Letras
Tres poemas

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Despedida

Atravesamos las plazuelas de los llantos,
Esquivando llorones compulsivos
Y lágrimas posesivas.
Ojos dolientes condenados a gotear
Nos cerraban el paso
Pero conseguíamos escapar
Por los toboganes de la alegría
Hasta que, a punto de sortear las lágrimas,
Quedaste prendada de la hamaca solitaria
Y ya no hubo forma de hacerte cambiar de
Parecer.
Bajo mi lágrima de despedida
Te columpiabas en la tristeza.

 

Batallas perdidas

Las lágrimas lo asediaban.
Tajantes. Bucaneras. Bufosas.
No había espacio por dónde escapar el ojo,
Por dónde desatarse del llanto.
Evitaba las calles del recuerdo,
Los timbres del deseo postergado,
Las braguitas de la ausencia,
No fuera a caer en la trampa
Y quedar ciego de tanto llorar;
Pero también se cuidaba de no ponerse
Radicalmente en la vereda del frente:
No fuera a traer la risa
Un manifiesto de lágrimas ineludibles.
Así que vagaba constatando a cada instante
No verse asaltado ni traicionado
Por lagrimales débiles,
No contar con pestañas infiltradas
Que propiciaran llantos absurdos.
Se mantuvo en una trinchera por años,
Hasta que, seguro de su victoria,
Emergió a la superficie
Y un insecto impactó en su ojo derecho
Epilogando una batalla perdida.
Curiosas formas conjugan las lágrimas
Para lograr su objetivo.

 

Alfarera

Cuando me desmoldaste de una vida vacía,
Te enamoraste de mi forma deforme.
Con tu infinita paciencia de alfarera
Me diste moldura
Sin pedirme el exitismo exhibicionista
De las artesanías de exposición.
Trabajando mis barrosas emociones,
Amasando las callosidades de mi alma,
Volviste carne mi cuerpo terroso
Y le diste luz a la argamasa de mis ojos
Transmutando alquímicamente
Mi corazón árido en un corazón vasija
Que contiene las formas secretas
Que tus dedos le imprimen a mi amor.