Letralia, Tierra de Letras
Año IX • Nº 117
1 de noviembre de 2004
Cagua, Venezuela

Depósito Legal:
pp199602AR26
ISSN: 1856-7983

La revista de los escritores hispanoamericanos en Internet
Letras
Poemas
Jéssica Freudenthal Ovando

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Serpentina

Al Sr. Serpiente

El amor es ese augurio maldito
de que cerrarás la boca
ante todo lo que habías dicho.

Después, un paraguas verde
perdido en un cine,
señalará tu camino.

La estructura del aire aparece
y una mosca de ti
es todo lo que habita el musgo.

Recuerda:

En boca cerrada no queda nada qué decir.

 

Equis

Este poema se deshace,
se desgaja en los pliegues del silencio
lentamente
intentando asirse al verbo,
a la sintaxis de tu ausencia
a un adjetivo que no existe.

Este poema se rompe:
Acaba de parir otro poema.
Se vacía de la forma
y al fondo está el pronombre.

Mi corazón se muere de la risa
cuando me ve llorar.
Éste no es un poema.
Esto no es un poema.

Es un trozo incompleto del abismo,
un simulacro de fuga,
pura gimnasia cerebral,
todos los puntos suspensivos...

 

Insomnios

Circe no duerme.
Se le caen los párpados a pedazos
pero no duerme.
Entre sus piernas
guarda el Vellocino
de ámbar carmesí.

No duerme.
Los argonautas se esclavizan
inertes
en sus pentañas.
Circe no duerme.
Toca la piel
y la convierte en animal:
perro, león,
cerdo, serpiente, araña...
Se unge de brebajes.
Abre las piernas.
Circe Medusa.
Se quita la lengua.
Abre la médula.
La piel de Ulises es dura,
no cede fácilmente.
Circe abre la boca,
cierra los ojos,
aprieta la vulva.
No duerme
todavía.
Ulises la atraviesa.
Mata la sed.
Circe distiende sus facciones.
Duerme ya.
No está el Vellocino.
Ulises está lejos.
Sólo está la muerte
circundando su lecho.
Circe duerme ya.
Jéssica despierta.

 

La Sirenita

(de la serie: Princesas Disney)

La pecera tiene rajaduras.
Gotea.
Soy la niña gotera.

Ni pies ni cola de pez.
Tampoco ciempiés.

Yo soy sin mar y sin botas.

Los anzuelos flotan alrededor
junto a las luces de neón,
y los cigarrillos húmedos.

Lo he mordido. He picado.

Tengo los labios agujereados
por todos tus besos de plástico.

No puedo alcanzar la superficie
y todos los barcos han partido atormentados.

Tú no eres ni mitad príncipe,
ni tierra firme, ni isla desierta.

Yo soy mitad pez, ni mitad hembra.
Yo soy sólo espuma
en la boca de una epiléptica
convulsionándose.


       

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Creada el 20 de mayo de 1996 • Próxima edición: 15 de noviembre de 2004 • Circula el primer y tercer lunes de cada mes