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Manuel Seco: deportista de riesgo.
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El
Diccionario fraseológico documentado del español actual,
coordinado por el académico Manuel Seco con la colaboración de Olimpia Andrés y Gabino Ramos, presentado
el 11 de noviembre, "se ha convertido en el más copioso y detallado de los publicados hasta ahora para
la lengua española con el objetivo fundamental de reflejar la realidad contemporánea de este idioma",
explicó su coordinador, Manuel Seco.
Editada por Aguilar, la obra fue calificada por Seco —quien, junto con su equipo, Olimpia Andrés y
Gabino Ramos, trabajó tres años y medio en este proyecto— como una "aventura" y un
"deporte de riesgo". Novela, teatro y mucha prensa han sido las fuentes esenciales de las que han
bebido los autores para elaborar este libro derivado del Diccionario del español actual,
también iniciado por Seco.
La obra reúne más de 16.000 locuciones y variantes de las mismas pertenecientes al uso actual de
España, procedentes todas ellas de una base documental auténtica del español contemporáneo. Pero
también la explicación de los diversos sentidos de cada expresión registrada con indicaciones
gramaticales y de uso.
El diccionario acompaña con una cita, publicada al menos en los últimos cincuenta años, la definición
de cada "frase hecha" recogida en este peculiar diccionario. "Estos modismos nacen en el
habla popular y cuando llegan a ser escritas es cuando estimamos que su uso se ha estabilizado, se ha
aceptado. Por eso sólo recogemos aquellas de las que hay testimonio escrito. Además, si no, este
diccionario sería infinito", explicó el académico y lingüista.
Se incluyen más de 30.000 ejemplos reales de la lengua escrita, muchos de autores tan conocidos como
Delibes, Cela, Torrente Ballester, Martín Gaite, Pérez Reverte, Elvira Lindo o Francisco Umbral, de los
que se han extraído las citas más "claras y divertidas", dijo Olimpia Andrés.
Seco señaló que uno de los principales temores era embarcarse en un proyecto que parecía no tener
límites puesto que se basa en el lenguaje oral. Por ello decidieron seleccionar un mínimo de frecuencia de
esta fraseología y también un mínimo de antigüedad en su utilización evitando la
"contaminación" de expresiones por parte de los hablantes.
Al acto asistieron los académicos Juan Luis Cebrián y Emilio Lledó. El primero de ellos calificó este
diccionario como un "libro de aventuras muy divertido" que tiene, por encima de todo,
"sentido común" y recordó algunas expresiones muy utilizadas hoy en día como "ser más
lento que el caballo del malo" o algunas utilizadas por los políticos como "meterse uno una cosa
por donde le quepa (por el culo)" o "mandar huevos", que aparecen aquí recogidas. Cebrián
aseguró que, después del Diccionario secreto
de Camilo José Cela, éste "generará mucha polémica y entretenimiento".
Por su parte, el filósofo Emilio Lledó se refirió a la "soledad" que tendríamos de no
existir las palabras y las frases hechas. "Somos, además de cuerpo, exclusivamente lenguaje y esto nos
hace y nos forma, no sólo por lo que hablamos sino por lo que pensamos", explicó.
Lledó dijo también que este diccionario demuestra "cómo trabaja el lenguaje consigo mismo" y
se mostró partidario de "combatir, sobre todo en política, el dominio de las frases hechas vacías
que no dicen nada". Asimismo, recordó algunas palabras como "mano", "pie",
"ojos", "ver", "corazón" o "boca" que son las que más frases
hechas han engendrado. Y otras como "justicia", "bien", "verdad" o
"belleza" que sustentan nuestro mundo. No se quedan atrás en esta escala de valores los elementos
(agua, aire, fuego y tierra) que, según Lledó, han tenido en la vida del lenguaje una importancia vital.
Después de esta completa obra uno de los proyectos próximos que tiene Manuel Seco entre manos es
realizar una edición ampliada a todo el ámbito en lengua española del Diccionario del español actual.