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Rafael Reig
Reig: los padres ganaron la guerra y los hijos ganaron la paz.
Rafael Reig gana el Tusquets con Todo está perdonado
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Según el escritor asturiano Rafael Reig, su novela Todo está perdonado, con la que acaba de ganar el sexto Premio Tusquets Editores, pretende desmontar con humor la “fábula” de que la Transición española fue una época modélica y pacífica.

“He tenido la suficiente memoria para poner en entredicho la versión oficial”, contraatacó Reig en la rueda de prensa donde este 30 de noviembre se dio a conocer el fallo, en la 24ª Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), mayor cita editorial del mundo hispano.

La novela comienza como un “thriller” de carácter teológico —alguien está envenenando las hostias consagradas— y relata la historia reciente de España a través de tres generaciones de una familia en el bando ganador de la Guerra Civil española (1936-39).

“Los padres ganaron la guerra y los hijos ganaron la paz”, define el escritor a su obra. Tras ellos, queda el dilema de aceptar completa o sólo parcialmente esa herencia producto de una brecha que dividió el país y deja sentir sus efectos mucho después.

Reig, nacido en 1963, se pregunta si, tal y como decía Cánovas del Castillo, España está en manos de unas doscientas familias, si en realidad no vivimos “en una oligarquía administrada con formas de democracia”.

“La Transición es una gran ficción”, expresó por su parte durante el fallo la escritora Almudena Grandes, miembro del jurado que concedió el premio, y quien consideró que dicho periodo es tan importante para muchos escritores porque fue “el momento fundacional” de sus vidas, y puso en entredicho la idea vendida desde los poderes de que “tres o cuatro padres de la Patria” legaran a la sociedad una democracia fundada a sí misma “como el Espíritu Santo”.

La autora mencionó algún episodio de violencia ocurrida en esa época supuestamente modélica, y Reig recordó cómo ir vestido de una determinada forma en algunas zonas podía ser motivo de agresión.

Pese a todo, Todo está perdonado no es una novela realista, ya que introduce elementos ficticios y casi esperpénticos: un Madrid invadido por Estados Unidos y máquinas de hostias consagradas en los bares, por ejemplo. De alguna manera, el libro puede cerrar una trilogía que su autor inició con Sangre a borbotones y continuó con Guapa de cara.

Reig, que dijo haber esperado pasar “de joven promesa a malogrado sin estaciones intermedias”, cuenta en su haber con ocho volúmenes publicados —ficción, ensayo y recopilación de prensa— y ejerce la crítica literaria. “Y no con escritores finlandeses muertos, sino con colegas y compañeros”, según Grandes, quien lo califica como un crítico de “pluma aguerrida”.

El premio está dotado con 20.000 euros. Además, Tusquets Editores publicará el libro en marzo de forma simultánea en España, México y Argentina.

Reig elogió la calidad del certamen, ya que, de sus seis ediciones, dos han sido declaradas desiertas, lo que es garantía de que se busca la calidad.

En anteriores ocasiones han sido galardonados el colombiano Evelio Rosero (Los ejércitos, 2006), el mexicano Elmer Mendoza (Balas de plata, 2007) y el argentino Sergio Olguín (Oscura monótona sangre, 2008).

El jurado —compuesto por los escritores Juan Marsé, Almudena Grandes, Juan Gabriel Vásquez y Sergio Olguín, y por la directora editorial de Tusquets, Beatriz de Moura— argumentó su decisión en “la ambición de una novela compleja que, sin dejar de lado el humor, recupera la historia reciente de España y la reinterpreta con un enfoque inédito en la literatura hispana”.

En total se recibieron 360 obras aspirantes al premio de este año: 165 desde España, 123 de México y 72 de Argentina.

Fuente: EFE