Letralia, Tierra de Letras
Año IX • Nº 115
4 de octubre de 2004
Cagua, Venezuela

Depósito Legal:
pp199602AR26
ISSN: 1856-7983

La revista de los escritores hispanoamericanos en Internet
Letras
Poemas
Ricardo Daniel Piña

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Poesía es fragmento

a brane mozetiç (1958 – eslovenia)
a blanca castellón (nicaragua)
a jimena delfante i.m.

                  Poesía es fragmento.
                  La palabra es fragmento de esta habitación.
Mi discurso está condenado   por extravagante   y    desconocido.
He pasado a desubicarme por ignorante.
Demasiado sensible.

He increpado a la niña-dueña
de un magazine español.
Siento a la impotencia por primera vez
poniendo una reja delante.
(Esta molestia es
el equivalente militar
a la violación de una consigna. A una degradación.)

Presento mis armas.

Esta jornada de indemnizaciones ha llegado a un final.
Deseo el placer de la frase como parte de un cuerpo que la contiene.

"...sé muy bien que no son más que palabras, pero de todas maneras..."*

*Sigmund Freud en "El placer del texto" de Roland Barthes.

 

Apéndice a la poesía es fragmento

¿Habrá una manta que cobije la tristeza y el arrepentimiento?
¿Deberé secarme al sol junto a mi modestia?
¿Volveré a tener mis ventanas apuntando justo a la luna?

Me quedo dormido...
Temo prenderme fuego con este cigarrillo.

 

Aconcagua y yo (Miguel Ángel Peralta)

a jimena delfante i.m.
a maría julia vazquez i.m.
a miguel ángel peralta
a lezama lima (cuba 1912-1976)

Aconcagua será un caballo con sus músculos resbaladizos y sus costados de musgo y aludes de nieve y paredes de roca y precipicios.
(Será como almíbar en mi boca.)
Y quienquiera que contemple su corcovear de barco ballenero
vivirá eternamente masticando los cristales de la indecisión y el temor.
La lluvia le caerá mordiéndole los pies y lo convertirá en un pequeño e inútil colibrí de piedra.

La propiedad de mi carne será mi huésped para el momento de la ascensión. Y se fortalecerá en sus vitrinas de piedra llena de ídolos, atravesados por telarañas de la galería incoherente de la humillación patriótica.

No tendré como alternativa a la soledad mínima, ni al molde para formar milicias solidarias. Querré que la muerte, rosada, se desnude como una amiga enamorada y recorra con sus caricias la novedad y el placer de la escalada.
Aconcagua será un caballo mosca...
Vivirá la ruina de volar para siempre y no pisar las flores. O será un pez oruga y su alma pintará con incendios y lluvias en los bosques que se verán como manchas negras en el continente de contornos de mujer encinta.
Será como un bálsamo.
Perderemos la costumbre del terror.
La costumbre de llanto y la tortura.
Todos irán conmigo y hablarán con sus muertos.
Otros hombres pensarán que somos fantasmas. Esculturas. Querrán tocarnos, abrigarnos y darnos confianza...

¡Pero nosotros señalaremos siempre el sudeste como nuestro hogar!
¡El lugar de la aventura celestial de perdonarnos tanto llanto!

Abrazaremos siempre la dignidad.
Dignidad de la pobreza.
Y el sufrimiento.

Dignidad de la cárcel.

 

(Segunda parte)

"Yo. Nosotros".
muhamad alí dijo el poema más corto que jamás se haya oído
(frente a la multitud en zaire
luego de haber derrotado a george foreman, año ‘73.)
a jimema delfante i.m.
a maría julia vazquez i.m.
(Miguel hace dos días llegó a 5.900 metros s.n.m. en Aconcagua.)

                        Valerme por mí mismo.

Esto tiene algo de absurdo.
                        Y con la fibra de los años setenta resecas por frío
y por intemperie de cóndores
y de imaginación vegetal petrificada.

Aunque nadie sepa dónde está Pampa del Indio,
Plaza de Mulas,
Puente del Inca,
Los Andes,
Aconcagua,
Mendoza. Voy a vivir el resto de mi vida
apasionado como siempre por los días
que van a seguir incompletos.
Mis hijos leerán sobre próceres

pero yo sólo sabré
que treinta mil fantasmas
vinieron desde el frío y se animaron a sonreírme y a estrellar sus causas
y su coherencia insuficientemente contenidas por el asesinato.

Inclinado hacia el sol y enloquecido a veinticinco grados bajo cero.
En pasadizos de lajas resbaladizas y filosas.
Con nieve y con hielo.

El sol era una manta suave.
Perdida en un lugar que pudo olvidarse de mí.
No signifiqué nada.
Nadie me escuchó.
Nada se apiadó de mí.

Mi deseo se hizo más superficie para asegurarme el paso sin sufrimiento.

Y vos... siempre eras la hermosa mujer que me besaba en la boca.
Y entonces ahí,
la inutilidad de la alegría se parecía a la soledad.
Y sigo atravesando el trabajo y la solidaridad y prefiriendo la aprobación de mis amigos.
Admiro al mundo que a veces fabrica al tiempo.
Admiro a esta geografía que no hizo otra cosa más que enamorarme,
congelarme,
resistirme y festejar con piedras y sueños por mi nombre y mi tránsito.


       

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Creada el 20 de mayo de 1996 • Próxima edición: 18 de octubre de 2004 • Circula el primer y tercer lunes de cada mes