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Márquez Jaramillo y Pineda, ganadores.
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Durante el pasado mes de julio se dieron a conocer los veredictos del Segundo Premio Internacional de
Novela "La Ciudad y los Perros" y del Segundo Premio Internacional de Relatos "Los
Cachorros", concursos organizados por el
Instituto
Cultural Iberoamericano Mario Vargas Llosa, resultando ganadores la escritora colombiana Samaria
Márquez Jaramillo (1948), por su novela
La vida en tiempos de muerte,
y el escritor salvadoreño Grego Pineda (1964), por su libro de cuentos
Sin fronteras.
Al premio de novela se presentaron más de seiscientas obras enviadas desde distintos países de
Iberoamérica. Márquez Jaramillo, quien presentó su novela bajo el seudónimo "Jun de la
Pipirindica", recibió 3.000 dólares y la publicación del libro, a cargo del sello editorial del
instituto. Ambos premios fueron entregados el 28 de julio.
La escritora, quien cuenta con una amplia carrera literaria, es también autora de la novela Esta no
es una novela de amor,
entre otras obras; asimismo, ha sido nominada por la Alcaldía de Armenia para representar a Colombia en el
Premio Príncipe de Asturias del año 2000, como también ha recibido la medalla Manuel del Socorro
Rodríguez, al mérito periodístico, por la Gobernación del Quindio, en el año 1994.
El jurado calificador destacó, en su novela, "la búsqueda de nuevas formas narrativas y el
esfuerzo de afincarse en la alteridad deconstructiva, a una literatura que está en el límite del
agotamiento de sus posibilidades de representación", así como "su sobriedad y la intensidad de
su poder narrativo".
Márquez Jaramillo señaló que ganar este concurso es la respuesta a su espera de años y dijo estar
confiada en que el prestigio del galardón contribuya con el reconocimiento de su obra. "Escribo para
entenderme", agregó la autora, "para exorcizar los duendes que a veces quieren habitarme".
Definió como su obsesión personal "hacer metaficción no lineal y estructurada mediante
hipertextos" y se declaró influida por escritores como Kundera, Pereck, Calvino, Quennau, Foucault,
Eco, Borges y William Gaddis.
En cuanto al premio de relatos, el salvadoreño Grego Pineda presentó Sin fronteras
firmado con el seudónimo "Alma muerta". El autor es abogado y ha publicado el libro de cuentos Centauros
ciegos,
entre otras obras, así como algunos relatos en el diario Takoma Voice,
artículos y breves ensayos en diferentes periódicos de su país de origen y de Washington D.C. Este año
fue incorporado al Diccionario de personajes, hechos históricos, geografía e instituciones de El
Salvador,
destacando su compromiso con las letras y su actividad cultural en beneficio de la identidad nacional.
El jurado destacó "su carácter coloquial, la fuerza filosófica y la madurez en la representación
de los hechos que emanan de su fondo en suma concordancia con la forma".
Pineda dijo sentirse estimulado, gracias a la obtención de este premio, para profundizar como lector y
escritor. "A nivel emocional y espiritual me retroalimenta para no claudicar en esta opción de vida. Y
a nivel social-cultural es un reconocimiento a mi producción literaria y con ello nace el compromiso de
contribuir cada día mejor en el engranaje cultural de nuestros pueblos iberoamericanos".
Agregó estar experimentando "un cambio drástico" en su concepción de las letras,
"porque ahora debo crecer como hacedor de cultura para no desmerecer la confianza que implica haberme
otorgado este importante premio". Dijo que su vida está justificada por la literatura, "ya sea
leyendo o escribiendo", y que cree en la técnica "pero sobre todo en la emoción".
El jurado del premio de novela consideró dignas de mención las novelas Del silencio su metáfora,
de Luis Felipe Castillo (Venezuela), Entre el cine y la pared,
de Adam Gai (Argentina), Todo el mundo...,
de Yoel Mesa Falcón (Cuba), Una luz distinta,
de Pedro Rodríguez López (España), El Rey de los Perros,
de Gerardino Barracchini (Venezuela), y Por favor no empujen,
de Fernando González Nohra (Perú).
Por su parte, el jurado del premio de relatos concedió menciones a los libros Berlín y otros relatos,
de Mario C. Arencibia (España), Peccata Minuta, de Ángel R. Montes de Oca (México), Desórdenes, de José
Acosta (República Dominicana), Cuatro signos cardinales, de Rodrigo Santiago (Nicaragua), Desbaratándonos,
de Eduardo Javier Varas (Ecuador), y Soñadores, de Fernando Fernández (Colombia).