Especial: Gaza
Gaza: llorando la muerte de los hijosNo importará

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No importará el crepúsculo
menos aun los amaneceres
no importará si es mujer
menos aun si es niña
no importará si es un hombre
erguido ante su puerta
con las manos vacías
menos aun si es un niño
arrojando piedras
delante de los tanques

A mí me importa

No importará la lluvia
cayendo sobre los campos
menos aun importará
la sangre entrando
en el polvo del polvo
bajo el cielo adulterado
por el fuego incesante
indolente
impensable
no importará mañana
porque mañana no habrá
el tiempo estará detenido
en el vano de los ojos
aterrados
secos
inmóviles
la vida habrá fugado
a ninguna parte
la sangre seguirá
corriendo
entrando
hundiéndose
en el polvo del polvo
sin importar.

A mí me importa
hasta el desgarro
de las entrañas

Me importa
hasta pedirte Hermano
hasta pedirte
que amanezcas intranquilo
que abandones tu cama
que detengas tu almuerzo
que saborees tu agua
que acaricies tus paredes
que se pierdan tus ojos
siguiendo el vuelo de los pájaros
mirando el juego de tus hijos
y te estremezcas
hasta el llanto y la furia
y pienses
hasta sentir el frío de la muerte
y entiendas Compañero
que si por una vez
fuera importante
el crepúsculo
los amaneceres
si es mujer
mucho más aun si es niña
si es un hombre
erguido ante su puerta
con las manos repletas
de pan y de alegría
mucho más aun si es un niño
arrojando piedras como sueños
a los tanques polvorientos
que si por una vez
fuera importante
la lluvia mansa
cayendo limpiamente
sobre los campos
mucho más aun la sangre
cantándole a la vida
carne de la carne
bajo el cielo infinito
surcado por planetas
todavía sin nombre

Si por una vez y para siempre
fuera importante Compañeros
podríamos cantar juntos
un himno nuevo
tal vez un nuevo ruego
mañana existirá desde hoy
habrá hoy
habrá mañana
habrá después
el tiempo hará su interminable
juego de moebius
en el vano de los ojos
esperanzados
húmedos
inquietos
la Vida habrá vuelto
a colocarse por encima
de todos los absurdos
de todas las fronteras
de todos los credos
no irá a ninguna parte
la Vida se quedará en Paz
haciendo de la guerra
un terrible recuerdo
cada tanto visitado
en el juego de los niños
sobre el polvo que mece
la brisa de la tarde.

 

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