Una producción
de Editorial Letralia
Cagua, Venezuela
Jorge Gómez Jiménez
Editor

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Letralia, Tierra de Letras
Año VIII • Nº 104
5 de enero de 2004
Cagua, Venezuela

Depósito Legal:
pp199602AR26
ISSN: 1856-7983

La revista de los escritores hispanoamericanos en Internet
Artículos y reportajes
¿Dos caras
de una misma moneda?

Alexis Romay

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Roberto Fernández Retamar.
En enero de 1959, festejando la caída de la dictadura de Fulgencio Batista, el entonces poeta cubano Roberto Fernández Retamar escribía: "Nosotros, los sobrevivientes, / ¿A quiénes debemos la sobrevida? / ¿Quién se murió por mí en la ergástula, / Quién recibió la bala mía, / La para mí en su corazón? / ¿Sobre qué muerto estoy yo vivo (...)?".

En abril de este año, el actual miembro del Consejo de Estado de la dictadura de Fidel Castro, Roberto Fernández Retamar, aprobó la apresurada condena a muerte de tres jóvenes cubanos que una semana antes y sin éxito habían secuestrado una barca para escapar de la isla. Los tres secuestradores fueron juzgados en juicios-relámpago, sentenciados a la usanza medieval y llevados al paredón de fusilamiento, ¡a ocho días de cometido su frustrado crimen!

Los párrafos anteriores demuestran la interesante trayectoria de Fernández Retamar. El socialismo cubano debe estar satisfecho: ha creado una pieza de museo, un personaje que comienza la revolución preguntándose por el destino de una bala y agradeciendo que alguien se interpusiera entre dicho proyectil y su propio cuerpo frágil de poeta y que, cuarenta años más tarde, en su labor de funcionario de un régimen aun más férreo que el depuesto, pasa a decidir quiénes recibirán las próximas descargas de plomo.

En estos días fríos de noviembre, Roberto Fernández Retamar ha sido invitado por el Hostos Community College, en el Bronx, a dictar una conferencia sobre José Martí. Hostos puede argumentar que ha invitado al poeta, no al cómplice; al hombre de letras, no al vocero de Castro; al crítico literario, no al alegre aprobador de muertes arbitrarias. Y supongo que alguien calificará de majadería imperdonable este vicio mío de mezclar literatura con política. Estoy de acuerdo en que resulta forzado identificar la lírica con el apañamiento de un crimen, pero aclaro que ambas expresiones, poesía y crimen, son formas extremas (y opuestas) de la actividad humana. ¡Y en este caso son perpetradas por una misma persona! Nada de Dr. Jekyll y Mr. Hyde. El supuesto poeta y el miembro de la cúpula castrista han llegado a Nueva York amparados por un mismo pasaporte.

Ha venido este dúo singular a hablarnos de la vida y obra de nuestro Martí. Así que ya saben, ¡vayan al evento, neoyorquinos! Al terminar su conferencia en Hostos, con la misma pluma con que firmó las sentencias de muerte, ¡el poeta Roberto Fernández Retamar se complacerá en garabatear autógrafos!

13 de noviembre, 2003


       

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