Letralia, Tierra de Letras
Año IX • Nº 114
20 de septiembre de 2004
Cagua, Venezuela

Depósito Legal:
pp199602AR26
ISSN: 1856-7983

La revista de los escritores hispanoamericanos en Internet
Letras
Modelo para un solo pintor
Guillermo Aldaya

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I

Todo modelo es útil
pero cruel.
Tú sabes lo que duele sentarte ahí
de espaldas al sueño
cuando será imposible ascender a tu huerto
desde la sombra irrepetible de tus vértebras.
Tú sabes lo que cuesta imaginar del otro lado
la primavera imberbe
esa pajita al viento que te quieren robar
como si pan del mejor día.
Creciendo la muy flor,
pero a cuál río.

Pero no mudes la pose.
Quédate los minutos que faltan de tortura,
que los muchachos no acabaron
de amarrarte al silencio de sus papeles cóncavos.
No te muevas. Que tú aceptas el amor
deambulando más acá del círculo del sexo,
pero si cargas con tu rostro madrugador
a otro punto que no sea el mar de la pared donde te espumas,
entrarán con el arco suicida de tus ojos
los celos,
tan o más brutales
que diez minutos de tus costillas solas
a merced del grafito.

Que si te vuelves
no respondo de mí.

 

II

Dile a mamá
que dividí tu ansia en dos
desde el laurel de la primera frase
—y buen narciso como soy
traigo conmigo la parte piedra de los ojos
para rodear la tierra que nos resta,
para el regreso mío, que es siempre a las tantas
y hay escasez de luna en este mundo.

Dile que hago esfuerzos bestiales
sobre el abismo del mercurio
a ver a qué animal de luz se me parecen;
a ver si dejo huellas de su sueño en los míos
para no verme solo cuando te los devuelva.

Dile eso
y todo lo que apartamos tú y yo para mañana
por bobos, y temerosos de matarnos al niño.
Ya sé que serás fiel.
Pero no olvides repetir esas palabras espinosas
que las mamás esperan como azucenas el domingo:
decirle, simplemente,
que nos llevamos bien.

O habríamos caído
en quién sabe cuál círculo
de su amoroso infierno.

 

III

Tú que serás piel de manzana
fruta de nadie bajo el ardor
de la vidriera ciega.
Tú presa oculta
corazón de dalia y hojalata
no consientas que escape al infierno del honor
tu poca cosa.
No. Por lo que más quieras.
Que la paz del cuerpo recuerda la historia
del tabaco.
Y hace frío esta noche
y mi cama de lobo solitario
es cada vez más una burbuja.

Date un salto ahora mismo;
aprovecha que es verdad la madrugada.
O amaneceremos con los ojos sellados
por el miedo a nosotros
y hundiéndonos el corazón a contraluz.

 

IV

Me quedaré sin vasijas verdes de cerámica.
Se romperán todas delante de ti
como misiles tontos.
Renunciaré al té
a su egoísmo;
a la hazaña de no beberme
los icebergs de la sed.

Y será el tiempo de los virus mártires
y vecinos decapitados por la envidia.
Porque entrarás tú por la puerta de alante
y no habrá riesgo de morir deshidratado. / Con un beso
nos desbordamos, huimos definitivamente
sobre el pasto. Bajo el espejo
roto de ayer
como una lágrima puesta a secar
en labio ajeno.

Como una lágrima de almíbar
entras por esa puerta,
y ya.

 

V

No llores.
Mira que se van los ojos como peces
a flor de la crecida.
Mira que escapa
la posibilidad del arco iris.
No llores. No largues esa herida
colgada de mis labios.
...
No llores para teñir la soledad;
a ese pájaro sin nido y triste
le conozco muy bien. Y no vale la pena.
Y la almohada es un barco sin rumbo
que apenas si nos guarda de las altas horas.
...
No llores nunca.
Y en todo caso
afloja los arroyuelos que te asaltan
aquí en mi pecho,
en este pedazo hondo
de no decir adiós.
A que sea yo el culpable
el centro del mundo
el horizonte.

A que te salves del vacío
sobre las tablas de un corazón
que no supiste usar;
o a perecer los dos
en ese anzuelo Saturno envenenado
que no vamos ahora a discutir
quién fue el primero
que lo dejó en el agua.

 

VI

La tarde es un crucero amargo
como satélite diciembre que instalan por encima de casa

Se va corriendo hacia la muerte
el caramelo ilícito
sin olerse el daño del azúcar
y me detengo en la frontera / odiándome
como idiota posado en su reverso
Ya no habrá nadie que tome en serio mis desgracias
y haga maldades por atrás
y me despida
nadie que se deje hacer fotos

Es casi un sueño la tarde velero cósmico
y los sueños quiebran de improviso
estoy de paso en ella como siempre

Oportunista se aprovecha de mí
me chantajea
me vuelve loco pidiéndome
permiso para irse

Le doy la espalda
y escapa y hasta retorna un instante
cargada de cartuchos vacíos
que intoxican
y cuánto será sin su creciente brillo
sin su garantía de explosión

Voy a comprarle caramelos
bastantes
los haré miel despacio sobre el resto de mí
y saldré a recibirla con los brazos abiertos

Vamos a ver qué pasa.

 

VII

—Que seas el único insecto inmune aun después de los misiles
—Que nada sustituya tu cohete de propulsor líquido
y rindas viaje lejos
—Que allá cambies el agua de tu corazón por basalto
—Y que vuelvas a mí de Pascua a San Juan como quásar
o rayo esférico
aunque entonces yo te haya enterrado
y aunque un robot perro te ahuyente como a extraño
aunque me encuentres solo
pero firme insoportable lastimoso
con los únicos pies sobre la tierra.

(De Fuera de set, en proceso editorial).


       

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Creada el 20 de mayo de 1996 • Próxima edición: 4 de octubre de 2004 • Circula el primer y tercer lunes de cada mes