del mismo, encendió la radio y escuchó una noticia perturbadora: un loco había matado a su hija recién nacida por la mañana, se trataba de Ignacio Prado, reconoció el nombre al instante, pues él mismo había hecho que lo despidieran esa misma tarde. La noticia lo impactó. Decidió apagar la radio, no estaba de humor para escuchar a algún locutor hablar sobre lo feliz y justa que es la vida. Manejaba por el carril del centro, no le gusta la velocidad, prefirió ir tranquilo. A medida que avanzaba por la carretera, las nubes que cubrían al sol se disiparon mostrando la grandiosidad de un final de tarde multicolor, para qué música, con esta sinfonía dulce es suficiente. Al llegar a casa tomaré mis cosas, saldré de allí y comenzaré a mandar en mi vida, pensó Santiago mientras los rayos de sol perforaban el parabrisas y le cacheteaban la cara despertándolo de su letargo. ** Jorge Luis Cáceres jlccaceres_quit@hotmail.com Escritor ecuatoriano (Quito, 1982). Fue escogido en abril de 2009 para el encuentro “Fiesta por el Libro: los nuevos escritores ecuatorianos”, organizado por el Ministerio de Cultura del Ecuador (http://www.ministeriodecultura.gov.ec), como uno de los veinte autores menores de 35 años con mayor proyección de su país. Es graduado en leyes por la Universidad Internacional del Ecuador (http://www.internacional.edu.ec). Ha participado en los talleres literarios de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión (http://cce.org.ec) y de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso-Ecuador, http://www.flacso.org.ec). Ha publicado los libros de cuentos Desde las sombras (Editorial El Conejo, http://www.editorialelconejo.com; Quito, 2007) y La flor del frío (El Conejo, Quito, 2009). Cuentos suyos aparecen en la antología Línea del Ecuador (Yerba Mala Cartonera, http://yerbamalacartonera.blogspot.com; Bolivia, 2009) y en publicaciones de revistas y suplementos culturales impresos y virtuales de Ecuador, Perú y Estados Unidos. Conduce el segmento cultural “El circulo imperfecto” dentro del programa de radio El Poder de Uno, que se retransmite a través de radio La Luna de Ecuador (http://www.radiolaluna.com). Mantiene una bitácora personal en http://jorgeluiscaceresa.blogspot.com. === Poemas Andrés Fernando Royer Lora ================================ *** Bruja Bruja yo a ti no te miento así me cantes un beso por mentirle a cualquiera bien sabes que esto ni tú lo explicas una llama un caldero con tu nombre aquí estamos sin quemarnos aún *** En estas ciudades Ciudad de pobres corazones. Fito Páez En ciudades tan vacías como esta lo más sensato que puedes hacer es sentarte a la orilla del asfalto y arrojar tu anzuelo por si a media tarde cae un verso un poema una mujer o un pájaro muerto *** Al dado plano Me juego las piernas a la suerte al dado plano arrojándolo a la esquina del tiempo cegado cubriéndome los ojos con mis manos trasparentes pero este es un juego tramposo un juego de románticos que sólo yo conozco me basta un dado plano con dos caras y dos piernas de una misma mujer *** ¿Qué son mis poemas? Mis poemas no son más que un conjunto de dudas y miedos que entrelazados dejan de besar a una mujer por miedo a la tímida disidencia de la sombra cuando envuelto de verdad me enamoro no son más que dolores guerras pasadas y banderas de las que me escondo porque el mundo es pequeño y yo soy de los que se encierra en un espacio en silencio para que me muerda la vampira sin dientes que me dicta y obliga a escribir la mierda de suerte que me toca cuando eres sorda conmigo en un espacio en el que no existes y me masturbo en tu nombre fuera de la errancia y la derrota y mis glorias mal logradas de los tiempos en los que después de viejo aún creo aunque me esté muriendo por ti por todas en un mundo que se rehúsa a creer en mí como humano sin palabras eso es mi poesía este maldito papel mojado en el que me duele escuchar este nombre que yo llevo ** Andrés Fernando Royer Lora dazger_warrior@hotmail.com Escritor venezolano (Maracay, 1989). Estudiante de comunicación social en la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA, http://www.uba.edu.ve). === Los ladrones de la Luna María Celeste Vargas Martínez ============ (Nota del editor: con este relato termina la trilogía que la autora ha dedicado a los niños, y que ha sido publicada en su totalidad en Letralia. Los otros dos textos que la conforman son “Alimentando a El Viento”, que apareció en nuestra edición 157 [http://www.letralia.com/157/letras04.htm], el 5 de febrero de 2007, y “Felipe y el gato... contra el perro”, publicado en nuestra edición 214 [http://www.letralia.com/214/letras16.htm] el pasado 20 de julio de 2009). Ese día había sido muy agitado: Luna y Felipe jugaban a las escondidillas en la cocina; de pronto, el gato trató de esconderse, saltó sobre la mesa, sus uñas se atoraron en el mantel y una botella de aceite cayó sobre él, seguida de varias ollas y trastos. Luna maulló por el susto y Lola y Octavio llegaron aprisa cuando escucharon el ruido. Encontraron a Luna debajo de una olla todo embadurnado de aceite. Felipe corrió a ver qué le había pasado a su amigo y cuando vio su pelo graso lo reprendió fuertemente... ahora tenía que bañarlo. Lola calentó un poco de agua y la colocó en una charola en el baño, donde Felipe pasó más de una hora quitándole la grasa al pequeño gato. Cuando hubo terminado, peinó delicadamente el pelo de Luna. Por la noche, los dos subieron a su casa, después de cenar un par de galletas con leche tibia y un poco de fruta... porque, si no lo sabían, Felipe había enseñado a Luna a comer fruta y algo más. Y la que más le gustaba era la papaya y los cacahuates, los cuales pelaba muy bien con sus pequeños dientes. Cuando los dos llegaron a su habitación, Felipe se vistió con su coqueta pijama de círculos azules y se dispuso a ir a la cama. Acomodó su almohada y cuando colocó su cabeza sobre ella lanzó un grito: “¡Aaaaay!”. Luna llegó hasta la cama de Felipe y éste le señaló con el dedo índice el techo. Luna abrió muy grandes los ojos y se quedó sorprendido. Felipe se acercó a él y le dijo: “Sí, amigo... alguien se ha robado la Luna”. Todas las noches Felipe veía, por el agujero que tenía el techo, a una Luna blanca y enorme que lo invitaba a dormir. Pero esa noche no pudo observar nada... el cielo era totalmente negro. Apresurados, Luna y Felipe se encaminaron a la habitación de Octavio. Lo encontraron leyendo y le explicaron lo que había pasado. —Es imposible que alguien se robe la Luna, seguramente, esta noche está en otra posición y por eso no la puedes ver, Felipe —aclaró Octavio tratando de calmar al pequeño hombrecito. —¡Por supuesto que no! —dijo enojado Felipe—. Te digo que la Luna no está y tampoco hay estrellas. Deberías salir al patio a inspeccionar, no es posible que alguien se robe así como así la Luna y nadie haga nada. —Felipe, ya es tarde, hace frío y mañana debo salir muy temprano a trabajar. Qué te parece si a mi regreso averiguo qué pasó con la Luna —agregó Octavio y, al hacerlo, dejó su libro sobre el buró, se envolvió en las cobijas y comenzó a roncar. Cuando Felipe conoció a Octavio le sorprendió que éste durmiera tan rápido, pues más tardaba en poner la cabeza sobre la almohada que en quedarse dormido: “No puedo creer que alguien se duerma tan rápido”, decía siempre Felipe. Luna y él salieron molestos de la habitación y subieron a su casa, pero antes de llegar a ésta vieron correr frente a ellos un par de ratones que llevaban algo entre los dientes. —Ellos son los ladrones. Debemos atraparlos —gritó Felipe. Los dos comenzaron a correr tras los ratones, quienes se metieron en un pequeño hoyo en el cual ni Felipe ni Luna podían entrar. Felipe corrió a su casa y trajo un largo trozo de madera que Octavio le había regalado para que se hiciera un par de sillas. Le hizo señas a Luna para que se colocara cerca de la entrada del hoyo e introdujo en ella la madera. Un fuerte chillido se dejó escuchar e inmediatamente los dos ratones salieron de su guarida. Luna logró atrapar a uno por la cola y Felipe se lanzó sobre el otro. Los aprisionaron fuerte con sus manos y patas, y se dispusieron a no soltarlos. —Nosotros no les hemos hecho nada... ¿Por qué no nos dejan en paz? —gritó uno de los ratones. —Los dejaremos cuando regresen a la Luna a su lugar... ¡Ladrones! —dijo Felipe. Entonces los dos ratones comenzaron a reírse fuertemente. Luna y Felipe los soltaron y observaron cómo se retorcían en el piso de tanto reír. “¡Ja, ja, ja, jamás habíamos escuchado algo tan tonto!”, señaló uno de los ratones. “¿Cómo alguien podría robarse la Luna?”, preguntó el otro. Felipe les hizo saber que la Luna no estaba en su lugar, ni las estrellas, y el cielo era tan negro que no se veía nada. Entonces, los cuatro se encaminaron a la casa de Felipe. —Verán cómo la Luna no está y ustedes debieron robarla. He escuchado a Lola y a Octavio decir que los ratones se roban todo cuanto encuentran a su paso —les hizo saber Felipe. —Quizá nos llevamos algunas cosas que a los humanos ya no les sirven, pero jamás robaríamos la Luna... ¿Cómo podríamos hacerlo si somos tan pequeños? —dijo uno de los ratones. Al entrar a casa de Felipe, éste les señaló el lugar donde antes se veía la Luna. Los dos ratones se observaron y uno de ellos comenzó a trepar por la pared hasta llegar al techo. Después de un momento empezó a morder y morder, y poco a poco una luz tenue se coló por el agujero. Entonces Felipe pudo ver la Luna, redonda y brillante en el cielo, acompañada de algunas relucientes estrellas. El ratón bajó del techo. —Creo que el viento arrastró basura y ésta tapó el agujero del techo. Ahora puedes ver cómo nosotros no nos robamos a la Luna —dijo muy serio el ratón. Felipe agradeció a los ratones, quienes apresurados se marcharon para seguir hurgando en los rincones, por si los humanos habían dejado algo olvidado. Felipe y Luna se fueron a la cama y durmieron tranquilos al observar a la Luna sonriente y las estrellas bailando cerca de ella. ** María Celeste Vargas Martínez tete_c27@yahoo.com.mx Escritora y periodista mexicana (México, DF, 1976). Es licenciada en periodismo y comunicación colectiva por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx), Campus Acatlán. Actualmente es especialista en estudios sobre animación. Tiene inéditos los libros Animando un siglo... Historia mundial del dibujo animado y Hecho en México, historia de la animación mexicana. Ha impartido conferencias sobre animación, cómic y literatura en diversas universidades. Textos suyos han sido publicados en Ciberayllu (http://www.ciberayllu.org), Ariadna (http://www.ariadna-rc.com), Destiempos (http://www.destiempos.com), Remolinos (http://es.geocities.com/revista_remolinos) y Caminos Abiertos (http://www.revistacaminosabiertos.blogspot.com), así como en la revista Visión Universitaria (México, 2006), entre otras. === Poemas Carmen Castejón Cabeceira ================================= *** Atardece el deseo sin disciplina alguna. Leyendo, nos miramos. Es inútil pensar, un día mas que pasa. Tu imagen se sacude. Si es preciso te sueño, pero quiero tocarte suavemente, sin signos, conectarme a tu boca. Me caeré en los vanos como en la orilla misma de tu nombre sin tierra, todo por la bravura que llevo entre volantes. Si no existe tu piel se tapa mi esperanza de no acordar morir. La brisa, el sol, las nubes, serán como sentencias Me derrota el vacío. Quisiera renombrarte en sentido del viento y sacarte de ahí, del soporte virtual. No importa que no entiendas, Yo tampoco lo entiendo. Pero sé que este sábado cenaremos congoja delante de las cámaras. *** Declaración patética Estoy sola y te nombro. Mis voces se derrumban por desgaste de sílabas, en un pliego cercano renacentista en fusas, donde a veces me evito. No te vivo distante. ¿Para qué el eufemismo? No hay combate capaz de lograr el triunfo con visibles mayúsculas, que me ofrece tu acceso. No sé cómo decirte que este impulso poético —grítalo como quieras— sin pretensión reglada, rubrica mis deseos de recordarte siempre. No quiero preguntarme sobre el viento que llega, si su sabor a triste es que no te retornas esta noche de celos, de extrañeza sensible. Frecuento la lumbrera donde hay un drama trágico: tu rostro consagrado en el cristal que aguarda, pues no amanece dentro. Tan lejos y tan nunca. Y tan tal vez mañana abrazando diptongos. Mordiéndome los labios rielará tu hierba, descendida en el lecho, en el cual yazgo amante. Te amo, sí. Una confirmación del color que dudabas. Una musculatura, toda tracción en fuste. Ahora hay unos brazos sabedores de tiempo. Te amo, es mi deber después de molestarte con estos sinvivires. Sólo espero que vuelvas, para poder creérmelo y ser toda saliva. No sabes que navego sofocando gaviotas en mis lindes oscuros. Las sábanas inquietas no concilian el sueño por exceso de acoso. Desde que tú te has ido Ya no espero estaciones. ¿Qué me importa la lluvia, o las flores cambiantes, si ya no tengo tiempos? Te has comido mis horas. Este ser vertebrado no sabía de amores, ni del riesgo de olerte. Y ahora padeciendo de ruptura lingüística, me muero por usarte atormentada en piel. Vuelve para mis hambres, para mis ojos, para mis manos, para mi boca, Vuelve porque me sufre, el espacio de cuerpo la embocadura misma, que sólo abrigas tú. *** El sueño de Tagore Desde el cerco de tu sueño, todavía no debes renunciar aunque se oponga el otoño. Si el óxido enmohece la esperanza y la raíz que puja, es más fuerte la luz que el témpano de hielo del exterminio. Si una mano invisible tentara con la suerte de las Fetales estrellas, que por la hierba reptan desde abril, nos queda remontar todos los ríos. Cuando más adelante, tu silencio madrugue y se anticipe a mi beso: habrá una primavera. Desde la misma tierra bastaría una flor sometida a la página de un libro de Bukowski, para reconocer la caricia más íntima del agua. Los secretos lascivos que también contribuyen al amor. Sin ti no tengo nada. Ni siquiera ese pétalo que duerme. No podré alcanzar los cursos más altos si te rindes y mi rabo de nube se romperá en tu esquela. Sin ti no tengo nada. Quimeras abolidas, razones de jardines en clausura, mogollones de “kleenex”. ¿Qué voy a hacer ahora, si el óxido enmohece la esperanza? Es más fuerte la luz, más constante el querer que el odio emancipado. Se reduce a papel la primavera, pero llega el poema que me ayuda a derretir la cera de cuartilla. No, sin ti no tengo nada. Pero no dejaré que te anegue la niebla. Recurriré al “Bizarro” de Lisboa, y al fado de Coimbra que canta con la piedra bajo el musgo. Recogeré las conchas de Carril para reconstruir tu pecho herido, el que quiere rendirse de cada risa tuya de cada beso tuyo, y de cada más allá que te compete. Quiero decirte que estoy, y que no me perdí. Con toda mi resistencia me devuelvo a tu amor, al último reducto sin mentiras extrañas, en donde no molesto cuando escribo que no ha de ser posible tu derrota. ** Carmen Castejón Cabeceira ccastejonc@hotmail.com Escritora española (Pontevedra, Galicia, 1964). Escribe en castellano y gallego. Cursó estudios de música. Ha publicado Poesía hacia la luz (Ediciones Cardeñoso/Cuencos Literarios, 1993) y Latidos tras las rejas (Ediciones Cardeñoso/Cuencos Literarios, 1994). Textos suyos han sido incluidos en la antología Tejedores de palabras (Asociación Prometeo, 2005), en varios anuarios del Instituto de Estudios Valdeorreses (http://www.ievaldeorreses.es) y en varios números de la revista Tribuna de la Cultura, de Ediciones Cardeñoso. Ha prestado su colaboración a medios de comunicación y organizado el Departamento de Prensa, así como asesorado en la redacción de la revista Auca (Alicante). Ha sido delegada de la Asociación de Escritores y Artistas Españoles (AEAE, http://www.aeae.es) en Alicante para la Comunidad Valenciana. Ha participado en seminarios y talleres. Cursó estudios de filología hispánica en la Universidad Nacional de Educación a Distancia (Uned, http://www.uned.es) y de creación poética en la Universidad de Alicante (http://www.ua.es). Ha ofrecido recitales en auditorios y teatros. Ex funcionaria de profesión, actualmente dirige el primer canal de televisión online dedicado a la poesía, PoesíaTV (http://worldtv.com/poesiatv). Recibió el tercer premio en el certamen “Mulleres do noso tempo” del Ayuntamiento de Cee (http://www.concellocee.es; A Coruña, 2008). Mantiene una página personal en http://www.artepoetica.net/Carmen_Castejon.htm. === Tres son multitud (trilogía de sentimientos) ========================== === Tamara Eléa Tonetti Buono ============================================= I. The Cut —¿No vas a decir nada? —pregunta. De repente, todo en la habitación quedó paralizado, incluso mi propio cuerpo reaccionaba lentamente. Apenas era consciente de que estaba respirando: el tiempo dejó de existir alrededor. Estaba sentado encima de ella, cara a cara, mis brazos apoyados en sus hombros, acariciándole la nuca con mis manos. Mi cerebro procesaba las imágenes a cámara lenta. Podía ver cómo sus labios se movían lentamente mientras hablaba, mas el sonido parecía estar a años luz de mis oídos. La conciencia volvió de golpe, con la dureza de un muro contra el que acabas de dejarte media cara ensangrentada después de colisionar a alta velocidad. —¿Qué quieres que diga? ¿Qué esperabas? ¿Qué me echara a llorar? —le respondí con voz átona. —Te lo estás tomando demasiado bien —insiste—. En serio, pienso que es mejor que dejemos de vernos como ahora. —Vale. Con la conciencia a años luz de distancia aún, alejándose cada vez más en el espacio, “vale” fue la única respuesta que acerté a pronunciar. Tan breve y estúpida, tan conformista. ¿Qué esperaba que dijera? ¿Qué quería que hiciera? ¿Tendría que haber preguntado algo? ¿Había hecho algo mal? ¿Había algo que la llevara a recapacitar? Ella me mira con incredulidad, como si la simpleza de mi respuesta escondiera alguna trampa. Espera en resignado silencio que explote en un ataque de ira, de pena, de algo que demuestre algún tipo de emoción. No es capaz de comprender que no puedo expresar emoción alguna porque estoy muerto. Porque no siento. Porque me alieno. Simplemente admito lo inevitable de la derrota como el árbol sabe que va a ser consumido de inmediato por un fuego cruel y abrasador. No siento nada. No soy capaz de sentir nada. No soy capaz de demostrar nada. Sus ojos oscuros siguen clavados en la estúpida sonrisa que aparece en esa máscara que es ahora mi rostro. Está esperando que la despiece con preguntas que está dispuesta a justificar, con el guión tejido previamente en su cabeza. Anhela que la interrogue: “¿Hay otro hombre? ¿Me has puesto los cuernos? ¿Ya no me quieres?”. Después de todo lo que me he arrastrado, de todo a lo que he renunciado, de todo lo que he hecho, y a pesar de que pensé que carecía de ella, sobrevive un resquicio de dignidad. No cambiaría nada que le pregunte. No quiero saber si otras manos acariciaron los pechos a los que sólo yo tenía derecho tocar, ni si besaron sus labios, o acariciaron su cuerpo, ni susurraron nada a su oído. No quiero traicionar con preguntas la confianza que deposité en ella, porque, a fin de cuentas, haya alguien más o no, nada cambia. Así que simplemente sonrío, y le respondo: “Está bien, no pasa nada”. No está convencida. Escruta mi mirada. —Ya sabías que no era nada serio, y que tarde o temprano iba a acabar. Yo me agobio rápido, por eso sigo sola. Ya sabes. —Me parece bien, no te preocupes —insisto. Y sin embargo, yo la miro, ansiando poseerla, recorrerla con mis manos, oler su pelo, morder su cuello una vez más. Ella accede a un último polvo después de “La Charla”. No ve nada de malo y acabamos en la cama. Nos reímos, como hacía tiempo que no hacíamos. Charlamos y me fumo un cigarrillo. Me visto. Nos despedimos. “¿Nos vemos luego?”, pregunta ella. Es la fase “podemos seguir siendo amigos”. Y yo respondo: “Claro”. Porque ella necesita oírlo, para sentirse mejor. Porque yo necesito decirlo, para creer. Así que pronuncio esas cinco letras baratas, y esbozo otra sonrisa con seguridad, mientras cierro la puerta tras de mí. Al alejarme me doy cuenta de que olvidé el mechero en su mesita. Vaya mierda, tendré que recordarle que me lo alcance alguna vez. Sigo caminando, un paso tras otro, cojo el teléfono, llamo a los amigos. No quiero hablar de esto con nadie, pero me apetece estar acompañado. No quiero quedarme solo y reconocer que la quería. No quiero dejar fluir esa tristeza que ya aflora. No quiero correr tras ella suplicando, porque soy fuerte, y lo sé... Aunque la sangre ya no me corra por las venas. II. Se me olvida El sonido de tu voz por la mañana. Por la tarde. Por la noche. El sonido de tu risa, y el pliegue de la comisura de tus labios al reír. El brillo de tus ojos, y el guiño pícaro que acude raudo, como si siempre [estuviera preparado en la recámara. Me descubro elucubrando en la oficina, mientras las horas pasan, el sol se [apaga y cae la noche. Y vuelvo a casa, caminando a veces, otras en bus, o tal vez en taxi, con la [premura de llegar veloz y sin motivo: pues la casa está tan vacía [como ayer. Como lo estará mañana... Y sin embargo, no puedo evitarlo. Envenenas mis noches, porque de tarde inoculas lentamente tu toxina en mi [interior, inconscientemente —o no—, y tras el ocaso, pienso hasta que el cansancio me derrota. Duermo, y si tengo suerte, sueño. Y nuevamente, me despierto: es otro día... Y se me olvida... El sonido de tu voz por la mañana... Y desespero. III. Anhedonia Si no lo dices, si no lo piensas, no existe. Y porque no existe, no duele, te convences. Te permites el lujo de seguir caminando por los mismos lugares, como siempre, como cada día, como hiciste ayer y como harás mañana, con algo guardado en lo más hondo de tu corazón. Tan profundo está escondido que no alcanzas siquiera a percibirlo. O tal vez no lo percibes porque careces del valor de clavar los ojos en esa profunda oscuridad. No late, no hace ruido, ni siquiera transmite su calor. Está muerto a todas luces. No obstante, no fue ayer: fue hace mucho. Tantos años que ya no te perturba. Tanto que ni siquiera en tu memoria permanece el recuerdo del último día que algo te atravesó. Por eso, caminas sin sentir nada, olvidando los hechos y olvidando las palabras, pensando que eres fuerte y que nada ha sucedido, que despertarás mañana al nuevo día sin llorar. Porque eres fuerte, te convences, y ya no lloras... Si no lloras sea tal vez porque no tengas más lágrimas que derramar. Y en cada paso algo se hunde, en cada paso algo se aleja. Te congratulas sin afrontar que no es el ánimo lo que te empuja, sino que te estás consumiendo hasta la médula. Mutilaste todos tus nervios uno a uno. No te queda corazón para sentir. ** Tamara Eléa Tonetti Buono ysondra@gmail.com Escritora uruguaya (Montevideo, 1978). Es asistente de dirección. Su producción permanece mayoritariamente inédita. === Poemas Hernando Guerra Tovar ===================================== *** Memoria A mi madre Bajo tanta lluvia de Dios te recuerdo camino de la aldea, llevando de la mano un niño asombrado, tu rostro sereno, tu sonrisa; mientras el río se inflama, ruge; crece arrastrando a su paso la tarde que se desploma entera, el viento, la montaña, la aldea toda. Memoria erguida en una bella garza. *** Puente Para alcanzar la otra orilla del sueño, es preciso tender un puente de metales y brebajes, sobre el vacío tembloroso de la noche, dispuesto a resistir el peso de las huellas, que pueda mantener el equilibrio de la memoria, capaz de esquivar la bruma de los abismos. Es necesario atizar el fuego, afilar los cuchillos, atrapar el grito con las manos desnudas. Para alcanzar la otra orilla del sueño, pesadilla del sol, es prudente tender un puente de hechizos y milagros, ignorar la llave, el hilo extraviado en el ojo de la aguja, aceptar en silencio el asombro y el arcano. Es ahora que despierta la vigilia. *** Pescador A Jaime Guerra Teje la red para atrapar el sueño de fique y bruma en tardes de verano La extiende sobre la noche del río al amparo de la luna luego de espantar a la bruja que le borra los pasos que le esconde el camino Después de conjurar el bosque claroscuro universo de señales aleteos extraña música de vuelos alaridos Teje la red para atrapar el sueño La arroja sobre el cuerpo de la madre del agua la bella mujer que lo lleva hasta el fondo a su cueva de encanto y entre piedras que brillan lo ama en silencio con su cuerpo de pez *** La mirada Por la ventana de la noche larga como el recuerdo asoma la mirada busca un bosque, un río aguas tranquilas donde se mece el viento de la infancia busca un camino perdido en la montaña, la aldea rostros ausentes en la sombra Por la ventana de la noche en la hora que envejece pregunta una luz, y una luz se anuncia en la distancia es la casa donde el fuego se enciende para abrigar el sueño y ahuyentar los fantasmas es la casa en que la madre teje los vestidos del viento mientras canta en voz alta la canción del silencio casa vegetal donde un niño asombrado abre la ventana la noche *** Anticuario A Jorge Eliécer Pardo, Fanny Vélez, Nicolás Carvajal y Federico Cóndor El tiempo resbala, escapa por entre los curtidos dedos del anticuario Él precisa la edad de los objetos tasa el polvo que cubre su existencia Risa y llanto de lejanos dueños habitan este mueble tenue luz de hogar se agita en esa lámpara imagen de la niña que fue en el espejo El piano recorre, discurre por notas de Chopin o de Beethoven y la tienda se puebla de ausentes Hay un lugar dispuesto para todos en el comedor de cedro donde cenaron los héroes antes y después de las batallas Hálito de vida en cada cosa respiración, vaho, latido desfile de siluetas invisibles siglos que observan en la sombra Un concierto de voces y murmullos asalta cada noche la tienda del anticuario El precisa la edad de los objetos mide la herrumbre que calla su silencio Allí los estribos con aire de galope los floreros de Cupido o de Llorente la máquina en que el poeta escribiera nocturnos memorables los jarrones de plata, los pebeteros los candelabros La silla de Van Gogh que contiene el mundo El tiempo resbala, escapa por entre los curtidos dedos del anticuario Candil que alumbra los rincones de la infancia ¿dónde el baúl en que abuela atesoró sus más íntimos recuerdos? *** Viaje 1. Bruma cubre las notas del paisaje que avanza por música de predios y parajes entre las estaciones del sueño. Caminos se alargan, se pierden en llanuras humeantes. Pasan mujeres con pesadas cargas. Hombres ciegos se inclinan, recogen semillas que lanzan al viento. Como el arcano cero, mi maleta cuelga del extremo de una vara, por estos lugares de pantano que arde. ¿A dónde va el camino en la oscuridad ceñida, acaso hay camino o sólo es la huella bajo el cieno? Como el arcano cero mi destino es incierto. Tal vez al final, en medio de todos los escombros, antes de huir, el oráculo pronuncie la respuesta, y el bosque guarde el eco, el secreto intacto, entre hojas y alas verdes. Ojalá entonces la bruja haya conjurado el sortilegio del agua en el lago, donde bestias primigenias observan, vigilan. 2. Un ave escapa, huye de la sombra, sus plumas se encienden en el vuelo, iluminan la distancia. El que busca la verdad en el despojo, hurga la basura, remueve los escombros, viaja en la fuga de sus alas. Allá la meta entre el ruido de los sueños que se angostan. Itinerario de la hora, nada alcanza, nada satisface la conquista. Acaso el cielo oculte la mirada a nuestros pasos desteñidos como vestigio, a la nube por donde asoma el rostro de Dios. Tal vez el índice que señala la partida o la llegada es la verdad que se cuece al calor de su retiro. Ocultamiento de los Hados, ¿quién camina en sigilo por la noche descalza? ¿Quién vigila la puerta que se abre al encanto de encajes de visos y matices; acaso el guardián de lo sagrado, del misterio que guarece en el postigo, o del polvo que se cuela por las hendijas del verbo? 3. Arañas ascienden las lisas paredes del abismo. Serpientes aladas persiguen la huella. Alguien grita mi nombre, intenta detenerme, atraparme en sus membranas frías y viscosas, en su reino de miedo: entidad de oro y verbo, de carne y espejismo, de fuego y viento. Vengo del lejano interior. Precipicio sin fondo, hondo silencio. ¿Para qué la luz si contiene la sombra? ¿De qué sirve la piel si el alma se lastima? ¿A dónde los sueños que la vigilia espanta? ¿Quién mueve los hilos de este juego, laberinto donde se pierde el frío con su antorcha de abrigo apagada, albedrío o destino, pecado o inconsciencia? 4. Vengo del lejano interior. Vengo, o voy. *** Monólogo del pájaro En este árbol construiré mi casa lejos del ruido que apaga la aurora Más allá del polvo que cubre las alas sepulta los sueños ahoga el silencio En este árbol construiré mi casa lejos de la esquina azarosa donde la noche tiembla Nido de verano sobre este árbol en que retoza el viento y el paisaje cuelga racimos de distancia Casa y canto en este árbol lejos de la calle más allá de la esquina donde la huella gime el vuelo sangra *** Grito Madera dentro, en la entraña, aún el grito. Ignora el carpintero la savia derramada, el llanto contenido, el dolor en cada rama, todo lo que cuesta al árbol la felicidad del hombre. ¿Sabe acaso el carpintero que la escalera lleva un gemido por peldaño, que para ascender al cielo es necesario un crimen? Pobres de nosotros que descansamos en cómodos cadáveres. Pobres de nosotros: en cada verso la sombra fallecida, cada libro un funeral. *** Fuga Aquí la meta es partir. G. Ungaretti Nubes diluidas viento que pasa ya el horizonte no es el punto azul la línea que enmarca la distancia: es aquí y ahora flor en celo colibrí palpitando Nubes desleídas niebla que se marcha tras de un puerto puerta que se abre para que salgan los adioses entre el silencio ya el horizonte no es advenimiento: es partida camino que se aleja huella que huye *** Albedrío A Mauricio Contreras Hernández De los escombros elige el que te guste. Hay azules cielo despejado, para aquellos que sueñan paraísos, donde la luz no alcanza. Hay verdes, como el vientre del bosque, colmados de hojas y de alas. Los hay rojos como la sangre que se vierte en cada guerra, en todo vino. De los escombros elige el que te guste. Hay variedad de grises olor a bruma. El negro escondido en algún lugar de la tiniebla. El blanco páramo. El que inventa el calor de la canícula. Puedes llevar los colores del sol y de la flor, acaso el lila, el magenta, el rosa. Puedes llevar los colores de la luna y la semilla, los oscuros colores de la tierra. Puedes llevar el amarillo dorado, como el alba o la tarde, como fruto maduro, como ese viento que danza en los trigales. De los escombros elige el que te guste. Sólo tú sabes el color de tu miseria. ** Hernando Guerra Tovar heguetor@yahoo.es Poeta y ensayista colombiano (Armero, Guayabal, 1954). Es abogado. Fue presidente por varios años de una organización de trabajadores del sector financiero. Es autor de los poemarios Pájaro azul (Linotipia Bolívar, http://www.elb.com.co; 1994), La noche del árbol (Sociedad de la Imaginación, 1998), Ciega luz (Común Presencia, http://comunpresencia.blogspot.com; 2004) y Sombra embestida (Común Presencia, 2007). Hace parte de la Colección Internacional Los Conjurados, de Común Presencia Editores, de la muestra Siglo XXI de Poesía en Español y de la Muestra Arquetípica de Poesía en Español (http://www.prometeodigital.org/MUESTRA_ARQUETIPICO.htm) de la Asociación Prometeo de Poesía de Madrid (http://www.prometeodigital.org). Aparece en varias antologías y su poesía se publica en periódicos y revistas de Colombia e Hispanoamérica. Es colaborador de la revista de literatura La Pájara Pinta (http://www.prometeodigital.org/pajara.htm), de España. Mantiene una bitácora literaria en http://hernandoguerratovar.blogspot.com. === Sobre el ser y la bebida Francisco Javier Flores Rodríguez ======= ¿Qué es real, pregunto, si estando bebido creo mi propia alteridad, un mundo dentro del mundo que niega lo existente? Me declaro culpable de sentir una pasión desenfrenada por la bebida. No sufro de timidez temporal para satisfacer mi vicio; y cualquier día es una oportunidad para hundirme sin remedio en el alcohol, despojado de falsas reprimendas a las que muchos temen ser sometidos por los abstemios ignorantes. Porque sé que son masas de almas, en este triste mundo solitario, quienes adoran la bebida, pero temen al castigo inflexible de la lengua, de aquellos que ignoran los misterios divinos que encierra el absorber desaforadamente una botella del indomable ron, o sorber con mesura del refinado whisky, para luego sentir, paulatinamente, la vertiginosa caída hasta la inconsciencia. Pobres seres los que se pierden el deleitar la cerveza, una tras otra, ella nos atiborra del inmenso poder efervescente que produce en nuestro organismo y poco a poco va relajando nuestros sentidos. —¡Vas a morir un día de estos, muchacho!, ¡y todo por el maldito licor! Día tras día escucho estas tediosas palabras por parte de mi madre. Yo nada le contesto y me escudo en una absoluta indiferencia porque a ella le debo el respeto suficiente para no tratar de explicarle por qué es una pobre ignorante, y hacerle ver que la bebida te produce un dolor fascinante preferible al hastío de la sobriedad en que ella vive. Tampoco le digo que yo ya estoy muerto, sólo vivo para el licor y él vive para mí, ambos nos sumergimos en un retozo absurdo con la existencia. Pero luego, llega la acostumbrada pregunta de mi madre, después de que su ánimo se ha sosegado y lo peor de la reprensión moral ha pasado... —¡Hijo mío!, yo te quiero mucho pero no puedo seguir viéndote así, eres joven e inteligente. ¿Por qué bebes tanto? Un silencio se deja escuchar una vez que mi inocente progenitora me dice esto. Yo me retiro de su presencia y ella se queda inconsolablemente resignada a no saber por qué me entrego ciegamente a la bebida. Me aíslo en la serenidad sepulcral de mi cuarto. Pero la interrogante hecha por mi madre sigue dándole vueltas a mi cabeza. Me aturde el intelecto y no me deja pasar tranquilo el trago amargo que me toca vivir, en mis breves momentos de sobriedad, por las fuertes dosis de alcohol ingeridas. Finalmente, cedo al acoso de mi consciencia y comienzo a buscar la razón por la cual la ebriedad es mi estado natural. Sabiendo que terminaré en una aguda depresión que conllevará a enredarme en las redes de la ginebra, para aliviar beodo las penas que debilitan mi voluntad, o recurriré al auxilio del cristal líquido que conocen por vodka, para refugiarme en su pureza intoxicante y denunciarle el daño que la razón le está haciendo a mi consciencia. ¡Allí está!, ya sé por qué bebo. Pero no es una razón, sino una multitud avasallante de argumentos implacables para respirar alcohol en vez de oxígeno. Mi mente comienza a expulsar ideas que quisiera expresar a mi madre para justificar mi actitud, pero sé que sólo contribuirá a empeorar su preocupación, no entenderá, porque únicamente la bebida me entiende. Para mí beber es sumirse en un estadio de ficción donde la temporalidad y el absurdo mundo que me rodean se desmarcan de la realidad, y todo se reduce a la falsa pero verdadera delicia del líquido etílico. Por eso bebo, porque soy y no soy lo que quisiera ser. Bebo para que mi silencio sea oído y para que el licor alumbre efímeramente mi obscuro interior sobresaturado de dolores; y la alegría muerta reviva en fragmentos de tiempo contables e incontables a la vez; y que la bebida piense y viva por mí la felicidad que yo sobrio no puedo vivir. Bebo porque, aunque la razón se rehúse rotundamente a reconocerlo, se apasiona por el licor; y mi razón se despierta cada día destinada a imbuirse en la inevitable muerte de su endeble lógica. Ella batalla por escasos miles de segundos pero siempre es mi yo desaforado por el licor quien la asesina una y otra vez a placer. Empero, no crean que soy lo que soy cuando bebo. Yo soy lo que no soy cuando bebo, pero necesito beber para serlo. Cada instante que paso consumido en la dimensión soñada con la borrachera, esa que crea mi alter yo, me permite experimentar en otra forma de estar armoniosamente alejada de las funestas relaciones humanas que erosionan mi alma con sus podridos sentimientos. Aunque sé que lo más apocalíptico de mi vida es que bebido no puede ser mi eterno estadio “real”, y aunque exista beodo por momentos más prolongados que sobrio, no puedo negar que en el ahí de mi esencia está esa humanidad carcomida pero innegable que me compone, esperándome triunfante cuando pase del disfrutar inconsciente al sufrir consciente para atormentarme con sus trágicos silbidos carnales que me recuerdan lo que soy: un ser humano más, otro ente finito con sus penas y anhelos destrozados por la vida. Una vez dicho esto, retorno desde el plano melancólico de mis pensamientos y expiro dolor en vez de hidrógeno en la confusa realidad donde me desencuentro. Sí, ya sé por qué bebo, y por ello, en un deplorable estado anímico, pernocto yerto en mi lúgubre espacio cerrado, en las cuatro caras muertas sin rostros que envuelven la oscuridad de mis días, en lo más irreal de mi vida, la enferma sobriedad. Sólo ansío reponerme para inducirme en uno de los desinhibidos pasatiempos de la muerte. Así que, sentado en el vacío, espero que mi cuerpo retorne a la bebida; y mi alma es una llama extinta en el perpetuo invierno de mis aflicciones. ** Francisco Javier Flores Rodríguez cipijavier@hotmail.com Escritor venezolano (Maracay, 1981). Estudiante del décimo semestre (graduando en espera de título) de lengua y literatura en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL-Maracay, http://www.ipmar.upel.edu.ve). Textos suyos han sido publicados en Tecnet (http://proyectotecnet.blogspot.com). === Trazos de esgrima (extractos) Mariana Bernárdez ================== Huir es adentrarse cuando el verde inunda los ojos y los tuyos ahondan en tallo que no logro vislumbrar Sonámbula y aterida con mis sentidos hacia tu cuerpo lleno la aridez de palabras y del fulgor queda el sonido perforando mi memoria diaria Qué decirte de haber roto el ovillo o de perder el olfato o de no haber adivinado la calle donde estarías ¿Será quizá la cadencia del cuerpo lo que lleve a bailar a otros ríos quemarse en cristales cuyo estupor poco significan cuando el destino de tu rostro ilumina las ruinas? === Limpiarse los ojos con la luz que revela los actos mínimos Borrar la silueta del pie cuyo pliegue serpea el laberinto Transparentes miran sin lo vivido y lúcidos arropan lo que se ama Ojos que son árboles y no atalaya que quisieran ser otros para abrazarte pero son árboles que no saben ser aire y se empalabran al ramarse. === La inmovilidad de la voz no detiene el pensamiento Acecha y rasga la materia para hacer del verde una memoria fallida Quizá otro día Aquél donde el trino no sabía su virtud de navaja ni de la piel que en llanto arde por no mojar los brazos por no romper la brisa Atardece y no es aquel día ni la hora precisa donde tu voz decía lo que silente se mecía y la rima burda se encrespa porque se astilla el ojo y el pulso se desborda Difícil ser equilibrista entre una nube y el arrecife y qué buscar sino papeles que señalen la verdad de lo vivido la sensación del labio que se abre para sacar el alma y ofrendarla sabiendo no volverse cuando sea rayo Quedan las notas agudas el reclamo que aburre y se arrastra en cansancio Queda la rabia de entregar el tiempo y fallar la apuesta Pero qué hermoso el destello la adrenalina el azar cuando el dardo detenido en el aire todavía no condenaba ni a la vida ni a la muerte. === La moneda entre las piedras sigue ritmo líquido qué ajeno su movimiento al ondular de los dedos o al sorbo de café Los ojos en el vericueto de la redondez pierden la sensación de horizonte y traspasan el ventanal hacia la arena Nada saben de las huellas ni del olor del sol pero algo recuerdan al descifrar las señas ¿Retornar? ¿una vez andando a dónde se ha de volver? y los rostros resultan añejos y el vaho amargo incluso los montes parecen riscos ahí donde el pinar fue ruina los ojos en la piel se asombran de la tesitura quisieran ser los de otros y mirar sin el cansancio del polvo el pueblo y sus puertas correr con el centelleo titilante y tirarse al mar pero el paso se aletarga y el cuerpo se ensemilla sin saberse aún forma o fruto. === Bórrame de tus ojos que no sepas mi rostro de la multitud ni el camino de mi mano sobre tu piel Rastro en la duna los días nuestros: la palabra-luz el bien herido beso el café quemado el cine de lluvia Espacios y distancias Y aún las horas retienen tu nombre. === El tiempo se abre grieta abajo de mis pies Del antebrazo se desprenden alas que confirman el vahído profundo al caer en lo oscuro de la luz Se hace vacío la materia Grito que bordea el despeñadero de piedra Mirarte después en el margen con las cartas echadas más azar que destino cuando en la noche sólo corre el aroma de las hojas y esperar a que el sonido gobierne este no tiempo que rezuma ojos y alba No dominar la mano que tantea vuelo ni la pierna que alza los músculos al asumirse temblor en jacaranda que espiga el monte Manchas en la visión desanudando los actos fragilidad ascendente del cuerpo en la pura blancura de la luz. === Fuego rojo de canto que adentra la garganta para después soñarse instante arrancando de tu labio la sal del horizonte luego de tarde semilla silabándose en nombre. Canta pausa de antes para templarte en rayo fulgor que ilumina la arena mi mano caracol en danza y rompo las palabras hasta su nacimiento desesperación de luz que aleja mi pie del círculo donde se beben nuestros ojos y separo cada raya para hallar entre sus letras piedra en vendaval verde miel de pozo. === Borra el viento de mis ojos lávalos de su limpidez para que germinen en la añoranza tuya como tuyas son las voces que nombran mi nombre y mías las venas que prodigan tu cuerpo Nunca entendida esa masa de nervios y músculos esa traición de entraña Tanto sosiego para sólo envejecer Borra la arena los trazos de esgrima el olor de Granada el fulgor Tú sabes lo que nostalgia el Silencio. ** Mariana Bernárdez itaca_mx@yahoo.com Escritora mexicana (México, D.F., 1964). Estudió la carrera de Ciencias de la Comunicación Social en la Universidad Anáhuac (http://www.anahuac.mx). Actualmente realiza estudios de posgrado en filosofía en la misma universidad. Algunos de los suplementos y revistas con los que ha colaborado son El Semanario de Novedades, Macrópolis, Siempre, Blanco Móvil, Literal, Hojas de Sal, La Jornada Semanal (http://www.jornada.unam.mx/suplementos/semanal.php), Periódico de Poesía (http://www.periodicodepoesia.unam.mx), Pasto Verde y Casa del Tiempo (http://www.uam.mx/difusion/revista), entre otros. Ha publicado los poemarios Tiempo detenido (edición de autor, 1987), Rictus (Colección Cuadernos del Nigromante del CNCA-INBA, UAM y Juan Pablos Editor, 1990), Nostalgia de vuelo (Colección Correo Menor de la UAM-Unidad Iztapalapa, 1991), Luz derramada (La Máquina Eléctrica Editorial, 1993), Réquiem de una noche, plaqueta (Colección La Hoja Murmurante, Editorial La Tinta de Alcatraz, 1993), El agua del exilio (Colección El Ala del Tigre, Unam, 1994), Incunable (Colección Molinos de Viento, Dirección de Difusión Cultural de la UAM, 1996), Liturgia de águilas (Colección José Yurrieta Valdés, Universidad Autónoma del Estado de México y Editorial La Tinta del Alcatraz, 2000), Sombras del fuego (Colección Punto Fino, coedición del IPN, Fundación Alejo Peralta y Seesime, 2000) y Alba de danza (Colección la Otra Orilla, coedición de Enkidu Editores y Ediciones del Lirio, 2000). Textos suyos aparecen en el libro colectivo Labrar en la tinta (Latina Imprenta Editorial, 1988). Además, ha publicado los libros de ensayo María Zambrano: acercamiento a una poética de la aurora (México: Colección Alter Texto: Teoría y Crítica del Departamento de Letras de la Universidad Iberoamericana, 2004), La espesura del silencio, ganador de la convocatoria abierta en género de ensayo del Instituto Mexiquense de Cultura (2004), colección Cruce de Milenios, crónica de nuestros días (México, 2005) y Bailando en el pretil (México: Departamento de Letras de la Universidad Iberoamericana, 2007). Mantiene una página personal en http://www.marianabernardez.com. === Aproximaciones a Claudio Rodríguez y a Jorge Luis Borges ============== === Juan Alberto Campoy Cervera =========================================== *** La razón poética (homenaje a Claudio Rodríguez) —¡Claudio Rodríguez! ¡Claudio Rodríguez! ¡Usted siempre en las nubes! Aterrice de una vez. ¿No ha escuchado mi pregunta? Se lo repetiré por última vez: ¿cuáles son las propiedades de la luz? La maestra había empleado un tono de voz todavía más áspero y agresivo del habitual. El niño, encogiéndose de hombros, respondió que no lo sabía. —A ver, Antonio Romero, ¿le podría instruir a su compañero sobre las propiedades de la luz? Antonio Romero, peinado a raya, sonrisa colgate y voz aflautada, las mencionó todas, sin olvidar una: que su velocidad es de 300.000 kilómetros por segundo, que la luz blanca se descompone en las distintas tonalidades cromáticas cuando atraviesa un prisma, que la reflexión y la refracción caracterizan a la luz, así como al resto de fenómenos ondulatorios, etcétera. —¿Ha visto, Claudio Rodríguez? —la maestra volvía al ataque—. Tome ejemplo de su compañero. Claudio, enrabietado, se atrevió a replicarla: —No entiendo muy bien lo que dijo Antonio. Todos sabemos lo que es la luz. Yo creo que se podría hablar de una forma más comprensible para que todos nos entendiéramos. —¿Cómo, por ejemplo? Si es capaz usted de hacerlo mejor, estaríamos encantados de oírle. ¿Cómo definiría usted la luz? Claudio tragó saliva y dijo con gravedad: —La luz siempre viene del cielo, es un regalo de Dios, no se halla entre las cosas, sino muy por encima, y se derrama en ellas, siendo ésta su principal tarea. —Bien, eso está muy bien, pero estamos en clase de física, no de literatura. En física tiene usted un cero, y en cuanto a la literatura, la verdad, no creo que ése sea su camino. Claudio Rodríguez se restregó los ojos, dejando atrás sus recuerdos de infancia, y se dirigió con seguridad y aplomo a recoger su flamante premio Príncipe de Asturias de las Letras. *** Cursillo práctico de Borges Hoy quería hablaros de Borges (un escritor sobrevalorado, desde mi punto de vista, pero esa es otra historia). En concreto, quería mostraros la existencia de un argumento recurrente en muchos de sus cuentos. No es ello, huelga decirlo, ningún demerito del autor argentino. Muchos grandes escritores de todas las épocas se han sentido particularmente llamados por determinados temas, sobre los que han hecho girar buena parte de sus obras. Así, la culpa y la traición, en Graham Greene, o la libertad y la realización personal, en Hermann Hesse. En el caso de Borges, el argumento reiterativo al que me refiero es éste: la parte se rebela contra el todo. O, dicho con más palabras (no sé si con más precisión): algo que debería formar parte, o ser la representación, de una entidad de rango superior, se magnifica (se “sale de madre”) hasta prácticamente confundirse con dicha entidad superior. Veamos algunos ejemplos: 1) “El”. Érase que se era Jorge Luis Borges, quien tras el fallecimiento de su enamorada, empieza una extraña relación con el primo de ésta, un poeta cursi que está embarcado en la descomunal tarea de componer un poema descriptivo de la totalidad del mundo. Un buen día le hace partícipe a Borges de su gran secreto: la existencia en el sótano de su casa de un punto mágico (el “aleph”) que comprende todos los puntos del universo (incluido ese mismo punto). 2) “Funes el memorioso”. Érase que se era el joven Ireneo Funes, que, tras quedar paralítico a resultas de un accidente de caballo, incrementa hasta el infinito su capacidad de percibir el mundo. Todo lo que sus sentidos captan, hasta el más mínimo detalle, lo archiva en su memoria. Así, los recuerdos, que normalmente abarcan sólo una parte de la experiencia en cualquier ser humano, en Funes eran una en una copia exacta, un duplicado, de dicha experiencia. 3) “Del rigor en la ciencia”. Érase que se era un imperio en el cual la ciencia de la cartografía había avanzado tanto que el mapa que lo representaba coincidía milimétricamente con el propio imperio. A pesar de su exactitud (o, más bien, precisamente por ella) el mapa perdió su utilidad y terminó siendo abandonado por todos. 4) “La biblioteca de Babel”. Érase que se era una biblioteca que abarcaba todos los libros posibles con cuatrocientas diez páginas y veinticinco caracteres. El desorden y el azar lo dominaban todo, ya que la inmensa mayor parte de los libros no significaban absolutamente nada. Sin embargo, no había nada más allá de la biblioteca. La biblioteca era el universo entero. Un cuento con esta misma temática podría ser el siguiente: Menuda guerra Cuando aquella tarde de domingo el general Agapito San Román fue a contemplar su extensa colección de miniaturas de la segunda guerra mundial, de la que tan orgulloso se sentía, se horrorizó al observar que todas las piezas se hallaban descolocadas. En lugar de estar alineadas a lo largo de la estantería y separadas según pertenecieran a uno u otro bando, como a él le gustaba, se encontraban formando lo que, a primera vista, le pareció un auténtico caos. Sin embargo, en cuanto se fijó un poco, en seguida se percató de que el caos no era tal. Las piezas se hallaban agrupadas por batallas. Los mariscales Rommel y Montgomery luchaban a brazo partido en el desierto de El Alamein, los generales Paulus y Zhúkov se las tenían tiesas en la estepa de Stalingrado, y así sucesivamente. Sólo había una cosa que no encajaba: ¿de dónde diablos había salido aquel batallón español? Él nunca había tenido soldados españoles. No tenía sentido: España no había participado en esa guerra. Miró con detenimiento el batallón y pudo distinguir quién era su comandante: nada menos que el caudillo Francisco Franco. Por si eso fuera poco, más tarde comprobó que él también estaba representado en una de las figuras, sólo que con algunos años menos, cuando todavía era un prometedor teniente de artillería. No daba crédito a sus ojos. Estaba tan conmocionado que perdió el conocimiento durante unos segundos. Al volver en sí, se encontró metido de hoz y coz en plena guerra mundial. El fuego cruzado le obligó a guarecerse detrás de un pisapapeles. Otros se hubieran arrugado ante la situación, pero no él, él era un hombre de acción. La segunda guerra mundial había comenzado de nuevo y esta vez los comunistas y los liberales no lo tendrían tan fácil. Como ejercicio para el próximo día, tenéis que escribir un cuento que tenga un argumento en esta misma línea. Para aquellos a los que no se les ocurra nada, ahí va una sugerencia: un padre le regala a su hijo un juego de muñecas rusas (esas que se encajan unas en otras), las extrae todas y le pide al niño que las devuelva a su posición original. El niño empieza a anidarlas, pero, como es muy pequeño y no se fija bien en las cosas, termina metiendo todas las muñecas dentro de la más pequeña. ** Juan Alberto Campoy Cervera Economista y escritor español (Castellón, 1961). Licenciado en ciencias económicas por la Universidad Autónoma de Madrid, trabaja actualmente en el Banco de España. Textos suyos han sido publicados en la revista Ariadna-RC (http://www.ariadna-rc.com). === Poemas Evangelina Arroyo ========================================= *** Lorca, el hombre vestido de blanco En su memoria Federico en su casa de sueños gitanos, con su buena estrella fusilada antes de tiempo, guardando en los bolsillos una flor granadina, una fuente de aguas bailaoras siempre frescas. Federico, 38 pájaros a merced de los días oscuros. Una sola muerte abrazando a todas en la fosa común de los milagros, esos que nunca regresan, que prohíben olvidar. Tiene voz de ruiseñor aturdido en la madrugada roja, tiene cuerpo de vigía diurno y febril sobre la tierra negra. Federico no sabe, no puede saber: mañana vendrá la luna y se llevará su poema último. *** Muñeca de trapo “...y me desnudé más de una vez a la luz de la luna, barriendo miserias en tacones altos...” (Anita Margot del Castillo Muller) condenada a los paseos por el tiempo semejante a una dama de ajedrez, o cualquier cosa hábil de presagio suciamente amarrada a las patas de tu cama incierta con el vestido andrajoso y las uñas viciadas por exceso de tarot inoportuno o brujería a distancia el maquillaje carmín pegado a la rutina los juegos de azar librados al deseo saberte inhabitable duele hasta los labios hurgarte los espejos no consuela a nadie muñeca de trapo: ponete el disfraz de suicidio, es tu salida perfecta *** Carrousel “donde el sueño de Infancia abraza a la Memoria en lazo místico”. (Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas). carrousel de mañanita cuando quiera un vals nos canta y desborda por la calle de cascadas o será que el otoño a veces nos disfraza en el destiempo carrousel que venís a jugar conmigo a la memoria antesala del pánico beso antes de dormir cajita de cartón mojado carrousel: te pago mi infancia y todos mis silencios me voy con el poema triste y ese vals en la sonrisa *** Enemiga pública con gusto a paraíso humillado con artificios de princesa enlatada con su cajita de cristal y viceversa canturreando en la penumbra de una tarde cualquiera ecos de gloria sobre el vestido nuevo manchado de lujuria y tantas ganas de llorar y de beber su risa/ su piel/ su hora prima la desquiciada la perdida la menos rota acaso una esmeralda en medio del diluvio huyendo de la gente acaso la enemiga pública y vulgar que todo el mundo quisiera tener bajo mil llaves *** En el revés de Olga “supiste retener esa frágil tragedia”. (Laura Yasan) morocha interminable y silenciosa te gusta dormir sobre la hierba cenicienta que amanece tu porvenir de nieve y amargura te erige elemental y perfumada en la distancia de las amapolas un llamador de ángeles rebeldes en tu mano derecha una canción de telarañas en tu mano izquierda morocha que arrullás el poema cómplice de toda luna exhausta habitante de la infancia de los grandes secretos en la catedral de la memoria abarcaste cada uno de los jardines con sus tormentas y sus muertos celestes morocha fugaz subterránea luminosa tus pies de arena te abren los altares de la lluvia tu verbo desvelado te distingue contempla en su mutilada sombra *** Chocolate amargo una visión del río que descuartice la memoria un fuego supremo como ángel en lugar de este barro mutilando mi centro el mantra universal de mi piel revuelta en chocolate amargo abre espejos que no pude ser avanza en cortejo hacia mis deseos me convierte en pierrot descalzo tendido bajo el sol de la muerte sin cruz/ sin regreso posible como un resabio de chocolate demasiado amargo en las entrañas del misterio ** Evangelina Arroyo poetica003@yahoo.com.ar Escritora argentina (San Nicolás de los Arroyos, Provincia de Buenos Aires, 1983). Poemas suyos han aparecido en revistas, diarios y folletos. Coordina en su ciudad el Taller Literario Nuevas Voces (http://nuevas-voces-taller.blogspot.com) y es editora y responsable de la revista Buracos Quentes (http://buracos-quentes-literarios.blogspot.com). Mantiene una bitácora personal en http://evangearroyopoesia.blogspot.com. === La bruja Saúl Hurtado Heras ====================================== Con la colaboración de Míriam Valencia Herrera. Texto incluido en el libro Nadie diga que es mentira (textos escatológicos, íntimos y algo desvergonzados), en proceso de edición por la Universidad Autónoma del Estado de México. Para Mónica Vela Cuevas, con mi aprecio de siempre. Nos decían que si nos portábamos mal vendría la bruja por la noche, volando montada en su escoba. Nos decían que entraría fortuita por una rendija de la ventana (o por donde fuera, al fin que para la bruja no existían límites) y nos llevaría como castigo de nuestro mal comportamiento. En ese tiempo, nuestras mentes eran incapaces de acatar al pie de la letra el ubicuo mundo prohibido de los adultos y por eso nos aterraba la idea de rendirle cuentas a esa vieja horrible. Era aquella época en la que, en una algarabía pajarera, todos los primos nos arremolinábamos quién sabe cómo en torno de una vieja mesa de madera, de mediano tamaño, en insólito espectáculo como si de una sola familia se tratara. Sin ser conscientes de ello, poníamos en práctica un vivo ejercicio socialista de la pobreza, no de la ganancia ni de la producción. Allí nació la leyenda de las brujas, de los duendes, de los nahuales y otros seres terroríficos. Los adultos nos atemorizaban con relatos de apariciones de la Llorona, aunque no teníamos certeza del mal que podría causarnos. Nos contaban que ésta aparecía por las noches, salida del río, y había quienes escuchaban su plañidero lamento. También aprendimos a asociar la noche a las imágenes del diablo y de las brujas. De ellas sí temíamos que nos llevaran y por eso nos esforzábamos por ser buenos. Nos inculcaron la convicción de que las brujas eran mujeres en todos los casos. No se nos ocurría pensar que hubiera brujos machos. Ni siquiera como insinuación nos lo dijeron así. Y si alguna maldad podríamos atribuirles a éstos, era la de demonios, hombres lobo o algo parecido, pero nunca los imaginábamos como brujos. Y jamás nadie nos aclaró que la figura de la bruja tenía una explicación histórica de discriminación de la mujer, según lo han dicho quienes de ello saben. Tampoco jamás pensamos en una bruja hermosa, buena (si no, ¿para qué existían las hadas?). Fue sólo con la televisión cuando tuvimos que hacer menudas concesiones, a regañadientes, a nuestro confuso imaginario sobre la bruja. Una bruja bella era una tomada de pelo, si no una aberración. Nosotros la imaginábamos tal cual el mundo adulto nos la impuso en historias emblemáticas como Hansel y Gretel, La bella durmiente y un largo etcétera: vieja, fea, gorda, de funestos atavíos y perversas intenciones, volando por los aires montada en su escoba, clavándonos sus amenazadores ojos endemoniados. Mucho tiempo después nos apabullarían con otra versión, la de la bruja como el despiadado invento de la Iglesia católica y el Estado durante la alta Edad Media y el Renacimiento. Aunque no tan fea y tal vez no necesariamente gorda, la bruja llegaría a nuestra imaginación, a partir de entonces, ataviada de los mismos desencantos pero con una variante fundamental: la bruja era sacerdotisa del demonio, su servidora incondicional, lasciva (¿significaría eso “su puta barata”?), que se le ofrecía sexualmente sin pudor alguno en sus famosos y destrampados aquelarres. Estos aquelarres, nos enfatizarían, probablemente tenían como prototipo los ritos dionisíacos de la época helenística, los cuales terminaban en borracheras y danzas extáticas, en franco desenfreno sexual. Y si eso no bastaba —nos dirían con muecas de repulsión, en espera de reacciones similares de nuestra parte—, las brujas congregadas le besaban el trasero al demonio (¡al demonio!) en irrevocable señal de apostasía. Las brujas renunciaban a Dios y se sometían al diablo. Sería el colmo no sólo de nuestra credulidad, sino de nuestro pudoroso rechazo a lo escatológico: sexo con el demonio y el beso en la región más asquerosa jamás concebida. No sería difícil que nos convencieran de que la bruja había merecido la hoguera. La Iglesia había contado con el beneplácito de las multitudes horrorizadas que ni de chiste imaginaron que muchas acusaciones de brujería se derivaban de los inhumanos tormentos a que se sometía a las sospechosas o las acusadas. Para que cesaran los despiadados castigos, las implicadas terminaban reconociéndose brujas o acusando a vecinas y conocidas. Y entonces entendimos por qué no podía haber brujos machos. Ellos eran magos, sabios que practicaban la magia y aplicaban sus conocimientos sobre alquimia. Y aunque tampoco fueron vistos con muy buenos ojos por los aparatos hegemónicos de imposición ideológica y de orientación de la fe, al menos eran respetados, incluso temidos, por su sabiduría. Sabiduría oculta y esotérica, pero sabiduría, al fin y al cabo. Las brujas no tenían nada de sabias y sí mucho de putas, nos dirían no sólo nuestros escandalizados padres, sino también nuestros amigos más avezados, convencidos de esta afirmación. Las brujas nos robarían para llevarnos a uno de sus aquelarres y arrebatarnos la virginidad en el mejor de los casos, pues lo más probable es que nos sacrificaran como a chivos o gallinas. O quizá nos llevarían para fines mucho más aviesos (probablemente algo que ver con el demonio), fines a los que ni siquiera la más desbordada imaginación alcanzaría a columbrar. Aprendimos entonces a llamar despectivamente bruja a la mujer que no nos agradaba o la que nos hacía algún daño: “maldita bruja”, pensábamos, ignorantes de todo cuanto de histórico invento había en esa ofensa. Pero nada de eso nos advirtieron nuestros padres y todos quienes nos inculcaron la idea sobre la bruja, probablemente porque ni ellos eran conscientes de la realidad. Tal vez a ellos, como a nosotros, les enseñaron que las brujas eran malas y quizá así lo aprendieron sus padres, sus abuelos, o quienes les hayan relatado las abominables hazañas perversas de las brujas. En ese clima de descrédito nos inculcaron la creencia de que brujas eran también las viejitas anacoretas, hurañas y ariscas que vivían en la falda del cerro, las cuales nos aventaban su cara de basilisco para gritarnos que éramos unos mocosos malcriados, nomás porque matábamos, a pedradas o varazos, las mariposas que en parvadas llegaban a beber agua de los charcos de lluvia. El regaño nos sabía a mentada de madre y en venganza, tan pronto las viejitas se metían a su casa, apedreábamos sus pollos o sus marranos al tiempo que echábamos a correr: no fuera a ser que nos convirtieran en sapos o nos echaran a su caldero para comernos o sacrificarnos con el fin de preparar los famosos ungüentos empleados en sus prácticas brujeriles. Nadie sabía cómo ni de qué vivían esas ancianas abandonadas, ni a nadie le preocupaba si algo se les ofrecía, pero en torno de ellas circulaban leyendas acerca de su poder sobrenatural de transformarse en animales, o de volar por los aires. Y mucho después aparecería en periódicos locales la noticia que hacía falta: habrían capturado una bruja y se hallaría en los separos de la cabecera municipal. Si nos atenemos a que ese tipo de rumores suelen producirse en situaciones de tensión especial, cómo andarían las cosas en el país o al menos en la región. Sólo que éste no sería un rumor, o al menos no tendría por qué serlo, pues los periódicos que alimentan la curiosidad provinciana, siempre ávida de notas insólitas, difundirían la noticia de la captura como un hecho incuestionable: habrían capturado una bruja. Las reacciones no se harían esperar: “¿No que no existían las brujas?”, “¿vamos a ver si es cierto?”, “puras patrañas, de seguro van a salir con una jalada”, “de cualquier manera, vamos, para salir de dudas”, “¿tú ya fuiste a ver la bruja?”, “no, pero dicen que sí es cierto”. Los intelectuales no sabrían qué hacer: también les cosquillearía el morboso deseo de constatar la existencia de las brujas, pero su bendito ángel de la razón les diría que no se dejaran llevar por emociones colectivas, que en todo caso esperaran a que las aguas se asentaran. Uno de esos intelectuales no se atrevería a escribir nada sobre la noticia: —Cómo voy a escribir sobre algo que no es cierto. —Precisamente para describir las reacciones colectivas. —Pues no, no pienso escribir nada sobre algo que no existe más que en la imaginación de la gente. Mientras tanto, en nuestra confusa y temerosa conciencia, medianamente asimilábamos la idea de que la bruja materializa una de las principales representaciones del mal que a través del tiempo se ha forjado el imaginario social. Así, poco a poco íbamos tomando conciencia de la maldad como una cualidad ínsita a la condición humana. Nos percatábamos de ello cuando pellizcábamos, sin razón alguna, a nuestros primos menores, por el simple placer de verlos llorar y de echarnos a correr para que sus madres no descubrieran nuestros impulsos perversos. Pareciera como si al percatarnos de nuestra labilidad, de nuestra incontrolable inclinación al mal, nos acogiera un perverso deseo de ser tan malos como las brujas. Nuestros angelitos que nos aconsejaban ser buenos a veces se dormían y su puesto lo ocupaban pequeños pingos que nos incitaban al pecado. Nos invadía entonces un cosquilleo por ser como las brujas. Sería muy divertido, pensábamos, hacer conjuros, practicar hechizos que nos permitieran modificar nuestra apremiante condición de vida. Entonces fantaseábamos con la idea de tener poderes para, con una palabra, un sonido, un movimiento de manos, lograr que las cosas sucedieran como hubiéramos deseado. Nos hubiera gustado ser brujas para detener el reloj si se nos hacía tarde para llegar a la escuela; o para poner en orden todo cuanto nuestros padres nos encomendaban ordenar; incluso para jugarle una pesada broma a quien se dejara o hasta para lograr que alguien se enamorara de nosotros. Así era como paulatinamente con la imagen de la bruja se afirmaba también nuestra conciencia de lo prohibido, la transgresión (el mal), la culpa y el castigo. Y entonces éramos buenos, o al menos nos esforzábamos por serlo. Y entonces le pedíamos a Dios que alejara de nosotros las tentaciones, que reprimiera esa naciente comezón por bajarle los calzones a las primas y las vecinas cuando en plena oscuridad, sólo tímidamente vencida por una luna espejeante, morbosa, jugábamos a las escondidas o a los balazos, lejos de la mirada censora de los adultos. Por eso sin repelar nos sometíamos a los rezos nocturnos que nuestros padres nos obligaban a practicar. A través del rezo imaginábamos a Dios como un viejito bueno que nos perdonaría si en plena misa, en lugar de escuchar el sermón nos la pasábamos atisbando las caras dormilonas de las viejitas o de aburrimiento de los señores; o las impertinencias de los perros que lengüeteaban las caritas acarameladas y moquientas de los chamaquitos. Todo eso hacía menos penosa nuestra estancia en la iglesia, en la que, en un forzado deseo de pensar en la virgen, terminábamos pensando en los rostros angelicales de nuestras compañeritas de la escuela a las que calladamente perseguíamos durante el recreo, sin atrevernos nunca a decirles que nos gustaban. Entonces queríamos ser buenos y decíamos ser buenos aunque en nuestro interior hervía una culposa pasión que nos incitaba a lo prohibido, a merodear, aunque fuera sólo con la imaginación, esos ámbitos negados sin explicación alguna. Entonces envidiábamos a las brujas que podían deleitarse con esos placeres mundanos. Y entonces con todas nuestras fuerzas hubiéramos deseado ser brujas... Lástima que no lo éramos. ** Saúl Hurtado Heras saulhurtadoheras@yahoo.com.mx Escritor mexicano (Temilpa Viejo, Morelos, 1962). Es doctor en estudios latinoamericanos y profesor-investigador por la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam, http://www.unam.mx). Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SIN, http://www.conacyt.mx/SNI/index_SNI.html) y miembro asociado del Centro Toluqueño de Escritores (http://www.ctescritores.org.mx). Ha publicado artículos en diferentes medios impresos y virtuales; también ha publicado los libros Metadiscursos: un recorrido por la crítica literaria latinoamericana (CTE, 1995), Por las tierras de Ilom: el realismo mágico en Hombres de maíz (UAEM/CCyDEL, 1997; UAEM, 2000), ¿Cuál entonces mi creación?: reflexiones para una poética narrativa en Miguel Ángel Asturias (Editorial Cultura, Guatemala, 1999) y La narrativa de Miguel Ángel Asturias: una revisión crítica (UAEM/UNAM, 2006). Coordina el proyecto de libro colectivo sobre la representación de la brujería en la literatura latinoamericana. Se desempeña como profesor-investigador de tiempo completo de la Licenciatura en Letras Latinoamericanos en el Centro Universitario UAEM Amecameca, dependiente de la Universidad Autónoma del Estado de México (http://www.uaemex.mx). ||||||||||||||||||||||||||| POST SCRIPTUM ||||||||||||||||||||||||||| “Si estás a favor de la libertad de expresión, eso significa que estás a favor de la libertad de expresión precisamente para los puntos de vista que no compartes, de otra forma, no estarías a favor de la libertad de expresión”. Noam Chomsky, en: “Elaborando aprobación: Noam Chomsky y los medios” (documental, 1992). === Cómo publicar en Letralia, Tierra de Letras =========================== Antes de enviarnos algún texto para publicar en Letralia, le agradecemos leer nuestras condiciones de publicación. Usted puede verlas en el Web en http://www.letralia.com/tierradeletras/publicar.htm. 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