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Neelie Kroes
Kroes: margen de mejora.
Unión Europea plantea necesidad de aumentar registros de Europeana
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Europeana, la biblioteca digital de la Unión Europea (UE), tiene ya 14 millones de documentos digitalizados, aunque ha encontrado algunos obstáculos por problemas relacionados con los derechos de autor.

Los expertos están buscando la manera de mejorar la colección, según se informó el pasado 22 de noviembre. Europeana inició su actividad en noviembre de 2008 para facilitar el acceso de los ciudadanos a libros digitales, mapas, obras de arte, periódicos, fotografías, fragmentos de películas y otros documentos audiovisuales de las instituciones culturales europeas en su propio idioma.

A pesar del éxito general del proyecto (el objetivo inicial para 2010 era de disponer de 10 millones de archivos), todavía hay margen de mejora, según Neelie Kroes, la comisaria de la Agenda Digital. Por ejemplo, el vídeo y el audio representan sólo el 2% de la colección. Además, Europeana está encontrando obstáculos por asuntos de derechos de autor. La gran mayoría de los documentos son muy antiguos y, o no tienen derechos de autor o son obras huérfanas.

Actualmente, las fotografías, mapas, cuadros e imágenes representan el 64% de la colección, y los textos son un 34% del total, entre los que se encuentran más de 1,2 millones de libros completos para descargarse, incluyendo manuscritos raros de los primeros libros impresos desde antes de 1500.

El año pasado, distintos representantes de la Comisión Europea pidieron a Google garantías para que no se infringiesen los derechos de autor, dentro de su similar proyecto Google Books. El gigante de Internet trató de aplacar a los editores europeos diciendo que sólo incluiría las ediciones que no hubiesen sido traducidas exclusivamente para ser impresas y tuviesen la aprobación de los derechos de autor.

Se temía que Europeana y Google Books entrasen en un conflicto directo, pero ahora parecen que están ocupados en diferentes visiones. Las instituciones culturales de la UE han contribuido con artículos a Europeana, ya que quieren mantener un cierto control sobre el contenido.

Así pues, Europeana funciona como un portal de contenidos en lugar de almacenarlos en sí, en los que las instituciones organizan sus contenidos para facilitar la búsqueda. Por el momento, Francia y Alemania son los mayores contribuyentes, aunque el equipo directivo quiere ver más material de otros países para garantizar que represente todo el patrimonio cultural europeo.

Fuente: ComputerWorld